Pasi¨®n por lo complejo

Pride of Nations es la nueva apuesta de estrategia por parte de AGEOD, compa?¨ªa especializada en este tipo de productos, cuyo nivel de realismo es extremadamente alto. No en vano, la desarrolladora fue fundada por uno de los principales dise?adores de los primeros juegos de Paradox, llevando la especializaci¨®n en el g¨¦nero un paso m¨¢s all¨¢. Con la idea de trasladarnos hasta algunos de los eventos m¨¢s decisivos de la ¨¦poca colonial, la oferta de AGEOD, avalada tambi¨¦n por Paradox, llega a nuestras tiendas.

De 1850 a 1920, este es el periodo hist¨®rico englobado por Pride of Nations. Nos encontramos ante unos a?os en los que las principales potencias mundiales luchaban entre s¨ª o contra sus propias colonias, con el fin de mantener su dominio sobre tierras alejadas de sus fronteras originales. La campa?a principal ocupa esas 7 d¨¦cadas, pero hay otros cuatro escenarios disponibles. El primero transcurre entre 1857 y 1859, en la que Inglaterra se enfrenta a la India, mientras que la segunda posibilidad nos traslada a 1859 para disputar las confrontaciones que desembocar¨ªan en el nacimiento de la naci¨®n Italiana, con Austria contra Cerde?a y Piamonte apoyadas por Francia. En tercer lugar tenemos la II Guerra Boer, desde 1859 hasta 1903. Para acabar, la guerras ruso-japonesas de 1904, en las que ambas potencias se disputaban la influencia sobre ciertas ¨¢reas de China.

Aunque las naciones son predefinidas en cada escenario, en la campa?a total podemos elegir entre Austria, Prusia, Sardinia-Piamonte, Rusia, Jap¨®n, Inglaterra, Estados Unidos o Francia. Cada una de ellas comienza con una serie de territorios en su poder y ¨¢reas de influencia basadas en la realidad hist¨®rica del momento, haciendo gala del magn¨ªfico trabajo de investigaci¨®n que conllevan los juegos de AGEOD. Pulsando F2 entraremos en el resumen de la naci¨®n, donde se nos presentan los datos sobre los gobernantes (presidentes, reyes o reinas) y primeros ministros, cada uno se define por tres par¨¢metros (imperialismo, administraci¨®n y diplomacia) valorados de 1 a 9. Imperialismo se aplica a la hora de calcular nuestras fuerzas militares m¨¢ximas, administraci¨®n para el coste de las estructuras y diplomacia para obtener nuevos pol¨ªticos y embajadores cada 3 meses en t¨¦rminos de juego.

Otro apartado de suma importancia son los atributos nacionales, que tambi¨¦n pueden encontrarse pulsando F2. Existen 12 atributos, con 4 posibles estados por cada uno de ellos, simbolizados con 48 iconos que se muestran en la pantalla citada. En funci¨®n del que se encuentre activo para nuestro bando, recibiremos ciertas bonificaciones y desventajas de acuerdo con el significado del icono. Por ejemplo, podemos tener una capacidad de investigaci¨®n muy alta pero a gran coste, o libre-comercio en nuestras fronteras sin recibir impuestos por aranceles. Estos atributos resumen tanto nuestra forma de gobiernos como pol¨ªticas econ¨®micas, militares o en materia de educaci¨®n, y un r¨¢pido examen de los mismos nos servir¨¢ para decidir qu¨¦ tipo de acciones tenemos que emprender y c¨®mo podemos evitar vernos excesivamente perjudicados por la situaci¨®n de nuestra pol¨ªtica.

Una menci¨®n especial para los tipos de gobierno, ya que si nos encontramos en uno democr¨¢tico tendremos elecciones peri¨®dicas que pueden dar como resultado un cambio de los dirigentes. Podemos elegir tomar parte en el proceso electoral apoyando a un candidato u otro, favoreciendo sus posibilidades de resultar elegido. Al final, en el caso de que alguna de las figuras pol¨ªticas cambie, veremos actualizados los datos de la naci¨®n en la ventana de resumen. En el caso de gobiernos totalitarios, o sin elecciones, no vamos a permanecer ajenos a los cambios, dado que los personajes pueden fallecer para dar paso a otros nuevos pol¨ªticos. Estos cambios de dirigente traer¨¢n consigo la posibilidad de ver como los atributos de la naci¨®n se modifican, siendo la muestra m¨¢s evidente de la evoluci¨®n pol¨ªtica y social de la facci¨®n que estemos controlando en ese momento.

El control de los recursos y materias primas tambi¨¦n aparece en Pride of Nations. Sirven tanto para abastecer las necesidades de nuestros ciudadanos como para comerciar con ellos y generar mayor riqueza, adem¨¢s de servidor como suministros para nuestros ej¨¦rcitos. Existen tres tipos b¨¢sicos: alimentos, minerales y bienes industriales, aunque dentro de los mismos existen muchos subtipos distintos. En cualquier momento podemos ver el stock de recursos de nuestra naci¨®n, as¨ª como gr¨¢ficas con la evoluci¨®n de su coste y producci¨®n, de forma que podemos ver qu¨¦ elementos nos reportan m¨¢s beneficios o nos producen m¨¢s gastos al tener que importarlos. Y es que el comercio es otro de los puntos importantes al hablar de econom¨ªa, y mantener una serie de rutas comerciales entre nuestra naci¨®n y sus colonias, o con pa¨ªses vecinos, es fundamental.

Pasamos al mapa, que ser¨¢ el centro real de nuestra atenci¨®n durante el juego. Encontramos cada pa¨ªs dividido en regiones o provincias, cada una de ellas formada por una o varias ciudades de distinta importancia. Cada zona se define con sus propios par¨¢metros de poblaci¨®n, econom¨ªa y militares, tal y como hemos visto en los p¨¢rrafos anteriores pero aplicados a zonas de dimensi¨®n mucho menor. En el caso de la producci¨®n, por ejemplo, encontramos que cada provincia puede dar lugar a diversos tipos de recursos, en funci¨®n de su terreno, situaci¨®n geogr¨¢fica o infraestructuras construidas. Los par¨¢metros originales est¨¢n establecidos de forma hist¨®rica, y aunque no vamos a poder realizar cambios evidentes, como obtener pesca en zonas que no sean de costa, mediante la construcci¨®n de industria podremos mover la producci¨®n entre regiones distintas.

Cada regi¨®n se define, a su vez, por un nivel de civilizaci¨®n que determinar¨¢ el gasto en suministros de las tropas que crucen ese territorio, as¨ª como redes de transporte existentes. El control de los suministros es fundamental, porque si nos quedamos sin ellos significar¨¢ que no poseemos munici¨®n suficiente ni tantos alimentos como sean necesarios. Eso desembocar¨¢ en desertores o muertes por malnutrici¨®n o enfermedades, adem¨¢s de en una serie de penalizaciones al combatir que pueden inclinar la balanza del lado enemigo. Podemos distribuir suministros usando el ferrocarril o caravanas, o rellenando en los puertos el caso de las flotas y en los almacenes en caso de tropas de tierra. El tiempo es otro de los aspectos que afecta a las tropas en su traslado, y sobre todo a la hora de resolver confrontaciones. Un buen estratega tiene que estar al tanto de todos esos elementos.

Para construir unidades tendremos que reclutar ciudadanos o poseer los edificios e industrias requeridas para su construcci¨®n. Dependiendo del valor de imperialismo del dirigente, podremos tener m¨¢s o menos tropas activas en un momento dado. Otra limitaci¨®n es la regi¨®n donde se realice el reclutamiento, ya que cada zona tiene un m¨¢ximo permitido de tropas en entrenamiento y, por supuesto, los recursos y la riqueza disponibles. Un tipo especial de tropas son los personajes o generales, que podremos distinguir por su retrato en pantalla, en lugar del icono que represente una tropa. Un buen comandante puede mejorar la cohesi¨®n de las tropas y disminuir los efectos negativos de la falta de suministros, deserci¨®n o mejorar la eficiencia de sus soldados durante el combate.

La estrategia por turnos, a pesar de que pueda resultar engorrosa y menos realista, es muy adecuada si el sistema es especialmente complejo, haciendo imposible un uso fluido en tiempo real. Sin embargo, el defecto m¨¢s importante no es ninguno de los arriba mencionados, si no la ralentizaci¨®n conforme avanzamos en la partida y encontramos que la IA tiene que manejar muchos m¨¢s estados debidos a la misma evoluci¨®n durante el juego. A¨²n as¨ª, en el peor de los casos simplemente tendremos que levantarnos al ba?o para hacer tiempo, o traernos unas palomitas de ma¨ªz para ir viendo las acciones de los oponentes como si de un documental hist¨®rico se tratase. El sistema de AGEOD pierde en velocidad pero gana en lo que a realismo se refiere, y eso es lo que vienen buscando los usuarios que se acercan a los productos de esta compa?¨ªa.

A nivel gr¨¢fico, lo parco de los dise?os destaca por su buen estilo y funcionalidad. Todo est¨¢ simbolizado en el mapa o en alguno de los men¨²s, aunque para los menos acostumbrados pueda parecer un conjunto ca¨®tico de iconos sin sentido. Todo cobra relevancia en cuanto nos ponemos manos a la obra, y disponer de ?tootips' sobre cada imagen ayuda mucho a entender su significado. El sonido es espectacular, con melod¨ªas de corte ¨¦pico muy buen integradas con el dise?o de la interfaz y la ambientaci¨®n hist¨®rica. A pesar de no ser el punto fuerte del sistema de AGEOD, en Pride of Nations nos llevamos una buena sorpresa, y se nota cierta mejor¨ªa sobre juegos anteriores de la misma compa?¨ªa. Es importante destacar la gran cantidad de opciones para filtrar la informaci¨®n.

Sin embargo, puede que la escasa disponibilidad de naciones sea uno de los puntos negativos. Estamos acostumbrados a los t¨ªtulos de Paradox en los que cualquier pa¨ªs existente es susceptible de ser controlado, y vernos reducidos a menos de una docena de posibilidades es extremadamente extra?o. Esto ha permitido que Pride of Nations se especialice y se centre en ciertos aspectos, en lugar de tener que hacer frente a un dise?o mucho m¨¢s general, pero nos habr¨ªa gustado contar con m¨¢s pa¨ªses para manejar. La elecci¨®n de la ambientaci¨®n, aunque pueda resultar m¨¢s o menos atractiva, no es tampoco la m¨¢s emocionante de todas, y dentro del mismo periodo hist¨®rico existieron otros acontecimientos casi tan importantes o m¨¢s que los que podemos disputar. La alternativa clara en este sentido es, como dec¨ªamos anteriormente, Victoria II, y Pride of Nations no hace m¨¢s que profundizar en unos pocos eventos.

Con todo lo dicho, nos encontramos ante una oferta de calidad, digna de los mejores estrategas y que nos pondr¨¢ realmente a prueba. AGEOD crea juegos realistas y complejos, pero aquellos que tengan la paciencia de acercarse y aprender saldr¨¢n gratamente sorprendidos. La cantidad de detalles y como cada uno de ellos afecta realmente a otros par¨¢metros del juego es sorprendente, casi una r¨¦plica exacta y parametrizada de la historia real. Una desarrolladora que merece todo nuestro respeto por dise?ar productos tremendamente especializados y de un nivel alt¨ªsimo, a pesar de que la mayor¨ªa del mercado demande otros tipos de ocio. Tendremos que esperar para ver el pr¨®ximo trabajo de la compa?¨ªa francesa, y solamente podemos pedir una ambientaci¨®n mucho m¨¢s atractiva? el resto lo han suplido a la perfecci¨®n con cada uno de sus trabajos.