Call of Duty: Modern Warfare 3, Impresiones
La Tercera Guerra Mundial estalla ante nuestros ojos en la primera demostraci¨®n in-game de Call of Duty: Modern Warfare 3. Continuismo y fidelidad hacia los seguidores de la subsaga en la que promete ser su entrega m¨¢s espectacular y completa.
Ten¨ªamos expectativas, se barajaban toda clase de rumores, los foros se han llenado de comentarios enfrentados desde el tr¨¢iler del pasado lunes, las exigencias eran altas? Modern Warfare 3 silencia a toda la prensa internacional con su primera demo a puerta cerrada. All¨ª ha estado MeriStation para contaros los alicientes de este nuevo paradigma del espect¨¢culo scriptado y el multijugador de ¨¦xito que se traslada ahora hasta ciudades como Nueva York, Londres, Par¨ªs o Berl¨ªn en la que promete ser la mejor y m¨¢s revolucionaria entrega de la exitosa franquicia subordinada a cargo de Infinity Ward y estrenada con Call of Duty 4 en los sistemas actuales. Se oyen dos ca?onazos, se apagan las luces verdes de la concurrida sala londinense que lo acoge y comienzan m¨¢s de 25 minutos absolutamente in-game del que probablemente sea el t¨ªtulo m¨¢s vendido del 2011.
Desde 2007, Activision ha sabido hacer de Call of Duty su principal licencia de ¨¦xito comercial con una f¨®rmula poco cambiante de una entrega a otra pero con una absoluta complacencia hacia sus m¨¢s de treinta millones de jugadores que reciben asiduos cada nueva entrega. El acierto de Infinity Ward lleg¨® con Modern Warfare, un hist¨®rico salto hacia los conflictos contempor¨¢neos que dejaba atr¨¢s la ambientaci¨®n nazi que caracteriz¨® a todos los anteriores juegos bajo el sello y sirvi¨® de referente para toda la competencia del g¨¦nero. Turn¨¢ndose por a?os con los bastante menos idolatrados Treyarch, el ahora desmembrado estudio norteamericano ha sabido dar a sus seguidores justo lo que quer¨ªan, poniendo especial ¨¦nfasis en unas campa?as monojugador breves pero indiscutiblemente intensas y uno de los modos multiplayer m¨¢s jugados de la historia, con cifras de r¨¦cord y sabiendo llegar hasta usuarios hasta entonces poco habituados con las partidas en red. El nuevo Call of Duty del 2011 parece mantener estas directrices aunque sus responsables aseguran que este oto?o estaremos ante el mayor y m¨¢s revolucionario episodio de las hoy ya populares siglas MW.
Nueva York y el fin del mundo
Sin demasiadas presentaciones ni datos -se dejar¨¢n para el E3- sus responsables nos dan la bienvenida al evento y, mando de Xbox 360 en mano, se sumergen de lleno en el primer nivel que se nos mostrar¨¢, el apocalipsis b¨¦lico de Manhattan. La vista en primera persona va aclar¨¢ndose mientras se toma el control de un aturdido soldado -a¨²n no sabemos si viejo conocido de los anteriores Modern Warfare o nuevo nombre- que acaba de sobrevivir a un accidente de jeep y parece ser miembro del escuadr¨®n Delta,?de otros cinco norteamericanos m¨¢s. Es medio d¨ªa en una Nueva York ensombrecida por el humo, los aviones de guerra que sobrevuelan entre rascacielos y el bullicio de balas y explosiones que el coraz¨®n de un conflicto actual ser¨ªa capaz de imponer. En las calles, nuestro personaje ejecuta sus primeros disparos a la lejan¨ªa con una nueva metralleta con mirilla de precisi¨®n. Las carreteras est¨¢n plagadas de cad¨¢veres, trincheras improvisadas y tanques, y las inconfundibles construcciones gigantescas de La Gran Manzana se derrumban a nuestro paso por estos primeros metros a pie entre taxis volcados que explotan y metralla pesada sobrevolando nuestras cabezas.
La recreaci¨®n y ambientaci¨®n vuelven a sorprendernos a todos los presentes, con una m¨²sica muy alta que hace ¨¦pico el comedido avance y cientos de proyectiles destrozando todo a nuestro paso y haci¨¦ndonos sentir absolutos protagonistas en el habitual tratamiento marcadamente cinematogr¨¢fico. Tras acabar con unos 20 enemigos escondidos en cualquier recoveco y portales de los rascacielos, llegamos hasta el Wall Street, el m¨ªtico centro econ¨®mico neoyorquino, tambi¨¦n tomado por los terroristas y fielmente representado en esta versi¨®n virtual. Las coberturas tras ordenadores, puestos, columnas o escaleras y las granadas volver¨¢n a ser vitales, as¨ª como el avance en equipo, lo que deja la puerta abierta a un m¨¢s que exigible y posible modo multijugador cooperativo para la campa?a principal. A¨²n no se ha dicho nada oficial al respecto. Una vez despejado el interior del edificio, nuestro pelot¨®n trepa hasta el tejado, donde deben destruir una antena rusa y posteriormente los recoger¨¢ un helic¨®ptero al que debemos unirnos a tiempo. La azotea tambi¨¦n est¨¢ tomada y desde esta altura podemos observar las grandes avenidas atestadas de combatientes y fuego cruzado que sumergen much¨ªsimo -como siempre en CoD- al jugador en la batalla hist¨®rica que se est¨¢ viviendo.
Conservadurismo visual
El motor gr¨¢fico del juego se mantiene de las anteriores entregas. As¨ª de rotundos podemos ser tras estos primeros pasos aunque no por ello dr¨¢sticamente cr¨ªticos. Modern Warfare 3 evoluciona cada uno de los apartados estrictamente t¨¦cnicos que hab¨ªamos visto en Modern Warfare 2 y Black Ops. Nos lo demuestra a¨²n m¨¢s en la grandilocuente escena que viene a continuaci¨®n -que abordaremos en la segunda p¨¢gina de este primer contacto-. Sin abandonar para nada su clar¨ªsima predilecci¨®n por los scripts (es decir, que sucedan acontecimientos o se disparen eventos de manera autom¨¢tica justo cuando pasemos por un punto en concreto) la iluminaci¨®n, las part¨ªculas, las texturas, el comportamiento f¨ªsico o el nivel de detalle se han llevado a un nuevo pelda?o gr¨¢fico que la saga de Activision no podr¨ªa ni sospechar hace a?os. Pr¨¢cticamente cualquier elemento tiene sombras y reacciona ante las luces que lo rodeen. Los brillos son coherentes y muy cre¨ªbles, y el poligonado o las animaciones de entornos y personajes son, sin duda, los m¨¢s poderosos que hemos visto nunca en un Call of Duty.
Sorprende que no se haya renovado por completo un motor gr¨¢fico que ya tiene varios a?os a sus espaldas y lo ped¨ªa, uno de los puntos que empezaban a ser muy debatidos incluso entre los m¨¢s devotos de la licencia de Activision. Electronic Arts se lo pondr¨¢ m¨¢s dif¨ªcil este a?o a Modern Warfare 3 con su tambi¨¦n espectacular y prometedor Battlefield 3. De hecho, si comparamos lo visto hasta el momento de ambos juegos, gr¨¢ficamente el t¨ªtulo de EA sobrepasa con creces a este nuevo MW. Hay que tener en cuenta tambi¨¦n que las demos mostradas de Battlefield 3 corr¨ªan desde un potente PC y Modern Warfare 3 se ha exhibido en versi¨®n Xbox 360. Crysis 2 es otro nombre que puede dar lugar a comparativas gr¨¢ficas si nos ponernos exquisitos, obra a la que recuerda mucho sobre todo en este nivel de una Nueva York patas arriba que va desmoron¨¢ndose poco a poco y que sumerge al jugador entre explosiones y caos.
El espect¨¢culo a¨¦reo
La demo nos muestra finalmente y en vista en primera persona al protagonista saltando desde la azotea del Distrito Financiero hasta el helic¨®ptero. Una vez recuperado el aliento y sin apenas 5 segundos de descanso en una misma cinem¨¢tica, el jugador asume el rol de tirador desde la metralleta de la nave, en una fren¨¦tica carrera a¨¦rea entre rascacielos y con un brillante sol de atardecer al fondo en el que empiezan a vislumbrarse helic¨®pteros enemigos que lanzan misiles y vienen hacia nosotros. La adrenalina de los asistentes a la presentaci¨®n del juego se pone al m¨¢ximo en este extremo combate a¨¦reo que deja a sus pies cenizas, espectaculares demoliciones y una recreaci¨®n urbana desde las alturas maravillosa. Esta primera demo acaba con un intenso tiroteo entre nuestra aeronave y una enemiga con una gigantesca obra entre ambas y una explosi¨®n final del edificio con andamios que llena la pantalla de fuego y part¨ªculas de cemento, hierros y barriles saltando por los aires.
Mind the gap
Modern Warfare 2 arranca un aplauso de los anonadados periodistas que acabamos de presenciar este momentazo ¨¦pico pero sus responsables nos advierten de que lo mejor est¨¢ por llegar, en una segunda demo sorpresa que nos traslada ahora hasta Londres. Es de noche y llueve, y el escuadr¨®n avanza a trav¨¦s de naves industriales y?zonas portuarias?de las afueras de la ciudad. La recreaci¨®n es fiel y la barbarie humana vuelve a quedar de manifiesto en una capital brit¨¢nica que sucumbe ante un conflicto internacional y fuego surcando el cielo en todas direcciones. Es posible el avance en solitario, aunque tendremos que permanecer cerca del equipo para abrir puertas conjuntamente y otras acciones grupales automatizadas. El dise?o de los escenarios nos sigue mostrando el 'pasillismo' t¨ªpico de la saga y el intercalado de interiores estrechos y exteriores guiados no se ha abandonado, as¨ª como la sucesi¨®n de scripts que antes coment¨¢bamos, como coches que explotan a nuestro paso, enemigos que salen de un mismo escondite o edificios que se derrumban. Observamos tambi¨¦n el sistema de da?os, similar al de las anteriores entregas, con auto-regeneraci¨®n e indicador semicircular en rojo de la zona de donde vienen las agresiones.
Tambi¨¦n persiste parte del armamento y los controles ya cl¨¢sicos de la franquicia. Los soldados ca¨ªdos, como siempre, dejar¨¢n sus armas y munici¨®n para que las recojamos con el bot¨®n secundario. Sus desarrolladores no se han olvidado de una de las herramientas letales estrella, el misil teledirigido llegado desde el aire y tan devastador como siempre aunque incapaz de derribar estructuras enteras salvo que haya una animaci¨®n preparada para ello. El sigilo en las ofensivas, la colocaci¨®n de explosivos o las granadas son otros elementos muy de Call of Duty que no se han obviado en MW3. La pretensi¨®n de mostrar una campa?a desorbitadamente espectacular y grandiosa queda de manifiesto en cada gran acontecimiento que presenciamos y todo el tratamiento al armamento, los veh¨ªculos o la ambientaci¨®n. 'Tenemos claro que ¨¦ste va a ser el mejor y m¨¢s completo Modern Warfare hasta la fecha', dicen sus desarrolladores, 'una experiencia revolucionaria'.
La ¨²ltima parte de la demo ha dejado buena constancia de todo ello. Nuestro protagonista acaba en el metro de Londres junto al escuadr¨®n, teniendo que disparar a todos los trenes plagados de terroristas que pasan a nuestro lado, dando lugar a otra escena totalmente jugable sobre veh¨ªculo digna de grabarse en la memoria de quien la presencie. La conducci¨®n de los metros a trav¨¦s de los estrechos t¨²neles del The Tube londinense es autom¨¢tica pero deja decenas de momentos de tensi¨®n, con trenes que vienen en direcci¨®n contraria, cambios de v¨ªas, estaciones derruidas y aparatosos accidentes subterr¨¢neos. Precisamente as¨ª acaba la segunda y ¨²ltima demo que se nos ha mostrado del esperado juego, con un tren de metro descarrilando y llev¨¢ndose consigo todos los pilares de los t¨²neles por donde vamos pasando, dando lugar a una demoledora escena en medio de los tiroteos con enormes vagones volando por los aires, techos que se caen y explosiones a tutipl¨¦n.
Misterioso multiplayer
La campa?a single player parece mantener las marcas de la saga, pero si algo esper¨¢bamos ansiosos, era que se nos diera nueva informaci¨®n sobre su modo m¨¢s exitoso, el multijugador online. Independientemente de la novedad de peso anunciada para esta modalidad -de la que os contaremos todo el pr¨®ximo martes 31 de mayo a las 17:00- y la m¨¢s que segura apuesta que se har¨¢ por una f¨®rmula que mezcle lo tradicional con lo novedoso, CoD: Modern Warfare 3 a¨²n no se ha pronunciado con firmeza sobre c¨®mo lo har¨¢n esta vez para mantener a la comunidad online m¨¢s grande que jam¨¢s ha tenido un videojuego de disparos en primera persona. Tendremos que esperar diez d¨ªas hasta el E3 de Los ?ngeles para que se nos muestren las nuevas propuestas llamadas a mantener este liderazgo en los FPS online.
III World War
No ha habido sorpresas por el momento aunque tampoco decepciones. Lo que hemos podido presenciar del Modern Warfare de 2011 mantiene sus grandes atributos y hace una a¨²n mayor apuesta por el espect¨¢culo visual inmersivo, con aut¨¦nticas secuencias que dejan sin aliento y ambientaci¨®n cuidad¨ªsima. La saga est¨¢ despreocupada y tiene asegurado un ¨¦xito comercial sublime que, con una nueva campa?a mejorada y el modo multijugador puesto al d¨ªa, ser¨¢ capaz de reventar las cifras de venta de la competencia, probablemente?incluso las?del incre¨ªble Battlefield 3 por el nombre que ya?ha conseguido crearse tras de s¨ª el juego de Activision. MW3 es un ejemplo de continuismo bien llevado, sabiendo buscar los alicientes t?explot¨¢ndolos al m¨¢ximo sin arriesgar demasiado en tecnolog¨ªa?ni mec¨¢nicas?pero obteniendo unos resultados sobresalientes, como siempre en la subsaga. Ahora habr¨¢ que ver si sabe comportarse as¨ª durante toda la campa?a -previsiblemente de duraci¨®n media-corta, como las anteriores- y si el multijugador o cualquier otro modo nuevo es capaz de enganchar como siempre a los millones de fans que ya esperan esta nueva entrega.
Los entornos urbanos occidentales y el marco ambicioso que supone la hipot¨¦tica Tercera Guerra Mundial consiguen hacer del juego un producto grande e importante, que basar¨¢ su estrategia de marketing en estos alicientes entre otros y que realmente nos pondr¨¢ ante una trama, secuencias de juego y conflicto memorables, no cabe duda. Lo visto en ambas demos -con bastante material en el tr¨¢iler- rezuma buen acabado, dise?o cinematogr¨¢fico y frenetismo, conceptos acu?ados siempre a esta saga de Activision que se retomar¨¢n mejor que nunca en este episodio. Pese a su apariencia una vez m¨¢s sobresaliente, a¨²n quedan muchas preguntas en el aire, como si esta campa?a por fin durar¨¢ algo m¨¢s de cinco horas, si podremos disfrutarla en cooperativo, si volver¨¢ el modo Zombies o se han buscado nuevos, todos los prometidos cambios en el multijugador competitivo? Sus desarrolladores parecen guardar a¨²n muchas balas en el tambor del arma m¨¢s poderosa de Activision por lo que habr¨¢ que estar atentos a cada uno de sus disparos hasta la r¨¢faga final del 8 de noviembre.
Call of Duty: Modern Warfare 3
- Acci¨®n
La guerra moderna contin¨²a en la tercera entrega de Call of Duty: Modern Warfare.
