Super Monkey Ball 3D
Tres monos en pelotas
Como en casi cada nueva plataforma que llega al mercado, los populares simios de Sega se adaptan esta vez a la nueva m¨¢quina de Nintendo y sus 3D sin gafas, as¨ª como a su sensor de aceleraci¨®n en un juego triple que a?ade a sus cl¨¢sicos niveles mec¨¢nicas de Mario Kart y Super Smash Bros. Color y diversi¨®n directa en un t¨ªtulo muy desenfadado que desviste a los primates y sus posibles innovaciones dej¨¢ndolos, literalmente, en bolas.
Super Monkey Ball no cambia. Nunca lo ha hecho desde hace a?os y no iba a ser 3DS la consola que invitara a la saga a transformar sus mec¨¢nicas. Sin embargo, lo que s¨ª dominan estos monos giratorios es la adaptaci¨®n a las nuevas posibilidades gr¨¢ficas y de manejo que van apareciendo en la industria. Como ya ocurri¨® con Wii y la primera Nintendo DS, las diferentes propuestas de manejo de cada m¨¢quina nos dejaron dos t¨ªtulos similares en mec¨¢nica y hasta algunos niveles, pero diferentes en su control, que hac¨ªa uso de la pantalla t¨¢ctil en un caso y del sensor de movimiento del Wiimote en el otro. Ahora la novedad son las 3D y el aceler¨®metro, aspectos que no se han desaprovechado en absoluto.
Pero ya est¨¢, nada m¨¢s. Super Monkey Ball sigue present¨¢ndonos los mismos niveles y mundos de siempre, con escenarios que tendremos que mover para guiar estas canicas hasta la meta de cada uno, la caracter¨ªstica estructura clasificatoria con grupos de 10 fases, similar y adecuada curva de dificultad -aunque algo rebajada- o los personajes comunes, pl¨¢tanos y habilidades de siempre. Como mec¨¢nicas secundarias que prolonguen un poco la vida del modo principal y tradicional, algo muy habitual tambi¨¦n en las ¨²ltimas entregas, el nuevo t¨ªtulo nos presenta dos juegos alternativos: uno de karts y uno de lucha de plataformas, bebiendo de manera tangible de las t¨®nicas sembradas por las licencias Mario Kart y Super Smash Bros, pero sin alcanzar en ning¨²n caso -como veremos- la calidad jugable y profundidad de ¨¦stas.
El universo Monkey Ball siempre ha estado caracterizado por el color y la particular est¨¦tica fant¨¢stica de cada uno de los mundos. En Nintendo 3DS esto se ha llevado a una nueva cota mostr¨¢ndosenos los colores n¨¢s vivos y brillanestes que nunca, dando una potente personalidad gr¨¢fica al juego que se acompa?a de un poligonado y animaciones pr¨¢cticamente similares a los de los juegos de Wii, salvando las min¨²sculas distancias t¨¦cnicas. Los ocho mundos, que ir¨¢n desde las islas iniciales hasta el cl¨¢sico entorno de los pasteles o el del terror, vuelven a tener su identidad bien definida, afectando al dise?o de los niveles y los elementos que encontraremos en las rutas. Por ejemplo, en el mencionado mundo de los pasteles, tendremos que atravesar una gran rosquilla, no resbalar con el chocolate o llevar la canica por encima de galletas. No obstante, no hay tantos elementos caracter¨ªsticos de cada entorno como en otras entregas y, de nuevo, se mantienen los mismos fondos para todos los niveles de un mismo mundo, algo que ya est¨¢ dejando de pasar inadvertido.
El 3D activado es quien de verdad da un empuj¨®n a todos estos aspectos meramente visuales que comentamos. Los niveles ganan en vistosidad y profundidad, que con el movimiento pasa a ser relieve de los elementos que vayamos dejando detr¨¢s de la canica, como vallas, pilares o los mismos pl¨¢tanos que no hayamos recogido. Tambi¨¦n veremos casi sobresalir de la pantalla los copos y lucecitas que caen del cielo en algunos entornos, y otros peque?os detalles que consiguen transmitir muy buenas sensaciones y hacer al juego m¨¢s agradable y renovado, como nunca lo hab¨ªamos visto. Estos efectos estereosc¨®picos no se mantienen con la misma presencia y soltura en los otros dos modos de juego, aunque claro que aparecen, pero de manera m¨¢s b¨¢sica y sensiblemente menos trabajada.
Otro punto que nos ha sorprendido gratamente y que tambi¨¦n es exclusivo de esta entrega es la posibilidad de manejar el juego moviendo la 3DS, como si fuera la propia consola el escenario. Si seleccionamos manejo mediante Sensor de Aceleraci¨®n, en vez de controlar todo el juego con el stick redondo, tendremos que girar la consola para llevar las canicas por el camino correcto sin que caigan al vac¨ªo, con una respuesta francamente soberbia que lo har¨¢ la elecci¨®n de muchos jugadores en todas las partidas ya que funciona tan bien o casi mejor que el Wiimote. A cambio, este modo de manejo tiene una desventaja intr¨ªnseca, y es que no podremos visualizar con comodidad el juego en tres dimensiones ya que estaremos moviendo la consola y perderemos el enfoque, lo que acabar¨¢ suponiendo que desactivemos el regulador 3D de la parte derecha de la pantalla.
Y en cuanto a novedades que utilicen otras capacidades ¨²nicas de la plataforma Nintendo 3DS ya no encontramos m¨¢s. Aunque este Super Monkey Ball 3D tiene dos modos multijugador (carreras y combate), no hay ning¨²n tipo de servicio a trav¨¦s de Street Pass o Spot Pass ni ning¨²n uso para las c¨¢maras de la port¨¢til, el micr¨®fono, wifi, pantalla t¨¢ctil -salvo la navegaci¨®n por los men¨²s- o las Tarjetas de Realidad Aumentada. A la hora de jugar con otras personas, solo lo podremos hacer en red local y con hasta tres amigos m¨¢s todos ellos con el cartucho del juego. Tambi¨¦n podremos exportar una demo a otra consola sin el juego para ense?arlo a quien est¨¦ cerca. Por supuesto, el t¨ªtulo viene con varios personajes, mundos y otros objetos bloqueados para incentivar su finalizaci¨®n al cien por cien y todos los textos y audio en espa?ol, con las aceptables m¨²sicas y FX de siempre.
El modo Carrera Simia nos lleva a trav¨¦s de 12 circuitos en una competici¨®n de 8 veloces karts -4 en modo multiplayer- que pueden atacarse entre ellos y tendr¨¢n que recoger items por el camino sin equivocarse para hacerse con la victoria, tan al estilo de la saga Mario Kart o el m¨¢s reciente Sega All Stars Racing. Pero la propuesta de Super Monkey Ball en este sentido se queda muy lejos de la afinada jugabilidad de aquellos. En este modo encontramos un desnivel entre personajes considerable -sobre todo en las velocidades-, manejo paup¨¦rrimo con un kart en medio de la pantalla y la carretera pasando hacia detr¨¢s, peque?os bugs de escenario relativamente frecuentes y poco frenetismo debido al plano dise?o de las pistas donde correremos, los pocos items que recoger para atacar a los rivales y que solo haya cuatro de ¨¦stos. Se podr¨ªa haber sacado mucho m¨¢s partido a esta modalidad.
Por su parte, el modo Lucha Simia nos traslada hasta tres ¨²nicos escenarios con varias plataformas donde tendremos que pelear con otros tres personajes m¨¢s para robarles los pl¨¢tanos y acabar siendo los que m¨¢s tengamos cuando se termine el tiempo. Hay dos botones de ataque ¨²nicamente, uno fuerte y otro m¨¢s flojo pero r¨¢pido. Cada personaje, 16 en total, tiene un nivel de golpe, otro de velocidad y otro de salto. El balanceo entre ¨¦stos est¨¢ bien medido, pudiendo los que m¨¢s saltan alcanzar pl¨¢tanos que el resto no pero a cambio, siendo m¨¢s lentos o poco letales. Como en Smash Bros, nos podr¨¢n tirar del escenario si recibimos un elevado n¨²mero de golpes. Antes de cada partida, podremos hacer algunos ajustes en las reglas, como el tiempo de duraci¨®n, que caigan bombas del cielo o que gane el que m¨¢s pegue en vez de el que m¨¢s pl¨¢tanos tenga, por ejemplo. Es un modo de juego correcto, pero corto y soso, y que para nada acaparar¨¢ nuestra atenci¨®n m¨¢s de dos horas.
La reflexi¨®n final que el juego invita a hacer versa sobre la alarmante repetici¨®n y encasillamiento en los que est¨¢ cayendo la licencia, colorista, divertida y desafiante en todas sus entregas y que aqu¨ª ha optado por seguir en exceso sus propios c¨¢nones y dise?o de escenarios aflojando en gran medida la dificultad, lo que no gustar¨¢ un pelo a los m¨¢s amigos de estos simios en pelotas, que no desnudos. Un juego bueno que deja claro que tra¨ªa consigo buenas premisas, pero no ha sabido hacerlas rodar por el mejor camino casi dej¨¢ndolas caer al vac¨ªo.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.