H¨¦roes en Movimiento

Si algo ha demostrado Sony con PlayStation 3 es que su dependencia de otros estudios para ofrecer t¨ªtulos en exclusiva es mucho menor que anta?o. En parte con grupos de desarrollo interno, secundados con first parties, ha ido logrando acumular una interesante colecci¨®n de licencias que ya tienen un nombre respetable en este mundillo. Podr¨ªamos hablar de Uncharted o Killzone, pero quiz¨¢ son m¨¢s rese?ables por su origen en PlayStation 2, t¨ªtulos como Jak and Daxter, Ratchet & Clank o la trilog¨ªa de Sly Raccoon, recientemente reeditada en 3D estereosc¨®pico para la actual generaci¨®n. Son los herederos de los mundos coloridos ideados por Nintendo pero con un estilo que ha marcado su propia escuela en las consolas PlayStation.

Quiz¨¢ el sue?o de algunos era ver la uni¨®n de alguna de estas franquicias. De lo que estamos convencidos es que no era de esta manera. Es algo como lo ocurrido con Mario & Sonic: En los Juegos Ol¨ªmpicos. No era un mal juego, sin duda, pero probablemente era la forma m¨¢s inimaginable de reunir a estos dos iconos que tanto combatieron en los 8 y sobre todo los 16 bits. Aqu¨ª ocurre lo mismo, sacamos a estos personajes de su terreno, los desnaturalizamos, y esperamos que funcione porque sus nombres son famosos. Ni Jak, ni Sly ni Ratchet est¨¢n hechos para estos trotes y aunque hacen un gran trabajo, su desempe?o queda por debajo de lo que ofrecer¨ªan protagonizando un plataformas conjunto. Pero no nos quedemos en lo que podr¨ªa haber sido y veamos lo que de verdad s¨ª encontraremos en PlayStation Move Heroes.

Cada saga aporta elementos propios, como enemigos, escenarios o armas, aunque en este ¨²ltimo caso cada cual seguir¨¢ portando las suyas. Los seis personajes, Ratchet, Jak, Sly Cooper, Clank, Daxter y Bentley, tendr¨¢n que afrontar una serie de desaf¨ªos para derrotar a esa fuerza maligna que los ha consignado a luchar juntos. Estamos, en consecuencia, ante una colecci¨®n de minijuegos en la que se pondr¨¢ a prueba la precisi¨®n del perif¨¦rico de Sony y tendremos ocasi¨®n de explorar ideas para emplear elementos como el sensor de movimiento o la detecci¨®n de apuntado mediante la c¨¢mara. Contaremos igualmente con cuatro tipo de entornos que os resultar¨¢n r¨¢pidamente familiares. Tendremos Metr¨®polis City de Ratchet & Clank, la ciudad de Par¨ªs basada en Sly Cooper, Haven City de Jak and Daxter y el Planeta X, dise?ado expresamente para este videojuego. Los diferentes mundos los iremos desbloqueando de forma m¨¢s o menos lineal, acabando con los retos del anterior.

Habr¨¢ alrededor de medio centenar de pruebas diferentes y cada una de ellas tendr¨¢ peque?as variantes seg¨²n el personaje escogido. Muchas veces ser¨¢ ¨²nicamente el uso de una habilidad especial, pero otras se cambiar¨¢ directamente el utensilio o arma con el que realizar la prueba. As¨ª, por ejemplo, en el minijuego del l¨¢tigo no habr¨¢ diferencia pr¨¢ctica entre llevar a Ratchet, Jak o Sly, pero en el de Melee, donde aca uno emplea su arma predilecta, s¨ª cambiar¨¢ el estilo. No obstante, no tardaremos de darnos cuenta de que estamos ante diferencias m¨¢s sutiles de lo que podr¨ªan haber dado de s¨ª estos protagonistas. Por cierto, han vuelto a hacer una distinci¨®n entre los personajes principales y los tres secundarios, ya que a la hora de elegir con qui¨¦n disputamos una prueba s¨®lo nos dar¨¢n a escoger entre uno de los dos grupos.

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Generalmente los escenarios se dividen en zonas que vamos atravesando y liberando. Dependiendo del tipo de reto, esto puede suponer encontrarnos distintos obst¨¢culos o sencillamente que aparezcan otros enemigos diferentes. Nuestra actuaci¨®n es valorada con una medalla, que puede ser de bronce, plata u oro, lo t¨ªpico. De nuevo, c¨®mo la conseguimos depende del tipo de prueba, pero lo m¨¢s normal es que nos baste con completar una determinada acci¨®n antes de que se acabe una cuenta atr¨¢s o simplemente evitando que nos maten durante varias rondas. En muchos momentos influir¨¢n tambi¨¦n unos cristales que deberemos recolectar para obtener energ¨ªa por distintos motivos y que influir¨¢n en nuestra puntuaci¨®n y, a veces, en la medalla obtenida. Ya os adelantamos que conseguir el oro en todos los niveles, salvando los primeros, no ser¨¢ una tarea sencilla.

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Pasando a dar ejemplos concretos de lo que os encontrar¨¦is en este t¨ªtulo, pod¨¦is imaginar que casi todo consiste en agitar el mando o, en su defecto, usarlo como pistola. Uno de los minijuegos nos propone lanzar un plato teledirigido en un escenario en el que una serie de robots flotantes se enconden entre edificios. Hemos de controlar el disco, en primera persona, inclinando el mando para ir alcanz¨¢ndolos, sin chocarnos en el intento. Tenemos un tiempo limitado aunque podemos ampliarlo recogiendo unos items que encontraremos flotando en el aire. Como en todos los dem¨¢s retos, seg¨²n la puntuaci¨®n conseguida nos otorgan una medalla de bronce, plata u oro, habiendo una determinada cantidad de objetivos abatidos para conseguir una u otra dentro de un tiempo limitado. Si se nos acaban los discos, hemos perdido la partida. En otro momento jugaremos a los bolos, de una forma peculiar eso s¨ª. Hay que romper una serie de cajas o cristales o golpear en un determinado punto al final de la pista, seg¨²n lo que nos pidan en cada momento. Con el mando de nuevo ajustamos la direcci¨®n en tiempo real y levant¨¢ndolo r¨¢pidamente indicamos a la pelota que salte.

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La otra vertiente menos deportiva involucrar¨¢ m¨¢s acci¨®n, con el uso de armas de fuego o de cuerpo a cuerpo. En esos caso bien nos pueden pedir que consigamos salvar a unos fans del ataque del enemigo, que sencillamente seamos capaces de resistir oleada tras oleada de enemigos o que recolectemos cuantos m¨¢s cristales, mejor. Lo divertido ser¨¢ desatarnos con el uso de una habilidad especial que generalmente consiste en que peguemos m¨¢s fuerte. Lo interesante, en cualquier caso, es darnos cuenta que, aunque m¨ªnima, hay algo de profundidad en el sistema de juego de estas pruebas. Nos requerir¨¢n pensar un pel¨ªn antes de lanzarnos a lo loco, ya sea porque hemos de movernos estrat¨¦gicamente por el escenario, porque hacemos un uso inteligente de nuestras armas o porque combinamos adecuadamente ataque y defensa. Al menos podemos decir que el estudio ha procurado que la mec¨¢nica vaya un paso m¨¢s all¨¢ de la simple acci¨®n directa, involucrando ciertos elementos t¨¢cticos, como el hecho de que los enemigos podr¨¢n bloquear ataques y tendremos que buscar sus puntos d¨¦biles, realizando el gesto conveniente para golpear en ellos.

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El uso del mando principal se combina con un Navigation Controller o un DualShock para mover al personaje en la mayor¨ªa de pruebas. La c¨¢mara es un problema en ciertas situaciones y la ¨²nica forma que tenemos de recolocarla es pulsar "L2" para bloquearla en un objetivo concreto, lo que podremos aprovechar para movernos alrededor suyo. La forma de emplear el relativamente nuevo perif¨¦rico no se podr¨ªa calificar de original, precisamente, pues tenemos otros precedentes en la competencia, pero s¨ª resulta eficaz. De hecho, a lo largo de los m¨¢s de cincuenta niveles, una cantidad nada despreciable, todo sea dicho, nos encontraremos con acciones muy similares basadas en la inclinaci¨®n del mando para mover un objeto, el apuntado a pantalla o el golpeo con un arma. Con tantos retos incluidos, esper¨¢bamos algo m¨¢s de imaginaci¨®n por parte de los chicos de Nihilistic, pero al final los mundos subsiguientes al primero, que es el que fija las bases, s¨®lo incluyen variaciones m¨¢s sofisticadas o complejas de los desaf¨ªos originales.

Visualmente estamos ante un t¨ªtulo correcto que responde a lo que se puede esperar de un producto de esta ¨ªndole, sin llegar a la virtuosidad casi Pixariana de los Ratchet que han aparecido esta generaci¨®n. Lo cierto es que podr¨ªan haber puesto algo m¨¢s de empe?o, dado el limitado tama?o de los escenarios. Donde s¨ª destaca es en una labor en la que Sony no suele fallar, que no es otra que el doblaje al castellano. Las voces habituales en nuestro idioma de todos los personajes vuelven y ganan adem¨¢s un divertido locutor que dar¨¢ cierta animaci¨®n a las pruebas, casi como si estuviera retransmitiendo un evento deportivo. El escaso peso de la historia, por desgracia, no da para apreciarla verdaderamente el trabajo de los actores.

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