Shogun 2: Total War
- PlataformaPC9
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorThe Creative Assembly
- Lanzamiento15/03/2011
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
- EditorSEGA
A la conquista de Jap¨®n
La serie Total War ya se ha convertido en un referente de la estrategia para PC, gracias a abundantes entregas de calidad. Con m¨¢s de una d¨¦cada de ¨¦xitos a sus espaldas, The Creative Assembly ha decidido volver a sus or¨ªgenes y ofrecernos una nueva visi¨®n del juego que dio origen a todo: Shogun.
La espera ha llegado a su fin: el juego que todos los amantes de la estrategia estaban esperando con ansia por fin llega al mercado. The Creative Assembly ha conseguido forjarse una leyenda en el g¨¦nero gracias a la excelente calidad de todas las entregas de su franquicia estrella, Total War. Una serie de t¨ªtulos que comenz¨®, curiosamente, con el primer Shogun y ante la cual este nuevo cap¨ªtulo se antoja casi como cerrar un c¨ªrculo y regresar a unos or¨ªgenes humildes m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s. En gran medida, este Shogun 2 es similar a lo que fue en su momento Medieval II, es decir, recoge el planteamiento de la primera entrega y, manteniendo una misma din¨¢mica y ambientaci¨®n, aprovecha las nuevas tecnolog¨ªas para poner al d¨ªa dicho t¨ªtulo.
Pero a diferencia de la entrega medieval, la diferencia entre las dos entregas de Shogun es mucho m¨¢s notoria, fundamentalmente debido a que han pasado tantos a?os entre ellas, adem¨¢s de abundantes entregas y expansiones de la franquicia, que la comparaci¨®n entre ambos t¨ªtulos no tiene sentido siquiera, dado que son tan diferentes como la noche y el d¨ªa pese a mantener una directrices b¨¢sicas similares. Tras el desencanto que supusieron las ¨²ltimas entregas para algunos sectores de aficionados, Shogun 2 vuelve con fuerza y con la intenci¨®n de redimir a la franquicia a ojos de todos y revalidar su t¨ªtulo como referente del g¨¦nero de la estrategia en PC. Y lo cierto es que, pese a no ofrecer grandes ni dr¨¢sticas innovaciones con respecto a entregas anteriores, el sabor de boca que deja es, sencillamente, excelente.
Los clanes que tendremos a nuestra disposici¨®n ser¨¢n nombres tan reconocibles para los amantes de la historia nipona como Chosokabe, Shimazu, Date, Hojo, Mori, Oda, Takeda, Tokugawa y Uesugi (adem¨¢s de otros menores que poblar¨¢n el mapa aunque no podremos controlarlos). Como siempre, cada uno de estos clanes tendr¨¢ sus propias caracter¨ªsticas: empezar¨¢n con diferentes territorios, tendr¨¢n algunas unidades propias (aunque sean diferencias menores), comenzar¨¢n con una serie de enemigos y aliados, tendr¨¢n objetivos particulares, etc¨¦tera. Sus diferentes situaciones geogr¨¢ficas se plasmar¨¢n tambi¨¦n en los recursos que cada regi¨®n puedan ofertar al clan, adem¨¢s de posiciones estrat¨¦gicas de cara a afrontar el acercamiento a las regiones colindantes por tierra o mar. Tal es as¨ª que cada clan tendr¨¢ asignado un nivel de dificultad (independiente al nivel de dificultad de la campa?a), junto con un completo resumen de caracter¨ªsticas generales, para que el usuario sepa qu¨¦ esperar de cada familia.
Siguiendo con la tradici¨®n de la franquicia, de estrategia pura, Shogun 2 se centra fundamentalmente en la libertad del usuario para conquistar o sobrevivir de la manera que considere apropiada, sin imponerle unas l¨ªneas de avance. Es por eso que a nivel narrativo tan solo tendremos secuencias de v¨ªdeo para presentarnos a cada uno de los clanes, pero lo interesante de Total War siempre ha sido que a partir de ese momento, la historia la escribimos nosotros mismos sobre el mapa y el campo de batalla. En ese aspecto, Shogun 2 saca matr¨ªcula, ya que consigue ofrecernos una interesante presentaci¨®n de todos los elementos, hasta el punto de que desarrollaremos v¨ªnculos emocionales con algunos generales y miembros de nuestra propia familia.
Adem¨¢s, tendremos la posibilidad, tambi¨¦n habitual, de revivir batallas hist¨®ricas como las de Okehazama (1560), Kawanakajima (1561), Kizugawaguchi (1578) o Sekigahara (1600), todas ellas recreadas con una gran fidelidad a los acontecimientos reales. Pero donde m¨¢s se ha mejorado es en el modo multijugador, donde aparte de los habituales combates directos, ahora tendremos la opci¨®n de disfrutar de un modo de juego que se podr¨ªa clasificar de MMO al tratarse de un mundo persistente en el que iremos evolucionando y conquistando el mapa a nuestro alrededor. El primer paso ser¨¢ crear nuestro avatar, personalizando algunas de sus caracter¨ªsticas y bandera antes de saltar al mapa de Jap¨®n. Este ser¨¢ una versi¨®n simplificada del que disfrutamos en el mundo campa?a, pero mantiene las regiones.
Eso s¨ª, estar¨¢ habitado por los clanes de otros jugadores y nuestro objetivo ser¨¢ vencer en diversas batallas para ir ganando territorios y adquirir de esta manera nuevos objetos y unidades (cada regi¨®n tendr¨¢ sus propias particularidades en este aspecto). Tendremos tambi¨¦n abundantes posibilidades para gestionar nuestro ej¨¦rcito y determinar nuestras t¨¢cticas para los combates; adem¨¢s, en cada batalla iremos ganando puntos de experiencia (aunque perdamos) que permitir¨¢n que subamos el nivel de nuestro ej¨¦rcito y de nuestro avatar. De hecho, este contar¨¢ con sus propios ¨¢rboles de habilidades en los que podremos determinar el camino que queremos seguir para potenciarlo del modo que consideremos apropiado. Este modo resulta muy interesante y oferta un importante n¨²mero de horas de diversi¨®n que har¨¢n las delicias de los amantes de la estrategia.
Como siempre, el juego se divide en dos tipos de din¨¢mica, la estrategia por turnos sobre el mapa de Jap¨®n y la estrategia en tiempo real en el campo de batalla. Seg¨²n nuestras preferencias, podremos disfrutar de ambos tipos de juego o bien limitarnos solo a un sistema, de modo que, por ejemplo, si no somos grandes estrategas de combate podremos evitar contundentes derrotas de nuestras tropas debido a nuestros errores inocentes. En el mapa de campa?a tendremos que preocuparnos de todos los devenires pol¨ªticos, sociales, ideol¨®gicos, tecnol¨®gicos, econ¨®micos y militares de nuestro clan. Es decir, por ejemplo, deberemos ajustar los impuestos de tal manera que podamos evitar las revueltas y, al mismo tiempo, financiar el tan necesario ej¨¦rcito para defendernos o atacar las dem¨¢s regiones.
Como es tradicional, tambi¨¦n podremos mejorar nuestros edificios, desarrollar nuevas tecnolog¨ªas armament¨ªsticas, crear rutas comerciales por el mar, entablar relaciones diplom¨¢ticas con otras facciones, etc¨¦tera. Todo esto ser¨¢ de vital importancia dado que la mejora de las rutas revalorizar¨¢ nuestros territorios, por ejemplo, o una mejor explotaci¨®n de los recursos gracias a los avances tecnol¨®gicos nos permitir¨¢ ampliar nuestra riqueza. Las principales novedades en este terreno nos las encontramos en que pr¨¢cticamente todo tendr¨¢ su propio ¨¢rbol evolutivo, desde las unidades hasta los edificios, y adem¨¢s estos se basar¨¢n en distintos principios zen de marcada ideolog¨ªa nipona, pudiendo tomar el camino del dominio de las artes bushido o de las artes chi.
Estos ¨¢rboles, afortunadamente, estar¨¢n muy bien equilibrados, y para toda unidad habr¨¢ otra que ser¨¢ su archienemiga y que la pondr¨¢ en serios aprietos. En cuanto a unidades de mapa, se han introducido interesantes cambios en el uso de los agentes y de los generales, empezando por el nuevo sistema de experiencia que, como coment¨¢bamos anteriormente, permitir¨¢ a dichas unidades mejorar sus habilidades y ser cada vez m¨¢s poderosas. Precisamente en ese crecimiento de los agentes radicar¨¢ gran parte de nuestro inter¨¦s en ellos y en evitar sus derrotas o fallecimientos, lo cual nos incitar¨¢ a no cometer actos poco meditados. Destacar que en esta ocasi¨®n la unidad esp¨ªa, como no pod¨ªa ser de otra forma, son los ninja.
Contar¨¢ con una gran habilidad para la infiltraci¨®n en territorio enemigo, donde podr¨¢n llegar a convencer a las tropas enemigas para que abandonen a su se?or, abrirnos las puertas de fortificaciones rivales o incluso provocar revueltas en las calles de una ciudad. Importante tambi¨¦n ser¨¢ que todo lo que hagamos sea desde el honor, ya que ese sentimiento tan arraigado en la cultura nipona se dejar¨¢ ver de manera muy marcada en todas nuestras acciones: el honor lo ser¨¢ todo para nuestras unidades y para nuestros enemigos, y la lealtad de todas las unidades puede verse comprometida hasta el punto de que puedan llegar a cometer suicido al sentirse deshonrados. Y aparte de las opciones de mapa, tendremos los siempre interesantes despachos en los que desarrollar la diplomacia con otros clanes.
A grandes rasgos, estos no han cambiado y se trata del cl¨¢sico intercambio de bienes y favores para pactar treguas, declarar guerras o simplemente abrir rutas comerciales. Sin embargo, se han a?adido nuevas opciones muy interesantes, como la posibilidad de liberar rehenes o de casar a nuestras hijas con los hijos de otros clanes para as¨ª fortalecer nuestras posiciones con una uni¨®n matrimonial que puede llegar a suponer la fusi¨®n de los clanes con el tiempo. Y adem¨¢s, tambi¨¦n tendremos que tener muy en cuenta la estaci¨®n del a?o en la que nos encontramos, ya que nuestras tropas desplegadas sufrir¨¢n las inclemencias del tiempo y tendremos bajas si, por ejemplo, les atrapa el invierno en las monta?as. Son muchos los factores a tener en cuenta en Shogun 2 y, precisamente por eso, el juego se antoja tan completo y satisfactorio en su planteamiento estrat¨¦gico.
Posteriormente tenemos las grandes batallas en tiempo real, a las que podremos acceder directamente en diversos modos de juego o disfrutarlas cada vez que se d¨¦ un choque de unidades en el mapa de Jap¨®n durante la campa?a (aunque se podr¨¢n simular en esos casos). Dichos enfrentamientos se reducen, a grandes rasgos, a la tradicional estrategia de seleccionar tropas, darle una serie de t¨¢cticas e indicarle a qui¨¦n tienen que atacar, pero ahora requieren calcular nuestros movimientos con mucho m¨¢s cuidado que nunca. Ser un general en el campo de batalla nunca es f¨¢cil, por eso mismo el interfaz es mucho m¨¢s accesible y sencillo que en entregas anteriores, permiti¨¦ndonos transmitir las ¨®rdenes a nuestras tropas de forma m¨¢s directa.
Dado que estamos en una ¨¦poca en la que se fusionan las armas tradicionales (arcos y espadas) con las primeras armas de fuego, deberemos meditar con sumo cuidado todo movimiento que hagamos y pensar con mucha calma qu¨¦ unidades queremos utilizar contra qu¨¦ tropas, ya que como coment¨¢bamos antes, no todas pueden con todas y hay muchas posibilidades de cometer errores. Se han ampliado el n¨²mero de formaciones posibles y, gracias a los ¨¢rboles evolutivos de los generales, tambi¨¦n las habilidades a nuestra disposici¨®n. Destacan tambi¨¦n las nuevas unidades heroicas que pueden atravesar las filas enemigas con facilidad y, sobre todo, el mimo que se ha puesto en que el entorno del combate sea lo m¨¢s fiel posible a la situaci¨®n del mismo en el mapa de Jap¨®n. Tambi¨¦n habr¨¢ batallas navales, que beben directamente de las que vimos en Empire, aunque con algunos peque?os ajustes en el control de los barcos.
Esto se hace especialmente notorio ya en el dise?o del interfaz, pero tambi¨¦n en las pantallas de carga (de gran belleza y acompa?adas de poemas, citas y haikus) y en las secuencias de v¨ªdeo que nos relatan diversos acontecimientos de la historia de Jap¨®n y nos presentan algunas particularidades de esa cultura que se han adaptado a la jugabilidad propia de un t¨ªtulo de estrategia de estas caracter¨ªsticas y que, por motivos t¨¦cnicos, no hab¨ªan podido incluirse en la entrega original. Incluso en el mapa del modo Campa?a nos veremos con una bella recreaci¨®n territorial de nuestros territorios pero un 2D plano, simulando un mapa dibujado con tinta de la ¨¦poca, que va adquiriendo contornos 3D a medida que lo exploremos. Una de las formas m¨¢s bellas y estilosas que hayamos visto de representar la niebla de guerra en juego alguno.
Otro elemento muy importante, tanto a nivel jugable como dentro de este dise?o nip¨®n que estamos comentando, ser¨¢n la arquitectura y los entornos. The Creative Assembly se ha inspirado fielmente en la informaci¨®n que se posee de la ¨¦poca (contando, una vez m¨¢s, con el asesoramiento de Stephen Turnbull, quien ya apoyara a la compa?¨ªa en la primera entrega) para representar con todo lujo de detalles y la m¨¢xima fidelidad las construcciones habituales de la ¨¦poca (como castillos, puertos o aserraderos), as¨ª como los accidentes naturales (r¨ªos, monta?as, etc¨¦tera). Esto implicar¨¢, sobre todo en el campo de batalla, que se podr¨¢n utilizar estos accidentes y lugares para desarrollar m¨¢s opciones estrat¨¦gicas seg¨²n las facilidades que ofrezca el entorno.
Todo esto est¨¢ recreado con un excelente acabado gr¨¢fico, en el que el modelado y las animaciones individuales de los cientos de soldados se antojan poco menos que soberbias, logrando transmitir una credibilidad, sobre todo en los combates, que todav¨ªa no se ha logrado emular en otras alternativas del g¨¦nero. Los excelentes juegos de luces y sombras tambi¨¦n juegan a favor de un apartado visual que cautiva desde un primer momento y que se potencia a¨²n m¨¢s gracias a la posibilidad de mover la c¨¢mara a nuestro antojo con rotaciones completas del mapa y acercamientos a la acci¨®n. Todo esto con una banda sonora y unos efectos de sonido (sobre todo las voces, tanto en japon¨¦s como en espa?ol para los tutoriales) de gran nivel y perfectamente adaptados a la ¨¦poca que se recrea en el juego.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.