Call of Juarez: The Cartel
Techland, el estudio que est¨¢ dando vida a los infectados del prometedor Dead Island, ten¨ªa guardado otro proyecto en la rec¨¢mara. Este nuevo Call of Juarez traslada la acci¨®n hasta el Oeste actual de Los ?ngeles, con un renovado apartado gr¨¢fico y algunos cambios importantes en la serie. Tres personajes podr¨¢n jugar partidas cooperativas para enfrentarse a la acci¨®n cada uno desde su particular¨ªsima perspectiva. Os contamos qui¨¦nes son y qu¨¦ ha pasado en la licencia.
El a?o pasado por estas fechas ¨¦ramos invitados al Lejano Oeste para adentrarnos en el des¨¦rtico universo abierto que nos ofrec¨ªa Red Dead Redemption. La gran acogida de cr¨ªtica y p¨²blico del juego de Rockstar hizo a muchas compa?¨ªas replantearse recobrar viejos proyectos o crear nuevos en el marco de este siempre sugerente e ic¨®nico Wild West. Call of Juarez: The Cartel es uno de ¨¦stos, y llevar¨¢ a los jugadores a trav¨¦s de una odisea en las arenas m¨¢s calurosas de Los ?ngeles actual para poner a prueba sus dotes de tirador en tercera persona, combatiente cuerpo a cuerpo, conductor o explorador, en un espacio-tiempo tan hostil como grosero que promete brindar al jugador situaciones completamente divertidas y desafiantes.
Tres personajes retomar¨¢n el hilo argumental dejado por los hermanos McCall en el ¨²ltimo cap¨ªtulo de la franquicia, ambientado muchas d¨¦cadas antes. Si algo se echaba de menos en Bound in Blood o el primer juego era un modo cooperativo. Pues bien, en The Cartel lo tendremos, y para hasta tres jugadores, cada uno con un personaje y su habilidad de armas, rol y personalidad bien diferenciadas. Nos encontraremos con Kim Evans, una singular agente del FBI; Ben McCall, exc¨¦ntrico polic¨ªa de Los ?ngeles; y Eddie Guerra, miembro pol¨¦mico del DEA. Los tres tendr¨¢n una moral cuanto menos curiosa y ser¨¢n desde el principio considerados como "polis malotes". Ya veremos c¨®mo aprovechan los chicos de Techland esta enigm¨¢tica personalidad que puede marcar o no al argumento. Obviamente, el segundo personaje servir¨¢ de nexo entre este renovador cap¨ªtulo de la saga y los anteriores -es el descendiente de Ray y tambi¨¦n es extremadamente religioso como aquel sacerdote del anterior Call of Juarez-, reflejando el expl¨ªcito giro de comcepci¨®n que se ha buscado para el nuevo juego, ahora en tercera persona y ambientado en la actualidad.
Si algo caracteriz¨® a los anteriores CoJ era su b¨²squeda omnipresente de variedad de situaciones sin llegar a presentar novedades en ninguno de los g¨¦neros que tocaba pero funcionando m¨¢s que correctamente como juego s¨®lido, variado y divertido enmarcado en este a¨²n casi virgen terreno que es el Oeste en los videojuegos. The Cartel mejorar¨¢ esto sin perder todas sus dosis de variedad, seg¨²n las primeras informaciones, y buscar¨¢ tener una duraci¨®n m¨¢s que considerable al triplicar su modo Campa?a, haci¨¦ndolo rejugable con cada uno de los tres protagonistas que luego podremos escoger en el modo cooperativo online. A¨²n no hay confirmaci¨®n de si habr¨¢ pantalla partida en un mismo televisor. Los modos competitivos tambi¨¦n har¨¢n acto de presencia, incluy¨¦ndose algunas nuevas din¨¢micas de las que pronto Ubisoft nos dar¨¢ m¨¢s detalles.
Esto de la variedad de situaciones se traduce jugable y visualmente a escenarios bien diferenciados, persecuciones con tiroteos en veh¨ªculos por autopistas estadounidenses llenas de tr¨¢fico y a caballo entre matorrales, tiroteos de bandos, infiltraci¨®n, duelos del m¨¢s r¨¢pido uno contra uno, protecci¨®n de terceros, exploraci¨®n con cierto toque plataformero, toma de decisiones r¨¢pidas, combates cuerpo a cuerpo o retos de cooperaci¨®n obligatoria. Buscar coberturas, seleccionar bien las armas y no derrochar munici¨®n ser¨¢n algunas de las exigencias en cada nuevo tiroteo, que ahora pueden llegar a ser verdaderamente masivos y espectaculares. Cada huella que dejemos con nuestro paso por el juego ser¨¢ distinta y vendr¨¢ determinada por el argumento, que sin hacer al juego excesivamente lineal, gu¨ªe lo que acontece en cada momento y desde la perspectiva del personaje con que hayamos decidido jugar.
Otra innovaci¨®n indudable reside en su apartado t¨¦cnico, verdaderamente vistoso en su faceta creativa y de visibilidad en la lejan¨ªa, sobre todo. Un tono amarillento y marr¨®n cubrir¨¢ casi todo lo que veamos en pantalla favoreciendo la ambientaci¨®n y la traslaci¨®n del jugador al universo del western y la parte m¨¢s cl¨¢sica de Estados Unidos. Gr¨¢ficamente el t¨ªtulo evoluciona radicalmente lo visto en los anteriores juegos. El motor gr¨¢fico es totalmente nuevo, as¨ª como la confecci¨®n de los personajes, las animaciones o el comportamiento de las masas, ahora muy presentes. Para ver esto, podemos hablar por ejemplo de una de las priemras misiones, que nos llevar¨¢ hasta un club nocturno lleno de gente que reaccionar¨¢ con much¨ªsimo realismo en cuanto se desencadene el tiroteo que se desencadenar¨¢. Los efectos de sonido, m¨²sicas y sonido ambiente est¨¢n buscando tambi¨¦n conseguir un producto ¨²nico en este sentido. Los di¨¢logos no se cortar¨¢n un pelo y buscan reflejar tambi¨¦n el tono soez del Oeste m¨¢s salvaje. Esto, la violencia asegurada y algunas escenas sexuales concretas han acabado por dar al juego la calificaci¨®n +18, como es comprensible.
En cuanto a las armas, claras protagonistas en un juego de esta ¨ªndole, habr¨¢ bastante variedad y aprovechar¨¢n la ambientaci¨®n en la actualidad del juego para ser verdaderamente potentes. Lo mismo ocurre con muchos elementos que veremos a lo largo de la aventura y en las partidas multijugador, como los coches, la apariencia de los personajes o los simples electrodom¨¦sticos que habr¨¢ en los interiores de las casas y negocios. La potencia de estas armas vendr¨¢ determinada por su idiosincrasia, pero habr¨¢ variedad a una y dos manos, desde rev¨®lveres cl¨¢sicos de ¨¦poca hasta modernos rifles francotirador. Y es que el papel de tirador desde la lejan¨ªa tambi¨¦n estar¨¢ sobradamente presente en este nuevo CoJ: The Cartel, habiendo muchos momentos de disparos sigilosos intercalados con otros de acci¨®n desenfrenada y supervivencia en situaciones l¨ªmite. El salto en escala, en tama?o y profundidad de juego, y en personajes no controlables con respecto a los anteriores Call of Juarez es abismal. Sus creadores aseguran que s¨®lo la escena del club nocturno de la que habl¨¢bamos antes tiene m¨¢s elementos interactivos que todo Bound in Blood.
El propio dise?o de los escenarios fomentar¨¢ todo esto adem¨¢s. Se ha buscado que la experiencia sea a¨²n m¨¢s cinematogr¨¢fica, con planos de c¨¢mara muy f¨ªlmicos, niveles con diversos campos de profundidad e iluminados con intencionalidad est¨¦tica, dise?o de los mapas generales (calles, plazas, carreteras...) procurando no ser cuadriculados y sin atractivo, etc. Tambi¨¦n veremos esto de manifiesto en las partidas en modo cooperativo, el que parece que realmente ha ganado mucho protagonismo. En los niveles de conducci¨®n, por ejemplo, todo est¨¢ dise?ado para que sea fren¨¦tico tanto el rol del conductor, como el de los dos disparadores y se necesite coordinaci¨®n entre el equipo de personajes. Lo mismo ocurre en los enfrentamientos de fuego cruzado, donde habr¨¢ que buscar el avance unidos o por separado buscando d¨®nde agazaparnos o escondernos para poder disparar sin peligro.
De momento poco m¨¢s se conoce de este nuevo The Cartel que llegar¨¢ a las tiendas este verano. Sus primeras propuestas no pasan para nada desapercibidas y a buen seguro har¨¢n de ¨¦sta la mejor entrega de la notable -que no sobresaliente- saga. Las din¨¢micas clave parecen ser tres, como los personajes: la variedad de situaciones, el acabado art¨ªstico y gr¨¢fico en general, y el modo co-op. A¨²n quedan varios meses hasta su lanzamiento y seguramente se nos vayan dando nuevas pinceladas de qu¨¦ otras novedades podremos encontrar en ¨¦l. Techland ahora debe compaginar este desarrollo con el de otro muy esperado, Dead Island, por lo que todav¨ªa no podemos augurar cu¨¢l ser¨¢ mejor juego ni con qu¨¦ calidad final nos llegar¨¢ este genuino western de acci¨®n.
- Acci¨®n
La acci¨®n en el Viejo Oeste de la saga de Techland se mueve a la ¨¦poca actual