
Mario Sports Mix
- PlataformaWii7
- G¨¦neroDeportes
- DesarrolladorSquare Enix
- Lanzamiento28/01/2011
- EditorNintendo
Popurr¨ª deportivo
Echaba en falta el cat¨¢logo de Wii alg¨²n t¨ªtulo que abogase por el deporte de calle, por la esencia puramente 3vs3 en la que s¨®lo importa ganar y no c¨®mo se alcance la gloria. Empleando la base de anteriores adaptaciones del fontanero, Square Enix se pone manos a la obra para desarrollar un divertido paseo por distintas disciplinas deportivas en las que prima la diversi¨®n por encima de cualquier otro aspecto. Entretenido, visualmente colorista y alegre, la en¨¦sima papeleta de Mario y compa?¨ªa se centra en el plano multijugador -local y online- para garantizar innumerables horas de juego. Una buena apuesta para ir calentando los motores de 2011.
A la mascota de Nintendo le quedan pocas facetas en las que aparecer. A nivel deportivo ha estado pr¨¢cticamente en toda disciplina que cuente con cierta perspectiva mundial, o con un prestigio que supere las barreras nacionales de determinados pa¨ªses. Del beisbol al tenis, con una breve parada en el campo del golf sin menospreciar el f¨²tbol o el baloncesto, para decidir pasar una ¨¦poca sab¨¢tica en la que apenas se ha dejado ver como protagonista de spin-offs que no centren su atenci¨®n en el rol o en las plataformas, g¨¦neros bastantes afines al fontanero y al peculiar universo que representa desde hace m¨¢s de veinte a?os. Celebrado su aniversario recientemente, Nintendo no se cansa de demostrar que todo campo es v¨¢lido para que el h¨¦roe por antonomasia de dos -o m¨¢s- generaciones demuestre sus virtudes. Es decir: buen humor, deportividad, sencillez y humildad.

Nintendo se ha pasado media vida tratando de potenciar el cat¨¢logo de su consola de sobremesa a base de producciones de alto standing, aunque no se ha olvidado de dejar algo de espacio para cubrir las necesidades de los jugadores que buscan experiencias multijugador que satisfagan las exigencias de un grupo de amigos que encienden la consola con el ¨²nico objetivo de pasar un buen rato frente a ella. Poco o nada importa la calidad gr¨¢fica, el apartado sonoro o incluso las modalidades de juego. En estas producciones s¨®lo prima la diversi¨®n, un factor ¨ªntimamente ligado con Wii desde que fuese anunciada la consola junto a su revolucionario sistema de control. Recordar que su cat¨¢logo se divide en dos ¨¢reas claramente diferenciadas s¨®lo sirve, hoy por hoy, para recalcar que en esta industria a veces conviene soltar lastre y dedicar el tiempo a pulir al m¨¢ximo la jugabilidad.

Se dir¨ªa que Square Enix ha captado a las mil maravillas esta forma de entender el negocio, e incluso que la ha mimetizado hasta un punto de no-retorno. Nintendo buscaba devolver a su mascota al lugar que le pertenece por m¨¦ritos propios dentro del g¨¦nero del deporte arcade, y para ello se puso sobre la mesa un proyecto surgido de la premisa de Wii Sports o de cualquier otro t¨ªtulo destinado a cumplir las necesidades de ?toda la familia'. Mario Sports Mix nace con la perspectiva de ofrecer nuevos formatos de juego camuflados bajo una mec¨¢nica asequible, claramente creada con la intenci¨®n de ofrecer a cualquier jugador, sea o no experimentado, la posibilidad de exprimir todo el jugo sin necesidad de emplear innumerables horas para dominar el sistema de juego. Deporte por el deporte, ¨²nica y exclusivamente para divertir a cualquier que decida probar suerte.

Sumidos en el deporte
Aunque el proceso de desarrollo ha sido trabajo de Square Enix, la esencia de Mario Sports Mix bien podr¨ªa ser la de cualquier otro t¨ªtulo que el fontanero haya protagonizado bajo el sello de la compa?¨ªa afincada en Kyoto. Tanto por la presentaci¨®n como por el esquema de juego, la base sobre que se asienta el proyecto recuerda a la vista y vivida en Mario Tenis o en cualquier otra de las disciplinas que han llegado al mercado como ¨²nica oferta para el jugador. La gran diferencia entre el formato tradicional (enti¨¦ndase como tal el aparecido en Mario Strikers) y el actual se centra b¨¢sicamente en los matices arcade y, muy especialmente, en el concepto multijugador, para el que ha sido claramente dise?ado.

Son cuatro las disciplinas que se ofertan como punto de partido, protagonistas indiscutibles del t¨ªtulo a la vez que ¨²nica opci¨®n de disfrute. Voleibol, Bal¨®n Prisionero, Baloncesto y Hockey sobre Hielo se dan de la mano junto a una selecci¨®n de escenarios y personajes que f¨¢cilmente se entiende como un homenaje a anteriores cap¨ªtulos de la serie deportiva. Todos son h¨¦roes (Toad Mario, Wario, Peach, Diddy, Bowser Jr, Daisy, Donkey, Yoshi, Waluigi, Luigi, Bowser), aunque para alcanzar la gloria primero han de batirse en duelos exclusivamente ce?idos al plano deportivo (con una pizca de picard¨ªa, como suele ser habitual en ellos) en los que no importa c¨®mo se juegue o de qu¨¦ manera se compita, sino ¨²nica y exclusivamente obtener la victoria para pasar al siguiente round.

La excusa que sirve como contexto para la celebraci¨®n de un torneo tan peculiar como ¨¦ste encuentra sus ra¨ªces en la aparici¨®n de un extra?o meteorito que deja tras de s¨ª cuatro fragmentos decorados con un fino cristal transparente. La familia de los Toad desvela el hallazgo una tarde cualquier ante la sorpresa de Mario, que r¨¢pidamente decide organizar un torneo para emplear estos cuatro objetos a modo de torneo. Con una llamada re¨²ne a toda la tropa de personajes que han significado algo en su vida, sea de forma positiva o negativa, y sin m¨¢s tiempo que perder comienza a jugar y a pasar un rato entretenido en alguna de las cuatro competiciones que se han habilitado. 'Para no ser injustos', comentaba un Toad durante la presentaci¨®n, 'estableceremos deportes en los que no hayas probado ser el mejor de la galaxia, algo que aparentemente tienes dominado'.

Estas cuatro disciplinas, aunque distintas en apariencia, se rigen bajo una mec¨¢nica similar, basada en la participaci¨®n de cuatro o seis jugadores en total, distribuidos por equipos de forma ecu¨¢nime, 2vs2 o 3vs3. Se permiten golpes, roces, empujones, trampas: todo vale para obtener la victoria, inclusive el lanzamiento indiscriminado de caparazones, la obtenci¨®n de monedas (que posteriormente servir¨¢ para sobornar al ¨¢rbitro y conseguir unos puntillos de m¨¢s en cada canasta o nuevo acierto en campo rival) o incluso la competencia desleal. Esto es, la utilizaci¨®n de un mismo personaje que se desdobla en dos equipos que compiten al un¨ªsono.

Cada personaje cuenta a su vez con unos atributos personales, con mayor o menor afinidad en funci¨®n de las necesidades del usuario que se encuentra al otro lado de la pantalla. Mario es el cl¨¢sico todoterreno, ideal para defender, aconsejable para atacar, aunque un poco lento en las transiciones de campo. Toad es el m¨¢s r¨¢pido, pero su corta envergadura apenas le permite ser un rival para los mastodontes de la pista, l¨¦ase el caso de Bowser. Yoshi, por otro lado, sin duda uno de los jugadores m¨¢s destacados de la temporada, combina en justa medida una buena dosis de agilidad con la tan ansiada regularidad, requisito imprescindible para que un deportista triunfe en el panorama actual. A la fiesta se suman las apariciones -secretas a priori- de las figuras emblem¨¢ticas de Square (Cactilion incluido) y Enix (con el encantador Slime por bandera).

Cuatro deportes, una forma de juego
Cada disciplina toma como referencia las normas a las que est¨¢n sujetas en la realidad, omitiendo unas, respetando otras, siempre ante la perspectiva de que sea el jugador el que domine absolutamente todos los aspectos de la partida. Pongamos el ejemplo del baloncesto, probablemente el m¨¢s asequible de todos. Se permite realizar tapones ilegales, empujones, campo atr¨¢s, no existen sacas de banda? No obstante, el objetivo sigue estableci¨¦ndose en anotar cuantas m¨¢s canastas sea mejor durante los partidos. El usuario es quien decide si prefiere anotarlas de forma espectacular (realizando un mate demoledor, rompiendo a la defensa rival) o elegantemente, con m¨¢s efectividad que espect¨¢culo. En la pr¨¢ctica, las sensaciones que transmite jugar a basket son muy similares a las experimentadas en los partidos de hockey sobre hielo, siendo esta ¨²ltima m¨¢s exigente en cuanto al ritmo de juego.

Voleibol y Bal¨®n Prisionero, pese a la distancia entre perspectivas de juego, ofrecen mayor variedad de situaciones y un estilo de juego menos estructurado. Todas las disciplinas ofrecen unas sensaciones de juego similares, basadas en un concepto arcade sencillo, b¨¢sico, que todo jugador podr¨¢ dominar en cuesti¨®n de horas. Existen fintas y movimientos especiales -cuyo uso en niveles de dificultad ascendentes es esencial- que contribuyen a complementar el abanico de posibilidades de cada jugador durante los partidos, as¨ª como una barra de energ¨ªa que, al rellenarse, permite ejecutar un movimiento especial con el que sumar un nuevo punto a nuestro marcador con la mitad de problemas. Asimismo, Square Enix habilita distintos objetos secundarios para fomentar la competitividad, tal es el caso de las conchas o de las c¨¢scaras de pl¨¢tanos con las que tomamos algo de ventaja sobre el rival.

La idea es ofrecer variedad al margen de las posibilidades de cada disciplina. El sistema de juego se basa, como decimos, en realizar correctamente los tres o cuatro movimientos b¨¢sicos de cada estilo deportivo, por lo que una vez dominado la victoria o derrota depende en gran medida de nuestra propia soltura para aprovechar las oportunidades que ofrece la colecci¨®n de objetos secundarios que aparecen por el escenario de cuando en cuando. Las monedas que se despliegan en sobre el campo de juego sirven como apoyo para sumar un par de puntos extra, esenciales para garantizar una c¨®moda victoria sobre el rival. Concepto ¨¦ste que, por cierto, resulta m¨¢s simple de lo que parece, en tanto la Inteligencia Artificial de nuestros contrincantes es pr¨¢cticamente nula. Este hecho viene a ilustrar la perspectiva multijugador que se le otorga a esta producci¨®n, virtud o defecto seg¨²n se mire.

De los tres torneos a los que se puede acceder en cada disciplina -Champi?¨®n, Estrella y Flor-, s¨®lo el ¨²ltimo transmite la sensaci¨®n de competir a gran escala ante adversarios que lo dan todo sobre el campo para evitar ser derrotados. A medida que obtenemos la victoria en las distintas disciplinas, el nivel de exigencia de la CPU aumenta, aunque pocas veces nos veremos contra las cuerdas. No es Mario Sports Mix un t¨ªtulo recomendable por la recreaci¨®n que se realiza del deporte arcade (como s¨ª lo era NBA Jam, sirva como ejemplo), sino m¨¢s bien debido al frenes¨ª que se experimenta con son varios los jugadores ?humanos' los que controlan la acci¨®n en todo momento.

La ausencia de exigencia no se palia con el nivel ?brutal' de dificultad (que como mucho equivale al ?dif¨ªcil' de un juego deportivo mediamente complejo), pero s¨ª con la presencia de una infraestructura que habilita el juego online entre un total de cuatro usuarios. Aplaudimos esta decisi¨®n, que incomprensiblemente no sirve como ejemplo a otras compa?¨ªas del sector, ya que sin ella se perder¨ªa gran parte de la esencia del t¨ªtulo. Los cuatro minijuegos que forman parte del men¨² principal, cuya presencia es meramente anecd¨®tica, subrayan esta faceta de un t¨ªtulo que parecer estar destinado a un p¨²blico eminentemente infantil o de corta edad. Para toda la familia o para jugadores que s¨®lo buscan pasar un rato entretenido frente a la consola sin traumas ni dolores de cabeza: lo mismo que Mario Kart, pero sin el mismo nivel de exigencia.

De hecho, esta falta de exigencia, combinada con la escasez de disciplinas deportivas, as¨ª como de cualquier modalidad que complemente las expuestas a lo largo de este an¨¢lisis, se plantea como una de las principales taras con las que carga Mario Sports Mix. A nivel t¨¦cnico, aspecto que ha quedado relegado a un segundo plano, el t¨ªtulo cumple con una selecci¨®n interesante de escenarios (aunque apenas hay una docena), como tambi¨¦n con un dise?o correcto de personajes. Falta el carisma que se le presupone a una producci¨®n de Nintendo, elemento ¨¦ste que se trata de transmitir a trav¨¦s de las alegres melod¨ªas de samba y lounge, as¨ª como del constante clamor del p¨²blico que figura en las gradas. El planteamiento es el adecuado en este sentido: nada que destacar, ni tampoco que lamentar. Sencillamente aceptable.

Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.