Rise of Flight: Iron Cross Edition

La primera vez que estuve junto a un Spitfire autentico, recuerdo que lo primero que se me pas¨® por la cabeza por aquel entonces fue respeto. Como era posible que alguien de apenas veinte a?os fuera capaz de subirse a ese misil, alcanzar velocidades de m¨¢s de 500 km/h mientras combat¨ªa junto a sus camaradas sobre las heladas aguas del canal de la mancha, tratando de evitar balas m¨¢s grandes que nuestro dedo ¨ªndice. La mayor¨ªa de nosotros temblar¨ªamos no s¨®lo por entrar en combate en esas condiciones si no por hacer un simple vuelo de reconocimiento con ese caza. Pues muchos de ellos, sal¨ªan de sus aparatos habiendo dejado a alg¨²n amigo en la batalla y con la certeza de que al d¨ªa siguiente, o en las pr¨®ximas horas, tendr¨ªan que volver al cielo a vivir lo mismo.

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El caso es que siempre se nos hab¨ªa antojado harto dif¨ªcil el que hubiera en vuelo situaciones m¨¢s angustiantes que las que vivieron esos j¨®venes durante la segunda guerra mundial. Al menos hasta que Rise of Flight lleg¨® a nuestras manos y empezamos a tomarnos un poco m¨¢s en serio la primera guerra mundial. Las balas ya eran tan grandes como un dedo por entonces, pero la diferencia es que en 1917 pr¨¢cticamente se volaba con madera y tela cuando no se te encasquillaba el arma, o esta simplemente decid¨ªa volar tu propia h¨¦lice en mil pedazos. No tener que levantarse a las 6 de la ma?ana en el invierno del norte de Francia para salir a patrullar subido a eso, con la cabina abierta y la esperanza de regresar de una sola pieza es algo por lo que deber¨ªamos estar agradecidos.

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Rise of Flight: Iron Cross Edition trata de llevar a nuestras casas un poco de esas sensaciones, posicion¨¢ndose claramente en el lado de la simulaci¨®n para poder sentir en cierta manera la tensi¨®n que acompa?aba a cualquier piloto de la ¨¦poca. Porque para ellos las balas no eran m¨¢s que otra de las preocupaciones que ten¨ªan que soportar. La verdad es que cualquier maniobra un poco brusca pod¨ªa desencajar completamente nuestros planos mientras que los motores no eran de lo m¨¢s fiables. La idea era sencilla: recrear al m¨¢ximo las situaciones vividas durante el conflicto.  Pero eso no pod¨ªa conseguirse desde una vertiente m¨¢s arcade, pese a que la opci¨®n esta ah¨ª.

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Rise of Flight fue creado por un grupo de entusiastas de la simulaci¨®n rusos llamado Gennadich Team. El equipo pasar¨ªa a formar parte de Neoqb, compa?¨ªa que vender¨ªa m¨¢s adelante todos sus derechos sobre Raise of Flight a 777 Studios, aunque en Europa los encargados de la distribuci¨®n son los conocid¨ªsimos Aerosoft. La compa?¨ªa alemana es un referente sin duda alguna en el mundo de la simulaci¨®n, y adem¨¢s puede ser un referente aun m¨¢s importante en el futuro si al final pueden producir un nuevo simulador de aviaci¨®n civil (proyecto en el que est¨¢n enfrascados y del que tendremos noticias nuevas a finales de febrero) para suplir la falta de actualizaci¨®n tras el abandono del Flight Simulator por parte de Microsoft.

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Esta edici¨®n cruz de hierro nos trae la posibilidad de volar con el Albatros D.II, Albatros D.II it, Albatros D.Va, Fokker D.VII, Fokker DR.I, Pfalz D. IIIa, Nieuport 28.C1, Spad 13.C1, S.E.5? y el Sopwith Camel. As¨ª como todas las actualizaciones hasta la fecha y multitud de skins personalizables de nuestros aviones, para recrear con exactitud hasta el escuadr¨®n m¨¢s insignificante de la contienda y utilizables tanto en multijugador como en campa?as de un solo jugador. Existe otra docena de aviones por descargar previo pago de unos 6 euros la unidad que no se nos antojan excesivos por la calidad del producto

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El sonido del viento es ensordecedor, el traqueteo de tu avi¨®n consigue que tus sentidos est¨¦n puestos en intentar dominar un aparato que tiene unas reacciones salvajes con simplemente rozar los pedales o el joystick. Es un reto. Poco a poco el tutorial se complica, pero vas entendiendo como tu avi¨®n reacciona y lo vas dominando, lo que supone tu primera sonrisa desde que dejaste tus clases de vuelo. Al acabar los tutoriales puedes reconocer un poco del sentimiento que seguro invadi¨® a los pilotos de anta?o, esa sensaci¨®n de que ya empiezas a saber volar de verdad, ?ahora que me traigan al enemigo!

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Rise of Flight no es tarea sencilla de pilotar. La verdad es que puede tirar para atr¨¢s a m¨¢s de uno que no sea realmente fan¨¢tico de los simuladores de vuelo aun en sus niveles m¨¢s bajos de dificultad. ?La ventaja? Pues que es totalmente personalizable con m¨¢s de una decena de variables  para adecuar el realismo a nuestro gusto, desde ayuda en las f¨ªsicas hasta el m¨¢s t¨ªpico en los simuladores de combate a¨¦reo como es el de munici¨®n ilimitada. En cualquier caso no es f¨¢cil si queremos darle un m¨ªnimo de realismo y es que si queremos jugar como un arcade seguramente no sea el juego adecuado.

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Sentados ya en la cabina de nuestro Nieuport 28 es f¨¢cil decir que act¨²a fielmente a la realidad, pero lo cierto es que no hay mucha gente que haya pilotado uno de estos. Pero s¨ª es verdad que se han cuidado detalles que son conocidos del modelo real, como que es un avi¨®n donde durante el despegue necesitabas depender mucho de los pedales para mantenerlo recto o su reconocible acelerador de cuatro posiciones con su interruptor junto a nuestra mano izquierda en la cabina. Tambi¨¦n la respuesta y su velocidad es apreciable principalmente debido a sus finas alas.

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Todos los modelos que tenemos en el juego tienen sus particularidades que les hacen ser ¨²nicos. Durante el vuelo por ejemplo, el propio Nieuport 28 seguramente es uno de los modelos capaces de hacer los giros m¨¢s r¨¢pidos en el juego , lo que le da una extraordinaria ventaja respecto al resto. Pero otros modelos como el precioso Fokker D.VII giran pr¨¢cticamente igual de bien, pero tiene una cierta tendencia a entrar en perdida provocada seguramente por el dise?o de sus anchos planos, resaltando sin embargo, una extraordinaria maniobrabilidad.

En esta Iron Cross Edition podremos tambi¨¦n pilotar uno de los aviones m¨¢s legendarios de la historia, el Fokker DR. I (Dreidecker), archiconocido por ser el triplano que  utilizara el Bar¨®n Rojo. Su cabina fielmente recreada con su br¨²jula, tac¨®metro, mezcla y sobre todo esos relojes de anta?o puestos en todas las cabinas son una gozada. El Fokker DR. I tiene una velocidad de ascenso excelente, es poderoso, con una maniobrabilidad igual de buena pero no puedes evitar sentir cierta fragilidad en combate, una sensaci¨®n de que todo se puede venir abajo en cuesti¨®n de segundos.

Durante la primera guerra mundial, los aviones no dispon¨ªan de ninguna posibilidad de ser trimados en vuelo. Durante aquellos a?os la mayor¨ªa lo hac¨ªan en tierra, lo que significa que en Rise of Flight nos puede quedar el brazo dormido durante los largos vuelos, tratando de nivelarlo continuamente; aunque tenemos la posibilidad de utilizar el piloto autom¨¢tico, cosa que evidentemente no exist¨ªa por entonces. Pero se ha hecho un trabajo estupendo en la recreaci¨®n de las f¨ªsicas, las G, la torsi¨®n, las perdidas, los motores se congelan, la presi¨®n, la temperatura, los planos se desgarran si los estresamos demasiado en los picados? en general todo lo relativo al modelo de vuelo es una autentica maravilla.

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Y es que la recreaci¨®n de los aviones merece todo un capitulo aparte. Contamos con un dise?o preciso en cada uno de los detalles exteriores del avi¨®n, como el motor, el elegante dise?o de las h¨¦lices, las texturas impecables que nos recordaran la cantidad de tela y madera que ten¨ªan muchos de estos aviones. En la Iron Cross edition, tambi¨¦n vienen multitud de skins creados para todos los modelos, recreando las decenas de escuadrones reales que participaron en la contienda. Parece incre¨ªble que semejantes aviones tan fr¨¢giles pudieran meterse en batallas, y m¨¢s incre¨ªble que alguien se subiera en ellos para luchar en los cielos.

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Las cabinas son sencillamente espectaculares. No porque sean algo nunca visto antes (nadie se sorprender¨¢ despu¨¦s de estar en la cabina de un 767 en un Flight Simulator X), la raz¨®n es que nos maravillan porque est¨¢n totalmente al servicio de la recreaci¨®n hist¨®rica y nos pone en situaci¨®n tan s¨®lo bajando la mirada con nuestro Track-Ir para mirar los pedales. Es como una m¨¢quina del tiempo. Te sientas en cualquier cabina y ah¨ª ves los tac¨®metros, relojes, alt¨ªmetros, las ametralladores con su particular chasquido al cargar, los primitivos indicadores del combustible, etc¨¦tera, todo ello en una cabina llena de alambres junto a los pedales de madera y la tela cubriendo como puede algunos rincones. Por supuesto todos los mandos e indicadores son plenamente funcionales.

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No te das cuenta y ahora la batalla se desarrolla a pocos metros del suelo, tu avi¨®n se refleja en el rio, tienes que evitar las copas de los arboles, pasas por debajo de un puente intentando escaparte de tu perseguidor que, abatido con la cabeza sobre su regazo, cae envuelto en llamas gracias a uno de tus compa?eros. Todo ello envuelto en el sonido de un motor de gasolina de 1917 y el viento contra tus alas. Han pasado f¨¢cilmente 20 minutos y mueves los dedos en tu joystick para que pase un poco de aire entre los dedos, a¨²n con la boca abierta. Una experiencia inolvidable.

Pese a que los dogfights  son la t¨®nica de Rise of Flight, existen muchos tipos de batallas en los diferentes escenarios del juego y sus misiones. Tendremos que atacar aeropuertos enemigos, bombardear tanques y veh¨ªculos, derribar globos o simplemente patrullar a lo largo del frente. Todo ello con la tensi¨®n que produce el saber que estas a tan s¨®lo una bala en el lugar adecuado de pasar de ser un avi¨®n a un dardo. Y es que los da?os tambi¨¦n est¨¢n fielmente reproducidos, de hecho el  modelo de da?os estar¨¢ estructurado en que cada avi¨®n se ramifica en sub-objetos que a su vez tienen componentes que pueden ser da?ados con su consecuente reflejo en el modelo f¨ªsico.

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Poniendo un ejemplo r¨¢pido, una de las varillas que soportan el plano, da?ada, puede romperse m¨¢s f¨¢cilmente al estresar el ala en un picado, dando como resultado la total descomposici¨®n del avi¨®n.  Igualmente podemos ser heridos, nuestra visi¨®n se volver¨¢ rojiza y nos costar¨¢ saber por donde vamos. Apenas intuiremos nuestro entorno dificultando en exceso la vuelta a casa. Pero es real, si ya costaba de por s¨ª aterrizar uno de estos aparatos, con una bala en el cuerpo preferimos no imaginarlo.

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El multijugador es un reflejo del ¨¦xito que tiene Rise of Flight dentro de la comunidad de pilotos de simulador.  Hay bastantes partidas creadas con un buen pu?ado de gente jugando, que seguramente lleven m¨¢s horas que tu y no tengan ning¨²n tipo de piedad.  Si decidimos crear nosotros la partida y hacer de servidor, podremos escoger el modo dogfight o cooperativo donde podremos albergar un buen numero de misiones para volar con amigos. Las partidas que hemos probado apenas tienen lag, aunque los recursos en tu PC deber¨¢n ser altos si decides hacer de servidor.  En misi¨®n r¨¢pida podremos escoger un entorno adecuado r¨¢pidamente y escoger el tipo de batalla que queremos, sea scramble, persecuci¨®n etc¨¦tera as¨ª como el tiempo atmosf¨¦rico o la hora del d¨ªa. En el modo misiones podremos escoger vuelo r¨¢pido con cualquiera de nuestros aviones, o escenarios escogidos como puede ser escolta de observaci¨®n o proporcionar protecci¨®n.  La verdad es que da para muchas horas y las misiones ayudan a familiarizarse con los aviones.

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La preciosa iluminaci¨®n HDR o los fen¨®menos atmosf¨¦ricos ayudan durante el vuelo a a?adir ese nivel de detalle que siempre es de agradecer durante un vuelo. Igualmente los reflejos del agua o los frondosos bosques enriquecen los combates a baja altura, record¨¢ndonos unas cuantas pel¨ªculas sobre otros tantos ases de la primera guerra mundial. Cuando alcanzas un avi¨®n enemigo veremos piezas salir despedidas del fuselaje, y si tenemos suerte empezar¨¢ a soltar una realista nube de humo, se?al de que su fin est¨¢ cerca. Tambi¨¦n es cierto que RoF pide mucha m¨¢quina, m¨¢s de lo que pudiera parecer, pero es altamente configurable. Nosotros con un i7 y una HD4850  hemos tenido que bajar algunas de nuestras pretensiones, pero a¨²n as¨ª, se ve de esc¨¢ndalo y fluid¨ªsimo.

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Rise of flight es en definitiva, uno de los mejores simuladores de vuelo que existen, de eso no hay ninguna duda. La inmersi¨®n como simulaci¨®n es definitiva, no puedes dejar de pensar que realmente estas en la batalla y que la fragilidad de tu entorno se puede venir abajo en cualquier momento. Pero igual que es un acierto a todos los niveles en su apartado t¨¦cnico es un aprobado justo a nivel emocional donde una historia m¨¢s personalizada hubiera significado entrar directamente en el hall of fame no ya de la simulaci¨®n, si no de cualquier juego.  Que se hayan corregido errores desde su lanzamiento y su continuo crecimiento no hacen m¨¢s que ayudar a que el consumidor vea que los desarrolladores no te dejan abandonado.

Rise of Flight cuenta con un realismo que puede frustrar a m¨¢s de un jugador casual, pero si sois unos apasionados de la simulaci¨®n, Rise of Flight no puede faltar en vuestra colecci¨®n. Ha tardado en llegar en formato f¨ªsico en espa?ol, pero con la aparici¨®n de esta Iron Cross Edition se han superado la gran mayor¨ªa de los problemas que surgieron nada m¨¢s salir el juego hace poco m¨¢s de un a?o. En general la traducci¨®n de los textos a nuestro idioma esta muy bien hecha excepto alg¨²n que otro fallo t¨¦cnico con alguna palabra no traducida, pero que tampoco es algo insalvable. Nos vemos sobre los cielos de Francia.

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