El arte de la lucha

Por ejemplo, el sistema narrativo falla en m¨¢s de una ocasi¨®n. Di¨¢logos extensos y con poco inter¨¦s, muchos de ellos intentando dar un toque de humor poco interesante, e intrascendente si tenemos en cuenta lo que pasar¨¢ acto seguido con cada personaje. Se ha querido dar consistencia y l¨ªneas de texto al modo historia, pero a cambio se ha perdido fluidez y puede hacerse algo tedio. A esto es necesario a?adirle, tambi¨¦n, las ya mencionadas cinem¨¢ticas, que durante la aventura principal desentonan demasiado respecto a la excelencia visual que tenemos delante de nosotros cuando estamos luchando en cualquiera de los escenarios y ante cualquiera de los personajes del plantel.

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Por un lado tenemos una puerta abierta a los jugadores menos experimentados como es el tutorial. En este se aprenden las mec¨¢nicas b¨¢sicas del juego, estilos de combos, todos los elementos especiales a la hora de luchar y tambi¨¦n situaciones un poco m¨¢s complejas. Completo, profundo y din¨¢mico, el tutorial se combina a la perfecci¨®n con los desaf¨ªos por personajes. Al m¨¢s puro estilo Street Fighter IV, con cada uno de los luchadores deberemos hacer combos predeterminados para poder pasar a la siguiente ronda. La cantidad de movimientos que aprendemos as¨ª como la creciente complejidad que ofrecen son una fuente m¨¢s que interesante de informaci¨®n sobre los luchadores y un modo de practicar lo que, en principio, deber¨ªamos aplicar luego en las luchas reales.

Las novedades en Continuum Shift a nivel de posibilidades se completan con un modo legi¨®n, en el que debemos luchar contra equipos, reclutar a personajes y seguir avanzando, y un modo de puntuaci¨®n, donde los enemigos tienen un nivel de dificultad m¨¢s elevado de lo normal. Si a esto le a?adimos el ya comentado modo historia, el cl¨¢sico Arcade de toda la vida o el versus para hacer combates simples, el resultado es que Blazblue: Continuum Shift tiene cuerda para mucho rato. Adem¨¢s hecho con cabeza, ya que cada modo ofrece sus particularidades que permiten no tener la sensaci¨®n de estar luchando sin m¨¢s en uno u otro lugar.

Son la cara visible del cambio. Hazama, con su espl¨¦ndido dise?o, guarda tras de s¨ª un estilo de lucha m¨¢s que curioso, basado en un poder maligno que le permite moverse con total libertad por la pantalla, atacar a distancia y de golpe y porrazo iniciar una agresi¨®n cuerpo a cuerpo sin que el enemigo se d¨¦ cuenta. Complicado de controlar pero seguramente el m¨¢s divertido, por sus herramientas y las diferencias respecto a los dem¨¢s, de los nuevos personajes, aunque Tsubaki, soldado que cuenta con distintas particularidades, tampoco se queda atr¨¢s. Hacemos uso del cl¨¢sico combo de escudo y espada, m¨¢s especial de lo que parece en un principio. Por ¨²ltimo Mu-12 tiene elementos m¨¢s que interesantes para mantener las distancias, y aunque se parezca visualmente a V-13, se diferencia lo suficiente de este. Lo m¨¢s importante es que aportan variedad y nuevos estilos al plantel, aunque no es lo ¨²nico a tener en cuenta.

Como todo juego de lucha, s¨®lo las horas de los jugadores m¨¢s experimentados detr¨¢s del juego permiten que despu¨¦s de meses se vean los desequilibrios entre los personajes. En Calamity Trigger hab¨ªa un ejemplo muy claro en la peque?a Rachel, personaje poderoso. En esta revisi¨®n su presencia ya no es tan temible. Se han equilibrado las fuerzas, con distintos cambios en algunos luchadores y nuevos movimientos, como la ya citada, Jin, Ragna o Carl entre otros. Las malas noticias es que estas modificaciones, que supondr¨ªan una adaptaci¨®n de nuevo de los jugadores, parece que ser¨¢n temporales. No por volver a Calamity Trigger, sino por hacer un nuevo paso adelante.

La segunda parte de Continuum Shift est¨¢ prevista que salga para arcades en poco tiempo. En esta se han hecho muchas m¨¢s modificaciones todav¨ªa, y el parche con el que est¨¢ previsto actualizar el juego de consolas dejar¨¢ en aguas de borraja las modificaciones que afecten directamente a los luchadores. Este dolor de cabeza, producido por un timming de distribuci¨®n del juego m¨¢s que discutible, es seguramente, y sin ser directamente culpa del producto en s¨ª, uno de los puntos flacos del juego. Por lo menos lo que se mantiene vigente son las nuevas mec¨¢nicas que afectan al juego en s¨ª y que han modificado, a mejor, el sistema de combate visto en Calamity Trigger.

Ataque flojo, medio, fuerte y Driver. De estos cuatro botones se basan los personajes para luchar entre ellos. A las combinaciones, ataques especiales distintos para cada uno y otros movimientos se le unen otras acciones m¨¢s devastadoras que han ganado en posibilidades. Por ejemplo el arranque de barrera, que antes nos dejaba en situaci¨®n precaria a nivel de vida y ahora es un movimiento limitado a dos veces por combate que en lugar de usarse a la desesperada, se puede preparar y decidir cuando accionarlo seg¨²n la situaci¨®n del combate.

El juego premia algo m¨¢s la ofensividad, con guardias limitadas a seg¨²n que ataques de los rivales antes de rompernos completamente los bloqueos. No es lo ¨²nico. Los bloqueos perfectos, que se hacen respondiendo un ataque del rival en el momento justo como si de un parry se tratara -Street Fighter III- tambi¨¦n son un elemento decisivo. Complejo porque tener el timming para realizarlo con ¨¦xito es complicado, y estrat¨¦tico porque esto nos rellenar¨¢ la barra de Heat de manera destacada. Con ella esta vez tenemos los Astral Heat, golpes definitivos, desbloqueados desde el principio a diferencia de la primera partida y con la posibilidad de usarse con m¨¢s margen: el enemigo puede tener algo m¨¢s de vida antes de sufrir nuestro Astral Heat. Por ¨²ltimo, el Fatal Counter a?ade otro elemento m¨¢s a tener en cuenta, ya que permite ganar frames seg¨²n qu¨¦ ataques usemos para contraatacar.

Las voces de los personajes, los sonidos y las melod¨ªas acompa?an en el alto nivel audiovisual del producto. Se han a?adido algunas melod¨ªas de bella factura que acompa?an a las ya conocidas en Calamity Trigger y que se mezclan bien con el tipo de escenarios que hay dise?ados o las batallas concretas en la que nos enfrentaremos en los distintos modos de juego. No por ser continuista en el apartado t¨¦cnico, que lo es, deja de perder importancia. Sobre todo cuando se han pulido diversos detalles y se ha realizado un acabado general mejor que en la anterior entrega tanto en lo m¨¢s importante, in-game, como en todo lo que complementa la experiencia.