Mascota virtual port¨¢til

Las mascotas virtuales, tras el arrasador ¨¦xito de los Tamagotchi lanzados durante la d¨¦cada de los 90 (se llegaron a vender nada m¨¢s y nada menos que 70 millones de estos peculiares aparatos con forma de llavero), han acabado convirti¨¦ndose en uno de los elementos de ocio m¨¢s valorados por los peque?os de la casa, sobre todo en el pa¨ªs que los vio nacer, Jap¨®n, donde poseer una mascota 'real' es muy complicado debido tanto a la masificaci¨®n de la poblaci¨®n como al poco espacio que suele existir dentro de la mayor¨ªa de hogares nipones. Si hay un t¨ªtulo que puede considerarse heredero directo de aquel llavero con pantalla de cristal l¨ªquido es sin duda Nintendogs, aunque ¨¦ste con unas ventas globales m¨¢s discretas de 'solo' 22 millones de unidades.

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Sony acab¨® lanzando doce meses atr¨¢s su propia propuesta en el terreno de los juegos de mascotas virtuales, encargando a London Studio (creadores de SingStar y EyeToy) el desarrollo de un t¨ªtulo para PlayStation 3 que usar¨ªa la c¨¢mara PS Eye para jugar con el concepto de realidad aumentada (consistente en mezclar im¨¢genes reales del entorno captadas por una c¨¢mara con los gr¨¢ficos y elementos generados por un determinado hardware). As¨ª, con EyePet nuestra mascota virtual se volv¨ªa m¨¢s mascota y menos virtual dado que ofrec¨ªa al jugador la posibilidad de interactuar con ella usando su propio cuerpo, al tiempo que observ¨¢bamos desde la pantalla del televisor c¨®mo la peculiar criatura se desenvolv¨ªa en el sal¨®n de estar o dormitorio de nuestro hogar.

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El encanto de la criatura hizo el resto. Con un dise?o a medio camino entre el cuerpo de un gato, las extremidades y cola de un peque?o simio y un rostro que a los m¨¢s talluditos nos recordaba inevitablemente a Guizmo (el peculiar ser protagonista de la pel¨ªcula Gremlins), saltaba a la vista que el animal visto en EyePet hab¨ªa sido dise?ado con la intenci¨®n de generar simpat¨ªa y ternura en los m¨¢s peque?os desde un primer momento. Ahora, un a?o despu¨¦s y tras haber visto la luz una reciente actualizaci¨®n de dicho t¨ªtulo con compatibilidad para PlayStation Move, EyePet da el salto esperado y se cuela en PlayStation Portable con vistas a repetir el ¨¦xito alcanzado en sobremesa.

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Un EyePet para llevar de paseo

La tecnolog¨ªa que da vida a la peculiar mascota en la consola port¨¢til es similar a la que el estudio espa?ol Novarama ha usado en el desarrollo de las dos entregas de Invizimals. As¨ª, para jugar a EyePet es necesario (aunque no completamente imprescindible, tal y como veremos m¨¢s adelante) el uso de Go! Cam (la c¨¢mara de PSP, que puede adquirirse junto al juego en un pack), as¨ª como posar en una superficie plana y despejada (es lo m¨¢s recomendable, aunque a la hora de la verdad son muchas las superficies que acabar¨¢n dando un resultado aceptable) una pieza de cart¨®n rectangular o tarjeta que ser¨¢ usada como punto de referencia por la PSP para encajar los gr¨¢ficos generados por la consola con las im¨¢genes reales captadas por la c¨¢mara.

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Muchas de las caracter¨ªsticas presentes en el EyePet de PS3 han sido aqu¨ª incluidas, aunque no todas. Y es que ese quiz¨¢ sea el mayor problema del t¨ªtulo. Al provenir de una consola de mayor potencia (no solo gr¨¢fica, tambi¨¦n la calidad de la PS Eye de PS3 est¨¢ a a?os luz de la de la Go! Cam de PSP), la conversi¨®n de EyePet a PSP se ha dejado varios elementos por el camino, entre los que se encuentra aqu¨¦l que m¨¢s asombraba a los peque?os cuando se pon¨ªan delante del t¨ªtulo: la posibilidad de interactuar con la mascota usando nuestros propios gestos. En PS3 la criatura reaccionaba cuando, tomando como referencia nuestra propia figura reflejada en el televisor gracias a la PS Eye, la acarici¨¢bamos, d¨¢bamos palmadas o 'la toc¨¢bamos' en definitiva. En PSP ello no es posible dado que uno de los requisitos imprescindibles para que la Go! Cam funcione es que se encuentre en todo momento enfocando la tarjeta, sin nada que obstaculice su visi¨®n de dicha pieza de referencia como puede ser una mano.

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As¨ª, si el encuadre de la Go! Cam no capta la totalidad de la tarjeta o alg¨²n elemento se interpone entre ambos objetos, el juego se detendr¨¢ y nuestro EyePet quedar¨¢ flotando en una burbuja hasta que todo vuelva a la normalidad. Quiz¨¢ sea algo demasiado radical, dado que si en Invizimals (el ¨²nico juego con el que podemos comparar EyePet) suced¨ªa algo parecido, la consola nos instaba a volver a enfocar la tarjeta sin que por ello el juego se detuviera. As¨ª mismo tanto en Invizimals como en su reciente secuela se daban situaciones en las que pod¨ªamos 'interactuar' con las criaturas visibles en la pantalla de PSP usando nuestra propia mano. Dicho esto, el ¨²nico elemento 'corporal' con el que la mascota de EyePet reaccionar¨¢ e interactuar¨¢ ser¨¢ un sonido de llamada que el micr¨®fono incorporado en la Go! Cam podr¨¢ captar. Dado que en principio dicho perif¨¦rico no distinguir¨¢ entre sonidos (lo mismo dar¨¢ un silbido que una palmada, por ejemplo), y puede haber ocasiones en que nos encontremos en lugares de fuerte ruido ambiental, el juego nos pedir¨¢ previamente que grabemos unas palabras para que as¨ª la PSP pueda distinguirlas de cualquier otra resonancia y hacer que la mascota act¨²e en consecuencia.

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El resto de elementos jugables e interactivos de este EyePet PSP s¨ª siguen con m¨¢s o menos acierto los par¨¢metros ya vistos en la versi¨®n original de PS3. As¨ª, podemos cuidar, ba?ar, alimentar, vestir y jugar con nuestra mascota. Los cuatro primeros elementos no requieren el uso de la Go! Cam o la tarjeta, ya que bastar¨¢n los controles de PSP para llevar a cabo dichas acciones. Vaya por delante que los progenitores no tienen por qu¨¦ preocuparse, ya que al contrario de lo que sucede en otros simuladores de mascotas virtuales como puede ser el Tamagotchi, aqu¨ª la criatura no fallecer¨¢ cuando descuidemos su alimentaci¨®n o higiene. Al igual que en el juego de PS3, aparecer¨¢ un indicador cuando la mascota necesite alg¨²n tipo de atenci¨®n, sin que existan m¨¢s consecuencias al respecto si aun as¨ª no hacemos caso a las indicaciones.

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Las posibilidades de modificaci¨®n del aspecto de la mascota son bastante numerosas, convirti¨¦ndose sin duda en uno de los aspectos del juego que los peque?os m¨¢s agradecer¨¢n. Para tal efecto existir¨¢n un n¨²mero cuantioso de vestimentas, accesorios, peinados y colores de pelo que permitir¨¢n modificar radicalmente el aspecto de la criatura. Muchos de dichos elementos deber¨¢n ser previamente desbloqueados jugando con nuestro EyePet a alguno de los numerosos minijuegos que se incluyen (aqu¨ª s¨ª entra en acci¨®n la Go! Cam y la tarjeta), como pueden ser pescar, conducir, buscar tesoros, saltar en trampolines, jugar a los bolos? En algunas ocasiones, la c¨¢mara necesitar¨¢ enfocar un ¨¢rea alrededor de la tarjeta de significativas proporciones, por lo que ser¨¢ necesario alejar la PSP de la 'zona de juego', encontr¨¢ndonos con que los gr¨¢ficos se empeque?ecen m¨¢s de lo que ser¨ªa deseable. En cuanto a los minijuegos, son lo bastante divertidos, sencillos y f¨¢cilmente entendibles como para resultar suficientemente amenos y comprensibles por los menores a los que va dirigido principalmente el juego.

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Tambi¨¦n existe, al igual que en la versi¨®n original, la posibilidad de dibujar objetos en un papel en blanco para que la c¨¢mara los escanee y los convierta en un objeto 'f¨ªsico' con el que nuestra mascota podr¨¢ interactuar. No podremos dibujar lo que se nos pase por la cabeza, sino un n¨²mero determinado de objetos predefinidos (por ejemplo un barco o un coche). Desgraciadamente, la baja calidad de la Go! Cam impide que los dibujos sean bien reconocidos, por lo que en ocasiones nos encontraremos con que aparecen en pantalla formas muy diferentes a las que hab¨ªamos dibujado en papel.

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Respecto al apartado t¨¦cnico, nos encontramos tambi¨¦n con otro 'pero' importante: los tiempos de carga desde el UMD son largos (en ocasiones alcanzan los 30 segundos) y muy frecuentes, rompiendo as¨ª el ritmo de juego con demasiada asiduidad. No existe la opci¨®n para grabar datos en la Memory Stick que posibiliten una carga m¨¢s r¨¢pida (algo que s¨ª sucede en t¨ªtulos como Invizimals), por lo que los jugadores con menos paciencia acabar¨¢n exasperados ante tanto par¨®n en la experiencia de juego. En cuanto a todo lo concerniente al aspecto audiovisual, nada que objetar: abundantes di¨¢logos en perfecto castellano que explican cada uno de los apartados del juego (imprescindibles teniendo en cuenta el tipo de p¨²blico que m¨¢s disfrutar¨¢ del t¨ªtulo), acompa?ados de unos gr¨¢ficos que explotan a fondo las posibilidades del hardware de PSP para poner en pantalla una mascota que, obviamente, no alcanza el grado de excelencia visto en PS3, pero que se le queda bastante cerca.

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