En tierra de nadie

Los personajes de Marvel son, posiblemente, de los m¨¢s famosos en todo el mundo. La factor¨ªa de Stan Lee ha superado todas las limitaciones espaciotemporales para dominar en todos los medios y en todos los rincones del planeta, adapt¨¢ndose a las diferentes ¨¦pocas y los nuevos p¨²blicos sin excesivos problemas. De hecho, pese a la gravedad de la gran mayor¨ªa de las historias que se presentan en los c¨®mics, el carisma y el planteamiento de los personajes est¨¢ tan cuidados que se pueden adaptar perfectamente a historias m¨¢s sencillas, amenas y enfocadas fundamentalmente a los m¨¢s peque?os de la casa. As¨ª fue como naci¨® Marvel Super Hero Squad, una l¨ªnea de juguetes con su propia serie de animaci¨®n que nos presenta la cara m¨¢s inocente y sencilla de los famosos h¨¦roes.

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Como no pod¨ªa ser menos, gracias al ¨¦xito que tuvo el programa entre su p¨²blico potencial, no tardar¨ªan en llegar los videojuegos. La primera entrega llegar¨ªa en 2009 a PlayStation 2, Wii, PSP y DS, y pese a sus buenas ideas se quedaba algo corto de gancho para encandilar al usuario. Pese a todo, funcion¨® lo bastante bien como para garantizar que este a?o disfrutemos de una segunda entrega, que por primera vez se adentra en el terreno de las consolas de alta definici¨®n (Xbox 360 y PlayStation 3), adem¨¢s de repetir en Wii y DS. THQ deleg¨® el trabajo en el estudio de desarrollo Griptonite Games, una empresa centrada fundamentalmente en el mercado port¨¢til y que se estren¨® en la actual generaci¨®n de sobremesa con Donde viven los monstruos.

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El resultado, desgraciadamente, no ha sido el esperado y nos encontramos con un t¨ªtulo que se queda en tierra de nadie al no terminar de definir en ning¨²n momento sus aspiraciones. Enfocado en pr¨¢cticamente todo momento como un juego de acci¨®n para los m¨¢s peque?os de la casa, la jugabilidad acaba resultando poco apta para los ni?os, lo cual impide que el p¨²blico potencial pueda disfrutar del t¨ªtulo de la forma que deber¨ªan. No se le pueden negar buenas intenciones y alguna que otra virtud al t¨ªtulo, pero falla en demasiados elementos cruciales como para llegar a hacerse un hueco en ninguno de los posibles mercados. Y es una pena, porque el carisma de estos personajes se merec¨ªa un t¨ªtulo que apuntase mejores maneras, qued¨¢ndose por debajo de la entrega del a?o pasado, mucho mejor medida en todos sus elementos.

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Entre los personajes protagonistas sobre los que tendremos control nos encontraremos nombres tan f¨¢cilmente reconocibles como el Capit¨¢n Am¨¦rica, Hulk, Iron Man, Spiderman, Thor, Lobezno, Halc¨®n, la Bruja Escarlata? Enfrente, los villanos de rigor, como Doctor Muerte, Galactus, H¨¦rcules, Loki, Magneto, el S¨²per Skrull, Thanos, Red Skull, MODOK? Todos ellos recreados siguiendo la est¨¦tica infantil y sencilla de la serie. El modo historia principal se divide en varios cap¨ªtulos en los que dos h¨¦roes predeterminados (uno por jugador, ya que se plantea como un t¨ªtulo cooperativo) deben conseguir una de las piedras de poder antes que sus enemigos, con los cuales competir¨¢n y se enfrentar¨¢n a lo largo de dicho nivel.

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Cada personaje tendr¨¢ sus propias habilidades, y los puzles estar¨¢n adaptados a las particularidades de cada uno (por ejemplo, que haya que activar varios interruptores a la vez, para lo cual es precisa la velocidad de Halc¨®n; o apartar rocas del camino, la actividad preferida de Hulk). No as¨ª los combates contra enemigos (no muy numerosos, todo sea dicho), en los que tan solo deberemos recurrir a la fuerza bruta y ah¨ª, pese a los diferentes ataques de cada personaje, todo se reduce al tradicional aporreo de botones, ya que no hay una gran variedad de combos a nuestra disposici¨®n. Es por eso que el juego cae pronto en el tedio y lo repetitivo, al tenernos siempre repitiendo id¨¦nticos movimientos sin profundidad pese al diferente aspecto que tienen seg¨²n el personaje.

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La aventura es, por tanto, muy sencilla (si un personaje cae, bastar¨¢ con que el otro jugador lo despierte de forma sencilla), directa y corta (la duraci¨®n del modo historia apenas se extiende unas horas). Sin embargo, se pueden percibir importantes problemas en la precisi¨®n de los personajes a la hora de saltar y activar palancas, lo cual se resiente mucho en la jugabilidad ya que habr¨¢ momentos en los que pelearemos m¨¢s por conseguir que el personaje haga lo que queremos que por salir airosos de la situaci¨®n que se nos presenta. Adem¨¢s, los enemigos causan bastante da?o y la escasa precisi¨®n tambi¨¦n a la hora de asestar los golpes puede resultar frustrante para un ni?o peque?o, precisamente el p¨²blico potencial del juego (un experto no tendr¨¢ problema alguno en superar el juego casi sin que le toquen, salvo por los problemas de precisi¨®n).

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Para compensar la escasa duraci¨®n de la historia principal, el juego cuenta tambi¨¦n con un modo de juego libre en el que se podr¨¢n revivir los distintos niveles del juego utilizando a cualquier personaje y no solo a los que se impon¨ªan argumentalmente (al m¨¢s puro estilo de las aventuras de Lego). M¨¢s interesante es el modo Desaf¨ªos, en el que podremos crear nuestro propio torneo seleccionando diferentes pruebas y competir hasta con cuatro jugadores. Estas pruebas son bastante curiosas, y hay desde minijuegos salidos de la historia principal (pirateo de circuitos) hasta pruebas de disparo, circuitos a recorrer con robots de radiocontrol, o una prueba de supervivencia en la que deberemos resistir ante las continuas oleadas de enemigos que nos asaltar¨¢n.

No se puede decir que el juego no ofrezca material suficiente para entretener a los m¨¢s peque?os de la casa durante horas, ya que todos los modos est¨¢n adaptados para resultar divertidos, sencillos y directos, adem¨¢s de haber muchas cosas por hacer, como recoger objetos en los escenarios, desbloquear elementos superando objetivos, etc¨¦tera. Sin embargo, la mal ajustada jugabilidad, que como decimos se antoja extremadamente sencilla para un experto pero bastante compleja para un infante (sobre todo por los problemas de precisi¨®n o los puzles poco claros), evita que el juego se pueda centrar en un mercado concreto y no termina de explotar su potencial en ning¨²n momento ni en ninguna de sus ¨¢reas. De nada vale un planteamiento amable si la jugabilidad, elemento crucial de un videojuego, no est¨¢ adaptada al p¨²blico al que lo enfocas.

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El apartado sonoro sigue unas directrices similares, con pocas melod¨ªas bastante repetitivas y carentes de personalidad propia, que est¨¢n ah¨ª por la necesidad de que est¨¦n pero que no pretenden transmitir nada en ning¨²n momento ni a ning¨²n tipo de usuario. Acompa?amiento musical mediocre pero con un trabajo de doblaje de buen nivel; eso s¨ª, lo que dicen los personajes son l¨ªneas propias de una producci¨®n para los m¨¢s peque?os de la casa, lejos de grandes complejidades  o frases profundas. Todo esto con una jugabilidad que, pese a la buena respuesta del mando, tiene ese ya comentado peque?o problema de interacci¨®n con enemigos y escenarios, que en ocasiones requiere una precisi¨®n que se antoja casi absurda si nos atenemos a la sencillez general del t¨ªtulo y al p¨²blico potencial.

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