Kinect Joy Ride
- Plataforma3606
- G¨¦neroConducci¨®n
- DesarrolladorBigPark
- Lanzamiento10/11/2010
- TextoEspa?ol
- EditorMicrosoft Game Studios
Conducci¨®n sin volante
Con un marcado estilo arcade, y simplificado hasta la m¨¦dula para llegar a todo tipo de usuarios, BigPark trae a nuestra consola Kinect Joy Ride, un t¨ªtulo de conducci¨®n donde nuestras manos son el volante.
Concebido inicialmente como un proyecto gratuito con un control tradicional para Xbox Live Arcade, y apadrinado posteriormente por Microsoft para estrenar su nuevo sensor de movimientos, llega a nuestras manos Kinect Joy Ride, la apuesta de BigPark en el g¨¦nero de la conducci¨®n. En las pieles de nuestro avatar y montados en un coche, tenemos un decente surtido de modos de juego donde participar en distintos retos, ya sea en solitario o de forma cooperativa. Ese es sin duda uno de los t¨ªtulos m¨¢s relajados de Kinect, donde solo tendremos que utilizar nuestras manos y girarlas como si estuvi¨¦ramos manejando un volante.
La mec¨¢nica jugable es muy sencilla. Cualquiera de los coches que elijamos acelerar¨¢ y frenar¨¢ autom¨¢ticamente, sin ning¨²n tipo de intervenci¨®n por nuestra parte, haciendo que solo tengamos que concentrarnos en el manejo de los mismos. Tenemos la posibilidad de utilizar un turbo durante un corto per¨ªodo de tiempo, que se recarga autom¨¢ticamente transcurridos unos instantes despu¨¦s de su uso. Para hacerlo, flexionamos los brazos hacia atr¨¢s y r¨¢pidamente los movemos hacia delante. Cuando cogemos un salto, podemos aprovechar para realizar piruetas, inclinando nuestro cuerpo hacia distintas direcciones. El objetivo consiste en recoger fanes, que obtenemos a modo de monedas en los circuitos, al superar los distintos desaf¨ªos y al realizar acrobacias. Estos nos servir¨¢n para desbloquear nuevos contenidos.
En cantidad de modos de juego, Kinect Joy Ride hace su trabajo de forma m¨¢s que aceptable. Tenemos el modo Carrera Pro, donde debemos competir para alzarnos con el primer puesto, siendo este el m¨¢s tradicional. Podemos encontrar atajos en los circuitos para aumentar nuestras posibilidades de alzarnos con el podio. En Carrera de Combate, al m¨¢s puro estilo Mario Kart encontramos cajas que contienen ¨ªtems en medio de la pista, que podemos lanzar extendiendo la mano hacia el icono que queda situado a la izquierda de nuestro coche. Ambos modos pueden ser disfrutados Online mediante Xbox Live.
M¨¢s alejado de las carreras convencionales, nos encontramos con el modo Acrobacia, que nos invita a realizar piruetas elev¨¢ndonos considerablemente en circuitos con semitubos, donde nuestro objetivo mientras estamos en el aire es recoger la mayor cantidad de ¨ªtems que podamos encontrar esparcidos en las alturas, que nos aportar¨¢n distintas puntuaciones y bonificaciones. El modo sprint nos propone recorrer un circuito lo m¨¢s r¨¢pido posible, evitando los obst¨¢culos que encontremos en el camino. El modo destrucci¨®n, nos pone en entornos donde debemos derribar las estatuas grandes que encontramos repartidas, para desbloquear nuevas secciones del escenario que nos permiten acceder a la estatua jefe y derribarla. Finalmente, truco nos permite convertir nuestro coche temporalmente en un avi¨®n y surcar los cielos mientras nos obliga a adoptar distintas poses, que nuestro avatar representar¨¢ en pantalla.
En total tenemos seis modos distintos de juego, aunque se echa en falta algo de profundidad y una mayor cantidad de circuitos. Una cosa que no se entiende en Kinect Joy Ride, es que al terminar una prueba en cualquiera de las categor¨ªas disponibles no haya la posibilidad de avanzar a la siguiente, teniendo que pasar cada vez por el men¨² principal. Este factor, unido a la lentitud que supone navegar por la interfaz teniendo que mantener la mano extendida sobre la opci¨®n deseada lastran un apartado que se deber¨ªa haber resuelto de forma m¨¢s din¨¢mica, y es que a?adir la opci¨®n de superar el pr¨®ximo reto una vez terminado el primero hubiese sido suficiente, evit¨¢ndonos el tener que repetir las mismas acciones una y otra vez.
En cuanto al manejo de los veh¨ªculos, desgraciadamente en algunas ocasiones los movimientos realizados no se reconocen como deber¨ªan, haciendo su control un poco impreciso, pese a que el lag entre nuestra acci¨®n y la reacci¨®n en pantalla es muy bajo. Responde r¨¢pidamente a nuestras indicaciones, pero no lo hace de una forma totalmente precisa. Seguramente por ese motivo, mientras disputamos una carrera si nos salimos de la pista no afecta a la velocidad, permitiendo mantenernos en condiciones la mayor¨ªa de veces. Este es un apartado que lastra un poco la experiencia, porque pese a ser divertido, a veces no tendremos la sensaci¨®n de tenerlo todo controlado. Es como un arma de doble filo, por un lado es accesible para todo el mundo, pero por el otro nunca se puede llegar a dominar.
Como ya empieza a ser habitual en la l¨ªnea de lanzamiento de Kinect, el t¨ªtulo hace uso de la c¨¢mara para sacarnos fotos durante la partida. Pero a diferencia de otros t¨ªtulos como Kinect Sports o Kinect Adventures, que nos la sacan en momentos muy comprometidos donde pueden salir curiosas im¨¢genes, en esta ocasi¨®n dada la naturaleza del juego, nos veremos la mayor¨ªa de veces con la misma pose est¨¢tica con las manos al frente, haciendo que esta caracter¨ªstica pierda gran parte de su encanto y su implementaci¨®n se vea muy forzada.
El apartado gr¨¢fico cumple con su cometido sin demasiados alardes. Los modelados de los circuitos son simplones aunque encajan perfectamente con la est¨¦tica de nuestros avatares. La iluminaci¨®n resulta bastante elaborada, aportando una est¨¦tica de mundo de juguete. El conjunto no exprime los circuitos de nuestra consola pero tampoco adolece de ralentizaciones ni otros defectos gr¨¢ficos. Todo resulta bastante agradable a la vista. El aspecto sonoro, es gen¨¦rico y desenfadado, pero correcto.
Conclusiones
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.