Una de cal, y otra de arena

Lo de la saga Call of Duty y la comunidad del PC se est¨¢ convirtiendo en una morbosa batalla anual en la que, por diversas razones, Activision no termina de convencer al 'gamer' de compatibles con una entrega redonda en todos los sentidos. Despu¨¦s de marcar un antes y un despu¨¦s con el impresionante primer Modern Warfare (absoluto referente hoy en d¨ªa en el ¨¢mbito competitivo de la plataforma), parece que la compa?¨ªa no logra dar con la tecla que vuelva a satisfacer a los afines de los shooters en PC (pese a la alternancia de estudio desarrollador). World at War pas¨® sin pena ni gloria por la plataforma, y el drama estall¨® del todo con Modern Warfare 2 por culpa de unos problemas que se han intentado solucionar en este Black Ops. Sin embargo, Treyarch ha sido incapaz de demostrar (al menos hasta ahora) estar a la altura de lo que era Infinity Ward en lo referente al desarrollo para compatibles, y nuevos problemas salpican a la s¨¦ptima entrega de una saga que naci¨® y creci¨® en PC, pero que con el paso de los a?os va perdiendo la confianza de los ac¨¦rrimos al teclado y el rat¨®n.

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Comparando a Modern Warfare 2 con Black Ops en sus respectivas versiones para PC, se podr¨ªa decir que a los usuarios de PC nos han dado una de cal y otra de arena. Dejando a un lado las bondades que Treyarch ha sido capaz de plasmar en la intensa y ¨¦pica campa?a para un jugador y la infinidad de modos de juego y posibilidades que brinda el modo multijugador (y es por ello que os recomendamos la lectura de nuestro an¨¢lisis publicado para las versiones de sobremesa), en este an¨¢lisis nos vamos a centrar en valorar las particularidades que definen y diferencian a esta versi¨®n del resto.

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Empezando por las buenas noticias (b¨¢sicamente porque eran ya no s¨®lo las m¨¢s esperadas, sin¨® tambi¨¦n las m¨¢s exigidas por el p¨²blico), s¨ª, con Black Ops se vuelve a apostar por la filosof¨ªa en el juego online que ha caracterizado durante lustros al 'gaming' en PC: tenemos servidores dedicados, bots de entrenamiento y soporte para futuros mods. As¨ª pues, se reactiva el movimiento de clanes, se recupera el esp¨ªritu competitivo que hab¨ªa definido a la saga hasta el a?o pasado, y se brindan las herramientas necesarias para que cada jugador pueda disfrutar del modo online a trav¨¦s de servidores cercanos con poco retraso (ping), con reglas espec¨ªficas o con variantes jugables o de acceso respecto a los servidores oficiales. Los resultados son satisfactorios por el momento, y de nuevo recuperamos esa gratificante sensaci¨®n de saber que podemos jugar donde queramos, con quien queramos y como queramos.

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Sin embargo, Black Ops presenta un grave problema que ni el m¨¢s pesimista pod¨ªa imaginar que acabar¨ªa lastrando a la experiencia jugable de esta s¨¦ptima entrega: el rendimiento. Como ya sab¨¦is, las ¨²ltimas entregas de Call of Duty no se caracterizan precisamente por sus despampanantes apartados t¨¦cnicos. Pese a que visualmente cumplen (por la cantidad de efectos gr¨¢ficos que disimulan el discreto entorno), la saga lleva demasiados a?os estancada en un motor gr¨¢fico que entregas tras entrega muestra claros s¨ªntomas de agotamiento, sobretodo si lo comparamos con los pesos pesados de la plataforma. Percibimos poca ambici¨®n y conformismo a la hora de aprovechar los recursos de la plataforma m¨¢s potente del mercado. Gr¨¢ficamente, los resultados que ofrecen los ¨²ltimos Call of Duty est¨¢n a a?os luz de juegos como Crysis, Metro 2033 o incluso Bad Company 2. Sin embargo, en el 'gaming' competitivo en PC los gr¨¢ficos no lo son todo. De hecho, m¨¢s bien lo contrario, como bien demuestran los miles de servidores que a¨²n dan cobijo a los jugadores de Counter Strike o Quake Live. ?Qu¨¦ significa eso? Que para que un juego coseche ¨¦xito en el terreno online, una buena optimizaci¨®n y un buen rendimiento en el mayor rango de equipos y configuraciones posibles es vital. Y ah¨ª es precisamente donde falla Black Ops.

Y es que, partiendo de la base de que gr¨¢ficamente no aprovecha ni mucho menos las posibilidades de las ¨²ltimas tecnolog¨ªas que brindan las gr¨¢ficas de nueva generaci¨®n (?para cuando soporte DirectX 10 o DirectX 11 para la saga?), lo m¨ªnimo que pod¨ªamos esperar era un rendimiento impecable y escalable seg¨²n las caracter¨ªsticas de nuestros equipos, tal y como suced¨ªa con los dos Modern Warfare. Pero nada m¨¢s lejos de la realidad, y es que Black Ops sufre de constantes ralentizaciones y ca¨ªdas en la tasa de 'frames' por segundo (FPS) que lastran casi por completo la experiencia que se est¨¢ viviendo estos primeros d¨ªas despu¨¦s del lanzamiento tanto en el modo online como en el modo offline. Black Ops no est¨¢ bien optimizado, independientemente del equipo que utilicemos o la configuraci¨®n gr¨¢fica que apliquemos. Con un procesador de cuatro n¨²cleos de gama alta y una Nvidia GTX470 hemos experimentado los mismos problemas que con un doble n¨²cleo y una Nvidia GTX280. Todo apunta a que el problema est¨¢ en el software, y no en el hardware.

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Hemos intentado desactivar filtros, variar el detalle de las texturas y desactivar las sombras, pero las diferencias en el rendimiento han sido inapreciables. Y los problemas no s¨®lo se manifiestan "in-game": el puntero del rat¨®n no funciona de forma fluida por los men¨²s del juego, e incluso las secuencias de v¨ªdeo previas a cada misi¨®n se entrecortan por culpa de los saltos y las ralentizaciones. Por norma general, el usuario de PC acepta rendimientos "justitos" si el acabado gr¨¢fico es de impresi¨®n (Crysis), y al rev¨¦s, acabados gr¨¢ficos discretos si el rendimiento es incuestionable (World of Warcraft). Pero lo que no tolera es recibir un juego que no ofrece ni una cosa ni la otra. Y en ese terreno est¨¢ ahora mismo Black Ops. Suponemos que a trav¨¦s de parches se ir¨¢ mejorando el rendimiento, pero lo que est¨¢ claro es que, de no ser as¨ª, Black Ops nace totalmente hipotecado de cara a plantarle cara en las redes al primer Modern Warfare.

As¨ª pues, cuando todo parec¨ªa indicar que los usuarios de PC ¨ªbamos a recibir este a?o s¨ª el Call of Duty definitivo, nos hemos encontrado con problemas inesperados. Como decimos, todos ellos solucionables, pero lo suficientemente capitales como para inclinar la balanza del ¨¦xito al fracaso en un santiam¨¦n. En el momento en el que escribimos este an¨¢lisis, empiezan a circular por la red informaciones en las que se da a entender que los fallos son conocidos por parte de los desarrolladores, y que se est¨¢ trabajando ferozmente para solucionarlos cuanto antes. Por lo tanto, quedamos a la espera de esa hipot¨¦tica serie de parches y correcciones que sit¨²en a Black Ops a la altura de lo que toda la comunidad ha estado esperando desde que quedara alucinada ahora hace tres a?os con el primer Modern Warfare. Si esas correcciones llegan, podr¨¦is sumarle tranquilamente un punto m¨¢s a la nota que ahora mismo nos vemos obligados a darle a este Black Ops para PC.