golpea primero, golpea dos veces

El universo de Warhammer ha dado lugar a todo tipo de ?spin-offs'. Juegos de lo m¨¢s variopinto tanto a su nivel m¨¢s tradicional, como entretenimiento para los amantes de las miniaturas y batallas a escala, como en sus m¨²ltiples adaptaciones electr¨®nicas. Entre todos ellos, el m¨¢s entra?able para muchos jugadores es Blood Bowl, un brutal deporte a mitad de camino entre f¨²tbol americano y rugby, pero con un componente mucho m¨¢s violento. Su propio nombre lo dice todo...

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Porque la franquicia de Games Workshop ha convertido en oro todo lo que toca tanto fuera como dentro del mundo de las miniaturas, donde domina el panorama desde hace varios a?os. Se ha extendido por juegos de tablero, juegos de rol, novelas, videojuegos... y parece no querer parar. El caso que nos ocupa hoy, Blood Bowl, se encuadrada dentro de los juegos de especialista de la compa?¨ªa, es un juego afamado y bien situado entre los aficionados. A¨²n a d¨ªa de hoy, muchos son los que se re¨²nen para celebrar campeonatos y ligas de este deporte ficticio, que usa el trasfondo fant¨¢stico del universo de Warhammer Fantas¨ªa. Blood Bowl tuvo su primera adaptaci¨®n al videojuego en 1995, aunque el desarrollo era por turnos, haciendo uso de puntos de acci¨®n para limitar la actuaci¨®n en los mismos.

Fue hace a?o y medio cuando Cyanide tuvo el encargo de desarrollar una nueva versi¨®n m¨¢s moderna de este juego de tablero. Ya hab¨ªan hecho una primera declaraci¨®n de intenciones con Chaos League, que sab¨ªa y ol¨ªa a Blood Bowl, aunque en ning¨²n sitio pon¨ªa que lo fuera. El resultado fue aclamado por muchos, aunque tampoco faltaron las cr¨ªticas debido a la gran cantidad de detalles que se quedaban en el tintero. A¨²n as¨ª, la adaptaci¨®n de Cyanide nos proporcion¨® numerosas horas de entretenimiento, sobre todo al conseguir llevar a nuestras pantallas una recreaci¨®n cuidadosa y tremendamente fiel de los personajes del universo que se retrataba. Un t¨ªtulo remarcable y en la l¨ªnea art¨ªstica de la licencia, ofreciendo una representaci¨®n muy agradable y colorista que encant¨® a los que estaban acostumbrados a dar color a su propia plantilla de deportistas de fantas¨ªa.

Pero se echaban en falta todas las razas de Warhammer aplicables a este deporte. El conjunto nos limitaba a Humanos, Orcos, Hombres-lagarto, Skaven, Goblins, Enanos, Elfos Silvanos y Caos. No se puede decir que fuese una cantidad excesivamente limitada de opciones, pero si por algo ha destacado Games Workshop es por ofrecer una inmensa variedad de bandos para que cualquiera pueda elegir aquel con el que se sienta m¨¢s identificado. Los usuarios esperaban que el resto de criaturas fuesen llegando mediante expansiones o contenido descargable, pero tras a?o y medio de espera solamente llegaron los Elfos Oscuros. La soluci¨®n no se ha hecho esperar: el producto que hoy analizamos es una reedici¨®n del que fuese publicado hace a?o y medio, donde se han aumentado las posibilidades para englobar pr¨¢cticamente todas las existentes en el juego de tablero.

Por eso tenemos que plantear una combinaci¨®n entre el estilo de juego de nuestro equipo y el reparto de los papeles que cada uno tendr¨¢ que jugar sobre el campo. En funci¨®n del tipo de criatura tendremos que usar t¨¢cticas como intentar alejarnos lo m¨¢ximo posible de la confrontaci¨®n, buscar pases cortos, incapacitar al contrincante, realizar juego r¨¢pido o poseer una defensa inquebrantable. Las mismas directrices aplicables al juego de mesa son v¨¢lidas para la versi¨®n electr¨®nica, y los que hayan disfrutado de partidas en tablero llegar¨¢n con ventaja sobre los que admiren por primera vez la magn¨ªfica barbarie que supone un encuentro de Blood Bowl. Sin embargo, Cyanide ha implementado una gran cantidad de tutoriales para que los menos expertos puedan conocer casi todas las reglas existentes, desde el sistema de placajes hasta las opciones de gesti¨®n del equipo, algo que es de agradecer.

De hecho, Blood Bowl se basa en un sistema de reglas bastante complejo, lo que se traduce en que consigue destacar a la hora de ofrecer al jugador el aut¨¦ntico sabor del juego de mesa. Nos encontramos sin duda ante la recreaci¨®n m¨¢s fiel a un juego de miniaturas de la compa?¨ªa inglesa, d¨¢ndonos la opci¨®n de jugar con las reglas oficiales o con una versi¨®n diferente de las mismas. En la forma m¨¢s tradicional, seremos part¨ªcipes de c¨®mo todas las acciones se resuelven con tiradas, cuyo significado podremos ver en pantalla, y con las que interactuaremos en el modo de juego por turnos. Si disfrutamos de un encuentro en tiempo real ser¨¢ la IA la que seleccione autom¨¢ticamente el mejor resultado de las tiradas, siempre que tengamos que hacerlo, de manera que la experiencia es transparente para el usuario, que no tiene que preocuparse de esos menesteres.

Sin embargo, y a pesar de las mejoras y correcciones, los partidos en tiempo real siguen resultando excesivamente ca¨®ticos. Al prescindir de los turnos, es muy complicado establecer una inteligencia artificial que pueda comportarse de forma adecuada, pero es una dificultad b¨¢sica a superar para quien quiera realizar una implementaci¨®n en tiempo real de este juego. El intento de Cyanide de dotar de dinamismo a los partidos sigue sin convencer en esta nueva versi¨®n, donde se suceden los jugadores abatidos y los movimientos err¨¢ticos, a pesar de que en cualquier momento podemos hacer una pausa para redistribuir nuestras miniaturas o establecer la actitud de cada uno nuestros jugadores como ofensiva, defensiva o neutral. Lamentablemente, el resultado final sigue pareciendo demasiado aleatorio y falto de realismo, excesivamente alejado de la experiencia real.

Los m¨¢s puristas ser¨¢n los que saquen un mejor partido a este juego, porque el modo por turnos es una fiel recreaci¨®n del sistema de juego de Blood Bowl. En lugar del ca¨®tico tiempo real, ahora el elemento de azar ser¨¢ el que promueva la incertidumbre ante el resultado de nuestros movimientos, y se seguir¨¢n las indicaciones del manual oficial a rajatabla. Este es el modo de partido que m¨¢s enteros suma al producto de Cyanide, porque convierte estas ediciones en una perfecta simulaci¨®n que podemos recrear solos o acompa?ados mediante alguno de los modos online. Y no se limita al terreno de juego, porque se incluyen las reglas necesarias para manejar al equipo en los momentos entre partido y partido, de manera que podemos elegir un equipo y jugar temporadas completas con nuestros amigos, viendo como mejoran nuestros jugadores o somos capaces de comprar nuevas figuras de este deporte.

De hecho, adem¨¢s de los modos que ya exist¨ªan para un solo jugador (partido ¨²nico, competici¨®n, temporada,?) y las posibilidades para varios jugadores (partida por internet o ?hot-seat', con dos jugadores alternando turnos en el mismo equipo), Cyanide ha incluido un modo historia que nos permitir¨¢ llegar a ser una leyenda del Blood Bowl. Se trata de una serie de partidos predeterminados que tendremos que superar, de manera que si no conseguimos ganar un encuentro no podremos pasar al siguiente. Se nos explicar¨¢n los propios inicios del Blood Bowl, y tendremos la posibilidad de recrear el primer y legendario encuentro entre Enanos y Orcos, donde los expertos dicen que naci¨® este deporte hace generaciones. Por supuesto, no puede decirse que sea la mejor manera de entretenerse en este juego, pero no deja de ser un a?adido bastante curioso para dar un descanso a nuestro equipo habitual.

Los modos de temporada nos van a permitir realizar fichajes nuevos, aumentar el valor de nuestra hinchada, contratar animadoras, m¨¦dicos? Podremos ir sucediendo en una ¨²nica liga o pasearnos por el mundo de Warhammer en busca de las distintas competiciones de Blood Bowl que se celebran cada estaci¨®n. Se incluyen fichajes estrella y mercenarios, perfectos para completar un partido en el caso de que tengamos excesivas bajas y sigamos sin contar con el dinero suficiente como para contratar un jugador de forma permanente. De hecho, como los mercenarios pueden buscarse siguiendo ciertos criterios de posesi¨®n de habilidades, hasta podemos usarlos para mejorar nuestra plantilla frente a ese partido tan complicado que est¨¢ por venir. Los jugadores estrella son como los mercenarios, salvo que tienen nombre propio y se cuentan entre las leyendas vivas que quedan en este deporte.

Para concluir, volveremos a reafirmarnos en el acierto de Cyanide a la hora de incluir nuevas razas, optimizar el rendimiento gr¨¢fico y recrear la experiencia del juego por turnos. Sin embargo, algunos de los aspectos clave para que el juego pudiera atraer a los ajenos a este hobby siguen sin resolverse, como el tema de la inteligencia artificial en tiempo real o un doblaje adecuado de los comentarios. Sin entrar en la necesidad o no de una reedici¨®n de este calibre, al menos nos hallamos ante un buen juego para los seguidores de su versi¨®n de tablero, y una excusa perfecta para jugar unas partidas sin tener que sacar nuestras bien guardadas miniaturas. Y no os olvid¨¦is de una m¨¢xima de este deporte: Todo vale en el Blood Bowl? siempre que el ¨¢rbitro no lo vea.