Precisi¨®n y conformismo

Los tiempos modernos han tra¨ªdo m¨¢s desgracias que alegr¨ªas a los aficionados de Pro Evolution Soccer. Konami no ha sabido llevar su franquicia futbol¨ªstica por los derroteros adecuados, ya sea por una extra?a negativa a mejorar el motor gr¨¢fico o por incapacidad para adaptarse a la nueva generaci¨®n, el caso es que en los ¨²ltimos a?os la batalla por el trono del g¨¦nero futbol¨ªstico en sobremesa la ha ganado el rival, la dura competencia que de la noche a la ma?ana tomaba la batuta en una orquesta con la que PES hab¨ªa lidiado durante m¨¢s de diez a?os, que no es poco. Cansado se halla el jugador com¨²n de comparar qu¨¦ producto es mejor y por qu¨¦, de tener que pasar por el aro de una u otra serie, en tanto ninguna de las dos se ha modernizado significativamente esta temporada.

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Parece que tanto FIFA como PES dependen mutuamente de lo que haga la otra para dar el primer paso adelante en lo que a novedades se refiere. Analiz¨¢bamos hace pocas semanas el contenido que ofrec¨ªa la franquicia de EA Sports esta temporada, poniendo el grito en el cielo ante la escas¨ªsima cantidad de mejoras que inclu¨ªa la edici¨®n de 2011, en lo que se entiende como un ejercicio de costumbrismo. Mismos equipos, torneos, motor gr¨¢fico, jugabilidad? No se puede valorar positivamente un producto que clona todo lo que ofrec¨ªa en pasadas entregas tan s¨®lo por cambiar la plantilla de titulares de turno. Lamentamos esta situaci¨®n, conscientes de que FIFA es la ¨²nica vertiente Arcade -relacionada con el f¨²tbol- que se puede disfrutar en el mercado hoy por hoy.

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Esper¨¢bamos que PES2011 cambiase el panorama que plante¨® FIFA unas semanas atr¨¢s, pero nada m¨¢s lejos de la realidad. Konami ha preferido lanzar una entrega que a grandes rasgos es exactamente igual que la que pudimos disfrutar en 2010, poniendo de relieve una vez m¨¢s el particular estilo de juego -PlayMaker- que se aplica sobre el terreno de juego haciendo del binomio wiimote/nunchuk el mejor aliado del jugador. Junto a ¨¦ste, la posibilidad de participar en un nuevo torneo, la Copa Libertadores, mientras que el resto del contenido se conforma con seguir la din¨¢mica de la temporada pasada. Esto es: un estilo de juego profesional para los que busquen una experiencia relativamente novedosa o el f¨²tbol de ?toda la vida' con el mando cl¨¢sico como protagonista. Lo cierto es que, con todo, PES sigue siendo mejor exponente en Wii del f¨²tbol que quiere ofrecer de lo que lo ha sido en Xbox 360 y PS3.

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Este es el caso de la sensible mejora de la Inteligencia Artificial rival a la hora de cubrir los defectos que deja tras de s¨ª nuestra defensa, con un estilo de juego m¨¢s competitivo y dif¨ªcil de superar. La CPU no tiene reparo en tocar la bola de un lado a otro del campo mientras esto le sirva para ganar tiempo en caso de llevar la voz cantante en el marcador, como tampoco en atacar con todos sus efectivos pese a que esto conlleve abrir las puertas de su casa para que el enemigo entre hasta la cocina. El ritmo de los partidos es ahora m¨¢s pausado, mejorando as¨ª la sensaci¨®n jugable, algo a lo que contribuye la barra de potencia que se ha habilitado tanto en el caso de los pases cortos como en los disparos. Ganar es dif¨ªcil, aunque si dominamos el estilo PlayMaker nos costar¨¢ ?un poco menos', como bien se especifica en el propio tutorial que se ofrece desde el men¨² principal.

Men¨² que, dicho sea de paso, ejemplifica como pocos otros elementos la filosof¨ªa con la que Konami se ha tomado las mejoras de esta edici¨®n. La interfaz de juego es exactamente la misma que la de PES2010, lo que nos lleva a escoger con facilidad la competici¨®n en la que queramos sumergirnos. En este sentido no encontraremos ninguna mejora significativa, m¨¢s all¨¢ de la presencia de la Copa Libertadores dentro del plantel jugable, incorporaci¨®n esta que poco o nada sorprende al estar presenta tambi¨¦n en el resto de ediciones del simulador. S¨ª que se vuelve a apostar por algunos modos propios de la versi¨®n de Wii, tal es el caso de una selecci¨®n de Miis que permiten crear a nuestro propio jugador para tratar de llevarlo hasta lo m¨¢s alto del estrellato.

Al margen de este modo espec¨ªfico para la consola de Nintendo, Konami ofrece el abanico que ya conocemos de anteriores entregas: Liga Master, Champions League (o una mezcla entre las dos para que la competici¨®n sea a¨²n m¨¢s realista si cabe), Mii Equipo (en el que creamos a un Mii como se explicaba anteriormente), Entrenamiento, Modo Libre, etc¨¦tera. El compendio de modos de juego es m¨¢s que aceptable, aunque lamentamos la ausencia de alguna novedad propiamente dicha en este sentido que justifique la adquisici¨®n de PES2011 de tener alguna temporada anterior en nuestra videoteca.

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De hecho, este aspecto acaba por convertirse en la t¨®nica general de esta entrega, en tanto la ¨²nica novedad que se incluye en el modo multijugador es la opci¨®n de filtrar la selecci¨®n de rival en funci¨®n del estilo de juego que utilice, es decir: modo tradicional (con el mando cl¨¢sico por bandera) o modo PlayMaker (dirigiendo a los jugadores con el wiimote). Criticamos la poca gana de innovar, pero no el hecho en s¨ª de contar con una opci¨®n que los ac¨¦rrimos valorar¨¢n sobremanera. El estilo de juego cl¨¢sico permite manejar con soltura a nuestro equipo mientras hayamos aprendido las nociones b¨¢sicas de un juego de f¨²tbol. No se puede decir lo mismo del PlayMaker, que requiere pr¨¢ctica, horas de juego y un dominio considerable del ritmo de juego que se impone en la mayor parte de los partidos. Comparar cu¨¢l de los dos es el mejor es ejercicio divertido, m¨¢s a¨²n considerando la solvencia del Online, que ha solucionado alg¨²n que otro problema del pasado acelerando la b¨²squeda de partidos y dem¨¢s.

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Siendo esto as¨ª, no resulta sorprendente que Konami haya querido mantener el apartado gr¨¢fico intacto, a?adiendo algunas animaciones nuevas que s¨®lo se aprecian durante la presentaci¨®n de los partidos (ahora los jugadores saltan al campo y cantan su himno nacional, rasgo este ¨²ltimo que no estaba presente en anteriores campa?as). Las animaciones que realmente importan, aquellas que se aprecian en el transcurso de los partidos, siguen siendo igual de toscas y rob¨®ticas que antes. Los jugadores no se mueven con soltura dentro del campo, aunque es interesante tener en cuenta que estos problemas son los mismos (los pocos, a decir verdad) que arrastraban las ediciones de PlayStation 2. Digamos que PES en Wii est¨¢ a medio camino entre la disposici¨®n gr¨¢fica de la sobremesa actual y de la sensaciones jugables del pasado, definici¨®n esta que por sentido com¨²n le coloca en el top de los mejores juegos deportivos de esta generaci¨®n.

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Donde no se aprecia ning¨²n cambio significativo es en el apartado sonoro, donde al margen de las nuevas melod¨ªas que suenan (en otra demostraci¨®n de que Konami anda un poco a la deriva en este sentido por la rocambolesca selecci¨®n que se ha realizado) como aderezo del men¨², se mantiene la l¨ªnea de la temporada pasada. Esto nos lleva desgraciadamente a escuchar los repetitivos comentarios de Carlos -Maldini- Maldonado y de Carlos Mart¨ªnez, que siguen haciendo uso de un gui¨®n predeterminado que se emplea en todos los idiomas de forma universal, lo que nos lleva una vez a escuchar comentarios sinsentido, con una estructura mal formulada y que muchas veces aparecen a destiempo. Nada que deba sorprender a los aficionados que lleven un tiempo siguiendo la franquicia (y que, para m¨¢s inri, se experimenta tambi¨¦n en FIFA, ambos a a?os luz de las series norteamericanas como NHL o NBA 2k).

Siguiendo con la retah¨ªla de mejoras, se han incluido algunos estadios que ampl¨ªan el n¨²mero total de campos seleccionables hasta los 26, un n¨²mero nada despreciable, especialmente si se compara con otros simuladores del mercado, as¨ª como distintas perspectivas de c¨¢mara a la hora de lanzar una falta o un c¨®rner. N¨®tese que estos cambios o mejoras son, como dec¨ªamos anteriormente, tan poco apreciables que apenas tendr¨¢n peso a ojos de los jugadores que s¨®lo se planteen echar un partido muy de vez en cuando. No obstante, s¨ª es cierto que con estas mejoras se consigue poner sobre la mesa el mejor PES que ha aparecido hasta la fecha en Wii, por m¨¢s que las novedades sean ins¨ªpidas y casi dir¨ªamos insignificantes a la hora de ponerlas a prueba en la realidad.

Criticar la ausencia de novedades es un ejercicio un tanto absurdo si se analiza la calidad que ofrece PES2011 como paquete y no como novedad que tiene que formar parte s¨ª o s¨ª del cat¨¢logo de la sobremesa de Nintendo. Por eso no queda otro remedio que lamentar el circo en el que se ha convertido la cuesti¨®n de licencias, que ignora pr¨¢cticamente cualquier equipo que no sea reconocido mundialmente. Hay ausencias importantes en las ligas europeas de mayor calado medi¨¢tico, algo que Konami trata de solventar ofreciendo un completo set de herramientas para cambiar el nombre de los jugadores, equipos, estadios y dem¨¢s a gusto de cada usuario. En este sentido PES arrastra los problemas de toda la vida, como tambi¨¦n sucede con el p¨²blico de cart¨®n que decora las gradas.

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Es cierto que Konami ha realizado un esfuerzo extra que no hab¨ªamos visto en ediciones anteriores al incluir una opci¨®n Online que permite actualizar las plantillas v¨ªa parche con actualizaciones, como viene sucediendo en PSP desde tiempos inmemoriales. Ya que no es factible realizar una inversi¨®n que permita contar con jugadores reales, lo m¨ªnimo es abrir la mano para que sean los propios usuarios los que se preocupen por optimizar el t¨ªtulo para que no se tenga que echar en falta problemas que se repiten hasta la saciedad desde hace ya demasiado tiempo. S¨®lo podemos rezar para que este sea el modus operandi de la compa?¨ªa en el futuro. Pedir una actualizaci¨®n de plantillas propiamente dicha es un sue?o que abandonamos hace m¨¢s de un lustro.

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