Need for Speed: Hot Pursuit
- PlataformaWii4.5
- G谷neroConducci車n
- DesarrolladorCriterion Games
- Lanzamiento18/11/2010
- EditorElectronic Arts
Persecuci車n Infernal
La sobremesa de Nintendo ha sabido demostrar su val赤a -o potencial- en todos los g谷neros del mercado videojueguil salvo en uno: la conducci車n. Aunque han sido varias las compa?赤as que han tratado de corregir esta situaci車n, el 迆ltimo esfuerzo de EA Games s車lo se preocupa por subrayar una situaci車n que no parece llamada a mejorar en los pr車ximos meses. Hot Pursuit es un buen representante de esa selecta lista de adaptaciones que no aporta absolutamente nada nuevo al cat芍logo de la consola, entre otras cosas por omitir la Infraestructura multijugador o por la asombrosa escasez de contenido.
Todav赤a pulula por el recuerdo aquel ambicioso proyecto de EA Games llamado NiTRO con el que pretend赤a llevar la esencia de Need for Speed en todo su esplendor al cat芍logo de Wii. Fue una de las muchas sorpresas que hemos tenido ocasi車n de saborear en los cinco a?os que lleva la consola en el mercado: la compa?赤a de origen canadiense, en un loable cambio de filosof赤a, entendi車 que el usuario de esta plataforma merec赤a disfrutar de una producci車n que estuviese a la altura del resto de ediciones de sobremesa. Para ello se cre車 un motor gr芍fico espec赤fico, partiendo desde una base totalmente nueva, bajo la promesa de alcanzar una tasa de frames que no bajase en ning迆n momento de los 60 fps. Velocidad terminal, dijeron.
Lo m芍s sorprendente de la propuesta no fue tanto la querencia de lograr una fluidez visual '迆nico en el cat芍logo de Wii', sino crear un videojuego que no diese la espalda al sensor de movimiento de la consola, que aprovechase su peculiar sistema de control. El resultado no se alejaba de las expectativas formuladas en el momento de su presentaci車n oficial, aunque su rendimiento en el mercado poco o nada tuvo que ver con las enso?aciones de EA Games, o m芍s concretamente de EA Montreal, el estudio que se encargaba de su desarrollo. NiTRO, esa propuesta nacida exclusivamente para arrasar en Wii, se perd赤a en el olvido de los aficionados pese a ser el primer juego de conducci車n que part赤a de una base original e innovadora.
En esta industria se castiga severamente a los productos que no tienen una presencia manifiesta en las listas de ventas anuales, mensuales o incluso semanales. Lo que no vende no interesa, el resto da exactamente igual. El hecho de que NiTRO fuese una inversi車n peque?a en comparaci車n a otros fracasos que ha digerido el estudio importaba poco a la hora de pensar en el movimiento que se realizar赤a para el siguiente a?o. Es decir, para los meses de invierno en los que despuntan los productos creados para satisfacer las ansias del gran p迆blico. Puede que por esta raz車n, las altas esferas de EA Games decidiesen recuperar el estilo impuesto en el pasado. ?No ha vendido nuestra primera apuesta para conquistar al usuario de Wii? No importa, tenemos la soluci車n: lanzar al mercado un port de Hot Pursuit en una de esas adaptaciones tristes que tanto odia el p迆blico. Sin riesgos, sin preocupaciones.
No se ha andado por las ramas EA Games en esta ocasi車n. Olvide el lector todo concepto que albergase previamente al lanzamiento del t赤tulo con respecto al motor gr芍fico de NiTRO, al su est谷tica o a su propuesta jugable. Hot Pursuit deja todo aquello atr芍s pese a ser el t赤tulo que m芍s similitudes presenta en cuanto a puesta en escena. Si Criterion ha primado este elemento en el resto de consolas de sobremesa, en Wii es una faceta que simplemente se mantiene con respecto a su antecesor espiritual. Cuesta creer que incluso siendo esto as赤, el resultado que finalmente ofrece la edici車n de la consola de Nintendo est谷 a a?os luz en lo que a rendimiento se refiere, tanto visual como jugable, tanto por la ausencia de un modo Online en condiciones como por la evidente falta de tacto que se ha empleado a la hora de crear un port desabrido y descafeinado.
La introducci車n no deja entrever ninguna diferencia notable con respecto a otras ediciones de Hot Pursuit. En ella se pone de manifiesto la nueva perspectiva a la que se asoma Criterion con esta obra, claramente destinada al disfrute arcade. Huir de la polic赤a a toda velocidad mientras se esquiva el denso tr芍fico de una de las ciudades que albergan la competitividad t赤pica de la franquicia, con un grupo implacable de rivales que no ceden ni un cent赤metro de la carretera para facilitar la vida del corredor de turno. Antes de elevarnos hasta lo m芍s alto del pedestal al que normalmente suele aupar la fama es menester comprar un b車lido deportivo de baja categor赤a para ir evolucionando a golpe de vencer carreras. Cuantas m芍s victorias se reflejen en nuestra trayectoria mayor ser芍 la cantidad de dinero del que dispongamos para decorar nuestro coche, o para mejorar sus atributos (potencia, maniobrabilidad, etc谷tera).
La base jugable de Hot Pursuit apenas var赤a sobre el concepto que se puso sobre la mesa en el momento de su presentaci車n. Lo que s赤 cambia es la cantidad de opciones, su puesta en escena y, por encima de cualquier otro aspecto, la sensaci車n que transmite controlar un s迆per deportivo a 200km/h sin tener la menor percepci車n de velocidad en pantalla. Sorprende ver c車mo desde los primeros compases de juego queda en evidencia la limita selecci車n de circuitos a nuestra disposici車n, as赤 como de modalidades para pasar un rato entretenido al volante de uno de los m芍s de sesenta dise?os que desbloqueamos a medida que avanza nuestro progreso en el modo Carrera. En un principio s車lo es posible seleccionar una ciudad como punto de partida (Chongqing, China), donde encontraremos cuatro circuitos distintos y otros tantos modos de juego.
No est芍 mal como primer plato, cierto es. El problema es que 谷se primer plato se repite en el segundo y tambi谷n en el postre. O mejor dicho: no hay m芍s comida que la que aparece como punto de partida durante los cinco primeros minutos iniciaci車n. Dentro de Chongqing existe una peque?a variedad de localizaciones que nos llevan a disputar distintas modalidades de conducci車n. A saber: Eliminaci車n, Contrarreloj, Hot Pursuit y Hora Punta. Todos responden a la estructura t赤pica a las que nos tienen acostumbrados en otros t赤tulos del g谷nero, con especial 谷nfasis en los 迆ltimos dos. Hot Pursuit nos lleva a superar una carrera de varias vueltas de duraci車n donde con la molesta presencia de la polic赤a pis芍ndonos los talones. Hora Punta, el m芍s divertido de los cuatro, obliga a superar a un total de 80 veh赤culos en una sucesi車n de checkpoints que cierra la cola cada varios segundos (primero es necesario alcanzar el puesto 70, luego el 45, y as赤 sucesivamente hasta el 1?).
Durante las carreras no debemos preocuparnos 迆nicamente de alcanzar el primer puesto, sino de no recibir excesivos da?os en el veh赤culo (algo bastante complicado por culpa del sistema de control, totalmente arcade pero mal definido). En determinados puntos de cada circuito aparecen mejoras para potenciar alguna de las facetas de nuestro veh赤culo: desde un turbo ilimitado a una conducci車n sobre ra赤les, pasando por invulnerabilidad ante los ataques enemigos o por una herramienta de reparaci車n instant芍nea que devuelve el aspecto original a nuestro b車lido sin tener que pasar por boxes (no existen, es un decir). Esta caracter赤stica es muy interesante de cara al disfrute de los modos multijugador, que b芍sicamente se establecen bajo la base comentada a lo largo de este an芍lisis. Lamentablemente el multijugador se limita a la pantalla partida local de toda la vida, en tanto no existe nada parecido a una Infraestructura Online que se preocupe por dar algo de uso a la Conexi車n Wi-Fi de Nintendo.
La omisi車n de un modo Online deja de resultar un punto negativo para convertirse en un hecho casi insultante, digno de un espect芍culo deleznable y pat谷tico. En NiTRO ya lamentamos este hecho (tanto nosotros como la pila de aficionados que, sorprendidos, no entend赤an c車mo se dejaba en el tintero una faceta indispensable donde las haya), en Hot Pursuit directamente lo condenamos. Que a estas alturas de la vida a EA Games le siga pareciendo una faceta que se puede obviar en un t赤tulo de conducci車n que apenas ofrece seis modalidades de juego resulta tan indignante como incomprensible, aunque no obstante muy en la l赤nea de la filosof赤a que se pone de relieve en este port. Lo mismo sucede con las ralentizaciones que se dan cuando son cuatro los jugadores los que tratan de compartir una pantalla partida. No s車lo se elimina cualquier detalle est谷tico, sino que adem芍s se resiente la potencia t谷cnica.
Para m芍s inri, se ha suprimido tambi谷n otro de los detalles que valoramos positivamente en NiTRO: la posibilidad de seleccionar el sistema de control que mejor se adaptase a las necesidades de cada jugador. Hot Pursuit lleva por bandera dos estilos: nunchuk y wiimote o volante de Wii con el mando en horizontal. Tambi谷n es posible seleccionar el mando cl芍sico o el pad de GameCube (con vibraci車n incluida), aunque la selecci車n de uno u otro estilo dependen del perif谷rico que hayamos conectado previamente. La interfaz, lejos de facilitar la vida a los usuarios, parece haber sido creada a consciencia para poner de relieve dos aspectos: uno, que el jugador debe limitarse al modo Carrera, en tanto no existe ning迆n otro a tener en cuenta; dos, que para realizar el port se han limitado a eliminar modalidades que s赤 estaban presentes en otras consolas de sobremesa.
Por suerte, Hot Pursuit no se limita a ofrecer motivos para no recomendar su compra. El motor gr芍fico, aun por debajo del resultado que ofreci車 NiTRO el pasado a?o, cumple su cometido sin ofrecer ni un 芍pice de la sensaci車n de velocidad que exigimos a esta clase de producciones, algo que palia en cierta manera gracias al buen trabajo que se ha realizado con las ciudades y su entorno. La poca resoluci車n de las texturas dificulta encontrar los atajos o trazar con un m赤nimo de garant赤as una curva dif赤cil. Los choques, as赤 como los destrozos de cada veh赤culo, son meramente anecd車ticos y fomentan la sensaci車n de estar jugando con un arcade venido a menos. El 迆nico aspecto que realmente puede ser tomado como una virtud con todas las de la ley es la selecci車n de autom車viles, tanto de corte policial como civil. M芍s de sesenta coches se dan cita para al menos ofrecer un motivo para obtener dinero y probar la potencia de cada uno de estos b車lidos en acci車n.
De resto, salvo el modo Partida R芍pida o el editor de pintura (que, una vez m芍s, est芍 a a?os luz del que aparec赤a en NiTRO), Hot Pursuit se limita a ofrecer una experiencia vacua, destinada a satisfacer a los m芍s peque?os de la casa. No deber赤a confundirse en lector ante esta 迆ltima afirmaci車n: lo que hace que este t赤tulo sea poco recomendable no es tanto su enfoque como la falta absoluta de mimo que se ha aplicado en su creaci車n.
Mediocre
Pod赤a ser pero no ha sido y tras pasar unos breves minutos con 谷l quedar芍 archivado en la estanter赤a para no jugarlo nunca m芍s. No lo compres, no digas que no te lo advertimos.