
Sports Champions
- PlataformaPS37.5
- G¨¦neroDeportes
- DesarrolladorZindagi Games
- Lanzamiento15/09/2010
- TextoEspa?ol
- EditorSony Computer Entertainment
Deportes moviditos
El juego de deportes de Sony ha llegado para demostrar todo el potencial de PlayStation Move. Con uno o dos mandos podemos disfrutar de seis disciplinas diferentes: tiro con arco, lucha de gladiadores, lanzamiento de disco, petanca, tenis de mesa y voleibol. La extraordinaria precisi¨®n del nuevo mando de PS3 alcanza un nuevo nivel en esto de los controles de movimiento aplicado a los deportes, aunque teniendo en cuenta que la experiencia se nos antojar¨¢ un tanto corta y limitada.
Nintendo puso de moda los juegos de deportes con controles de movimiento con Wii Sports y repiti¨® la jugada con Wii Sports Resort, as¨ª que ni Sony ni Microsoft quisieron ser menos con sus nuevos perif¨¦ricos, y ah¨ª tenemos tanto Kinect Sports como el que hoy nos ocupa, Sports Champion. Se trata de un acercamiento a las posibilidades de PlayStation Move, una demostraci¨®n de sus capacidades y una buena manera de hacerse al nuevo mando. La oferta es amplia, aunque de lo m¨¢s curiosa, ya que parece que han hecho la selecci¨®n de deportes buscando los que m¨¢s se notara el uso de Move. De este modo tenemos tiro con arco, lucha de gladiadores, lanzamiento de disco, petanca, tenis de mesa y voleibol. Como veis, un poco de todo: precisi¨®n, acci¨®n y agilidad. Es f¨¢cil entrar a la guerra comparativa entre Sports Champion y Wii Sports Resort, pero nosotros lo vamos a evitar en este an¨¢lisis.

Tres de estas disciplinas se bastan de un ¨²nico mando, pero las otras tres se pueden jugar tanto con uno como con dos, lo cual supone el doble de desembolso por cabeza a cambio de un mejor aprovechamiento de las capacidades de Move. Por otro lado, el juego soporta perfectamente el uso tanto con la mano derecha como con la izquierda de los mandos. Una cosa que deb¨¦is tener en cuenta para jugar es el espacio necesario. El juego recomienda unos dos metros y medio de distancia con respecto a la televisi¨®n, pero si hay m¨¢s de una persona quiz¨¢ necesit¨¦is m¨¢s angulo para que las esferas luminosas est¨¦n siempre ante el ojo del PlayStation Eye. Es en ese momento cuando notar¨¦is una de las peculiaridades de Move frente al Wiimote, siendo la otra la necesaria calibraci¨®n antes de cada minijuego, lo cual puede tornarse algo inc¨®modo si lo que queremos es ir cambiando de uno a otro en sesiones multijugador.

La experiencia para un jugador se basa en una serie de enfrentamientos con los personajes controlados por la CPU, con aumento gradual de la habilidad de los rivales y estructurado en tres copas diferentes, oro, plata y bronce. La curva de dificultad es destacable, pues si bien al principio es bastante sencillo vencer, en los niveles m¨¢s avanzados la cosa ya supone un reto incluso para los m¨¢s jugones. Sumado a esto, tenemos el objetivo de conseguir tres estrellas en cada una de las fases, lo que se hace acumulando una determinada cantidad de puntos que determina el n¨²mero de estrellas ganados. Esos puntos var¨ªan conforme a lo que requiera cada minijuego. Por ejemplo, en el de tenis de mesa se medir¨¢ los remates realizados mientras que en el de lucha de gladiadores los derribos al enemigo. Finalmente, hay unos desaf¨ªos especiales o minijuegos (uno por cada copa) que ponen a prueba nuestra destreza contra el reloj. Una vez m¨¢s, su mec¨¢nica cambia dependiendo del deporte, teniendo en el tiro con arco quiz¨¢ los m¨¢s divertidos y din¨¢micos con las dianas m¨®viles. Si nos gustan, una vez desbloqueados en el modo competici¨®n podemos acceder a ellos libremente.

Pasando a describir los deportes uno por uno, comenzamos con tiro con arco. La combinaci¨®n de dos mandos permite simular tanto la direcci¨®n de apuntado del arco como la potencia con la que queremos lanzar la flecha. Para empezar, hemos de echar el brazo a la espalda y coger una flecha casi como si tuvi¨¦ramos un carcaj realmente colgado. Una vez colocado ese proyectil virtual, hemos de tirar hacia atr¨¢s de una cuerda imaginaria con uno de los mandos y con el otro dirigimos la mirilla hacia la diana. Una vez estamos contentos con la trayectoria basta con soltar el bot¨®n del mando que sostiene la cuerda para que la flecha salga disparada. Es, con diferencia, lo m¨¢s parecido que hemos probado hasta ahora en cuanto a simulaci¨®n del uso de un arco. El principal punto positivo de este deporte es que los escenarios cambian de manera mucho m¨¢s acusada, no como en otros que var¨ªa el entorno pero la jugabilidad es id¨¦ntica. De esta manera, los retos se van haciendo cada vez m¨¢s complicados independientemente de que la IA lo haga mejor o peor, pasando de tener dianas a distancia fija a multitud de objetos que se mueven hacia los lados, en giros o atr¨¢s y adelante, con el reloj corriendo en nuestra contra.

La lucha de gladiadores es probablemente la que mejor demuestr¨¢ qu¨¦ ofrece Move que otros no pueden alcanzar, combinando el uso de una c¨¢mara con el de dos controles de movimiento. El juego sabe perfectamente la posici¨®n relativa de los mandos con respecto a nuestro cuerpo (por ello se hace la calibraci¨®n). Cada uno de ellos representa un brazo y, por tanto, la espada y el escudo. La c¨¢mara, como en el resto de minijuegos, es en primera persona, para mejorar la sensaci¨®n de inmersi¨®n y de que lo que se muestra en pantalla es una extensi¨®n de lo que estamos haciendo. Esto nos da control del que suelen llamar 1:1, es decir, que seg¨²n movemos nuestros brazos el personaje imita a la perfecci¨®n nuestros movimientos, incluso si nos agachamos, esto es detectado. No hay retraso apreciable y los golpes no se basan en una mera imitaci¨®n de los gestos, sino que realmente se ejecutan tal cual los hacemos, tanto teniendo en cuenta el ¨¢ngulo del golpe como la potencia. Esto es esencial teniendo en cuenta que el rival se protege con un escudo, lo mismo que nosotros, de manera que tenemos que asegurarnos de dar en los puntos que tiene expuestos, ya sean las piernas, la cabeza o el torso, y en qu¨¦ lado de su cuerpo.

El escudo es de madera y se va rompiendo con los golpes recibidos, as¨ª que no debemos abusar de ¨¦l esquivando los golpes. Para ello podemos echarnos a un lado u otro dependiendo de qu¨¦ mando pulsemos o hacia atr¨¢s. No da mucha libertad pero puede valer para esquivar una estocada y atacar al desguarnecido enemigo. Conforme bloqueamos golpes vamos acumulando energ¨ªa en un medidor que nos permite realizar un "supergolpe". Al activarlo, hemos de dar al menos una vez al rival sin que este pare nuestro golpe y antes de que se nos agote el tiempo. Si lo conseguimos, tiene lugar un brev¨ªsimo QTE en el que hemos de trazar golpes seg¨²n unas direcciones en pantalla para quitar un buen trozo de vida. La victoria se puede lograr tanto por aniquilaci¨®n como por expulsi¨®n del oponente del cuadril¨¢tero. Lo que m¨¢s nos ha gustado es, sin duda, que se prescinde de golpes especiales (con la excepci¨®n del "supergolpe") y todo se basa en un aut¨¦ntico combate entre gladiadores, con sus armas y sin artificios.
El lanzamiento de disco nos da una buena idea de lo preciso que puede llegar a ser Move. C¨®mo funciona es bastante evidente, sencillamente lanzamos el disco hacia adelante con cualquiera de las dos manos e incluso de rev¨¦s si queremos, aplicando un efecto dependiendo del giro de mu?eca que realicemos. Todo eso es detectado y nuestro tiro sale tan bien o mal como lo hayamos hecho. El juego en s¨ª es similar al golf pero con discos. Al final de los recorridos (m¨¢s cortos que en el deporte de Tiger Woods) hay una cesta con cadenas que recoge el disco en cuanto se enreda entre ellas. Tenemos un total de 18 hoyos en los que nos encontramos con lagos, peque?as monta?as, zonas arboladas y un sin fin de obst¨¢culos diferentes. Cualquier elemento que se interponga en la trayectoria del disco har¨¢ que ¨¦ste se choque y se detenga, con lo que hay que tener mucho cuidado y que no nos pasen cosas como darnos con la rama encima de nuestra cabeza por lanzar demasiado fuerte.
Lo siguiente es un cl¨¢sico espa?ol como la petanca, conocido como "bocce" m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras y de hecho las reglas empleadas son algo m¨¢s parecidas a las de la bocha. Un jugador tiene el saque y debe colocar el boliche y, a continuaci¨®n, su primera bola. El siguiente tiene cuatro bolas para tratar de colocarse m¨¢s cerca que el otro del boliche. Si lo consigue, pasa el turno al oponente. Al final, gana el que tiene la bola m¨¢s cercana al boliche y consigue tantos puntos como bolas ha colocado dentro del radio de la m¨¢s cercana del rival al boliche. Lo m¨¢s interesante de este minijuego son los escenarios, que no s¨®lo se practican en una pista oficial sino tambi¨¦n en un parque o un muelle, entre otros, con todos sus elementos t¨ªpicos como bancos, mesas, vegetaci¨®n, etc., que forman parte de la partida influyendo notablemente. Una vez m¨¢s, son detectados los efectos que damos a las pesadas bolas para determinar su giro y podemos elegir tanto la posici¨®n como el ¨¢ngulo con el que queremos lanzar.

No hay mucho misterio en cuanto al tenis de mesa, que ya hemos visto tantas veces en los videojuegos con t¨ªtulos como Table Tennis de Rockstar. Cabe destacar que, al tratarse de lo que hemos denominado movimiento 1:1, se tiene en cuenta la inclinaci¨®n de la paleta para que los golpes salgan hacia arriba o abajo, lo mismo que para un lado u otro dependiendo de lo abierta o cerrada que la acerquemos a la pelota. No s¨®lo eso, sino tambi¨¦n tiene relevancia si golpeamos de arriba a abajo para hacer un remate o, como no puede ser de otro modo, el efecto realizado. Y a¨²n hay m¨¢s, importa la profundidad para definir si golpeamos casi encima de la mesa atacando o desde el fondo. Ante tanto parecido con la realidad, algo ten¨ªa que haber que no funcionara tan bien y no es otra cosa que la visibilidad de la pelota. No es lo mismo a tama?o real que peque?ita en nuestra televisi¨®n, as¨ª que los desarrolladores han optado por poner unas flechas indicando la trayectoria, lo cual hace m¨¢s f¨¢cil jugar pero se pierde un cierto grado de simulaci¨®n. El brazo, eso s¨ª, sufrir¨¢ de todos modos despu¨¦s de un intenso partido.

Dejamos para el final lo peor, como debe ser, pues no sabemos muy bi¨¦n en qu¨¦ estaban pesando cuando decidieron incluir voleibol y adem¨¢s hacerlo de este modo. Preferiblemente usando dos mandos, nos limitamos a ejecutar los golpeos sin tener control alguno de d¨®nde va nuestro jugador. Por lo tanto, apenas tenemos que acertar con el tempo y ligeramente con la direcci¨®n, tanto para la recepci¨®n, como para pasar al compa?ero, como en el remate. Lo ¨²nico que tiene algo m¨¢s de gracia es cuando saltamos a bloquear, pues la posici¨®n de nuestros brazos viene representada por la colocaci¨®n de los mandos sobre nuestra cabeza, a un lado o a otro. Nada del otro mundo, al fin y al cabo. S¨®lo los minijuegos de habilidad tienen algo m¨¢s de gracia, ya que ah¨ª si tenemos un mayor nivel de intervenci¨®n, pero sigue siendo inferior al resto.

Para aprender todo aquello que hace falta para afrontar los diferentes deportes han optado por dos v¨ªas. Durante las excesivamente largas pantallas de carga se van mostrando una serie de pistas que podemos recorrer libremente y que sobre todo funcionan a modo de recordatorio. Lo importante son los tutoriales, que se distribuyen a lo largo de los primeros niveles de cada una de las copas. De esta forma, vamos aprendiendo poco a poco y no todo de una sola vez. Quiz¨¢ se echa en falta algo m¨¢s de interactividad, un mu?eco que haga el movimiento que nos piden o cualquier cosa que podamos imitar de forma m¨¢s sencilla. Casi todo se basa en siluetas y textos breves que no terminan de definir qu¨¦ es lo que nos est¨¢n requiriendo hacer.

Exprimir uno solo el juego a fondo puede hacerse en unas pocas horas y la mayor¨ªa de las disciplinas pasan a ser aburridas por lo repetitivas que resultan con el tiempo. El reto de las tres estrellas que coment¨¢bamos antes es totalmente prescindible, salvo que lo hagamos por orgullo personal, dado que lo ¨²nico que nos otorgar¨¢n ser¨¢n prendas para los nada carism¨¢ticos personajes. El conseguir las copas nos da un peque?o premio adicional, enviar una divertida foto a Facebook posando con el mando, siendo ¨¦ste sustituido por el instrumento utilizado en ese deporte, como la espada en la lucha de gladiadores. Una vez hemos hecho la gracia y todos nuestros contactos se han re¨ªdo de nosotros, no tiene mucho m¨¢s donde rascar. En definitiva, ?qu¨¦ queremos decir con esto? Que para disfrutar en condiciones de este juego es mejor que cuentes con uno o varios amigos que vayan a hacerlo contigo. Hasta cuatro personas pueden jugar en una misma consola, dependiendo no obstante de la modalidad escogida, pero s¨®lo dos lo har¨¢n a la vez en aquellos que lo permitan (tenis de mesa, lucha de gladiadores, tiro con arco y voleybol). El resto, como pod¨¦is esperar, funciona por turnos.

Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.