Frenes¨ª made in Mikami

Platinum Games es un estudio reciente, pero con una trayectoria intachable. No en vano, tras sus filas se esconden algunos de los nombres m¨¢s importantes y representativos en el mundo del videojuego. Personalidades como Atsushi Inaba, Hideki Kamiya y Shinji Mikami, provenientes del fallido estudio de Capcom, Clover Studio, han unido fuerzas con un ¨²nico objetivo: el desarrollo de t¨ªtulos con altos valores de producci¨®n, que aporten aire fresco a una industria con claros signos de estancamiento en Jap¨®n. Con tres t¨ªtulos para distintas plataformas a sus espaldas (MadWorld, Bayonetta e Infinite Space), nos encontramos con su cuarta apuesta, fruto de la colaboraci¨®n con Sega, con la que se comprometi¨® a desarrollar cuatro juegos bajo su sello.

En esencia, Vanquish es un shooter en tercera persona con sistema de cobertura, una evoluci¨®n de la f¨®rmula vista en Gears of War, aunque con unos niveles de acci¨®n y frenetismo llevados al l¨ªmite gracias a las habilidades a?adidas de las que disponemos. Con un marcado car¨¢cter arcade, el dinamismo es uno de los pilares fundamentales en este t¨ªtulo, y es que el movimiento est¨¢ presente en un t¨ªtulo pensado y dise?ado para no dejarnos respirar en ning¨²n momento. Bajo la batuta del genio Shinji Mikami, padre de la saga Resident Evil, que dirige su primer proyecto en nombre de Platinum Games, nos vamos a un futuro no muy lejano, que a priori no parece muy alentador. 

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Un futuro incierto

En un mundo azotado por la sobrepoblaci¨®n de la humanidad, los recursos energ¨¦ticos y la comida est¨¢n al borde de su agotamiento. A causa de ello, empiezan a surgir numerosas guerras en un desesperado intento por hacerse con el control de los recursos. En Am¨¦rica, la ¨²nica esperanza de sus habitantes reside en la colonia espacial SC-01 Providence, que dispone de un complejo sistema energ¨¦tico que consiste en un poderoso dispositivo que emite microondas. Desgraciadamente, la colonia es invadida por la Orden de la Estrella de Rusia, una facci¨®n del ej¨¦rcito Ruso, que mediante un golpe de estado se erigi¨® en su momento como l¨ªder de su pa¨ªs.

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En su af¨¢n de controlar el mundo, dicha orden utiliza el sistema energ¨¦tico de la colonia como arma, para lanzar un rayo que destruye completamente la ciudad de San Francisco.  Tras ello, Victor Zaitsev, l¨ªder de la orden rusa, exige a Elizabeth Winters, presidenta de los Estados Unidos, la sumisi¨®n a su r¨¦gimen, amenazando de destruir en diez horas la ciudad de Nueva York en caso de no conseguir su rendici¨®n. Tras su negativa, ¨¦sta ordena un ataque militar con el objetivo de recuperar la colonia, poniendo al teniente coronel Robert Burns, un valeroso h¨¦roe de guerra, al mando de la operaci¨®n.

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Paralelamente, Estados Unidos dispone de la agencia de defensa DARPA, un centro de investigaci¨®n donde se desarrolla avanzada tecnolog¨ªa militar. Entre el personal de dicha organizaci¨®n se encuentra Sam Gideon, protagonista del t¨ªtulo e investigador a cargo de dise?ar una armadura de combate denominada ARS, o Armadura de Reacci¨®n Aumentada, que ofrece grandes capacidades de batalla a su portador. Su compa?era Elena Ivanova, a pesar de no acompa?arle en el campo de batalla, le ofrece apoyo log¨ªstico en todo momento. Por ¨²ltimo, tenemos a Frank Candide, principal investigador de la agencia, y a su vez creador del sistema energ¨¦tico de la colonia espacial. En ocasiones, agentes de la mencionada organizaci¨®n acompa?an a los militares para recolectar informaci¨®n, y avanzar paralelamente en sus proyectos. Al no tener relaci¨®n dicha agencia con los militares, normalmente las relaciones entre ellos son bastante tensas y distantes. Y as¨ª ocurre, cuando Candide manda a Sam y a Elena a la colonia espacial, con el motivo de descubrir un topo infiltrado en el gobierno. No es que el argumento sea un alarde de originalidad, pero como veremos la historia no es el pilar fundamental de esta propuesta.

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Primeros pasos

El completo tutorial que nos acompa?a obligatoriamente antes de salir al campo de batalla conforma un inicio un tanto lento, aunque es una buena clase para lo que tendremos que afrontar. Sam se desplaza como en cualquier t¨ªtulo de similares caracter¨ªsticas, puede esquivar ataques rodando por el suelo, cubrirse detr¨¢s de obst¨¢culos y realizar poderosos ataques cuerpo a cuerpo. Disponemos un arsenal de armas de fuego bastante variado, con un sistema de apuntado bastante satisfactorio y preciso. En todo caso, el control siempre responde a la perfecci¨®n y de forma r¨¢pida en todas las ocasiones. Hasta aqu¨ª nada nuevo bajo el sol, aunque esto cambia radicalmente cuando se nos muestran las habilidades que el poderoso traje ARS proporcionan a Sam. Por un lado podemos propulsarnos a grandes velocidades, y por otro tenemos la capacidad de ralentizar el tiempo.

La capacidad de propulsi¨®n permite deslizarnos r¨¢pidamente por el suelo, convirti¨¦ndose en una t¨¦cnica de uso constante si no queremos ser acribillados por el enemigo en un santiam¨¦n, pasando r¨¢pidamente a ser algo indispensable para esquivar la oleada de balas que circulan a nuestro alrededor, y desplazarnos r¨¢pidamente hasta la cobertura m¨¢s pr¨®xima. Eso s¨ª, s¨®lo podremos hacer uso de esta habilidad durante un breve per¨ªodo de tiempo, tras el cual deberemos esperar unos segundos hasta que se recargue de nuevo. El uso del deslizamiento pues, no es gratuito, y deberemos utilizarlo prudentemente, si no queremos quedarnos sin ¨¦l cuando sea realmente necesario.

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Otro nuevo aporte es la capacidad de ralentizar la acci¨®n a nuestro antojo, denominada como modo AR. Podemos hacerlo cuando nos estamos deslizando, o bien en el momento de esquivar rodando por el suelo. Del mismo modo que la capacidad de propulsi¨®n, podremos hacer uso de esta habilidad solo durante unos valiosos segundos, que aprovecharemos para apuntar con mucha precisi¨®n, o escapar de las oleadas de enemigos. Transcurridos unos instantes sin que recibamos da?o, se recarga de nuevo. Si recibimos da?o cr¨ªtico, esta habilidad se activar¨¢ autom¨¢ticamente para regalarnos un peque?o momento para reaccionar. Tras cubrirnos, recuperaremos la salud autom¨¢ticamente. Una vez aprendido el sistema de juego, es momento de pasar a la acci¨®n, y no es poca la que nos espera.

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Frenes¨ª bal¨ªstico

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En los primeros compases del juego, r¨¢pidamente percibiremos que nos encontramos delante de un juego exigente que no perdona errores desde sus meros inicios. Acostumbrarnos a mover a Sam con soltura haciendo uso de sus habilidades nos llevar¨¢ m¨¢s o menos tiempo, dependiendo de la pericia de cada uno. Solo cuando hayamos superado estos escollos, empezaremos a disfrutar realmente con un t¨ªtulo que hace gala de una dificultad meticulosamente medida, que hace que no podamos limitarnos a quedarnos inm¨®viles detr¨¢s de una cobertura, asom¨¢ndonos de vez en cuando a disparar. Tenemos delante un t¨ªtulo destinado claramente al p¨²blico hardcore, aunque disponemos de distintos niveles de dificultad para poder adaptar el juego a nuestras habilidades tras el mando. En todo caso, morir no produce frustraci¨®n, m¨¢s bien incrementa el af¨¢n de superaci¨®n, que hace que nos peguemos a la pantalla sin poder soltar el mando ning¨²n momento.

En el campo de batalla, debemos estar atentos a todas las direcciones. El ritmo fren¨¦tico no decae en ning¨²n momento, con la aparici¨®n constante de oleadas de enemigos, incluyendo enormes jefes que nos pondr¨¢n en m¨¢s de un aprieto, por su naturaleza imprevisible y la  contundencia de sus ataques. Los entornos parcialmente destructibles nos dejar¨¢n al descubierto en m¨¢s de una ocasi¨®n, oblig¨¢ndonos a escapar r¨¢pidamente de las acometidas enemigas y ralentizar el tiempo para ganar una poderosa ventaja frente al rival en cuanto a precisi¨®n. En ocasiones podremos hacer uso de torretas y grandes robots con ciertos parecidos a los AT-AT de Star Wars, que nos facilitar¨¢n temporalmente las cosas. De principio a fin, la variedad de situaciones est¨¢ presente, ya sea por las distintas formas de conseguir el mismo objetivo o por el mero desarrollo de los acontecimientos. Desplazarnos por una autopista que se derrumba a altas velocidades, disparar a unos focos con un rifle de francotirador para evitar ser descubiertos o proteger veh¨ªculos blindados, son solo unos ejemplos de lo que podemos encontrar en esta propuesta. En ning¨²n momento hemos tenido sensaci¨®n de tedio alguna, en un desarrollo donde no hay lugar para el aburrimiento.

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El arsenal

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Disponemos de un variado repertorio de armas de fuego, cada una con sus puntos fuertes, d¨¦biles y particularidades propias. A nuestra elecci¨®n quedar¨¢ seleccionar el arma adecuada para cada situaci¨®n en la que nos encontremos. Tenemos una buena variedad de ellas como el rifle de asalto, la metralleta, la escopeta, el lanzacohetes, con capacidad de seguir autom¨¢ticamente un blanco y el l¨¢ser de fijaci¨®n, que permite seleccionar a varios enemigos a la vez mediante un sistema similar al de Panzer Dragoon a la hora de fijar objetivos, solo por mencionar algunas de ellas. A este arsenal se suman dos tipos distintos de granadas, unas comunes y otras que aturden al enemigo. Iremos encontrando chips de mejora que nos permiten potenciar nuestras armas, donde su efectividad se incrementa de distintas formas. Podemos aumentar aspectos referentes a ¨¦stas ¨²ltimas, como la capacidad del cargador, la potencia de la munici¨®n, su alcance, la velocidad de disparo, la precisi¨®n y la dispersi¨®n del impacto.

Como alternativa a las armas de fuego, el combate cuerpo a cuerpo tambi¨¦n cobra cierta importancia a la hora de eliminar enemigos, siendo una t¨¦cnica bastante ¨²til en determinadas situaciones y resultando espectacular su realizaci¨®n. Es una delicia arremeter a gran velocidad contra un robot y lanzarlo por los aires con un contundente y acrob¨¢tico golpe. Cabe destacar que los efectos del combate cuerpo a cuerpo son distintos seg¨²n el arma que llevemos equipada, y su uso tambi¨¦n agotar¨¢ las posibilidades de nuestro poderoso traje, as¨ª pues deber¨¢ racionarse ¨¦sta t¨¦cnica, el uso de la cual nos produce una gran satisfacci¨®n.

Si bien disponemos de poderosas habilidades, nuestros enemigos tampoco se quedan cortos. Compuestos por robots en su totalidad, tenemos de todos los tama?os, algunos con sus puntos d¨¦biles que deberemos encontrar. Si bien la plantilla se antoja algo escasa, donde el reciclaje pronto hace acto de presencia, la Inteligencia Artificial de la que se les ha dotado nos pondr¨¢ en aprietos en m¨¢s de una ocasi¨®n, cambiando de cobertura, cargando contra nosotros con grandes saltos y embestidas para luchar cuerpo a cuerpo en los momentos m¨¢s precarios, y persigui¨¦ndonos cuando alcanzan un da?o cr¨ªtico para estallar ante nosotros. Aunque en ocasiones encontramos peque?as lagunas, conforman un apartado m¨¢s que satisfactorio, ya que en ning¨²n momento tenemos la sensaci¨®n de estar completamente a salvo.

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Choque de personalidades

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El desarrollo del argumento se nos muestra mediante secuencias que se intercalan entre misi¨®n y misi¨®n, y la marcada personalidad de la que hacen gala los personajes se har¨¢ patente desde los inicios del juego. Sam Gideon siempre se muestra chulesco, vacil¨®n y sarc¨¢stico, pero con un punto d¨¦bil: su adicci¨®n al tabaco, recurso al que accede en los escasos momentos de respiro que puede encontrar. Por otro lado tenemos al Teniente Coronel Burns, rudo por naturaleza y con muy poca paciencia, acostumbrado a tener la muerte cerca. Dada la mala relaci¨®n entre los agentes de DARPA y los militares, estar¨¢ constantemente chocando con Sam, creando un ambiente donde predomina el sarcasmo como m¨¦todo habitual de comunicaci¨®n. No es que sea una historia exenta de estereotipos y clich¨¦s predefinidos precisamente, pero cumple. Se puede intuir que Platinum se ha centrado concretamente en el apartado jugable, siendo la historia un elemento relegado a un plano secundario, una mera excusa para ofrecernos acci¨®n sin descanso.

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Para disfrutar en solitario

El modo campa?a est¨¢ compuesto de cinco actos, cada uno subdividido en un n¨²mero variable de misiones. ?ste puede llegar a completarse en unas 7 horas aproximadamente en la primera partida, seleccionando el nivel normal. Elegir el modo f¨¢cil o autom¨¢tico puede convertir el avance en un paseo y por consiguiente rebajar sustancialmente la duraci¨®n, pero solo apreciaremos la verdadera esencia escogiendo niveles de dificultad superiores, viviendo momentos que suponen un aut¨¦ntico desaf¨ªo. Pese a que pueda parecer una experiencia breve, hay que decir que no se ha desaprovechado ni un minuto, con una puesta en escena sobrecogedora y unos niveles de acci¨®n llevados al l¨ªmite, donde la sensaci¨®n de repetici¨®n brilla por su ausencia gracias a la variedad de situaciones ofrecidas. Por otro lado, estamos delante de un t¨ªtulo rejugable como pocos gracias a la diversidad de formas de superar los niveles. La profundidad del sistema de juego hace que queramos repetir la campa?a hasta la saciedad y as¨ª mejorar nuestra puntuaci¨®n en un juego, que al igual que Bayonetta, penaliza las muertes restando puntos al final del nivel. Aparte de la campa?a principal, disponemos del modo desaf¨ªo, donde podemos disputar batallas con grandes grupos de enemigos. Tambi¨¦n podemos volver a repetir las misiones de la campa?a, con el objetivo de mejorar nuestra puntuaci¨®n.

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El dise?o del sistema jugable de Vanquish ha propiciado que la experiencia est¨¦ pensada y solo pueda ser disfrutada para un solo jugador, con una ausencia total de modos online. Como ya coment¨® en su momento su creador, algunos elementos presentes en el sistema de juego no hacen posible su traslado a entornos con m¨¢s jugadores, y hacerlo supondr¨ªa bajar enteros la calidad respecto al modo individual. En cierto modo se entiende y se puede perdonar gracias a la rejugabilidad que alarga enteros las horas de juego, m¨¢s all¨¢ de la duraci¨®n de la campa?a individual en s¨ª. En cierto modo, recupera el planteamiento de los arcades de anta?o, que pese a su corta duraci¨®n se pod¨ªan repetir hasta la saciedad y disfrutar casi como si fuera la primera vez, a diferencia de muchos t¨ªtulos actuales.

Apartado t¨¦cnico

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Gr¨¢ficamente hablando, Vanquish alcanza un alt¨ªsimo nivel. Los modelados de los personajes son sobresalientes, dotados de unas n¨ªtidas texturas cargadas de detalle. La cantidad de elementos que podemos encontrar en pantalla movi¨¦ndose constantemente, explosiones, efectos de part¨ªculas, juegos de luces y sombras y constantes r¨¢fagas de disparos muestran un nuevo techo a batir. Hay cantidad y calidad, todo sin el m¨¢s m¨ªnimo indicio de ralentizaci¨®n alguna. Realmente, las im¨¢genes est¨¢ticas no hacen justicia al impacto visual que supone disfrutar del t¨ªtulo, una vez vemos todo lo que mueve el motor gr¨¢fico a la vez sin despeinarse en ning¨²n momento, ni en las situaciones con m¨¢s carga poligonal.

Este gran apartado gr¨¢fico viene apoyado en gran parte por el excelente dise?o art¨ªstico que le acompa?a y lo complementa. Se pueden apreciar evidentes influencias de otra creaci¨®n de Shinji Mikami, Product Number 03 de Gamecube, tanto en el aspecto futurista de algunos entornos, como en el uso de un traje espacial, donde ¨¦ste ¨²ltimo a su vez, guarda ciertas similitudes en cuanto a dise?o con el traje del Jefe Maestro en Halo, aunque con una apariencia m¨¢s ?est¨¦ril', por as¨ª decirlo. La colonia espacial Providence, pese a que pueda parecer un entorno limitado, alberga una inesperada variedad de escenarios. Podemos encontrar desde instalaciones donde predominan tonos met¨¢licos en casi la totalidad del escenario, hasta t¨²neles subterr¨¢neos y entornos naturales entre muchos otros.

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Las animaciones son satisfactorias en t¨¦rminos globales y se caracterizan por su espectacularidad y puesta en escena, en un t¨ªtulo donde no solo se dispara sin cesar. Todas ellas muestran un Sam acrob¨¢tico que se mueve con total soltura por el escenario.  Destacan en este aspecto las elaboradas secuencias QTE, que se intercalan en medio de la batalla siempre de forma inesperada. No aparecen muy frecuentemente, pero destilan estilo por los cuatro costados y rompen de forma positiva el ritmo de juego. 

El apartado sonoro cumple con su cometido, haciendo gala de conduntentes temas techno en los momentos m¨¢s fren¨¦ticos, que destilan ciertas influencias japonesas y acompa?an perfectamente al dinamismo que el juego atesora. Los efectos de sonido presentes en la batalla, tambi¨¦n rozan un gran nivel, conformando una amalgama de disparos y explosiones que nos sumergen de lleno en la lograda ambientaci¨®n de la que hace gala el t¨ªtulo. Para terminar de redondear este apartado, el t¨ªtulo ha sido ¨ªntegramente traducido y doblado a nuestro idioma, con una interpretaci¨®n correcta, que solo queda un poco por debajo de las voces en ingl¨¦s. En un mercado donde inexplicablemente a veces llegan productos ni siquiera subtitulados, se agradece el esfuerzo de localizaci¨®n. Todo un esfuerzo por parte de Sega que denota la confianza puesta en Vanquish y un ejemplo a seguir para otras compa?¨ªas.

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Cara a cara

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En cuanto a diferencias entre versiones, podemos afirmar que en Platinum Games han aprendido de los errores cometidos en Bayonetta, donde en aquel caso las diferencias en las dos ediciones se manifestaban claramente ante nuestros ojos en forma de una tasa de fotogramas considerablemente menor y unas texturas apagadas y menos definidas en la sobremesa de Sony, provocados por el hecho de ser un desarrollo pensado para 360. Los escollos que aparecieron durante la conversi¨®n, hicieron que Platinum Games no quisiera hacerse cargo de la conversi¨®n a PlayStation 3, siendo la propia Sega la encargada de dicha tarea. Y es que como ya han remarcado muchos desarrolladores, la arquitectura del hardware de PlayStation 3 hace que sea m¨¢s sencillo empezar un desarrollo en dicha plataforma para luego adaptarlo a la sobremesa de Microsoft, y no al rev¨¦s. Por suerte, esta tendencia est¨¢ arraigando en los estudios de desarrollo, y as¨ª ha ocurrido en Vanquish. En esta ocasi¨®n, nos encontramos con dos versiones bastante similares y depuradas en el apartado t¨¦cnico, por lo que no habr¨¢ ning¨²n aspecto relevante a la hora de decidirse por una versi¨®n u otra.

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