
Sengoku Basara Samurai Heroes
Uno contra todos
La franquicia Sengoku Basara, conocida hasta hace poco en occidente como Devil Kings, alcanza su tercera entrega numerada con un nuevo t¨ªtulo en el que debemos hacer frente a todo un ej¨¦rcito usando nuestras excepcionales aptitudes para el combate. La unificaci¨®n de Jap¨®n depende de nosotros.
Beat 'em up o brawler, un g¨¦nero cl¨¢sico del videojuego inaugurado por Renegade (Technos, 1986), que se caracteriz¨® en su primera ¨¦poca por contar con t¨ªtulos de ambientaciones urbanas en las que el h¨¦roe de turno deb¨ªa enfrentarse a cuanto indeseable se le pusiera por delante para rescatar a la consabida damisela en apuros. Sucios callejones, viejas estaciones de metro, antros nocturnos habituados a los combates clandestinos? Final Fight (Capcom, 1989) es sin duda el m¨¢s famoso y laureado ejemplo en la primera era de un g¨¦nero que por estos lares sol¨ªa ser conocido como 'yo contra el barrio'. Tras vivir una ¨¦poca dorada en los salones recreativos durante la primera mitad de los noventa, el beat 'em up entr¨® en una profunda crisis al no saber adaptarse a los nuevos tiempos acontecidos tras la llegada de la generaci¨®n de los 32 bits y la definitiva implantaci¨®n de las tres dimensiones poligonales. Tuvo que ser Koei la que, ya en 2000 y con uno de los primeros t¨ªtulos programados para PlayStation 2, diera con la clave para adaptar el cl¨¢sico brawler callejero al siglo XXI.

Dicho t¨ªtulo llev¨® por nombre Shin Sangoku Musou (Dynasty Warriors 2 en occidente), y alcanz¨® el ¨¦xito gracias a la acertada decisi¨®n de elevar hasta el infinito los que ven¨ªan siendo elementos cl¨¢sicos del g¨¦nero. Si en los antiguos brawlers nos mov¨ªamos por s¨®rdidos, oscuros y estrechos callejones, ahora nos desplaz¨¢bamos libremente por un gigantesco campo de batalla. Si antes ¨¦ramos el h¨¦roe solitario que med¨ªa sus pu?os contra un pu?ado de macarras locales, ahora deb¨ªamos enfrentarnos a ej¨¦rcitos enteros siendo uno m¨¢s entre los generales de nuestra armada. Si anta?o todo se reduc¨ªa a rescatar a nuestra novia de las garras del mafiosillo de turno, ahora nos ve¨ªamos inmersos en una odisea ¨¦pica en aras de unir a un pa¨ªs desgarrado por la guerra. La franquicia Dynasty Warriors supuso un ¨¦xito sin precedentes para la compa?¨ªa que la dio a luz, llegando muchas de las sucesivas secuelas y spin-offs de la serie a superar el mill¨®n de unidades vendidas en Jap¨®n.

Tama?o ¨¦xito (que s¨®lo lleg¨® a ser relevante en Jap¨®n, ya que las ventas sol¨ªan y suelen ser infinitamente m¨¢s modestas en occidente) propici¨® que otras desarrolladoras se subieran al carro de esta nueva encarnaci¨®n del brawler conocida como beat 'em up masivo. Una de ellas es Capcom, la cual lanz¨® en 2005 para PS2 el juego Sengoku Basara (Devil Kings en occidente), t¨ªtulo basado en el periodo japon¨¦s conocido como Sengoku o ¨¦poca de los estados guerreros (mediados del siglo XV D.C. hasta comienzos del siglo XVII), una era caracterizada por las cruentas guerras civiles que se desataban continuamente por todo el pa¨ªs dado que no exist¨ªa una fuerza claramente dominante que pudiera unificar con garant¨ªas todo el territorio nip¨®n bajo una misma bandera. Curiosamente, un a?o antes Koei lanzaba su propia apuesta ambientada en el periodo Sengoku con un spin-off de Dynasty Warriors llamado Sengoku Musou (Samurai Warriors en occidente).
Vamos, al¨¦grame el d¨ªa... |
A pesar de que Samurai Warriors ganaba claramente la partida a Sengoku Basara en cuanto a ventas y popularidad, ello no fue impedimento para que la reci¨¦n nacida franquicia de Capcom tambi¨¦n se hiciera un hueco en el mercado, alcanzando un ¨¦xito considerable en tierras niponas que dio inicio a una saga que se extendi¨® en a?os sucesivos con los t¨ªtulos Sengoku Basara 2 (2006, lanzado s¨®lo en Jap¨®n para PS2, contando adem¨¢s con una ampliaci¨®n -SB Heroes- que vio la luz un a?o despu¨¦s tambi¨¦n para Wii), Sengoku Basara X (lanzado para PS2 en 2008 y quiz¨¢s el t¨ªtulo m¨¢s interesante de la franquicia, dado que se trataba de un juego de lucha bidimensional programado por Arc System Works, grandes maestros del g¨¦nero) y Sengoku Basara: Battle Heroes, t¨ªtulo que vio la luz para PSP ya en 2009. Ahora Capcom vuelve a repetir jugada con Sengoku Basara: Samurai Heroes, juego destinado a PS3 y Wii que afortunadamente ha acabado viendo la luz en occidente (hasta ahora s¨®lo la primera entrega, con cambios significativos, lleg¨® a salir de Jap¨®n), y que coincide en el tiempo con otros grandes lanzamientos en el g¨¦nero como pueden ser Samurai Warriors 3 o el ya inminente El Pu?o de la Estrella del Norte.
El beat 'em up masivo sigue contando con el benepl¨¢cito del p¨²blico japon¨¦s, ya que el estreno de este nuevo Sengoku Basara en el pa¨ªs del sol naciente dio como resultado unas m¨¢s que significativas ventas de 300.000 unidades que lo situaron en el puesto n¨²mero uno del Top 10 nip¨®n durante algunas jornadas. Son unas cifras que se encuentran muy por debajo del mill¨®n de unidades que sol¨ªan vender en sus primeros d¨ªas los Dynasty Warriors de Koei lanzados en PS2, pero sin duda habr¨¢n reportado ping¨¹es beneficios a Capcom dado que el coste de desarrollo de este Sengoku Basara: Samurai Heroes ni mucho menos ha sido tan amplio como el de un triple A tipo Resident Evil. Una vez finiquitada la introducci¨®n, es hora de entrar en faena para desgranar las virtudes y defectos de un t¨ªtulo que como m¨ªnimo consigue ser un digno representante del g¨¦nero.

Hace mucho tiempo, en una tierra muy lejana?

Tal y como acabamos de mencionar en la introducci¨®n, Sengoku Basara: Samurai Heroes se encuentra ambientado en uno de los periodos m¨¢s turbulentos de la historia de Jap¨®n, repleto de intensas y constantes luchas por el poder que desembocaban en cruentas guerras civiles en las que nadie parec¨ªa contar con las fuerzas suficientes como para imponerse a los dem¨¢s y unificar el pa¨ªs bajo una misma bandera. En concreto, el juego que nos ocupa parte de hechos acontecidos cuando el siglo XVI encaraba su recta final. Despu¨¦s de casi 150 a?os de luchas fratricidas en un pa¨ªs cuya espiral de violencia parece no tener fin, el se?or de la guerra Nobunaga Oda logra alcanzar a sangre y fuego la pacificaci¨®n de pr¨¢cticamente todo el territorio japon¨¦s. Sin embargo, el poderoso general acaba sucumbiendo, v¨ªctima de la traici¨®n de uno de sus hombres de confianza, por lo que Jap¨®n vuelve a verse sumido en el caos a lo largo de varias d¨¦cadas m¨¢s.
Son pr¨¢cticamente innumerables los clanes que comienzan a guerrear entre ellos para hacerse con un trozo del territorio nip¨®n, aunque a lo largo del juego veremos como dos bandos llevan claramente la voz cantante: los Tokugawa, liderados por Ieyasu Tokugawa, y los Toyotomi, liderados por Mitsunari Ishida, un hombre consumido por una insaciable sed de venganza. Tanto los personajes aqu¨ª nombrados como el argumento que acabamos de desgranar est¨¢n basados en hechos hist¨®ricos reales, aunque la interpretaci¨®n de dichas cr¨®nicas por parte de Capcom es bastante libre, encontr¨¢ndose repleta de licencias en aras de aumentar la espectacularidad y fantas¨ªa tal y como suele suceder en el terreno del manganime cuando se adapta alg¨²n cap¨ªtulo de la historia nipona. Para distanciarse de Samurai Warriors 3 (disponible s¨®lo en Wii), el principal competidor de Sengoku Basara dado que ambos t¨ªtulos comparten argumento, personajes, situaciones y mec¨¢nica, el juego que nos ocupa apuesta por un enfoque humor¨ªstico y desenfadado, con personajes m¨¢s que pasados de vueltas, di¨¢logos aut¨¦nticamente jocosos (prestad atenci¨®n a las conversaciones que se producen en mitad de la batalla, ya que muchos de estos comentarios no tienen desperdicio) y situaciones estramb¨®ticas.

Nobunaga regresar¨¢ del averno con la intenci¨®n de reducir Jap¨®n a cenizas. |
Tampoco os extra?¨¦is si os topais con elementos que poco o nada tienen que ver con la ¨¦poca en la que el juego se encuentra ambientado o incluso con la fantas¨ªa ¨¦pica inherente a esta clase de producciones. En Sengoku Basara es normal encontrarse con guerreros empu?ando ametralladoras gatling o lanzacohetes, o con tanques dotados de enormes taladros que les permiten horadar el suelo como si de gigantescas lombrices de tierra se trataran, o con robots surcando los cielos mediante mochilas propulsoras, o con ara?as mec¨¢nicas que nos pondr¨¢n las cosas muy pero que muy dif¨ªciles? Sin duda, uno de los mayores encantos de Sengoku Basara reside en que no saber qu¨¦ sorpresa nos aguardar¨¢ en la siguiente fase, lo cual dice mucho a su favor en aras de tratar de esquivar la siempre incipiente monoton¨ªa en lo referente a mec¨¢nica y desarrollo con la que se suele crucificar a esta clase de producciones.
Este tanque nos dar¨¢ bastantes quebraderos de cabeza. |
Por regla general, Sengoku Basara sigue punto por punto el proceso ya visto en los numerosos beat 'em ups masivos de Koei, superando a ¨¦stos en algunos aspectos, aunque encontr¨¢ndose por detr¨¢s en otros. La acci¨®n comienza en un mapa del territorio japon¨¦s en el que los diferentes clanes comienzan a formar alianzas o a luchar entre ellos, todo de forma autom¨¢tica. Nuestra ¨²nica opci¨®n de interacci¨®n en esta parte del juego consiste en elegir el siguiente ej¨¦rcito a atacar, siempre y cuando m¨¢s de uno se nos ponga a tiro, lo que da lugar a diferentes hilos narrativos que desembocar¨¢n en distintos finales una vez hayamos logrado la unificaci¨®n de Jap¨®n. Con ello se consigue algo de variedad, dado que la repetici¨®n de escenarios podr¨ªa llegar a cansar en el caso de que cada personaje siguiera un ¨²nico camino prefijado. Una vez seleccionado el campo de batalla, llega el momento de equipar a nuestro general con las armas, ¨ªtems y guardaespaldas que hayamos conseguido previamente, ya sea en batallas previas o adquiri¨¦ndolos en la tienda accesible desde el mismo men¨² previo a la refriega.
Magoichi Saika era en Samurai Warriors un mujeriego brabuc¨®n, mientras en Sengoku Basara se convertir¨¢ en una mujer de armas tomar. |
La cifra de personajes seleccionables en Sengoku Basara: Samurai Heroes asciende a 16, muy por debajo de la de Samurai Warriors 3 (37), y m¨¢s a¨²n de la del hoy por hoy mejor juego del g¨¦nero (Warriors Orochi 2, donde pr¨¢cticamente se alcanza el centenar de guerreros controlables). Al menos, las diferencias entre los personajes de SB: Samurai Heroes son bastante m¨¢s marcadas de lo habitual, por lo que dar¨¢n un rendimiento mayor del que en un principio se les presupone. Una vez hemos entrado en el campo de batalla, nos encontraremos con escenarios de libre exploraci¨®n divididos en secciones que por regla general estar¨¢n ocupadas por un campamento enemigo. Dichos campamentos generan soldados de forma continua, por lo que para contar con nuestro propio ej¨¦rcito deberemos derrotar al comandante de campo de cada secci¨®n. Por supuesto, el enemigo tambi¨¦n puede hacer lo propio con nuestros campamentos, por lo que siempre ser¨¢ conveniente echar vistazos regulares al mapa general ubicado en la esquina superior derecha de la interfaz de juego.
Oichi, uno de los personajes m¨¢s poderosos y temibles del juego. |
Los escenarios de Sengoku Basara: Samurai Heroes son bastante m¨¢s cerrados respecto a los vistos en los juegos de Koei, ya que por regla general se componen de peque?os campamentos y zonas de batalla interconectadas mediante estrechos pasillos en lugar de los campos abiertos y grandes llanuras presentes en otros t¨ªtulos. Al menos ello permite prestar una mayor atenci¨®n al detalle, por lo que la riqueza visual de cada campo de batalla se encuentra por encima de la media en lo referente a esta clase de juegos. Ya centr¨¢ndonos en nuestro guerrero, ¨¦ste hace gala de los consabidos combos y t¨¦cnicas especiales que nos posibilitar¨¢n arrasar con todo lo que se nos ponga por delante. Ya desde la primera entrega de la franquicia, Capcom dej¨® claro que quer¨ªa distanciarse de otros t¨ªtulos del g¨¦nero haciendo especial hincapi¨¦ en la espectacularidad, por lo que nuestros guerreros, que adquirir¨¢n t¨¦cnicas y movimientos especiales cada vez m¨¢s poderosos conforme acaparan puntos de experiencia, son capaces de ejecutar golpes y combinaciones francamente asombrosas. El sistema de control tambi¨¦n es el habitual en este tipo de juegos: usamos la cruceta o el stick para mover a nuestro guerrero, el bot¨®n cuadrado para los ataques normales, el tri¨¢ngulo para los ataques potentes, el c¨ªrculo para los ataques Musou (en esta ocasi¨®n llamados Basara, aunque la filosof¨ªa es exactamente la misma: ejecutar la t¨¦cnica m¨¢s poderosa de cada guerrero tras llenar una barra destinada a tal efecto) y la equis para saltar.
Los botones superiores quedan reservados para ejecutar el llamado Tiempo de H¨¦roe (una especie de tiempo bala que nos permitir¨¢ ralentizar todo lo existente a nuestro alrededor durante unos segundos para causar estragos sin que los enemigos puedan reaccionar), bloquear ataques y acceder a nuevas t¨¦cnicas especiales. Los combos de nuestros personajes no son muy numerosos, dado que se busca la accesibilidad y facilidad de control en detrimento de la profundidad y complejidad a la hora de luchar. As¨ª, por regla general no existen combinaciones de ataques que exijan el uso para su realizaci¨®n de m¨¢s de un par de botones de acci¨®n. En lo que s¨ª destaca el sistema de combate de Sengoku Basara es en la facilidad que se nos da para enlazar los distintos ataques de nuestro personaje, pudiendo alcanzar combos de impacto que llegan a superar los quinientos golpes, algo que nos har¨¢ entrar en un estado llamado Furor en el que adquiriremos m¨¢s poder de ataque e incluso tendremos disponibles nuevas t¨¦cnicas en el caso de algunos personajes.
Acumulando experiencia lograremos ejecutar t¨¦cnicas tan mort¨ªferas y espectaculares como esta. |
El sistema de control en Wii, al tratarse de un t¨ªtulo 100 % arcade, sufre bastante si ¨²nicamente disponemos del combo Nunchuk + Wiimote, dado que ni mucho menos fue pensado para esta clase de juegos. Se usan todos los botones del mando excepto el bot¨®n 2, por lo que la poca accesibilidad de muchos de estos controles repercute en que sea m¨¢s dif¨ªcil enlazar ataques con suficiente soltura. Incluso deberemos agitar el mando para activar la t¨¦cnica Basara, aunque afortunadamente en el men¨² de opciones puede graduarse la sensibilidad del detector de movimientos del Wiimote para que no acabemos activ¨¢ndola involuntariamente cada dos por tres. Todos estos problemas desaparecen cuando usamos un pad cl¨¢sico (ya sea la versi¨®n normal o la pro), ya que entonces el juego llega a ser tan accesible en Wii como lo es en PS3. Eso s¨ª, mucho ojo si sol¨¦is usar un mando de GameCube para jugar a esta clase de t¨ªtulos, dado que Sengoku Basara no incluye soporte para el pad de la a?orada e inolvidable consola de 128 bits de Nintendo.
Nobunaga, el rey demonio, no dejar¨¢ de demostrar por qu¨¦ debe ser temido. |
Entrando ya en la jugabilidad propiamente dicha (id¨¦ntica en ambas versiones), Sengoku Basara tambi¨¦n sigue punto por punto las caracter¨ªsticas inherentes al g¨¦nero. El juego que nos ocupa es un arcade sencillo y directo, por lo que olvidaos de cualquier tipo de complejidad, profundidad jugable o giros en lo referente a la mec¨¢nica y desarrollo de la partida. Todo consiste en aplastar, nivel tras nivel, a centenares de soldados a base de machacar botones. Sin embargo, no porque siempre nos encontremos haciendo lo mismo debe el juego tacharse de mon¨®tono o aburrido, tal y como siempre suele suceder cuando se habla de un beat 'em up, ya que al fin y al cabo son much¨ªsimos los g¨¦neros (juegos de f¨²tbol o t¨ªtulos de lucha, por poner un par de ejemplos) cuyas mec¨¢nicas consisten en hacer exactamente lo mismo una y otra vez. Lo importante en esencia es que Sengoku Basara sepa divertir a los aficionados a esta clase de t¨ªtulos, y sin duda lo consigue, aunque existen varios puntos oscuros que lastran significativamente la experiencia.

La IA de los soldados rasos presentes en estos juegos suele ser bastante baja, ya que est¨¢n ah¨ª poco m¨¢s que para servir de sparrings frente a nuestros ataques. Ello seguramente se debe al enorme n¨²mero de unidades enemigas que se agolpan en pantalla, las cuales har¨ªan que la aventura fuera pr¨¢cticamente imposible si todos atacaran al un¨ªsono y sin cuartel. Sin embargo, en Sengoku Basara dicha IA es incluso m¨¢s baja de lo habitual, encontr¨¢ndonos con que la capacidad de reacci¨®n de los enemigos normales es inferior a cualquier otra vista en el g¨¦nero. Ni siquiera los comandantes (que cuentan con nombre propio y aspecto distinto a los soldados rasos) est¨¢n a la altura de las circunstancias, algo que s¨ª sucede en los juegos que son competencia de este Sengoku Basara. As¨ª, el 99 % de los enemigos a los que nos enfrentamos s¨®lo llegar¨¢n a molestarnos en el nivel dif¨ªcil, aunque m¨¢s por el hecho de que sus ataques restan m¨¢s salud que porque su IA les permita ofrecer una mayor resistencia. Tres cuartos de lo mismo puede aplicarse a los soldados aliados de nuestro personaje, encontr¨¢ndonos con que se limitan a quedarse parados frente a los enemigos para atacar muy de vez en cuando.
Tomar posesi¨®n de los campamentos enemigos es tambi¨¦n algo demasiado sencillo, dado que los comandantes de campo permanecen est¨¢ticos en un ¨²nico lugar (una especie de atrio), haciendo que sea pan comido localizarlos y atacarles hasta acabar con ellos. As¨ª, los ¨²nicos adversarios que estar¨¢n a la altura de nuestro personaje ser¨¢n los generales enemigos, con una media de dos o tres por nivel, dotados de una IA a la altura de las circunstancias y una variedad de ataques y t¨¦cnicas capaces de rivalizar con las nuestras. Como generalmente debemos vernos las caras con ellos cuando el nivel se encuentra bastante avanzado o ya casi terminado, morder el polvo significar¨¢ comenzar la fase desde el principio. Y es que en Sengoku Basara no existen checkpoints o la posibilidad de salvar partida en mitad de una batalla.
As¨ª, ¨²nicamente al finalizar la fase en curso podremos guardar nuestro progreso. Esto no deber¨ªa ser tomado como algo negativo, dado que en estos tiempos que vivimos de nulos niveles de dificultad, regeneraciones autom¨¢ticas de salud y checkpoints a cada paso que damos es agradable encontrarse con un juego que te presenta un desaf¨ªo que tendr¨¢ consecuencias negativas en el caso de no ser superado. As¨ª, acabar una fase de Sengoku Basara en modo dif¨ªcil producir¨¢ una sensaci¨®n de satisfacci¨®n ya casi extinta en el d¨ªa a d¨ªa de nuestra querida afici¨®n, as¨ª como un agradable suspiro de alivio al ser conscientes de acabar de superar un escollo que nos podr¨ªa haber hecho regresar al punto de partida.
Los pu?os de Ieyasu son tan mort¨ªferos como contundentes. |
En lo referente a la parcela multijugador, poco que decir, o m¨¢s bien nada. Sengoku Basara no cuenta con ninguna opci¨®n de juego por internet, ni tan siquiera la de disfrutar de la experiencia junto a un segundo jugador online, existiendo ¨²nicamente el cl¨¢sico modo dos jugadores a pantalla partida en una misma consola. Una pena, dado que un modo versus con varios jugadores tomando el control de los generales de ej¨¦rcitos opuestos podr¨ªa haber dado lugar a batallas m¨¢s que interesantes.
La pantalla partida va como una seda en PS3, mientras en Wii sufre de algunos tirones y un perceptible baj¨®n gr¨¢fico. |
Apartado audiovisual

El motor gr¨¢fico encargado de mover el juego responde al nombre de MT Framework, el cual comienza a ser conocido como el 'Unreal Engine 3 de Capcom' dado que la compa?¨ªa nipona lo est¨¢ usando para dar a luz sus principales proyectos. Resident Evil 5, Lost Planet 2 o el futurible Marvel Vs. Capcom 3 son ejemplos de t¨ªtulos auspiciados por dicho motor, dejando con ello constancia de la potencia y eficacia del engine. Sin embargo, Sengoku Basara: Samurai Heroes ha sido programado usando una versi¨®n light del mismo (denominada MT Framework Lite), adaptada para poder correr bajo el hardware de Wii, por lo que el nivel gr¨¢fico se encuentra claramente por debajo de los tres t¨ªtulos antes mencionados en el caso de la versi¨®n PS3. Eso s¨ª, al haberse usado la consola de Nintendo como plantilla, la versi¨®n Wii de Sengoku Basara luce realmente bien, lo que unido al soporte para 60 hz y HDTV hace que en cuanto a nivel t¨¦cnico se sit¨²e muy por encima de Samurai Warriors 3, su principal rival. Tal y como mencionamos unos p¨¢rrafos m¨¢s atr¨¢s, lo m¨¢s destacable del juego son sus escenarios, aunque el resto de elementos tambi¨¦n rayan a un nivel notable. Capcom se ha centrado tanto en mantener una tasa estable de frames por segundo como en evitar en todo momento las ralentizaciones, algo que consigue de sobra ya que por muchos soldados y efectos gr¨¢ficos que se agolpen en pantalla el engine no se desestabilizar¨¢ en lo m¨¢s m¨ªnimo.

Todo gracias a que, cuando el n¨²mero de elementos en juego fuercen el motor gr¨¢fico al l¨ªmite, se utilizar¨¢ el viejo truco de hacer desaparecer soldados por arte de magia, para que as¨ª no corra peligro la estabilidad del engine. As¨ª, en grandes aglomeraciones no ser¨¢ extra?o encontrarnos con que al dar un giro aparecen ante nuestras narices enemigos que antes no estaban all¨ª. La versi¨®n PS3, al ser una adaptaci¨®n de la de Wii, se encuentra por debajo de la media habitual en cuanto a aprovechamiento de sus posibilidades. Eso s¨ª, Capcom ha procurado realizar una adaptaci¨®n a la altura de las circunstancias, por lo que no se ha limitado simplemente a reescalar la versi¨®n Wii tal cual a la alta definici¨®n. As¨ª, en PS3 podremos disfrutar de un juego a pantalla partida mejor implementado, texturas de mayor calidad (y por supuesto tambi¨¦n mayor resoluci¨®n), efectos gr¨¢ficos y lum¨ªnicos m¨¢s trabajados y modelados suavizados (en Wii abundan los dientes de sierra por doquier), dotados de algo m¨¢s de detalle. Dado que los juegos de Koei lanzados en PS3 tampoco es que sean el sumun en lo que a gr¨¢ficos se refiere (la mayor¨ªa han sido construidos con engines parcheados y reciclados de la anterior generaci¨®n), nos encontramos con que Sengoku Basara es el mejor beat 'em up masivo (a nivel t¨¦cnico) disponible para la plataforma de Sony.

Desafortunadamente, la c¨¢mara no se encuentra todo lo bien nivelada que ser¨ªa de esperar. La acci¨®n de Sengoku Basara transcurre en un plano bastante cercano (seguramente con vistas a engrandecer la anteriormente mencionada espectacularidad de los combates del juego), por lo que generalmente no veremos a los enemigos que provienen de los laterales y de detr¨¢s nuestra hasta que ya los tengamos encima. Aunque se puede manipular la c¨¢mara usando el stick derecho, no es posible alejar el plano de acci¨®n, por lo que el problema persistir¨¢ por mucho que hagamos para tratar de evitarlo. Si a esto a?adimos que la c¨¢mara se vuelve loca en ciertos lugares (principalmente rincones y espacios cerrados), y que no podremos centrarla en un enemigo en concreto (algo que habr¨ªa sido muy ¨²til en las batallas contra los generales de cada ej¨¦rcito), nos encontramos con un lastre en ocasiones significativo para nuestra experiencia de juego.
En lo que a la banda sonora se refiere, Sengoku Basara: Samurai Heroes tambi¨¦n sigue punto por punto las directrices marcadas por los juegos de Koei, encontr¨¢ndonos ante m¨²sica instrumental de buena calidad que en ocasiones no casa bien con lo que sucede en pantalla debido a sus ritmos guitarreros y trepidantes, m¨¢s cercanos a lo que ser¨ªa de esperar en un juego de ambientaci¨®n contempor¨¢nea. En cuanto a las voces, el juego se encuentra ¨²nicamente doblado al ingl¨¦s, aunque los textos s¨ª han sido localizados al castellano. Desconocemos si la versi¨®n japonesa habr¨¢ sido doblada al idioma nip¨®n (Capcom es una de las compa?¨ªas m¨¢s taca?as y estrechas de la industria en lo que a doblajes se refiere, dado que en la mayor¨ªa de ocasiones ni siquiera localizan los juegos al idioma de su tierra natal), aunque el hecho evidente es que los personajes s¨®lo hablar¨¢n en la lengua de Shakespeare.
Dado que en la era Sengoku no hab¨ªa balones, los futbolistas se apa?aban con lo primero que ten¨ªan a mano, en este caso los propios espectadores. |



Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.