Libertad esclava

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El equipo de Ninja Theory se dio a conocer en su momento por hacer Kung Fu Chaos, aunque no fue hasta el anuncio de la exclusividad para Playstation 3 de su siguiente proyecto, Heavenly Sword. Era una de las grandes apuestas de Sony para el lanzamiento de su consola, y ese hack and slash, a pesar de no estar entre los grandes del g¨¦nero, demostr¨® algunas buenas maneras en diversos apartados. Su excesiva simpleza fue objeto de cr¨ªticas, eso s¨ª. Y es algo que, ciertamente, se puede detectar tambi¨¦n en Enslaved. Proyecto anunciado el a?o pasado que traspasa el g¨¦nero de Heavenly Sword para ofrecer una experiencia variada y entretenida. Empezamos, esclavo?

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Estamos en una c¨¢psula, encerrados sin saber exactamente qu¨¦ pasa. Cuando conseguimos salir de ella, vemos que nuestro transporte a¨¦reo se va a pique irremediablemente. En este inicio de juego, Enslaved presenta sus controles a modo de tutorial mientras perseguimos a una de las prisioneras en su b¨²squeda de una salida. Un inicio fren¨¦tico en el que poca cosa entendemos. Solo avanzamos por donde se nos permite. Una vez escapamos -de una forma poco ortodoxa, eso s¨ª- empezar¨¢ una aventura que ir¨¢ agrand¨¢ndose paso a paso con m¨¢s de una sorpresa a nivel argumental.

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Los protagonistas son Trip y Monkey. La chica, despu¨¦s de la introducci¨®n, ha tramado un plan para salvar su vida. Nos esclaviza  con un objeto modificado de los enemigos para obligarla a llegar a casa. Su poblaci¨®n se encuentra a 600 kil¨®metros de donde se estrell¨® la nave en la que ella, Monkey y otros humanos hab¨ªan sido esclavizados, y es consciente que tal y como est¨¢ el planeta, no llegar¨ªa con vida. Esto le permite ordenar a Monkey que la ayude, ya que tiene control sobre ¨¦l y puede castigarlo si no cumple. Adem¨¢s, el fortach¨®n protagonista no tiene escapatoria. Si Trip muere, ¨¦l sufrir¨¢ una descarga tan poderosa que tambi¨¦n ser¨¢ hombre muerto. Sin elecci¨®n posible, elegimos acompa?ar a la joven misteriosa para salvar, de paso, nuestra vida tambi¨¦n.

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M¨¢s all¨¢ de una trama argumental efectista, aunque sencilla, lo que destaca desde un primer momento es la relaci¨®n entre los dos protagonistas. En primera instancia Monkey se encuentra esclavo de su compa?era, aunque nada m¨¢s lejos de la realidad. Trip acabar¨¢, en muchos casos, haciendo lo que nosotros ordenemos, mostrando en escena una curiosa relaci¨®n -bien hilvanada dicho sea de paso- en la que la esclavitud, o necesidad, es mutua a pesar de la premisa inicial ya explicada. Finalmente, es la confianza y las habilidades de cada uno lo que permiten a ambos ir avanzando. Ya que llegar al pueblo de Trip no es un destino, sino parte de un camino que por obligaci¨®n recorrer¨¢n casi de la mano.

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Podemos definir la obra de Ninja Theory como una aventura de acci¨®n que une, de manera m¨¢s que notable, distintos elementos para hilar de manera coherente el desarrollo de la trama. Nuestro primer contacto nos presenta unos combates cuerpo a cuerpo t¨ªpicos de los Hack and Slash -g¨¦nero donde podr¨ªamos incluir el anterior proyecto de la compa?¨ªa, Heavenly Sword- con unos controles sencillos: bot¨®n de bloqueo, posibilidad de hacer una evasi¨®n, golpes flojos y r¨¢pidos o golpes m¨¢s fuertes pero lentos. Con este abanico de posibilidades, un escudo que pierde energ¨ªa cada vez que detiene un impacto -se regenera a los pocos segundos de descanso- y una barra de vida que pierde cuando recibimos golpes sin nuestra protecci¨®n, nos plantamos ante unos enemigos rob¨®ticos de lo m¨¢s complicados.

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Seguramente en este punto es donde se echa en falta algo m¨¢s de posibilidades. Las combinaciones de ataques no son demasiadas, a pesar de tener un impacto a varios objetivos que sirve para coger un respiro o cargar nuestro bast¨®n -arma principal para ataques fuertes- para dar un golpe contundente. Hay poca variedad, y aunque tenemos herramientas para todas las situaciones, ni mejorando nuestras habilidades de combate en el men¨² -incorporando un par de movimientos nuevos, como un contragolpe- nos sentiremos con un gran abanico de posibilidades. Comandos simples que, eso s¨ª, son suficientes para las situaciones en las que nos coloca Enslaved.

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Y es que al cuerpo a cuerpo, la naturaleza del personaje, se le a?ade la tecnologia de su bast¨®n. Adem¨¢s de dar los golpes m¨¢s mort¨ªferos cuerpo a cuerpo, ¨¦ste tambi¨¦n sirve como si de un rifle se tratara. Recogiendo distintos tipos de munici¨®n por el escenario, podremos disparar a los enemigos -buscando siempre el tiro en la cabeza- para acabar con ellos, desarmar sus escudos o aturdirlos y poder acercarnos para dar el golpe de gracia. Es un elemento diferenciador en este sentido, que sirve para ver la mayor versatilidad del juego respecto a hack and slash m¨¢s puros, con los que poco m¨¢s comparte m¨¢s all¨¢ de los combates cercanos.

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Pero la p¨®lvora est¨¢ presente en m¨¢s elementos.Torretas que coger para limpiar el escenario o metralletas que dejan algunos de los mechas son algunos de los elementos que necesitaremos para seguir nuestro avance. El componente tiroteo est¨¢ presente en diversas ocasiones, y no es una an¨¦cdota. Sencillamente, una parte m¨¢s del puzle. Agrandada sobre todo por los robots enemigos, muchos de los cu¨¢les nos har¨¢n la vida imposible a distancia. La buena noticia es la implementaci¨®n de estos momentos de acci¨®n, que rayan al mismo nivel de calidad que los dem¨¢s combates y no se sonrojar¨ªan ante juegos basados en este tipo de acci¨®n.

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Es una relaci¨®n rec¨ªproca, ya que Monkey cargar¨¢ con ella a sus espaldas cuando no pueda subir por seg¨²n que plataformas; la lanzaremos all¨ª donde nosotros no llegamos para que nos abra camino, la esconderemos en momentos puntuales o le abriremos paso moviendo y levantando elementos pesados. De hecho, una de las paradojas -o un detalle hecho a drede- es que podremos ordenarle acciones: despistar como ya hemos mencionado, ir a alg¨²n lugar, activar palancas o interruptores o desbloquear puertas mientras nosotros le cubrimos las espaldas. Por suerte, no es un compa?ero controlado por la m¨¢quina molesto y que nos deje vendidos como puede pasar en otros juegos, algo que facilita las cosas.

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Todo plantea una variedad importante de situaciones que superar. Desde puzles -sencillos y muy guiados, eso s¨ª- hasta estrategias para superar las dificultades. Nos ayudar¨¢ a travesar una zona con cinco torretas despist¨¢ndolas mientras nosotros vamos buscando cubierto; Pasaremos por lugares  de manera sigilosa al m¨¢s puro estilo Solid Snake o haremos nuestras propias emboscadas para recoger la metralleta de turno y acabar con los enemigos en un santiam¨¦n. Es uno de los puntos fuertes de Enslaved. Tiene herramientas sencillas por separado, pero que juntas permiten ver un dise?o de fases con un ritmo elevado, distintas entre s¨ª y bien encajadas en el hilo narrativo. Aunque por desgracia, la simpleza sea excesiva en un punto concreto.

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Si el primer Prince of Persia de esta generaci¨®n nos demostr¨® que caernos no significaba nada, eliminando el reto de mejorar nuestra habilidad como jugador, en Enslaved, directamente, se nos priva precisamente de eso: caer. No podremos suicidarnos, calcular mal un salto y caer al vac¨ªo. O morir por saltar desde un lugar demasiado elevado. Nuestro personaje s¨®lo enlazar¨¢ plataformas que est¨¦n preparadas para eso, eliminando cualquier dificultad a la hora de ajustar los saltos -si no es posible, simplemente no se ejecutar¨¢- y, tambi¨¦n sea dicho de paso, encorsetando demasiado seg¨²n que situaciones. Si Enslaved no est¨¢ preparado para conectar dos plataformas que por distancias podr¨ªan estarlo, no habr¨¢ manera de conseguirlo. El camino ¨²nico programado es el que se debe escoger.

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Es una mancha negra en el expediente de Enslaved, que todav¨ªa tiene fuerzas para ofrecer m¨¢s variedad jugable. Por ejemplo, en el uso de disco volador -nube le dice Monkey- que nos permite ir a toda velocidad en escenarios, batallas ante otros enemigos y dem¨¢s. Y es que los veh¨ªculos, ya sea de manera directa como este o indirecta en otros casos -con Trip ayudando- son otro factor a tener en cuenta. Todo es bastante sencillo, pero divertido y fren¨¦tico. Salvo, eso s¨ª, las plataformas que ya hemos comentado.

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Enslaved funciona con el ya manido motor Unreal 3. Lo podemos ver desde el primer momento, ya que hay un cierto parecido en el acabado del juego respecto a otros productos. A nivel art¨ªstico, la combinaci¨®n entre la naturaleza, la tecnolog¨ªa y dem¨¢s est¨¢ bien conseguida, aunque lo cierto es que algunos personajes, sin ir m¨¢s lejos el protagonista, no destacan por la originalidad precisamente. Lo mejor, los escenarios. Todo tiene, eso s¨ª, un buen acabado t¨¦cnicamente hablando. El aspecto, desde la paleta de colores a la carga poligonal o las texturas, algunas de ellas simplemente espectaculares, dan un resultado que, aun ser positivo, no est¨¢ exento de problemas.

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Tenemos algunas texturas que se cargan tarde, como pasaba en otros juegos que empezaban con este motor y que luego solventaron. No as¨ª en Enslaved. Otra, algunas bajadas de framerate, que se tambalea en diversas ocasiones cuando se unen muchos enemigos y, adem¨¢s, se est¨¢ en escenarios abiertos. Tampoco convencen algunas animaciones de Trip, demasiado bruscas en sus saltos y movimientos m¨¢s espec¨ªficos, como al agarrarse a salientes. Se echan en falta m¨¢s frames para que tenga m¨¢s fluidez y equipararse a las ¨¢giles acciones del protagonista principal.

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A nivel sonoro, lo m¨¢s destacado son los efectos especiales. Los impactos de las balas, el sonido de las explosiones y dem¨¢s elementos que nos podemos encontrar en las batallas. Las melod¨ªas no van a pasar a la historia, aunque la banda sonora es, como otros apartados, efectista: se adapta perfectamente a las situaciones de sigilo que estemos realizando, las grandes batallas o momentos dram¨¢ticos a la hora de saltar por plataformas que est¨¢n a punto de caerse. Por otro lado, se agradece que el juego llegue completamente doblado y traducido al castellano, aunque el nivel de las voces y la interpretaci¨®n de los protagonistas tal vez no est¨¦ a la altura de la versi¨®n inglesa.

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