NBA 2K11
- PlataformaPC3609PS3
- G¨¦neroDeportes
- DesarrolladorVisual Concepts
- Lanzamiento05/10/2010
- Editor2K Sports
His Airness's back
Los simuladores deportivos han alcanzado su mejor nivel exponencial en la nueva generaci¨®n. Lo que en la ¨¦poca de PS2 era calidad se convierte en puro realismo. Quiz¨¢s se deba a la mejora gr¨¢fica o a la posibilidad de trabajar con una base que nac¨ªa hace m¨¢s de diez a?os, pero lo cierto es que NBA 2K ha llevado la batuta de los juegos de basket desde hace ya alg¨²n tiempo. Michael Jordan se convierte en el mejor anfitri¨®n posible para poner de relieve lo que parec¨ªa un secreto a voces: con una sustancial mejora jugable, nuevos modos de juego y un estilo inconfundible, 2K Sports lleva hasta la en¨¦sima potencia su obra maestra por excelencia.
Mejorar una base impuesta a?o tras a?o en un plazo inferior a los 12 meses de desarrollo es una tarea tan compleja como sufrida para el peque?o grupo que se encarga de ello. El g¨¦nero de las franquicias deportivas es uno de los que m¨¢s inclemencias padecen en este sentido. Lo vemos cada a?o con los referentes futbol¨ªsticos, que apenas son capaces de mejorar uno o dos aspectos muy espec¨ªficos de su rendimiento, como tambi¨¦n en las ramas secundarias de la industria. Son pocas las licencias que han alcanzado la excelencia jugable a la que todos -o casi todos- aspiran en la actualidad: NHL de la mano de EA, Madden, probablemente tambi¨¦n FIFA (aunque siempre est¨¢ sujeto a distintas perspectivas, como bien hemos tenido ocasi¨®n de comprobar en las ¨²ltimas semanas).
La experiencia jugable es lo que define, en fin, que un simulador sea un buen candidato al trono o un ejemplo a seguir. Cuando se trabaja sobre un estilo muy determinado no queda otro remedio que seguir apostando por un mecanismo que puede o no mejorar con el paso del tiempo, siempre sujeto a las posibilidades que ofrece la tecnolog¨ªa. Dec¨ªa uno de los m¨¢ximos responsables de la franquicia baloncestista de 2K que su licencia estaba cerca de alcanzar la excelencia para la que hab¨ªan trabajado durante tantos a?os. Mientras que EA se estancaba absurdamente con NBA Live (por aquello de no haber sabido innovar en los ¨²ltimos cinco a?os de su dilatada carrera), la compa?¨ªa norteamericana parec¨ªa haber dado en el blanco a la hora de plasmar sobre una cancha las sensaciones que transmite un partido de baloncesto. O quiz¨¢s ser¨ªa mejor matizar: de la NBA. A fin de cuentas, el deporte americano cuenta con su peculiar forma de sentir y de expresarse, como todo lo que sale de Estados Unidos.
El mismo ejecutivo era el encargado de poner las barreras de la edici¨®n del presente a?o, liderada por un Michael Jordan que despu¨¦s de su corta andadura en NBA Street parec¨ªa renegar de cualquier participaci¨®n virtual que llegaba a la mesa de su despacho. 'Con este motor gr¨¢fico, y dadas las limitaciones de la generaci¨®n actual, creemos que es imposible que se mejora la sensaci¨®n, el esp¨ªritu y todo elemento secundario de un partido de baloncesto que est¨¦ estrictamente ligado al comportamiento del bal¨®n'. Solucionar la tosquedad de las animaciones cuando el bal¨®n sale del cub¨ªculo, la semejanza virtual de los jugadores menos significativos, las estrategias que se ven¨ªan repitiendo a?o tras a?o? La base, como venimos diciendo, no se puede modificar, pero s¨ª todo lo que la rodea. Por eso no nos extra?os al ver a Jordan como el icono de la edici¨®n de este a?o. Una guinda al excelente trabajo que se ha desarrollado hasta la fecha, algo as¨ª como un grand finale que establece la l¨ªnea a seguir en el futuro. Nos equivocamos.
Quedaba la asignatura pendiente de relacionar directamente esta modalidad con el juego de campo, que se relegaba a la traca de competiciones habilitadas en la edici¨®n de 2010. A saber: Torneo, Temporada, NBA Blacktop (competiciones de mates, triples, acrobacias a la hora de anotar entre dos jugadores?), PlayOffs, Ligas Interactivas, Mi Equipo NBA y Situaci¨®n, donde como el propio nombre indica, es posible ajustar los par¨¢metros de un partido para superar un duro reto como mejor apetezca en cada momento. B¨¢sicamente se ofrece al usuario un amplio espectro de posibilidades para que sea ¨¦l quien decida c¨®mo quiere jugar y a qu¨¦ dedicarse, un hecho que agradece el jugador individual, am¨¦n de la ingente cantidad de modos online que poco o nada var¨ªa esta temporada. Todo lo que ofrec¨ªa NBA 2K10 est¨¢ presente en NBA 2K11 salvo los partidos entre 3vs3 dentro de una cancha com¨²n, una faceta que ha desaparecido para ceder el protagonismo al verdadero h¨¦roe de esta edici¨®n. A ¨¦l le dedicamos las p¨¢ginas de este an¨¢lisis.
La inclusi¨®n de Michael Jordan va mucho m¨¢s all¨¢ de ser un simple reclamo publicitario (que tambi¨¦n, esto es innegable) para captar la atenci¨®n de los nost¨¢lgicos y de los jugadores que ven en His Airness un ejemplo a seguir en los tiempos modernos. El mejor jugador de la historia o un hombre con suerte que apareci¨® en el momento y lugar adecuados. A cada cual corresponde valorar su participaci¨®n durante la d¨¦cada en la que estuvo en activo, entre extra?a retirada al beisbol y regreso por todo lo alto. Sin embargo, 2K ha querido enfatizar la importancia de Jordan como jugador por encima de la figura mitol¨®gica, creada en torno a sus saltos de v¨¦rtigo y a la moda que impuso su particular marca de zapatillas acu?adas por Nike -que probablemente encontr¨® la gallina de los huevos de oro de la ¨¦poca-, entre otras cosas.
La historia de Jordan dif¨ªcilmente puede ser comprendida por el espectador ajeno a aquella circunstancia. Se dir¨ªa que la NBA eclosion¨® a nivel mundial, llevando sus tent¨¢culos a Europa, todav¨ªa en un segundo plano muy alejado del virtuosismo norteamericano. A ¨¦l se le deben varios de los momentos ¨¦picos del torneo, los que son pasto de documentales y momentos que quedan marcados en los anales de la historia. Quiz¨¢s por este motivo se invierte una cantidad desmesurada de dinero para obtener su presencia como eje principal de la idea que 2K propone para esta temporada. ?sta parte de una base bastante cristalina, muy expl¨ªcita desde los primeros minutos de juego. El usuario se convierte en una especie de Jordan virtual que en 10 partidos ha de igualar o superar los registros de His Airness con aut¨¦nticas barbaridades que est¨¢n a la alcance de muy pocos en la actualidad. Con el pad en la mano, el jugador es quien debe probar que todav¨ªa es posible alcanzar ese grado de espectacularidad, de gozo popular.
Esta es la base que encontramos en la modalidad denominada ?El Reto Jordan', que a grandes rasgos se convierte en una odisea cuando tratamos de superar los retos propuestos en los niveles m¨¢s avanzados de dificultad. 2K recrea la ambientaci¨®n, mentalidad y estilo propio de juego de principios de los a?os 90 para acercar al jugador a una ¨¦poca en la que se practicaba un basket distinto al que conocemos en la actualidad, menos f¨ªsico y m¨¢s centrado en el juego de equipo. En ese sentido s¨ª ten¨ªa mucho que ver con el estilo actual, en el que uno o dos jugadores franquicias determinan la suerte de un equipo durante los minutos finales. Si por algo destaca NBA 2K es precisamente por saber cambiar el ritmo de los partidos seg¨²n la tesitura a la que se enfrenta el jugador, donde se pone de relieve la importancia de la estrella de turno, bien sea Bryant, LeBron o el propio MJ.
El concepto se comprende con relativa facilidad: lo que realmente prima en esta edici¨®n es la ambientaci¨®n y el feeling que transmite el partido. El loable trabajo de los comentaristas, que mantienen la cuadrilla de pasados a?os, trata siempre de aportar datos hist¨®ricos como si se estuviese narrando un partido en 1991, tal es el caso del Bulls - Lakers que sirve como introducci¨®n. No se ha andado con chiquitas 2K a la hora de crear una interfaz mucho m¨¢s clara y sencilla para el jugador. Atr¨¢s queda la necesidad de utilizar el stick para navegar, aunque el constante flujo de apartados traer¨¢ de cabeza a los jugadores que se incorporen por primera vez a la franquicia. Especialmente este a?o, donde la competencia se ha borrado a s¨ª misma del mapa, dejando v¨ªa libre a NBA 2K11 para aprovechar al m¨¢ximo las oportunidades de trabajo que se abren a su paso.
A medio camino entre la tesitura que plantea Jordan y el equipo m¨ªtico de los Bulls encontramos una curiosa galer¨ªa de zapatillas made-in-MJ que se dedica a homenajear al jugador, en lo que parece un gui?o que invita a seguir exprimiendo las opciones de esta modalidad. Cuando hemos terminado de quemar estas tres modalidades se desbloquea la m¨¢s interesante de las cuatro que componen la Leyenda Jordan, en la que a grandes rasgos debemos crear un jugador que emule los pasos de His Airness para convertirse en uno de los mejores jugadores de la historia. Se mire por donde se mire, esta faceta es b¨¢sicamente la misma que propone Mi Jugador, solo que siguiendo los pasos concretos de Jordan para recalar en el equipo que pague la justa cantidad que vale nuestro rol sobre el campo. Son cuatro estilos de juego que componen, como decimos, el n¨²cleo jugable de esta edici¨®n, lo que ya de por s¨ª representa una evoluci¨®n notable con respecto a NBA 2K10.
Lo m¨¢s curioso es que las novedades de NBA 2K11 empiezan donde termina la aventura de Jordan. Este aspecto es, sin lugar a dudas, el m¨¢s cuidado del pack: las animaciones de MJ, as¨ª como la representaci¨®n virtual de los jugadores de la ¨¦poca, detalles de las canchas, el equipaje de turno, est¨¢ muy por encima del rendimiento que se aprecia en la definici¨®n del resto de jugadores franquicias. La situaci¨®n recuerda a lo vivido el a?o pasado con Bryant en comparaci¨®n al resto de jugadores estrella de cada equipo (el ejemplo vivo de Gasol, seg¨²n muchos usuarios, mal caracterizado), lo que no deja de ser otra cosa que un ejemplo sangrante de la dedicaci¨®n que 2K ha puesto sobre Michael Jordan y todo lo que le rodea. Por suerte esta modalidad no solo sirve como escaparate para justificar el lanzamiento de una nueva edici¨®n, sino tambi¨¦n como eje para entender las novedades a nivel jugable.
Los movimientos se han suavizado, son menos toscos, m¨¢s agiles a la vista. Siendo esto as¨ª, es curioso comprobar c¨®mo el juego en equipo y la correcta selecci¨®n de t¨¢cticas durante un partido resulta determinante para que el marcador se ponga a favor de un equipo u otro, lo que a su vez nos lleva a comentar una de las facetas m¨¢s agradables del juego: cada equipo cuenta con su estilo de juego particular. Vencer a los Lakers no es un simple ejercicio en el que basta con cerrar la puerta a Bryant o impedir que Gasol se coloque c¨®modamente bajo la canasta, sino de entender a qu¨¦ clase de baloncesto nos enfrentamos. Hay equipos que optan por el camino de las individualidades con un base que a la primera de cambio tira un triple muy ajustado cuando no encuentra presi¨®n; otros, por el contrario, mueven la pelota hasta que se abre un hueco en nuestra defensa.
Cuando entramos directamente en los modos avanzados de dificultad se experimenta la verdadera esencia de este deporte, con la obligaci¨®n de tener un ojo sobre el bal¨®n y otro en el amago de un compa?ero en espec¨ªfico. Es esencial saber a qui¨¦n tenemos debajo del aro, cu¨¢les son sus caracter¨ªsticas para los rebotes, si vale o no la pena jugarnos un triple a final de un partido clave con el jugador franquicia, que ha desplegado su peor juego precisamente cuando m¨¢s falta hac¨ªa, etc¨¦tera. La variedad de situaciones que ofrece esta edici¨®n deja en rid¨ªculo a la que el g¨¦nero futbol¨ªstico nos tiene acostumbrados, y s¨®lo puedo compararse con la versatilidad de franquicias de la casta de NHL o Madden, ya citadas anteriormente. Puede que para los jugadores menos experimentados el nivel de exigencia se convierta en un aspecto negativo que resto diversi¨®n a las horas de juego, aunque por cada nivel de dificultad establece sus propias leyes sobre la cancha, con todo lo que ello conlleva.
Se dir¨ªa que la mejor forma de valorar la potencia jugable de esta entrega es compar¨¢ndola con la edici¨®n del a?o pasado. La experiencia es extra?a en tanto son los peque?os matices los que hacen de esta sensaci¨®n algo totalmente nuevo, tan fluida que sorprende la velocidad a la que transcurren los partidos. 2K sigue apostando por la simulaci¨®n antes que por el arcade o la anotaci¨®n f¨¢cil. En esta edici¨®n resulta m¨¢s complicado que nunca driblar a un jugador con un defensa y anotar con un mazazo sobre el aro, obteniendo las loas de los locutores. Hay un selecto grupo de baloncestistas que siguen siendo capaces de hacer poco menos que lo que les viene en gana, aunque dentro de lo que cabe se ha ajustado la desproporci¨®n de la temporada pasada en lo que a jugadas imposibles se refiere.
Jordan representa la excelencia absoluta dentro del campo, con una absurda facilidad para anotar puntos de tres, no digamos para saltar a canasta. Si Bryant era motivo de quejas constantes en este sentido, Jordan sacar¨¢ de quicio a los jugadores que detestan ver c¨®mo su defensa sucumbe ante el potente salto de un atacante. Hay poco que a?adir en este sentido: la mayor pega de la IA sigue estando presente en los cambios de ritmo de los partidos y en la absurda imposibilidad que se impone en momentos puntuales. Es lo que popularmente se denomina una ?p¨¢jara' en toda regla: a veces nuestro equipo es incapaz de anotar un punto independientemente de la zona desde la que tratemos de anotar, un mal end¨¦mico que ha sufrido la licencia desde hace ya bastantes a?os. Recuerda en este sentido a lo visto y vivido en la ¨¦poca de Pro Evolution Soccer y sus famosas jugadas imparables a favor de la CPU.
Son pocos los problemas que se detectan en la parte jugable, la m¨¢s completa de cuantas hemos tenido ocasi¨®n de probar en la nueva generaci¨®n. La parte t¨¦cnica sigue en la l¨ªnea a la que nos ten¨ªa acostumbrados en a?os anteriores, mejorando algunos aspectos puntuales de los estados, otorgando m¨¢s fluidez a las animaciones tras anotar una canasta, aunque con el mismo problema a la hora de lanzar un bal¨®n de banda. No se explica por qu¨¦ el ¨¢rbitro se interpone en el camino de un jugador, resultando en un bochornoso bucle que reduce el ritmo de un partido fren¨¦tico cuando el crono apura. En cualquier caso se trata de una molestia menor que apenas influye en la experiencia jugable. No obstante, su presencia es innegable y sigue siendo un problema que se arrastra de ediciones anteriores.
La jugabilidad y la parte t¨¦cnica son las que se encargan de dar vida al verdadero esp¨ªritu de un juego que cobra vida en el instante en el que aparece la presentaci¨®n, con un Jordan que se come literalmente la portada (entonando el ya m¨ªtico Are you Ready), invit¨¢ndonos a disputar un partido introductorio. Transmite este NBA 2K11 la sensaci¨®n de ser una obra cuidada hasta la saciedad en la que se ha mejorado todo lo que realmente necesitaba una revisi¨®n. En este plantel no se incluye, l¨®gicamente, la parte online, que cuenta exactamente con los mismos modos de la temporada pasada, plantillas actualizadas on the fly, noticias de la liga de la NBA, estad¨ªsticas? Resulta llamativo tambi¨¦n observar la cantidad de elementos secundarios que se a?aden a los partidos: desde las fotos que adornan nuestra actuaci¨®n hasta los recortes de prensa en los que se desgrana el estilo que hemos empleado durante el partido.
Son los peque?os detalles los que a¨²pan la experiencia de NBA 2K11 hasta el plano m¨¢s realista de simulaci¨®n que hemos conocido, matices que est¨¢n relacionados con la variedad de las animaciones, el buen trabajo de la dupla de comentaristas, la nueva interfaz de los men¨²s, el hecho de contemplar un partido como si de una retransmisi¨®n real se tratase? S¨®lo se puede achacar cierta extra?eza a la hora de calibrar el nuevo sistema de pases (mejor olvidar la posibilidad de lanzar un pase en largo, que en la mayor¨ªa de los casos es interferido sin mayores problemas), la poca similitud de algunos jugadores con la imagen real o las p¨¢jaras que de cuando en cuando sufre nuestro equipo tanto en el modo individual como multijugador.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.