Sonic Colours
Sonic prepara su regreso a Wii con la intenci¨®n de redimirse de los errores del pasado, con un t¨ªtulo que recuerda a sus ¨²ltimas aventuras pero con nuevos poderes, nuevas opciones de control e incluso un curioso y desafiante modo multijugador.
Unos d¨ªas antes del pasado E3 de Los ?ngeles, de forma inesperada y casi por sorpresa, Sega nos anunciaba una nueva entrega de las aventuras de su mascota, Sonic el erizo. El cr¨ªptico y poco descriptivo tr¨¢iler con el que se destapaba este nuevo Sonic Colours dejaba demasiadas inc¨®gnitas en el aire que, afortunadamente, se comenzar¨ªan a disipar en la feria estadounidense. Se trataba de un regreso del erizo azul a las plataformas tridimensionales, cuyo desarrollo y lanzamiento promete ser paralelo al de otra esperada entrega como es el primer episodio de Sonic 4. No tardar¨ªa en volver a aparecer el temor habitual de los usuarios a que se vuelva a vivir una sobreexplotaci¨®n de la franquicia que no permita que se creen juegos de la calidad que el personaje se merece.
Pero los temores parecen, al menos a priori, estar injustificados, ya que esta nueva aventura de Sonic est¨¢ dejando muy buen sabor de boca a todo aquel que la prueba, destacando su gran jugabilidad, su original e interesante concepto y, lo que es m¨¢s importante, su fidelidad al esp¨ªritu del personaje. Cierto es que, tal y como sus propios creadores reconocieron, se trata de un juego para toda la familia, con especial menci¨®n a los m¨¢s peque?os de la casa, que podr¨¢n disfrutar de ¨¦l igual que los mayores; pero esto no quita que se ofrezca una profundidad jugable y abundantes novedades a la franquicia como para convertirse en uno de los mejores plataformas de Wii y DS (el t¨ªtulo parece que ser¨¢ exclusivo de las consolas de Nintendo) para los ¨²ltimos meses del a?o.
En lo que respecta al modo historia, seguro que muchos reconocen la din¨¢mica del juego, ya que es bastante similar y sigue las directrices marcadas por Sonic Unleashed. Es decir, al igual que en las fases de d¨ªa de dicho juego, aqu¨ª se alternar¨¢ entre secciones 2D y 3D, adapt¨¢ndose la c¨¢mara y la jugabilidad a las caracter¨ªsticas propias de cada uno de dichos estilos de juego. Esto, obviamente, en la versi¨®n de Wii, ya que para DS nos encontraremos con un plataformas que bebe directamente de Sonic Rush (no en vano esta versi¨®n est¨¢ siendo desarrollada por el mismo estudio, Dimps), es decir, una jugabilidad meramente 2D con avance horizontal por la pantalla.
Al haber dos entregas diferentes, como es l¨®gico tambi¨¦n hay cambios menores en los Wisp que nos acompa?ar¨¢n. Y es que la principal novedad de Sonic Colours es que nuestro protagonista podr¨¢ utilizar a estas criaturas para que le ayuden, otorg¨¢ndole nuevas habilidades. As¨ª, por ejemplo, el color blanco permitir¨¢ que Sonic acelere, el cyan que se convierta en un l¨¢ser que rebota en las superficies, el amarillo le permitir¨¢ atravesar determinadas zonas del suelo, el naranja le ayudar¨¢ a impulsarse a gran altura, el rosa lo convierte en una bola de pinchos, el verde permite que Sonic se mueva por las l¨ªneas de anillos, el rojo convierte al erizo azul en una bola de fuego? En total ser¨¢n 8 Wisps en la versi¨®n de Wii y 6 en la de DS, con algunos exclusivos para explotar mejor las caracter¨ªsticas propias del juego en cada plataforma.
Resulta curioso que, pese a que nos movemos en un terreno bastante conocido para los fans del erizo azul, con una jugabilidad intuitiva y que empieza a ser tradicional en las entregas tridimensionales de Sonic, el multijugador de Colours no est¨¦ disponible de primeras. En primer lugar, llama la atenci¨®n el hecho de que el juego cuente con un modo para dos jugadores, algo que si bien no es extra?o en la franquicia (ya en sus inicios un segundo usuario pod¨ªa controlar a Tails, sin olvidar los minijuegos de t¨ªtulos como Los Anillos Secretos o el propio Sonic Shuffle) s¨ª que no es habitual que se presente del mismo modo en que lo hace en este Sonic Colours: un cooperativo completo, independiente y enrevesado.
Durante la partida principal, en el modo historia, deberemos recoger anillos especiales. Si tenemos los suficientes, se desbloquear¨¢ este multijugador cooperativo que no estar¨¢ protagonizado por el erizo azul, sino por dos robots cl¨®nicos del mismo, con sus mismas habilidades y uso de Wisp. Se convierte el juego en una especie de plataforma de pruebas de Eggman en la que comprobar las habilidades del erizo azul y as¨ª prepararle las trampas m¨¢s mort¨ªferas posibles. Cada jugador se har¨¢ con el control de uno de estos robots tan particulares y juntos deber¨¢n superar los diversos niveles propuestos, cargados de puzles y zonas que parecen casi imposibles a priori. Pero es que el elemento clave para superarlos son los poderes especiales de Sonic en esta entrega.
Haciendo uso de las muy diversas habilidades, los dos Sonic rob¨®ticos combinar¨¢n sus poderes para obtener resultados muy diferentes y que no se ve¨ªan de la misma forma durante la aventura principal. La combinaci¨®n de los diferentes Wisp ser¨¢ necesaria para poder avanzar por el escenario y superar complejas trampas y saltos casi imposibles. Como es l¨®gico, esto requiere una compenetraci¨®n total entre ambos usuarios, ya que el juego no sacrifica ni un ¨¢pice de la velocidad y el ritmo que tendr¨ªa la aventura en el modo para un jugador. Desde luego, aunque el juego pretende ser asequible para todos los usuarios (as¨ª lo demuestra el a priori no muy complejo modo historia), estas pruebas cooperativas se convierten en un elemento que har¨¢ sudar incluso a los mayores expertos.
Al muy atractivo modo historia, que ofrece una jugabilidad similar a la de las fases de d¨ªa de Sonic Unleashed pero con el a?adido de los poderes de los Wisp, se le suma un interesante multijugador cooperativo que no solo alarga la vida del t¨ªtulo, sino que adem¨¢s promete retos y complejidad suficiente como para tener a los usuarios que disfrutan de los desaf¨ªos exigentes. Todo ello con lo que promete ser un muy digno acabado t¨¦cnico, tanto en Wii como en DS, y en el caso de la primera sin tener mucho que envidiar a las producciones propias de las consolas de alta definici¨®n. Sonic y Sega est¨¢n dispuestos a redimirse de los errores cometidos en el pasado, y si las cosas no se tuercen a ¨²ltima hora, parece que van por el buen camino para conseguirlo.
- Plataformas