Xenoblade, Impresiones
Los aficionados al JRPG aseguran estar cada vez m¨¢s hastiados de la extra?a persecuci¨®n que los medios especializados someten al g¨¦nero. El rol japon¨¦s est¨¢ de capa ca¨ªda, los tiempos que corren no son los m¨¢s propicios para que desarrollar grandes mundos abiertos sea una tarea sencilla, que toda compa?¨ªa puede permitirse en la actualidad. En vistas de la poca aceptaci¨®n que la mayor¨ªa de t¨ªtulos de nueva llegada han recibido en PS3 y X360, los grandes genios de la industria han decidido dar el salto a Wii. La primera en debutar por lo grande ha sido Monolith, bajo el amparo de una aut¨¦ntica aventura de fantas¨ªa que lo tiene todo para consolidarse como la nueva promesa del pa¨ªs del sol naciente. Probamos qu¨¦ esconde Xenoblade a sus espaldas.
Es conveniente resolver algunas de las dudas que los aficionados han creado en su mente a lo largo de los meses que han transcurrido desde el anuncio de Monado: The Beginning of the World a su posterior conversi¨®n en Xenoblade. La primera y m¨¢s importante, la ausencia de relaci¨®n con las series Xenosaga y Xenogears, ambas producto de la mente pensante de uno de los pocos creadores que trabaja en el mismo g¨¦nero desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas: Tetsuya Takahashi. Por mucho que los propios usuarios se hayan empe?ado en unir v¨ªnculos entre las dos franquicias y esta que acaba de nacer, el propio director se encargaba en las l¨ªneas de la revista especializada Famitsu (la misma que otorg¨® un 9/9/9/9 al juego, 36/40 como nota definitiva, a diferencia de la facilidad que han mostrado para abrir la mano con otras obras como Peace Walker o Dragon Quest IX pese a su evidente grandeza) no s¨®lo de negar este hecho, sino tambi¨¦n de pedir a la comunidad de usuarios que afrontasen el t¨ªtulo como algo completamente nuevo.
Esto sucede por dos motivos: primero, por la necesidad de Takahashi de crear un videojuego que se hiciese eco de los or¨ªgenes del g¨¦nero. Afirma el creador que las ¨²ltimas grandes obras que han aparecido en el mercado centran demasiado la atenci¨®n en la historia y elementos secundarios a ¨¦sta, descuidando la parte de la exploraci¨®n. 'Quiero crear un juego en el que los usuarios disfruten peleando, batallando, descubriendo el mundo que tienen entre sus manos', afirmaba el japon¨¦s en una entrevista reciente. No existe mejor forma de conocer el objetivo de un t¨ªtulo que preguntando a su creador, el mismo que niega las relaciones con otras franquicias. El v¨ªnculo ?Xeno' s¨®lo se emplea como homenaje a sus anteriores obras, pero no existe ninguna otra vinculaci¨®n que deba ser tenida en cuenta a la hora de valorar el peso de la historia o las conexiones con otros videojuegos.
Una vez aclarado este punto, es interesante se?alar que el bienestar del JRPG sigue viento en popa en territorio japon¨¦s. El juego acaudal¨® 83.000 copias vendidas el primer fin de semana de lanzamiento, lo que pone de relieve la importancia de este Xenoblade a ojos de un p¨²blico que tradicionalmente se entrega en t¨ªtulos que prometen algo que vaya m¨¢s all¨¢ de lo convencional. Arc Rise Fantasia, otro JRPG que acaba de ver la luz en Estados Unidos, ve¨ªa la luz en el cat¨¢logo de Wii sin ser capaz de alcanzar cifras por las que mereciese la pena ser tenido en cuenta. No quiere decir esto que las ventas sean determinantes en la calidad de un videojuego, pero es un hecho con el que tratamos de explicar que en Jap¨®n no basta s¨®lo con pertenecer al g¨¦nero de moda. Por alg¨²n motivo Xenoblade se agot¨® en la mitad de las distribuidoras online de la red, algo que nos ha obligado a tener paciencia para poner las manos sobre esta peque?a gran obra que comienza con una presentaci¨®n realmente imponente.
La historia de la humanidad se ha demostrado un centenar de veces que la hegemon¨ªa de una raza suele ser imprescindible para el bienestar de la otra. Dicho en otras palabras: era previsible que una de las dos especies comenzase una guerra a muerte contra la otra para obtener el dominio absoluto del mundo en el que viven. S¨®lo el cuerpo inerte de dos dioses que descansan sobre el mar, un cielo azulado sobre el que no se detecta universo alguno. Esta historia no est¨¢ relacionada con el mundo que conoce el ser humano en la realidad, sino con un contexto completamente nuevo y original que pretende dar un nuevo sentido a la peculiar forma de ser de la que presume la raza humana. Cuando los Kishin tratan de invadir la parte de los Kyoshin, un h¨¦roe aparece en escena, portando la espada que seg¨²n cuentan procede del dios humano en persona: la Monado.
Lo m¨¢s atractivo de esta historia es el impacto que causa en la psique del jugador, m¨¢s que nada por lo original de la misma. Las distintas razas que pululan sobre el mundo de Xenoblade -Homs, Nopon y Nienter- son conscientes de cu¨¢l es su pasado y de d¨®nde proviene el mundo en el que habitan, un hecho cuando menos extra?o. De hecho, el h¨¦roe de la aventura aparece en un plano secundario durante la presentaci¨®n de los acontecimientos originales, en los que Dunban, en compa?¨ªa de tres amigos, se encarga de derrotar pr¨¢cticamente por su cuenta el ataque de los Kishin. M¨¢s tarde sufrir¨¢ las consecuencias al perder la sensibilidad de un brazo, parte de su personalidad cambiante, la sensaci¨®n de soledad ahogando sus sue?os. Pese al lirismo de la presentaci¨®n, e incluso de la forma en la que aqu¨ª se explica, Xenoblade no se complica con dramatismo innecesario, sino m¨¢s bien todo lo contrario.
De ah¨ª que el protagonista de la historia, Shulk, sea un muchacho normal y corriente que busca descubrir el secreto de la Monado para poder ser una persona de peso dentro de los acontecimientos que tienen lugar en el desarrollo de la aventura. Su mejor amiga Fiorung, la hermana peque?a de Dunban, es la hero¨ªna de la historia, una atractiva joven rubia que escenifica como pocas veces antes hab¨ªamos visto el rol de la amiga incondicional con la que siempre parece existir un v¨ªnculo que va un poco m¨¢s all¨¢ de la amistad. Lo mismo sucede con el propio Dunban, a quien por cierto dobla el popular Ryo Horikawa: es un h¨¦roe arquet¨ªpico que se burla del peligro en su propia cara, pero que no deja de ser un personaje profundo, con una personalidad que se aleja de las convenciones a las que nos tiene habituados el g¨¦nero.
Lo importante de esto que aqu¨ª comentamos no es tanto el hecho en s¨ª de saltarte las cl¨¢sicas convenciones como de ofrecer un nuevo punto de vista a la cl¨¢sica historia de la espada que esconde grandes poderes, el h¨¦roe que tiene un v¨ªnculo especial con ella pese a su fr¨¢gil apariencia o a la necesidad de poner de relieve los valores fundamentales del ser humano: el valor, la fe, el coraje para afrontar situaciones que en solitario ser¨ªan imposibles de sortear, y as¨ª sucesivamente. Resulta cuando menos curioso que sea el propio Takahashi el que asegure que este videojuego no se centrar¨¢ tanto en las escenas de v¨ªdeo como los Xeno cuando la primera media hora de juego es una sucesi¨®n de escenas generadas con el motor gr¨¢fico que se empe?an en destacar el notable trabajo art¨ªstico realizado por Yasuyuki Honne, el mismo que se encargase de fabricar la imagen de las deidades en lucha o del mundo que recorre el usuario desde el minuto uno de partida.
Destaca en Xenoblade la libertad de movimientos que el juego permite al jugador desde los primeros minutos de juego. El primer escenario se encarga de ponernos en situaci¨®n en la lucha que Dunban mantiene contra las m¨¢quinas, de la que sale gravemente da?ado. Esta fase sirve como tutorial para conocer el sistema de combate, que como ya se hab¨ªa anunciado en el pasado, es una mezcla entre el estilo de los MMORPGs y de los JRPGs que han ofrecido algo m¨¢s de libertad a los jugadores dentro de los combates. El usuario no s¨®lo puede ver la localizaci¨®n del enemigo antes de entrar en combate, sino que incluso puede decidir si hacerle frente o no en funci¨®n de los intereses que tenga en cada momento. El enemigo pocas veces se aproxima a nuestra posici¨®n para luchar sin sentido alguno, lo que representa una evoluci¨®n en el sentido com¨²n que pocas veces impera en el g¨¦nero.
Es necesario pulsar un bot¨®n para que se abra el men¨² contextual en el que aparecen los comandos de acci¨®n, siempre en la parte inferior de la pantalla. Esto implica que no existe pausa alguna ni transici¨®n entre la exploraci¨®n y el combate, aunque si se limita a un ¨¢rea de acci¨®n. Al pulsar el bot¨®n decidimos con qu¨¦ clase de ataque queremos entrar en acci¨®n, y una vez en combate, es cuesti¨®n de ir seleccionando las habilidades que debemos emplear para causar m¨¢s da?o al enemigo de turno. Poco tiempo lleva vencer a los monstruos que aparecen por doquier, otra se?a del dinamismo que se ha querido otorgar al t¨ªtulo para fomentar que el jugador sea el que decida explorar los mapas. Cada mapeado, por cierto, se va cumplimentado a medida que recorremos el espacio en cuesti¨®n, obteniendo experiencia al realizar esta acci¨®n. El resultado: otra motivaci¨®n a?adida para recorrer todos los escenarios sin tener la sensaci¨®n de estar perdiendo el tiempo.
Es tanta la gana de ampliar las miras respecto a la competencia, que en Xenoblade importa incluso cada personaje secundario con el que entablemos conversaci¨®n. Absolutamente todos los paisanos que hablan con nosotros forman parte de una especie de ¨¢rbol geneal¨®gico en el que descubrimos las vinculaciones entre los familiares, las necesidades de cada uno y las querencias que nos piden al demandar algo de ayuda en el caso de pedir que realicemos una misi¨®n secundaria (lo que viene a ocupar m¨¢s del 30% del juego en total, una cantidad realmente sorprendente si tenemos en cuenta que la duraci¨®n de la historia supera f¨¢cilmente las 40 horas de juego). Es sorprendente pasear a nuestras anchas por los escenarios a medida que obtenemos logros de jugador y experiencia. Por una vez, caminar, hablar, conocer? Todo tiene su prop¨®sito en la historia.
Si ponemos la lupa sobre los gr¨¢ficos, hacemos lo propio con el o¨ªdo y la parte musical, uno de esos aspectos que Monolith Soft acostumbra a cuidar hasta la saciedad. Son cuatro los compositores que est¨¢n al frente de la BSO que se pon¨ªa a la venta en Jap¨®n pocos d¨ªas despu¨¦s que el juego viese por fin la luz: Chico, Kenji Hiramatsu, Manami Kiyota y Tomori Kudo. A cada uno le corresponde una parte espec¨ªfica de las melod¨ªas que suenan durante la aventura, con menci¨®n especial para el tema que ha llevado la batuta en lo que a promoci¨®n se refiere, denominado Beyond the Sky.
Esta composici¨®n es la m¨¢s popular de todas cuantas podemos encontrar en YouTube actualmente en relaci¨®n a Xenoblade, un videojuego que a nivel sonoro se ha cuidado como pocas veces hab¨ªamos visto antes en el cat¨¢logo de la sobremesa de Nintendo. Todos los personajes cuentan con su propio doblador, y si bien no todas las conversaciones tienen su pertinente doblaje, s¨ª que es frecuente que el personaje secundario de turno lea de vez en cuando sus propias palabras en voz alta. Es dif¨ªcil calibrar la calidad de las voces sin haber terminado al completo la historia, pero resulta evidente que el trabajo que se ha realizado en este sentido busca enfatizar en la importancia de crear un v¨ªnculo entre los h¨¦roes de la trama y el jugador que se encuentra tras los mandos de la consola.
Con esto queremos decir que las primeras impresiones son s¨®lo eso, una reflexi¨®n en voz alta de las sensaciones que ha producido Xenoblade tras pasar largas horas combatiendo, recorriendo escenarios, tratando de entender un argumento que por el momento sabe c¨®mo jugar sus bazas sin resultar cargante, siquiera pedante. Quiz¨¢s le falta un punto de profundidad, de madurez, que es precisamente lo que esperamos que The Last Story sea capaz de aportar al g¨¦nero. Que sea una obra que no se limite a revolucionar los estandartes del JRPG, sino que sea capaz de aunarlos para crear una obra mucho m¨¢s compleja, grande y loable de lo que generalmente nos tiene acostumbrados a ver en los ¨²ltimos tiempos esta industria que para muchos se est¨¢ hundiendo por su propio peso.
Xenoblade no tiene fecha de lanzamiento confirmada en Estados Unidos. Nintendo s¨ª que ha garantizado que el t¨ªtulo llegar¨¢ a Estados Unidos tarde o temprano, pero por el momento no cuenta con un mes o trimestre que podamos utilizar como gu¨ªa para que los que gusten de la importaci¨®n vayan preparando los bolsillos. Al igual que con la obra de Sakaguchi, esta nueva oleada de JRPGs en Wii despierta ilusi¨®n y escepticismo por igual entre los aficionados. No sabemos qu¨¦ ofrecer¨¢ el t¨ªtulo de4 Mistwalker, pero s¨ª podemos asegurar que la obra de Monolith cumple sobradamente las expectativas depositadas en ella. Ahora s¨®lo falta que alguien se pronuncie sobre el lanzamiento en Europa. A juzgar por las ventas japonesas, no deber¨ªa hacerse esperar.
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- RPG
Monolith Soft desarrolla este juego de rol para Wii siguiendo la estela de Xenogears y Xenoblade.