Battle vs. Chess
Tal vez en honor al legendario BattleChess de los 80 y los 90, pronto nos llegr¨¢ esta "evoluci¨®n" del famos¨ªsimo juego de estrategia del siglo V. ?Ajedrez y bolas de fuego? Todo ser¨¢ posible en Battle vs Chess.
Existe una m¨¢xima medianamente instaurada en la cultura popular que reza: 'Si algo no est¨¢ roto, no lo arregles'; evidentemente, es habitual saltarse el lema con bastante frecuencia y eso que, aunque su enunciado parezca una obviedad, es mucho mejor consejo de lo que asemeja a simple vista. Uno puede pensar que el ajedrez, con 1500 a?os a sus espaldas, es un ejemplo claro de c¨®mo el inmovilismo normativo es bueno para ciertas cosas: craso error. Como con todo, tambi¨¦n el c¨¦lebre juego de estrategia ha sufrido modificaciones, arreglos, parches, evoluciones y cambios... hasta llegar a lo que conocemos hoy.
Pero har¨¢ por lo menos 100 a?os que todo est¨¢ m¨¢s o menos igual en el mundo de los peones, con lo que casi todo el planeta tiene alguna noci¨®n de c¨®mo funciona un alfil o qu¨¦ significa 'jaque mate'. Su aparente sencillez esconde no obstante una terrible complejidad estrat¨¦gica y t¨¢ctica (como ocurre tambi¨¦n en otros juegos como el Backgammon, por ejemplo) que hace las delicias de las mentes m¨¢s brillantes y, por las caracter¨ªsticas racionales propias que se le ata?en, ha resultado hist¨®ricamente sencillo 'computerizar' un oponente para convertirlo en un videojuego.
Pero dado que el ajedrez no es un pasatiempo de amplio espectro como puede serlo el parch¨ªs o el tute, en el pasado ha habido intentos por democratizar su alcance. El que tuvo mayor ¨¦xito y reconocimiento fue el llamado 'BattleChess', cuya diferenciaci¨®n con respecto a otros t¨ªtulos de la competencia consist¨ªa en que el dise?o de las piezas estaba m¨¢s trabajado y en un entorno pseudo-3D y, adem¨¢s, cada vez que una pieza 'mataba' a otra lo hac¨ªa mediante una animaci¨®n espec¨ªfica para cada pieza y bastante divertida.
El entretenimiento para aquellos no muy aficionados al g¨¦nero duraba hasta que uno hab¨ªa visto ya docenas de veces la misma animaci¨®n, claro est¨¢. Pero por lo menos era un buen intento. En esa misma l¨ªnea - y curiosamente con un nombre bastante parecido - nos llegar¨¢ en breve la apuesta de TopWare, en la que ha decidido llevar un paso m¨¢s all¨¢ la escenograf¨ªa de tablero y piezas d¨¢ndole un nuevo enfoque mucho m¨¢s... moderno. Evidentemente, para los puristas puede parecer casi un sacrilegio pero desde aqu¨ª apoyamos la moci¨®n porque todo lo que sirva para promocionar un deporte tan saludable como el ajedrez, bien est¨¢.
En cualquier caso, el coraz¨®n de Battle vs Chess - que as¨ª se llama la criatura - cuenta con el potente y reputado motor Fritz, con lo que por lo menos tenemos cierta garant¨ªa de que no estamos tratando solamente con un t¨ªtulo 'cosm¨¦tico' sino que adem¨¢s hay algo de cerebro debajo de ese peinado. Dicho motor, usado en numerosos programas de ajedrez y en casi constante proceso de refinado, consta de un proceso de aprendizaje 'natural', am¨¦n de contar con una infinidad de partidas en su base de datos desde donde puede escoger la mejor manera para acabar con nosotros.
El aspecto visual del juego es lo que m¨¢s llama la atenci¨®n a simple vista ya que se han establecido unos par¨¢metros de ambientaci¨®n que distan much¨ªsimo de lo habitual en el g¨¦nero. Eso es, hay escenas exteriores e interiores y las piezas est¨¢n modeladas seg¨²n distintos 'sets' o grupos que podremos escoger al iniciar la partida. Ya sean caballeros contra hobgoblins o dos facciones enfrentadas de distinto tipo, sin lugar a dudas no dejar¨¢ indiferente a ning¨²n observador.
Para a?adirle m¨¢s espectacularidad habr¨¢ explosiones, lanzamientos de bolas de fuego, espadazos a diestro y siniestro, escudos de protecci¨®n e invocaciones diversas en pos de conseguir nuestro objetivo: aniquilar la pieza rival. Est¨¢ por ver con qu¨¦ cantidad y variedad se van a implementar esas animaciones, pues uno de los principales problemas del original BattleChess de los 80 era precisamente su excesiva repetitividad, que llegaba a ser cansina. La dureza de los movimientos se rebaje probablemente un punto frente al original (desmembramientos, sangre y dem¨¢s) para conseguir un mejor PEGI.
Una de las sorpresas que va a traer el juego consiste en la posibilidad de alterar las reglas que todos conocemos sobre el ajedrez. Mediante un sistema a¨²n por detallar, el jugador podr¨¢ alterar el curso de un movimiento de ataque (por ejemplo de un caballo enemigo sobre nuestro pe¨®n) de forma que si nos defendemos correctamente alteraremos el orden natural de la norma y repeleremos al agresor devolvi¨¦ndolo a su casilla de origen. Por supuesto, esto solamente suceder¨¢ si as¨ª lo hemos establecido inicialmente en la configuraci¨®n de la partida.
El lanzamiento del juego viene previsto para Xbox 360, PC, Wii y Nintendo DS, todas con soporte online, con lo que es de esperar un modo multijugador acorde con las peculiaridades de cada plataforma. Adem¨¢s, es de recibo que se incluyan diversos modos de juego (partida r¨¢pida, contrarreloj, conquista y dominio de una posici¨®n en el tablero...), aunque dada la informaci¨®n que disponemos hasta este momento, es todav¨ªa pronto para aventurarlo con total seguridad. Esperemos que en PC se incluya un nost¨¢lgico modo PBE (Play by Email) como homenaje a aquellos que empezamos a jugar antes de ayer.
Y aparte de que dependiendo de nuestra evoluci¨®n en las partidas habr¨¢ toda una serie de extras desbloqueables con los que a?adir continuidad y longevidad al juego, no olvidemos que estamos esencialmente ante un juego de ajedrez y eso implica que no ser¨¢ para todo el mundo. Por lo pronto, quedamos a la expectativa de los movimientos de la compa?¨ªa en las pr¨®ximas semanas para que ponga a nuestra disposici¨®n una copia review para poder ofreceros nuestras impresiones y nuestro an¨¢lisis a la mayor brevedad.