L.A. Noire

Esper¨¢bamos que L.A Noire se diese a conocer antes del E3, que su aparici¨®n fuese una de las grandes bazas de Rockstar para llamar la atenci¨®n de los lectores con motivo del festival que se celebra en Los ?ngeles en menos de un mes, y no nos equivoc¨¢bamos. Siguiendo el estilo tradicional impuesto por la compa?¨ªa, se ha llamado a diversos medios especializados de prensa escrita (no virtual, como la que el lector contempla en estos instantes), para que hagan de las primeras im¨¢genes ?actuales' de su pr¨®ximo t¨ªtulo una exclusiva mundial que s¨®lo podr¨ªa ser eclipsada por otro de los grandes t¨ªtulos del a?o, Red Dead Redemption. Pese a que muchos han querido ver un sucesor espiritual del western en esta obra que hoy presentamos, lo cierto es que hay que analizar detenidamente las condiciones del desarrollo de Noire para entender por qu¨¦ es un videojuego que apuesta por un estilo muy distinto al de Grand Theft Auto, que suponemos ser¨¢ la referencia del g¨¦nero de aqu¨ª a los pr¨®ximos diez a?os. La fama no deja espacio para nadie m¨¢s.

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Ha pasado un tiempo desde que uno de los productores del t¨ªtulo, Jer¨®nimo Barrera, diese una exclusiva a un medio holand¨¦s en el que afirmaba que L.A Noire se juega 'como un GTA', solo que el planteamiento de ambos t¨ªtulos es radicalmente distintos. El productor ejecutivo de Rockstar no quiso ofrecer demasiados datos acerca del proyecto, por lo que encomend¨® al entrevistador a dejar pasar unos meses para conocer m¨¢s sobre su argumento, sistema de juego, proyecci¨®n de futuro. No obstante, s¨ª que ampli¨® la informaci¨®n existente sobre el proceso creativo, que ha corrido a manos de Team Bondi. Este equipo procede de las mentes que crearon la franquicia de The Gateway, cuando todav¨ªa trabajaban en Team Soho, una subdivisi¨®n ¨ªntimamente unida a Sony que se ver¨ªa obligada a disolverse todav¨ªa con la tercera entrega de la serie a medio terminar. El golpe fue duro, pero como comentar¨ªa el cofundador del estudio, Brian McNamara, 'fueron da?os colaterales' de la dif¨ªcil situaci¨®n que atravesaba Sony en aquel momento.

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El caso es que el primer proyecto del reci¨¦n formado Team Bondi fue producto, en palabras del propio McNamara, de una generaci¨®n 'post-Vietnam' que crec¨ªa fuertemente arraigada con los lazos que les une a su ciudad natal. En el caso de los miembros de Bondi, Los ?ngeles era el lugar m¨¢s indicado para centrar la atenci¨®n, dejando atr¨¢s Londres y el enorme trabajo que conllev¨® en su d¨ªa haber recreado la ciudad palmo a palmo. Parece que no satisfechos con su labor, se lanzaron a por un proyecto que abarcaba gigantescas dimensiones hasta el punto de ser comparado con el omnipresente en tem¨¢tica sandbox, Grand Theft Auto. Cuando se habla de un estudio relativamente peque?o hay que entender que, sin un distribuidor que lo avale, es dif¨ªcil poder navegar por aguas seguras, e incluso confirmar que el t¨ªtulo en cuesti¨®n llegar¨¢ a ver la luz alg¨²n d¨ªa. Por este motivo se celebr¨® por todo lo alto que Rockstar se interesase en el proyecto, lo que garantizar¨ªa una repercusi¨®n medi¨¢tica a la altura de las circunstancias.

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Hay tantos ejemplos que ser¨ªa dif¨ªcil escoger uno entre tantos, pero de tener que hacerlo nos quedar¨ªamos con La Dalia Negra, una adaptaci¨®n aceptable de la hom¨®nima de James Elroy que pese a no ser un ¨¦xito de taquilla (ni tampoco una demostraci¨®n de c¨®mo enfocar un gui¨®n complejo) s¨ª contaba con todos los elementos esenciales de la novela negra en cuanto a la ambientaci¨®n se refiere. Todo que el haya le¨ªdo a Hammet sabr¨¢ de qu¨¦ estilo hablamos: detectives con malas pulgas abandonados a su trabajo, atractivas mujeres que conspiran a espaldas de los grandes jefes, respetados por su trabajo, por criminales de poca monta y por los ricos del lugar. Es, en fin, una forma de retratar el estilo de vida de aquella ¨¦poca, que ha pasado a la historia principalmente gracias al cine.

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Ampar¨¢ndose en ese estilo Team Bondi quiso crear una obra representativa de 1940, y para ello tomaron rumbo hacia Los ?ngeles, para plasmar paso a paso cada cent¨ªmetro de la ciudad, y despu¨¦s se fueron a los libros de historia para, mapa en mano, comenzar a recrear lo que m¨¢s tarde se presentar¨ªa como L.A Noire.

La presentaci¨®n del t¨ªtulo ha tenido lugar a puerta cerrada, mostrando uno de los cap¨ªtulos del mismo, ampar¨¢ndose en la compa?¨ªa de McNamara, Barrera y Oliver Bao (encargado de perfeccionar los gestos f¨¢ciles de los personajes) como pilares para explicar el contenido que se iba mostrando paulatinamente. Antes de la presentaci¨®n se explicaban el planteamiento del t¨ªtulo, que estar¨¢ protagonizado por un aspirante a detective, Cole Phelps, que se abre paso lentamente hacia las altas esferas de la ciudad investigando distintos cr¨ªmenes, tanto de ¨ªndole policial como de otros relacionados con aspectos mundanos del d¨ªa a d¨ªa (tr¨¢fico inclusive). Phelps evoluciona a cada nuevo cap¨ªtulo que tiene lugar en la historia, compuesta por un gui¨®n de 22.000 p¨¢ginas, lo que convierte L.A Noire en una especie de culebr¨®n televisivo de detectives en el que cada historia empieza y acaba dentro de la misma franja temporal.

Esto lleva a una diferenciaci¨®n importante respeto a otros sandbox en los que el h¨¦roe cuenta con un objetivo marcado desde los primeros compases de juego (salvar a su familia, vengar la muerte de un familiar querido, salvar a Europa de los nazis), lo que a su vez nos lleva a un estilo semejante al que emplean los libros del propio Hammet. Se dice que esta es la mejor forma de que el jugador no pierda el inter¨¦s en la obra a medida que avanza y, de paso, se corrige uno de los problemas que Rockstar viene arrastrando desde hace algunos a?os: la falta de originalidad en las misiones, que generalmente van perdiendo fuelle a medida que avanza la aventura. McNamara insiste en que el gui¨®n es una pieza fundamental dentro de la obra, y para ello enciende la consola, comenzando con ello la demostraci¨®n.

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El cap¨ªtulo en concreto se denomina ?The Driver's Seat', el asiento del conductor en castellano, y comienza con el habitual estilo de las pel¨ªculas de detectives. La presentaci¨®n recorre una peque?a parte de Los ?ngeles poniendo de relieve la espectacularidad gr¨¢fica (criticada desde determinados sectores que se dejan llevar por la calidad de las p¨¢ginas escaneadas de revistas que han dado exclusiva) para luego centrarse en la parte frontal de un coche cuyo modelo no apreciamos desde lo lejos. El asiento del conductor, as¨ª como el del copiloto, est¨¢ totalmente ba?ado en sangre. Al parecer el coche pertenece a un tal Eugene White, que desaparece de la escena, ante la pregunta de qui¨¦n es uno de los personajes que conocemos durante la presentaci¨®n: A. Hogan. A ¨¦l le apuntan todas las miradas, aunque no es el ¨²nico que parece tener un v¨ªnculo con el asesinato que a todas luces ha sido cometido en una de las calles m¨¢s c¨¦ntricas de la ciudad.

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En este momento Oliver Bao comenta el enorme trabajo que se ha realizado para mejorar la apariencia de cada rostro que aparece en el juego, una forma de llevar hasta la siguiente frontera lo visto y vivido con Heavy Rain. Habla de los 180 actores que han servido como referencia para dar lugar a los personajes que cobran vida en la ciudad de Los ?ngeles, un aspecto fundamental de la obra en tanto se convierte en uno de los elementos a los que el jugador debe prestar especial atenci¨®n durante los interrogatorios. Si el entrevistado se muestra nervioso comenzar¨¢ a hacer una serie de gestos f¨¢ciles delatores, a los que se suma la tensi¨®n de las cuerdas vocales o el cl¨¢sico comportamiento extra?o de los sospechosos. Para no perder detalle de sus declaraciones, contamos con un blog de notas que, en palabras textuales, 'sustituye a la pistola' de GTA para convertirse en nuestro mejor aliado. De ella extraeremos la informaci¨®n de inter¨¦s que nos servir¨¢ para acercarnos al responsable de esta masacre que investigamos.

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Esta mec¨¢nica se asemeja bastante  ala que conocimos en su d¨ªa en las pieles de Phoenix Wright, no en vano es uno de los t¨ªtulos en los que Team Bondi ha puesto la mirada para manejar con sabidur¨ªa el procedimiento policial. El estilo que se emplea aqu¨ª es m¨¢s serio, centrado en la parte personal de los sospechosos y no tanto en la acci¨®n. No es, ni mucho menos, lo ¨²nico que se podr¨¢ hacer por la ciudad. Adem¨¢s de investigar un caso concreto, que servir¨¢ como marco para el cap¨ªtulo de marras que en el que transcurra el gui¨®n, existe la posibilidad de atender a los avisos que se ofrecen por radio a los polic¨ªas sobre atracos, accidentes y otros conflictos habituales de la ciudad. Es la parte m¨¢s parecida a GTA, aunque la acci¨®n siempre se enfoque desde otro punto de vista: 'la mayor diferencia entre GTA y LA Noire es que aqu¨ª controlas a un tipo que quiere hacer el bien, que debe hacer el bien, al contrario de lo que sucede normalmente en GTA'.

De momento no hay ocasi¨®n para comprobar hasta qu¨¦ punto evoluciona la acci¨®n, pero s¨ª la investigaci¨®n, que nos lleva a descargar a Earl Wilkie como personaje de inter¨¦s para la trama, por lo que autom¨¢ticamente optamos por una soluci¨®n mejor: acudir directamente a la casa de Eugene White, donde encontramos a su mujer. Comenta lo bien que avanza su matrimonio, lo desesperada que est¨¢ por encontrar a su marido, pero nuevamente, Phelps no parece creer absolutamente nada de lo que sale por su boca. El hecho de que cada uno tenga su cuarto, de que duerman en habitaciones separadas e incluso de que en la mesilla de Eugene hayan m¨¢s fotos de una mujer desconocida que de la suya propia levanta las suspicacias del detective y de su compa?ero, conocido a secas como Bukowsky, un tipo duro de los barrios bajos que cuenta con el habitual sentido del humor bonach¨®n y desenfadado de los polic¨ªas que afirman estar 'cansados de su trabajo'. 

Lo que m¨¢s llama la atenci¨®n de Phelps es uno de los comentarios de la mujer, que afirma que la ¨²ltima vez que vio a su marido fue poco antes de que ¨¦ste saliese a tomar una copa con un amigo llamado Artie Hogan. Es inevitable: se hace un silencio en el sal¨®n que deja pensativo a Phelps, como si acabase de entender lo que ha ocurrido. Lo anota en su cuaderno, consciente de que necesita m¨¢s pruebas para poder ponerse a buscar directamente a este Hogan que aparec¨ªa en una de las facturas presentes en el coche. Ahora sabe a ciencia cierta que las gafas deb¨ªan ser suyas, dado que la mujer de Eugene afirma que su marido no las lleva apuestas en el momento de abandonar la casa. Por la cabeza del detective merodean varias posibilidades: ?quiz¨¢s haya sido una rencilla causada por el amor de una mujer? ?Puede que una traici¨®n por dinero? ?Tal vez un accidente? Descarta las dos ¨²ltimas cuestiones y se centra en la primera.

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Ser¨¢ dif¨ªcil que se repita el ¨¦xito (o, mejor dicho, las cotas de calidad), pero de momento podemos garantizar que el gui¨®n, que corre a cargo de Michael Uppendahl (Mad Men), se ha creado con la pretensi¨®n de hacer crecer el g¨¦nero, de que sandbox de profundidad y no s¨®lo de libertad. No es la primera vez que se propone un estilo semejante a este: The Saboteur contaba con un planteamiento que parec¨ªa destinado a lo gloria y finalmente se quedar¨ªa a medio camino. Es s¨®lo uno de tantos ejemplos que pueden hacer pensar al lector que no vale la pena colocar este L.A Noire entre los destacados del pr¨®ximo a?o, aunque visto desde otro ¨¢ngulo, puede que la falta de expectaci¨®n ofrezca a Team Bondi la libertad para crear el juego que mejor les venga en gana. Comenta McNamara al final de una de las entrevistas que ellos son de los que 'necesitan un buen proyecto para levantarse de la cama'. Este proyecto est¨¢ m¨¢s cerca que nunca de convertirse en una realidad que esperamos sea palpable en el pr¨®ximo E3, marco inmejorable para presentar la ¨²ltima representaci¨®n virtual de la ciudad de Los ?ngeles. All¨ª estaremos. 

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