Nueva ciudad, mismos patinadores.

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La historia del skateboard es a toda luces incierta. Algunos claman que se cre¨® a mediados de los 50 en algunas escuelas de Los Angeles (USA), otros afirman que se trat¨® de un intento de imitar las virtudes del surf para los momentos en que el mar daba una tregua y las olas dejaban descansar a los ba?itas. Lo cierto que es impepinable es que fue a partir de 1975 cuado este deporte comenz¨® a tomar importancia, con los primeros aventurados que se atrevieron a meterse dentro de grandes piscinas para hacer trucos y dem¨¢s filigranas t¨ªpicas de este deporte.

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De esta manera vemos como un simple entretenimiento fue cogiendo fuerza mientras la base de aficionados crec¨ªa. Los primeros juegos basados en el mundo del monopat¨ªn llegaron en los a?os 80, con el m¨ªtico 720? como principal baluarte de este nuevo g¨¦nero interactivos. Pero este lanzamiento de Atari no es precisamente el m¨¢s destacable de la historia del Skateboard virtual, ese honor recae en la saga Tony Hawk, de Activision. Desde el a?o 2000 la compa?¨ªa norteamericana nos ha agraciado con un t¨ªtulo de esta saga, todo un ejemplo de como los videojuegos pueden ayudar a la expansi¨®n de un deporte.

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Sin embargo es cierto que la franquicia Tony Hawk comenz¨® a decaer de un tiempo a esta parte, perdiendo fuerza y tir¨®n entre los aficionados. Es entonces cuando Electronic Arts aprovech¨® para dar una nueva vuelta de tuerca a este particular g¨¦nero, con el desarrollo y posterior lanzamiento de Skate. Se trataba de un giro realista respecto a lo mostrado con Tony Hawk. Con Skate se acabaron los saltos infinitos, los combos de movimientos irreales y las f¨ªsicas dignas de una pel¨ªcula de dibujos animados. Lleg¨® el realismo, y lo mejor es que result¨® tan divertido como emocionante.

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Eso fue en septiembre de 2007, gozando el lanzamiento de tanto ¨¦xito que propici¨® una secuela que lleg¨® a las estanter¨ªas en enero de 2009. La compa?¨ªa canadiense lanza ahora la tercera parte de la saga, fiel a su estilo de lanzar un juego por a?o en la mayor parte de sus sagas. Las armas que esgrime este Skate 3 son nuevos modos de juego para adaptar la experiencia a todos los jugadores, la l¨®gica mejora en cuanto a movimientos y capacidades de nuestro personaje y algunas nuevas opciones, como es el modo cooperativo para cuatro jugadores en la nueva ciudad. ?Ser¨¢ suficiente?

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Y es que a ojos de muchos jugadores da la impresi¨®n de que esta tercera entrega ha sido un desarrollo apresurado y falto de la creatividad necesaria para conseguir ofrecer un lanzamiento de gran calidad. Sus apartados t¨¦cnicos gozan de unos niveles de calidad notables, pero son excesivamente similares a lo ya vistos en anteriores entregas. Se usa el mismo motor gr¨¢fico y eso se nota en los modelos de jugadores, con un detalle a veces insuficiente para los tiempos que corren, habitantes de la nueva ciudad con escaso nivel de detalle y una peor animaci¨®n o una arquitectura de Port Caverton (la nueva ciudad) algo falta de inspiraci¨®n.

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Es el quien no desgranar¨¢ los secretos del sistema de control, aunque sus ense?anzas depender¨¢n de una decisi¨®n clave que se estrena en esta tercera entrega. Nos referimos a los dos nuevos sistemas de control existentes. Uno modificado para aquellos novatos en estas lides, simplificando los controles y modificando algunos valores de las habilidades de nuestro personaje para que este d¨¦ un menos n¨²mero de ocasiones con sus morros en el frio asfalto. Por otro lado tambi¨¦n existe un nuevo modo Hardcore que dificulta un tanto las cosas, obligando a los m¨¢s expertos en la saga a rizar el rizo con cada una de las piruetas que consigan realizar. Sin duda se trata de una gran elecci¨®n para ampliar el p¨²blico de la saga, pero se nos antoja algo vano a la hora de enfrentarnos de la manera habitual a Skate 3.

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Estos expertos del modo dif¨ªcil ser¨¢n las estrellas de la nueva red social del t¨ªtulo, Skate.feed. En ella podremos compartir nuestras im¨¢genes, dise?os, videos, personajes... Sin embargo, da la impresi¨®n de que pod¨ªa haber dado m¨¢s de s¨ª, si la gente de EA se decidiera de una vez a abrir sus servidores privados a la red en general (las posibles interacciones de este juego con facebook o tuenti habr¨ªan resultado ser muy positivas para las posibilidades de este t¨ªtulo).

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Pero volviendo al n¨²cleo del juego, nos enfrentaremos a una nueva ciudad repleta de retos y con una factura mucho m¨¢s amigable para el skater que el anterior emplazamiento de la saga. Port Caverton resulta ser el lugar perfecto para los patinadores por tratarse de una localidad que adora este deporte, llegando al punto de que incluso sus habitantes nos animar¨¢n mientras practicamos por sus calles. Este hecho obliga a cambiar la factura de la saga, ya que si echamos la vista atr¨¢s, en Skate siempre actu¨¢bamos en contra de la ley. De este modo la motivaci¨®n ya no es luchar contra el r¨¦gimen establecido, sino aprovechar la coyuntura para crear un equipo propio, formado por los mejores skaters de Port Caverton.

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Un detalle simple, pero que nos ha sorprendido, ha sido el hecho de que podamos usar los modelos de cualquiera de nuestros amigos con Skate 3 para nuestro equipo, aunque ellos no est¨¦n online. Una manera aumentar la sensaci¨®n cooperativa, incluso sin conexi¨®n. Y son este tipo de momentos los que nos hacen valorar positivamente a Skate 3 dentro del esquema continuista que ha seguido la saga. Y es que parece que Black Box ha intentando poner un cuidado especial a la hora de mejorar los aspectos que demandaba la comunidad de usuarios.

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Es el caso de los controles cuando estamos a pie, la posibilidad de modificar la altura de la c¨¢mara en cualquier momento o la frescura al dotar toda la producci¨®n de un singular sentido del humor que nos har¨¢ sonreir en m¨¢s de una ocasi¨®n a pesar de que en los videos del juego no haya opci¨®n a subt¨ªtulos y est¨¦n integramente en el idioma de Shakespeare. Por suerte el resto del juego si cuenta con textos en castellano, para facilitar a los jugadores no anglosajones la toma de contacto con el t¨ªtulo.

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El detalle que redondea la propuesta es el editor de parques, nada revolucionario, pero suficiente para que los jugadores m¨¢s creativos demuestren lo que son capaces de hacer con algo de tiempo e imaginaci¨®n. De nuevo las pegas vienen de parte de las limitaciones a la hora de compartir nuestras creaciones, y por el hecho de que la accesibilidad a las herramientas disponibles es simplemente mejorable. Hemos visto en t¨ªtulo m¨¢s recientes muestras claras de que se puede mejorar mucho el interfaz de edici¨®n. Kodu Game Lab, Modnation Racers e incluso Little Big Planet son buenos ejemplos de esto.

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