El r¨¢pido y el furioso

Nada es seguro en la industria de los videojuegos. Esta categ¨®rica frase se ha cumplido a rajatabla desde la misma g¨¦nesis de la industria, aunque desde luego las exclusivas han pasado a ser ese 'algo' por lo que no merece poner la mano en el fuego en la presente generaci¨®n. Es norma habitual para las empresas desarrolladoras de hardware asegurar la mayor cantidad de juegos exclusivos por parte de las third parties para as¨ª destacar por encima de la competencia (la Nintendo de las generaciones de los 8 y 16 bits era una aut¨¦ntica experta en el tema, llegando a monopolizar para sus consolas la pr¨¢ctica totalidad del cat¨¢logo de estudios tan renombrados y relevantes como Capcom o Konami), aunque los elevados costes de producci¨®n que han llegado con la actual generaci¨®n de plataformas de alta definici¨®n han acabado haciendo inviable dicha pr¨¢ctica. Ni Nintendo, ni Sony, ni siquiera Microsoft pueden permitirse pagar en la mayor¨ªa de las ocasiones la millonada que cuesta llevar a su plataforma de forma exclusiva la ¨²ltima entrega de una saga de renombre.

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A¨²n as¨ª, la progenitora de Xbox 360 se marc¨® como objetivo primordial en la presente generaci¨®n convertir a la saga Grand Theft Auto en una abanderada de su consola, tratando de romper as¨ª la situaci¨®n de privilegio que dicha franquicia hab¨ªa mantenido con Sony por medio de exclusivas temporales (GTA III, GTA Vice City y GTA San Andreas) o totales (GTA Liberty & Vice City Stories). As¨ª, en el ya lejano E3 de 2006 un desbocado Peter Moore, por entonces cabeza visible de la secci¨®n de juegos de Microsoft, salt¨® a la palestra con un tatuaje marcado en el brazo; dicho grabado fue su forma de anunciar que las exclusivas temporales de la saga GTA con Sony hab¨ªan terminado, y que el por entonces reci¨¦n anunciado nuevo cap¨ªtulo de la franquicia (GTA IV) ver¨ªa la luz de manera simult¨¢nea tanto en PS3 como en Xbox 360. No conforme con ello, Microsoft anunci¨® tambi¨¦n que GTA IV contar¨ªa con contenido descargable adicional, y que ¨¦ste ser¨ªa en un principio exclusivo de 360.

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Un a?o despu¨¦s se concretaron los planes de lanzamiento de dicho contenido descargable: dos cap¨ªtulos adicionales cargados de novedades que adem¨¢s pasar¨ªan a ser coto exclusivo de Xbox 360; es decir, nada de exclusividades temporales, dado que los cap¨ªtulos extra jam¨¢s llegar¨ªan a aparecer en PS3. Obviamente dicha exclusiva no le sali¨® ni mucho menos barata a Microsoft, e incluso lleg¨® a trascender la mareante y m¨¢s que cuantiosa cantidad de dinero que la compa?¨ªa de Redmond pag¨® a Rockstar para hacerse con el monopolio del contenido extra de GTA IV. El tiempo pas¨® hasta que al fin, en abril de 2008 y tras sufrir no pocos retrasos, Grand Theft Auto IV irrumpi¨® en las estanter¨ªas de las tiendas para hacer historia. Rockstar North dio a luz su en¨¦sima obra maestra, superando con ello todas las estratosf¨¦ricas expectativas que los aficionados hab¨ªan volcado en el proyecto.

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Una vez con el cap¨ªtulo principal en la calle, llegaba el turno para el contenido adicional. El ya legendario secretismo de Rockstar cubri¨® por completo el desarrollo de los planeados dos cap¨ªtulos extra, por lo que nadie pod¨ªa saber por d¨®nde ir¨ªan los tiros. Finalmente, y de nuevo tras no pocos retrasos, el primero de dichos cap¨ªtulos irrumpi¨® en Xbox Live en febrero de 2009. Se trataba de The Lost and Damned, todo un nuevo GTA ubicado en la en¨¦sima encarnaci¨®n de Liberty City que llevaba casi un a?o maravill¨¢ndonos gracias a Grand Theft Auto IV. A Rockstar North le gustaba hacer las cosas a lo grande, as¨ª que nada de limitarse a a?adir un peque?o pack de armas, un pu?ado de misiones o un par de sopor¨ªferos mapas multijugador. TLAD era un juego completo que dejaba en evidencia al resto de compa?¨ªas que usaban las plataformas digitales de descarga ¨²nicamente para obtener el m¨¢ximo beneficio con el m¨ªnimo esfuerzo. Ya en octubre de aquel mismo a?o apareci¨® el t¨ªtulo que cerraba el c¨ªrculo (y la trilog¨ªa GTA IV). The Ballad of Gay Tony era su nombre, hac¨ªa gala de las mismas virtudes atesoradas por su hermano descargable, y de nuevo llegaba en exclusiva a Xbox 360. Rockstar aprovech¨® la ocasi¨®n para lanzar en formato f¨ªsico un recopilatorio que inclu¨ªa ambos cap¨ªtulos. Dicho pack llev¨® por nombre Grand Theft Auto: Episodes From Liberty City, y nuevamente fue coto exclusivo de Xbox 360.

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Por supuesto, los rumores de la llegada de ambos episodios a PS3 fueron constantes a lo largo del tiempo, aunque dichos rumores era m¨¢s producto del deseo de los aficionados que de hechos contrastados, dado que tanto Microsoft como Rockstar no dejaban de asegurar que la exclusividad en Xbox 360 era incuestionable. Es m¨¢s, la aparici¨®n en la car¨¢tula del recopilatorio GTA Episodes From Liberty City del sello 'Only for Xbox 360' pareci¨® cerrar el debate (dicho sello ha sido obviamente eliminado en posteriores reediciones del t¨ªtulo). Todo el mundo dio entonces por hecho que, aunque tanto TLAD como TBOGT acabar¨ªan apareciendo en PC tarde o temprano (en el GTA IV de dicha plataforma se hab¨ªan encontrado archivos de texturas correspondientes a las mencionadas expansiones), jam¨¢s lo har¨ªan en PS3. Sin embargo la situaci¨®n no tard¨® en dar un giro de 180 grados. A finales de enero de este mismo a?o Rockstar anunci¨® el lanzamiento de GTA Episodes From Liberty City en PC? y PlayStation 3. La millonada que Microsoft pag¨® a Rockstar tres a?os atr¨¢s para asegurarse los cap¨ªtulos descargables result¨® dar como fruto una exclusividad temporal en lugar de total, llegando a extenderse un total de 14 meses en el caso de TLAD y tan s¨®lo 6 en lo referente a TBOGT. Johnny y Lu¨ªs irrumpen al fin en el resto de plataformas de alta definici¨®n de la actual generaci¨®n, as¨ª que es hora de recibirlos con todos los honores.

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Liberty City Trilogy

Ya de entrada es necesario dejar clara una cosa: Tal y como apuntamos en la introducci¨®n al presente an¨¢lisis, tanto The Lost and Damned como The Ballad of Gay Tony deben ser considerados dos juegos completos en lugar de meras expansiones de Grand Theft Auto IV. No estamos hablando de un t¨ªtulo principal y dos episodios opcionales, sino de una trilog¨ªa de hecho y derecho en la que se entrecruzan destinos hasta el punto de que las acciones de un determinado personaje en una de las entregas puede tener marcadas consecuencias en el devenir de los acontecimientos de otro de los cap¨ªtulos. Por lo tanto, Rockstar North ha dibujado con los tres t¨ªtulos antes mencionados un gigantesco cuadro que tiene como lienzo la que a¨²n a d¨ªa de hoy sigue siendo la urbe m¨¢s grande y detallada jam¨¢s vista en un videojuego: Liberty City.

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Puede que muchos consideren a GTA IV, TLAD y TBOGT t¨ªtulos similares al desarrollarse en una misma ciudad, aunque nada m¨¢s lejos de la realidad. Liberty City es tan grande que puede dar perfecta cabida a tres enormes sandbox sin que tengamos la sensaci¨®n de recorrer un mismo escenario hasta la extenuaci¨®n. Ello no solo se debe a la enorme extensi¨®n y cuidado en el detalle del que hace gala la Ciudad de la Libertad, ya que Rockstar North tambi¨¦n ha puesto especial hincapi¨¦ en que las zonas que visitemos en cada uno de los tres juegos difieran notablemente a pesar de los destinos cruzados a los que ya hemos hecho menci¨®n con anterioridad. As¨ª, The Lost and Damned tiene como campo de acci¨®n principal la isla de Alderney, mientras en The Ballad of Gay Tony la zona de tr¨¢nsito recurrente ser¨¢ Algonquin. Por supuesto en ambos t¨ªtulos podemos transitar en todo momento por cualquiera de las otras dos islas principales en las que se divide Liberty City, al tiempo que varias misiones tanto principales como secundarias nos llevar¨¢n a ellas, pero se prestar¨¢ especial atenci¨®n a las islas anteriormente mencionadas, al igual que en GTA IV ten¨ªamos al trinomio Broker/Dukes/Bohan como principal campo de acci¨®n en buena parte del juego.

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Las marcadas diferencias existentes entre cada una de las tres aventuras vienen de la mano de los propios protagonistas que encarnamos. Si GTA IV nos narraba los infortunios de Niko Bellic, inmigrante de Europa del Este que llega a Liberty City para tratar de huir de su sangriento y oscuro pasado s¨®lo para descubrir que ¨¦ste le acompa?ar¨¢ all¨¢ donde vaya al encontrarse profundamente arraigado en su interior, tanto TLAD como TBOGT nos ponen en la piel de personajes radicalmente distintos, cuyas aventuras trascurren por lo tanto en ¨¢mbitos muy diferentes a pesar de estar situadas en un periodo temporal similar al de GTA IV. En The Lost and Damned encarnamos a Johnny Klebitz, motero de vocaci¨®n y miembro de la hermandad de los Lost, el cual ve como su mundo se pone patas arriba cuando Billy, jefe de la banda de la que forma parte, regresa a escena tras un largo tiempo a la sombra para iniciar una guerra sangrienta que puede suponer la perdici¨®n de todo lo que Johnny hab¨ªa construido con enorme paciencia y dedicaci¨®n.

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La primera diferencia existente entre Johnny y Niko es evidente: Johnny lleva a?os viviendo en Liberty City, por lo que la ciudad ni mucho menos es extra?a para ¨¦l. No necesita hacer nuevas amistades, ya que un primer vistazo a su tel¨¦fono m¨®vil nos har¨¢ ver que se encuentra repleto de contactos desde el primer segundo de juego. Algo que sin duda agradecer¨¢n aquellos jugadores de GTA IV que consideraron las citas (necesarias para acceder a las ventajas y favores suministrados por nuestras amistades y contactos) como algo mon¨®tono y repetitivo es que en The Lost and Damned ya no son necesarias. As¨ª, podremos llamar a nuestros compa?eros de hermandad para que nos suministren veh¨ªculos y armas gratuitas o a bajo precio sin que por ello tengamos que acompa?arlos innumerables veces al Burger Shot o a una partida de bolos.

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Las grandes protagonistas en el terreno jugable de The Lost and Damned son sin duda las motocicletas. Ya era hora de que en un GTA las motos se convirtieran en las estrellas de la funci¨®n, y sin duda con el cap¨ªtulo que nos ocupa los aficionados tanto a las dos ruedas como a la filosof¨ªa 'Live to ride, ride to live' ver¨¢n ampliamente colmadas sus ansias. En concreto, ser¨¢n las motos chopper y custom las principales beneficiadas, ya que Rockstar North ha creado una infinidad de nuevos modelos de esta clase de veh¨ªculos que podremos conducir con absoluta maestr¨ªa. Johnny Klebitz lleva a lomos de una moto pr¨¢cticamente desde que aprendi¨® a andar, y eso se refleja perfectamente en el nuevo control implementado a este tipo de monturas, mucho m¨¢s accesible e intuitivo. As¨ª, en los primeros compases del juego nos sorprender¨¢ lo f¨¢cilmente que podemos sortear el tr¨¢fico y los obst¨¢culos aunque nos desplacemos a velocidades de v¨¦rtigo, cuando llevar a cabo tales maniobras con Niko Bellic equival¨ªa en no pocas ocasiones a acabar dando con nuestros huesos sobre el asfalto.

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Por supuesto Johnny podr¨¢ conducir cualquier veh¨ªculo del juego, no solo las motos custom, aunque montar en un veh¨ªculo de cuatro ruedas se nos antojar¨¢ extra?o, dando con ello buena fe de que el elemento natural de nuestro protagonista es la motocicleta. The Lost and Damned explota bien este hecho en sus misiones tanto principales como secundarias. En las principales abundar¨¢n las persecuciones y tiroteos a lomos de nuestra motocicleta (en la mayor¨ªa de ocasiones nos acompa?ar¨¢n y ayudar¨¢n varios miembros de nuestra hermandad, los cuales pueden adquirir experiencia para mejorar tanto su resistencia al da?o como su habilidad al disparar), mientras en las secundarias tendremos carreras ilegales que nos recordar¨¢n a la a?orada e injustamente abandonada saga Road Rash, dado que podemos usar armas contundentes para abatir a nuestros oponentes.

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The Ballad of Gay Tony nos pone en la piel del dominicano Lu¨ªs Fernando L¨®pez, socio y mano derecha del empresario Anthony Prince (m¨¢s conocido como Gay Tony). Tony posee los dos locales nocturnos m¨¢s afamados de Liberty City: el Maisonette y el H¨¦rcules, aunque diversos excesos y errores le llevan a hipotecar su futuro a algunas de las organizaciones mafiosas m¨¢s peligrosas de la Ciudad de la Libertad. Las cosas no tardan en complicarse, por lo que Lu¨ªs se ver¨¢ obligado a trabajar para los hombres m¨¢s indeseables de Liberty City para as¨ª mantener con vida a Gay Tony, al que considera, m¨¢s que socio y amigo, como el padre que nunca tuvo. Si en TLAD eran las motocicletas y la fraternidad entre camaradas de hermandad la nota predominante, en TBOGT ser¨¢ el mundo nocturno, la exuberancia y la desproporci¨®n lo que marque el destino de personajes tanto principales como secundarios.

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Las misiones principales de ambos t¨ªtulos nos dar¨¢n para unas veinte horas de juego, aunque por supuesto esto es Grand Theft Auto, por lo que completar el hilo narrativo de los juegos que conforman Episodes From Liberty City ser¨¢ s¨®lo la punta del iceberg de la experiencia jugable. A medida que superamos misiones se nos ir¨¢n abriendo un sinf¨ªn de posibilidades en forma de tareas secundarias y minijuegos. Carreras ilegales; guerras de bandas; batallas campales para hacernos con un jugoso trozo del pastel del lucrativo negocio de las drogas; encontrar y eliminar un centenar de gaviotas; jugar partidas de Air Hockey, cartas, billar, dardos o golf; gestionar el m¨¢s que movido Maisonette (obviamente s¨®lo en la piel de Lu¨ªs); ver un espect¨¢culo (ya sea comedia, n¨²mero de magia, etc.); echar competiciones de pulsos con los camaradas de hermandad (aqu¨ª es Johnny el ¨²nico capacitado para ello); navegar por la peculiar red de redes del universo GTA; ver diversos canales de televisi¨®n en los que se incluyen descacharrantes programas como Rangers Republicanos del Espacio o Princess Robot Bubblegum; efectuar saltos base en paraca¨ªdas?

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Uno de los grandes encantos de Grand Theft Auto es precisamente el poder pas¨¢rselo bomba en sesiones de juego prolongadas sin llegar en ning¨²n momento a participar en la historia principal, y desde luego tanto The Lost and Damned como The Ballad of Gay Tony cumplen sobradamente dicho cometido, ofreciendo una enorme cantidad de novedades (menci¨®n especial al Air Hockey, juego excepcionalmente implementado al que siempre nos apetecer¨¢ echar una partida) respecto a lo visto en GTA IV. As¨ª, la duraci¨®n de cada uno de los cap¨ªtulos se multiplica exponencialmente, y por si no tenemos suficiente siempre podremos echar mano al tel¨¦fono m¨®vil de nuestro personaje para participar en las diversas modalidades multijugador que Rockstar ha incluido en ambos t¨ªtulos.

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En cuanto a juego online se eliminan las disciplinas que menos ¨¦xito tuvieron en GTA IV al tiempo que se mejoran y potencian las que quedan y se a?aden novedades de lo m¨¢s adictivas. A destacar los modos Chopper Vs. Chopper (un jugador debe pasar por diversos checkpoints a lomos de una motocicleta, mientras otro tratar¨¢ de tumbarlo a bordo de un helic¨®ptero de combate) y Protecci¨®n de Testigos (un equipo encarna a un grupo de polic¨ªas que deben escoltar a un testigo a comisar¨ªa, mientras el otro bando est¨¢ formado por miembros de los Lost que deben eliminar a dicho confidente). En definitiva, si lo sumamos todo (misiones principales, secundarias, minijuegos y modo multijugador) tenemos t¨ªtulo con el que divertirnos durante muchos meses.

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Las novedades de Episodes From Liberty City alcanzan tambi¨¦n a la m¨²sica (nuevas emisoras de radio que ofrecen m¨¢s de cincuenta canciones in¨¦ditas en total), el armamento y los veh¨ªculos a conducir. Respecto a estos dos ¨²ltimos grupos, decir que son el principal motivo de que las misiones tanto en TLAD como en TBOGT sean mucho m¨¢s salvajes, intensas y desenfrenadas que las incluidas en GTA IV. Las novedades en el arsenal nos ofrecen armamento mucho m¨¢s letal que el empu?ado por Niko Bellic en su aventura, desde recortadas de dos ca?ones hasta lanzagranadas, pasando por cargas de control remoto o escopetas de repetici¨®n que pueden cargarse con cartuchos explosivos. Con uno de estos 'juguetes' en nuestras manos nada se nos resistir¨¢; da igual que sean enemigos con chalecos antibalas, veh¨ªculos blindados o helic¨®pteros armados hasta los dientes. En el apartado de nuevos veh¨ªculos para arrasar con todo lo que se nos ponga por delante (o por detr¨¢s) destaca sin duda la tanqueta APC. No es nuestro a?orado, imparable e inolvidable Rhino con el que tan buenos ratos pasamos en anteriores entregas de GTA, pero menos da una piedra.

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Apartado gr¨¢fico

Dado que la versi¨®n jugable suministrada por Rockstar para la elaboraci¨®n del presente an¨¢lisis es la de PS3, nada podemos decir de momento acerca de la optimizaci¨®n gr¨¢fica de Episodes From Liberty City en PC, aunque desde luego esperamos que no arrastre los problemas que se presentaron en el GTA IV de compatibles en el momento de su lanzamiento. De lo que s¨ª podemos dar fe es que EFLC luce en PS3 tan bien como lo hac¨ªa GTA IV en la misma consola, algo que por otra parte era de esperar. As¨ª, respecto a la versi¨®n de Xbox 360 nos encontramos con un colorido mucho m¨¢s vivo y espectacular (perceptible sobre todo en nuestros periplos nocturnos por Liberty City), adem¨¢s de una carga de texturas de edificios y elementos de escenario m¨¢s r¨¢pida cuando conducimos a velocidades de v¨¦rtigo.

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La mayor capacidad de almacenaje del Blu-Ray respecto al DVD tambi¨¦n se ha aprovechado para aumentar la resoluci¨®n de los programas televisivos, por lo que a la hora de ver la tele podemos contar con una perspectiva a pantalla completa adem¨¢s de los dos ¨¢ngulos m¨¢s o menos alejados presentes en el Episodes From Liberty City de 360. Eso s¨ª, no todo son ventajas dado que la carga de datos en el disco duro de PS3 tras introducir por primera vez el BD es obligatoria (lo que producir¨¢ la desesperaci¨®n de los usuarios al ver que a¨²n tendr¨¢n que aguardar unos minutos para poder disfrutar de su juego reci¨¦n adquirido), y tambi¨¦n nos encontramos con una definici¨®n algo m¨¢s baja en el texturizado general del juego, apreciable sobre todo en primeros planos.

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Do you speak english?

Tal y como es triste norma habitual en los lanzamientos de Rockstar, Episodes From Liberty City est¨¢ ¨²nicamente doblado al ingl¨¦s, algo que gustar¨¢ m¨¢s o menos dependiendo de nuestra capacidad de comprensi¨®n de la lengua anglosajona. La situaci¨®n es la que es y no creemos que Rockstar la cambie jam¨¢s, por lo que al menos podemos consolarnos sabiendo que los versados en la lengua anglosajona disfrutar¨¢n de otro de esos soberbios doblajes a los que la compa?¨ªa norteamericana nos tiene tan bien acostumbrados. Lo que ya s¨ª puede llegar a molestar bastante es el hecho de que los subt¨ªtulos en castellano s¨®lo alcanzan a los elementos esenciales del juego (di¨¢logos entre personajes durante las misiones, conversaciones telef¨®nicas, etc.), mientras la mayor¨ªa de elementos secundarios se han dejado sin subtitular.

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Es el caso de las conversaciones entre peatones, los canales de televisi¨®n, una buena parte de las p¨¢ginas web disponibles en la particular versi¨®n de la red de redes del universo GTA, las noticias que podemos escuchar por la radio, las propias conversaciones de los locutores? La mayor¨ªa de los aspectos que no han entrado en el subtitulado del juego son de corte humor¨ªstico, algo que a¨²n escuece m¨¢s. Perderse los descacharrantes di¨¢logos de Princess Robot Bubblegum (por poner un ejemplo) a causa de que Rockstar no se haya molestado en subtitularlos es algo sin duda denunciable y motivo m¨¢s que suficiente para que se lance un parche a no mucho tardar que solvente el problema; aunque teniendo en cuenta que GTA IV tambi¨¦n lo sufr¨ªa y no se ha hecho nada al respecto...

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