Incorruptibles

Hist¨®ricamente el g¨¦nero de la estrategia en los videojuegos era uno de aquellos reservado a unos pocos - pero ac¨¦rrimos - fans de la gesti¨®n de recursos, la construcci¨®n de una base y de un ¨¢rbol tecnol¨®gico adecuado y del planteamiento t¨¢ctico calmado y pausado? para concluir con el posterior despliegue de las tropas y as¨ª acabar con la resistencia enemiga. A lo largo de los a?os hay que reconocer que todos los g¨¦neros, al margen de lo mucho o poco que hayan cambiado, por lo menos se han acelerado un poco y en este caso no estamos ante una excepci¨®n. Ahora todo es m¨¢s r¨¢pido, m¨¢s directo? distinto.

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Si se hiciera una lista de entre todos los seguidores de las mayores franquicias para enumerar qu¨¦ t¨ªtulos son los responsables de este giro en el tim¨®n, ser¨ªa imposible llegar a un acuerdo; pero casi con total seguridad, pr¨¢cticamente cualquier jugador pondr¨ªa en esa hipot¨¦tica lista a Starcraft y a dos de sus herederos espirituales: las ¨²ltimas entregas de Command & Conquer y la saga Dawn of War. Dos nombres que resuenan hoy con m¨¢s fuerza que nunca y a los que la beta del nuevo juego de Blizzard no consigue eclipsar.

Es particularmente curioso el caso de la franquicia de Relic por varios motivos: en primer lugar, atreverse con una licencia tan susceptible como es la de Warhammer 40K no era una decisi¨®n f¨¢cil y hay que reconocer el gusto con el que se ha hecho la adaptaci¨®n del popular juego de mesa; en segundo lugar por su apuesta descarada por querer cambiar las reglas de los ETR, nada sencillo en un g¨¦nero que llevaba anquilosado bastantes a?os. Pero hay que darle a Relic especiales ?kudos' especialmente por lo principal: por el trabajo bien hecho. Y es que Dawn of War es un juego que divierte como pocos, sin ser la expansi¨®n que hoy tratamos ninguna excepci¨®n.

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Tal vez los puristas argumentar¨¢n que Chaos Rising es a la estrategia en tiempo real lo que Diablo es al rol; si lo que eso significa es que estamos frente a un juego que antepone la acci¨®n a la gesti¨®n de recursos, que prioriza el micromanejo de pocas unidades antes que la construcci¨®n masiva de un ej¨¦rcito aniquilador que arrolle al rival y que premia al jugador que se lanza al combate frente al que se atortuga en su base? s¨ª, es verdad. Y todo eso lo hace de forma sublime, exquisita.

Si adem¨¢s a todo esto le a?adimos componentes que parecen llegados de los RPG de acci¨®n (experiencia, subir niveles, gesti¨®n del ¨¢rbol de atributos de cada personaje, recolecci¨®n y equipamiento de tesoros que encontremos en el mapa, uso de poderes y habilidades en combate, etc.), la combinaci¨®n resulta todav¨ªa m¨¢s explosiva y adictiva. En resumen, hay pocos jugadores a los que Dawn of War 2 les resulte indiferente, pero guste o no estamos sin duda ante uno de los grandes juegos de PC del momento.

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Mucho se ha dicho ya de la historia que ambienta la nueva campa?a de Chaos Rising, y est¨¢ disponible en los avances previos al juego. Para resumir, el planeta Aurelia - que mil a?os antes rivalizaba con Meridian por ser el principal del subsector Aurelia y hogar de los Cuervos Sangrientos - se convirti¨® en hielo y se sumi¨® en la Disformidad durante la llamada 'Tormenta del dolor'. Recientemente, no obstante, las anomal¨ªas que lo enterraron han remitido y ha regresado a nuestro plano. Pero en su regreso se ha tra¨ªdo consigo un regalo especial para los Marines Espaciales?

Chaos Rising trae consigo algunas novedades importantes para los que ya disponen de la segunda entrega de Dawn of War; pero antes de empezar vale la pena aclarar un detalle: el juego es una expansi¨®n para DoW2 pero no necesita el juego original para ejecutarse. Eso s¨ª, si queremos acceder a la campa?a y a algunas de las funcionalidades del anterior, ¨¦stas permanecer¨¢n bloqueadas hasta que no lo instalemos. De hecho, Steam realiza una 'precarga' del contenido del juego y lo deja a punto de introducir una clave v¨¢lida para activarlo.

Otro detalle que merece la pena comentarse de antemano es el de los problemas t¨¦cnicos que est¨¢ sufriendo mucha gente y que se aprecia en la multitud de hilos abiertos en los foros de Relic. De hecho, ahora mismo para ejecutar el juego y que se vea correctamente en nuestra ATI hay que, cada vez que lo iniciamos, borrar manualmente el archivo de configuraci¨®n que se crea en la carpeta de instalaci¨®n y dejar que el juego lo genere de nuevo o se convierte en injugable. Esperamos un parche en breves, obviamente, pero resulta chocante que a estas alturas un t¨ªtulo presente unos problemas tan graves de pulido como el caso que nos ocupa.

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Superadas las impertinencias t¨¦cnicas, es momento de lanzarse de cabeza a ver qu¨¦ trae y c¨®mo lo trae Chaos Rising. Para empezar, una nueva campa?a para seguir disfrutando de la historia de los Marines Espaciales. De hecho, hac¨ªa mucho tiempo que no disfrut¨¢bamos tanto en una serie de misiones preprogramadas como lo hemos hecho con estas; Relic ha sabido darle una nueva vuelta de tuerca a la confrontaci¨®n contra el Caos, pero sin perder el toque gracioso del elenco de protagonistas, que parece que peleen entre s¨ª para ver qui¨¦n es el m¨¢s duro de todos.

Esta campa?a, que puede disputarse en hasta cuatro niveles de dificultad, ofrece la posibilidad de vivirla de forma cooperativa a?adiendo a un amigo a trav¨¦s del sistema Live! de Microsoft. Hace falta obviamente estar conectado y tener un gamertag v¨¢lido para disfrutar de esta experiencia online que sin lugar a dudas es un a?adido interesante al contenido, permitiendo que un jugador acceda a nuestras partidas como invitado y nos eche una mano contra las fuerzas enemigas.

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Se ha mejorado notablemente, o por lo menos eso nos ha parecido, la inteligencia artificial con respecto a la anterior entrega. En dificultad 'Capit¨¢n', solamente un nivel por debajo del m¨¢s alto, la CPU ya presentaba un reto considerable en algunas misiones en las que las fuerzas est¨¢n m¨¢s repartidas. De hecho existe un cambio notable de 'Sargento' a 'Capit¨¢n', que exigir¨¢ que sepamos utilizar conceptos como flanqueo, coberturas y un dominio extensivo de las habilidades de nuestra escuadra para superar algunas fases.

A lo largo de la campa?a descubriremos algunas caracter¨ªsticas que se han implementado de forma interesante; por ejemplo, podemos importar nuestras escuadras de DoW2 totalmente personalizadas y con el nivel, habilidades y equipo que obtuvieron al finalizar la ¨²ltima de las misiones. Se ha subido el tope de nivel hasta el 30 (desde el 20) y obviamente aparecen nuevos tesoros que sin duda vendr¨¢n a sustituir a aquellos que tanto nos costaron obtener y que podremos equipar desde la ventana de despliegue.

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Aparece tambi¨¦n una particularidad que no se ha terminado de desarrollar en exceso: en nuestro contacto con las fuerzas del Caos, estamos expuestos a la Corrupci¨®n. La Corrupci¨®n es una barra de progresi¨®n de 24 niveles que se ir¨¢ llenando a medida que hagamos actos contra la voluntad del Emperador, en desacuerdo con la voluntad de los l¨ªderes de nuestro escuadr¨®n o mediante equiparnos con determinados objetos impuros.

A medida que la barra progresa, accederemos a poderosas habilidades de las que no dispondremos de otra manera, a piezas de inventario m¨¢s poderosas de lo habitual y que en definitiva har¨¢n m¨¢s dif¨ªcil de abatir a nuestra unidad. Eso s¨ª, a un precio: una puntuaci¨®n demasiado alta y nuestros propios l¨ªderes se volver¨¢n contra nosotros, pudiendo incluso llegar a perder el control de sus acciones en lo que ser¨ªa un desafortunado giro de los acontecimientos. L¨¢stima que se premie tan poco durante el juego permanecer 'puros' y que el hecho de caer en el Caos sea cosa de no hacer una misi¨®n secundaria, equiparse un objeto determinado o no reclutar a tal l¨ªder para tal misi¨®n?

El ¨²nico que permanece incorruptible ante toda influencia del Caos es el temible Dreadnought, Davian Thule. Thule, apodado por algunos como el h¨ªbrido entre Data de Star Trek, Terminator y enfundado en la armadura de Aliens el Regreso, acompa?a en la aventura a nuestro comandante en jefe y a Trakus, Cyrus, Avetus. Thaddeus y resto del elenco de protagonistas que ya conocemos, a los que se une un nuevo personaje: Jonah Orion, un bibliotecario con tremendos poderes ps¨ªquicos que podremos potenciar desbloqueando nuevos rasgos y personalizar a nuestro antojo.

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Jonah ser¨¢ de gran ayuda para pelearnos con la nueva raza que se ha incorporado a las que formaban los Marines, los Orkos, los Eldar y los Tir¨¢nidos: los Marines Espaciales del Caos. Antes de pormenorizarla con detalle, baste decir que el resto de razas tambi¨¦n reciben un regalo: los Orkos reciben al Estramb¨®tiko, de apoyo a distancia; la Guardia Espectral, infanter¨ªa pesada, se une a los Eldar y buena falta les hac¨ªa. Los Tir¨¢nidos a?aden dos actualizaciones: la Progenie de Genestealer, buena en cuerpo a cuerpo y que se infiltra al permanecer quieta y el Guardia Tir¨¢nido.

Aunque a priori puedan parecer una versi¨®n cutre y salchichera de los Marines Espaciales 'de toda la vida', las fuerzas del caos son mucho m¨¢s poderosas y vers¨¢tiles de lo que se pueda imaginar. De hecho, vienen a llenar un agujero que se notaba muy vac¨ªo con su exclusi¨®n del producto original. Eso s¨ª, se presentan en tres sabores, dependiendo del h¨¦roe escogido: el Se?or del Caos es experto en el cuerpo a cuerpo y absorbe salud; el Palad¨ªn de la Plaga es de tintes defensivos y venera a Nurgle, apoyando a las unidades cercanas con toda una suerte de auras y plagas. Por ¨²ltimo est¨¢ el Hechicero del Caos, que aniquila a distancia a sus enemigos con poderosos hechizos que adem¨¢s lucen fenomenal.

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Para amenizar los combates se han a?adido un total de 7 nuevos mapas multijugador a partir del nuevo entorno helado del planeta Aurelia. Tambi¨¦n se ha a?adido un nuevo modo libre para disputar partidas contra hasta 5 jugadores en las que cada uno tiene que velar por su propia supervivencia. La mec¨¢nica sigue siendo la misma: puntos de requisa y puntos de energ¨ªa son la base para invocar nuevas tropas y las condiciones de victoria pueden ser por acumulaci¨®n de puntos o por aniquilaci¨®n total de la base rival? o lo que suceda antes.

Otro extra que incorpora Chaos Rising es la inclusi¨®n de dos nuevas unidades para el modo de juego de La Batalla Final, en la que tratamos de superar las 20 oleadas de enemigos que pueden aparecer por los cuatro costados mientras vamos acumulando experiencia y niveles para nuestro h¨¦roe elegido. De nuevo, solamente los dos ¨²ltimos estar¨¢n disponibles para los jugadores de Chaos Rising, pero las partidas ser¨¢n comunes para todos, pudiendo los que no tengan la expansi¨®n comparar el poder destructivo de los nuevos h¨¦roes.

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Lo cierto es que el multiplayer de Dawn of War 2 fue criticado por muchos por intentar ir un paso 'demasiado' lejos en la innovaci¨®n del g¨¦nero. Ciertamente a¨²n hoy se hace algo extra?o no tener una base como tal que construir, pero para los que gustamos del micromanejo m¨¢s que del macromanejo, Chaos Rising sigue dando en el clavo priorizando la calidad y la habilidad antes que la cantidad y la potencia bruta. Eso s¨ª, algunos modos de juego m¨¢s no le har¨ªan da?o a la franquicia.

A nivel t¨¦cnico el juego ha sido 'actualizado' para las nuevas potencias gr¨¢ficas, a?adiendo novedosos efectos gr¨¢ficos en todos los mapas. Ahora llueve, nieva y hay todav¨ªa m¨¢s part¨ªculas, m¨¢s efectos, m¨¢s rayos, m¨¢s saltos, m¨¢s temblores, m¨¢s pol¨ªgonos? el juego se encarga de sacar el m¨¢ximo jugo de nuestro equipo y adem¨¢s est¨¢ optimizado para procesadores multin¨²cleo. Y encima, doblado a nuestro idioma, en le l¨ªnea de mantener el mismo tono duro pero simp¨¢tico de los protagonistas.

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