Destrucci¨®n a todo motor

Es curioso lo del g¨¦nero de la conducci¨®n, tan alejado de los sistemas descargables como arraigado a los productos en formato f¨ªsico. Colin McRae, Project Gotham Racing, Need for Speed... ninguna de las grandes sagas se ha atrevido a ofrecer un porcentaje de su calidad y ponerla al servicio del Xbox Live Arcade. Por contra, s¨ª que encontramos h¨ªbridos extra?os, t¨ªtulos en los que montados sobre un veh¨ªculo debemos hacer cosas. Dos de los pocos Arcade gratuitos del sistema eran exactamente as¨ª: Dorito's Challenge y Yaris, este ¨²ltimo, probablement el peor juego disponible en Xbox 360. Afortunadamente para todos los amantes de las rarezas, los que no esperan siempre el mismo juego con otra carcasa, llega Scrap Metal. Desarrollado por Slick Entertainment, quienes ya se encargaron de traer al sistema de Microsoft el sobresaliente puzle N+, lo que nos encontramos aqu¨ª es sino un juego repleto de acci¨®n sobre cuatro ruedas, un salvaje h¨ªbrido que si bien presenta irregularidades, funciona a las mil maravillas en su condici¨®n de arcade.

Scrap Metal parte de una base que la hemos visto previamente en sagas como Twisted Metal o el mism¨ªsmo Carmaggedon, pero donde radica la novedad es en la forma de presentarla. Con una c¨¢mara en vista a¨¦rea, similar tambi¨¦n a la de juegos como Micromachines, tenemos desde el primer minuto una vista perfecta del trazado, algo clave para poder manejarnos a toda velocidad sin perder demasiado tiempo memorizando rutas. Por el contrario, la velocidad de juego invita a improvisar y obliga a aprender c¨®mo controlar el b¨®lido para salir airosos de las situaciones. Este conflicto de objetivos es lo que sorprende desde una primera partida, algo a lo que ayuda un control que podr¨ªamos tildar de insuficiente si no fuese por un detalle clave que podr¨ªa obviarse con facilidad: cada veh¨ªculo, de la veintena que iremos desbloqueando progresivamente, tiene una f¨ªsica propia y su control var¨ªa en base a ¨¦sta.

Dicho as¨ª suena a obviedad, pero pocos son los arcades de conducci¨®n que se toman la molestia de diferenciar entre s¨ª no s¨®lo las caracter¨ªsticas (velocidad, derrape, etc) sino tambi¨¦n el control: por ejemplo unos culean m¨¢s para tomar las curvas, mientras que otros son m¨¢s ligeros y cogen mayor velocidad, lo que se ve representado en el movimiento del coche a trav¨¦s del pad. Pese a todo, Scrap Metal es un arcade en toda regla y como tal prefiere huir de las exigencias de los t¨ªtulos de conducci¨®n m¨¢s serios, adoptando nuevas reglas para que su universo nunca se derrumbe. No tenemos un argumento, pero s¨ª 40 misiones en un modo monojugador que iremos abriendo poco a poco, de forma progresiva, mientras derrotamos a varios jefes que no esperan al final de cada submundo/ciudad. Una vez les derrotemos, podremos obtene su coche para sumarlo a nuestro garaje e ir ampliando la lista.

Pese a que pod¨ªa haberse intu¨ªdo por la descripci¨®n anterior, Scrap Metal es, a todos los efectos, un juego de conducci¨®n y combate: nuestro objetivo -en las misiones- ir¨¢ altern¨¢ndose entre quedar entre los tres primeros puestos en una carrera hasta fases de eliminaci¨®n, otras en las que el coche que est¨¦ en peor posici¨®n cada cierto tiempo ir¨¢ desapareciendo del trazado y finalmente las de combate, en las que se nos premiar¨¢ por destrozar los coches enemigos o a los propios jefes previamente mencionados. El equilibrio entre un tipo y otro est¨¢ bastante bien pensado, as¨ª que no faltar¨¢n realmente ning¨²n tipo de fases. Se suma adem¨¢s el hecho de que podemos acabar tanto en primera posici¨®n como segunda y tercera. En base a ¨¦so, podremos superar la misi¨®n con una estrella de bronce, plata u oro, lo que adem¨¢s tendr¨¢ efectos -l¨®gicos- en la puntuaci¨®n de la fase. Es decir, que es rejugable, puesto que los puntos obtenidos pueden registrarse en los marcadores de Xbox Live.

Todos los veh¨ªculos que obtengamos son adem¨¢s personalizables, aunque hay que a?adir que las opciones disponibles no son ni mucho menos para tirar cohetes. Dentro del men¨² '?Personalizar!' podremos variar la puntura (no as¨ª los colores, s¨®lo seleccionar varios modelos predefinidos), a?adir alguna estampa como un drag¨®n, llamas recubriendo el cap¨®, l¨ªneas a modo de cebra, etc¨¦tera. Finalmente la ¨²ltima opci¨®n es a?adir un accesorio, que va desde una rueda de repuesto hasta un paragolpes delantero. Cada veh¨ªculo posee sus propios accesorios, pero a¨²n as¨ª la lista tampoco es tan extensa como nos habr¨ªa gustado. El que hubiesen a?adido una paleta de colores para personalizar ciertos aspectos no habr¨ªa sido mala idea, a fin de cuentas, es lo menos que podr¨ªa pedirse a estas alturas de la generaci¨®n.

La segunda opci¨®n de personalizaci¨®n se oculta bajo la opci¨®n 'Mejoras'. Por supuesto es realmente recomendable usarlas siempre y cuando queramos que nuestro coche preferido sea m¨¢s potente a¨²n: desde aumentar la velocidad hasta el agarre, mejorar el blindaje para que los ataques de los rivales nos hagan menos da?o, potenciar nuestro ataque -es decir, los proyectiles de fuego- o ampliar la capacidad de veces que podemos usar el nitro. Esto afectar¨¢ a los cuatro atributos b¨¢sicos de los veh¨ªculos (velocidad, agarre, blindaje, arma) tanto en las misiones como en los modos multijugador. La lista de a?adidos y/o mejoras acaban ah¨ª, qued¨¢ndose Scrap Metal un poco por debajo de lo esperado en este aspecto. Tampoco habr¨ªa estado mal un editor de niveles, como si inclu¨ªa Trials HD, para aumentar un poco la rejugaiblidad una ver superadas todas las fases.

As¨ª, todas las opciones de rejugarlo se limitan al modo multijugador incl¨²ido, que es accesible tanto en la misma consola -de forma local- como a trav¨¦s de Internet. En el primer caso podremos jugar hasta cuatro personas diferentes,? en modos de juego variados entre los que se incluye un Derby (acabar con los enemigos en un espacio cerrado, a modo de coliseo romano), Rey de la colina (el que m¨¢s puntos tenga, gana), una carrera normal, Guerra de Tanques... todas las opciones multijugador proceden de las diferentes fases/niveles del modo para un solo jugador, de forma que b¨¢sicamente podemos superar ¨¦stas solos o acompa?ados. En el modo a trav¨¦s de Internet todo se repite y, por lo que hemos podido comprobar, la diversi¨®n no decae y funciona todo razonablemente bien, sin problemas serios de lag ni desconexiones desafortunadas que habr¨ªan mermado la experiencia de juego.