Naughty Bear, Impresiones
Un oso con mucha mala leche, cierta vena asesina y un odio irracional por sus cong¨¦neres est¨¢ suelto por una isla paradis¨ªaca plagada de plant¨ªgrados adorables de todos los colores. ?Un oso amoroso se ha vuelto loco o se trata de la ¨²ltima locura salida de las perturbadas mentes de los creadores de Wet?
Un oso con mucha mala leche, cierta vena asesina y un odio irracional por sus cong¨¦neres est¨¢ suelto por una isla paradis¨ªaca plagada de plant¨ªgrados adorables de todos los colores. ?Un oso amoroso se ha vuelto loco o se trata de la ¨²ltima locura salida de las perturbadas mentes de los creadores de Wet?
La historia de los osos en el mundo del videojuego es tan dilatada como la carrera musical de Jesul¨ªn de Ubrique. Es decir, limitada a una aparici¨®n estelar condicionada por la fama previa del animal (o cantante). Echando la vista atr¨¢s conseguimos recordar el protagonismo del oso de Open Range (una pel¨ªcula infantil de Disney completamente olvidable) en su versi¨®n videojueguil. Poni¨¦ndonos algo quisquillosos tambi¨¦n deber¨ªamos citar alg¨²n cameo sin importancia en otros muchos lanzamientos. Nada comparable a este Naughty Bear.
La historia nos coloca en el papel de un pobre oso castigado con el odio y la indiferencia de sus cong¨¦neres. Un pobre personaje de felpa lleno de remiendos por el maltrato que ha recibido durante toda su vida. El pobre Naughty no es malo, son todos los dem¨¢s osos los que le maltratan y hacen que este tierno ser de aviesa mirada albergue un odio inusitado hacia el resto de habitantes de la isla que habita.
El primer nivel que pudimos probar nos desvel¨® los planes de Chubby para salir elegido alcalde de la localidad. Su plan electoral tan s¨®lo cuenta con un punto relevante: matar a Naughty. Por tanto nuestra tarea en este caso ser¨¢ acabar con el dichoso candidato a la alcald¨ªa y, de paso, aterrorizar a toda esa masa de votantes-oso que asisten a la barbacoa organizada por el pol¨ªtico. A¨²n a pesar de este, a priori, sangriento objetivo, no veremos una gota de sangre en pantalla.
El sistema de juego tiene m¨¢s que ver con un sandbox que con cualquier otro g¨¦nero existente. Si bien los niveles son de tama?o limitado, en cada fase se nos soltar¨¢ con total libertad de acci¨®n e interacci¨®n con los distintos objetos. Tendremos varias metas, aunque el asesinato de un oso concreto ser¨¢ siempre el objetivo a tener en mente. El primer paso ser¨¢ la observaci¨®n del entorno, que podremos realizar desde la seguridad que confiere a Naughty el bosque y la gran hoja tras la que se cobija.
El protagonista deber¨¢ aterrorizar a sus cong¨¦neres hasta conseguir despeluchar a quien se le ponga por delante. Naughty podr¨¢ usar barbacoas, armarios, asientos? Cualquier objeto del escenario valdr¨¢ para atacar a los enemigos como si de un fatality se tratara. Existen m¨¢s de 250 sustos diferentes que podremos ir aplicando sobre los desdichados plant¨ªgrados que pueblen el nivel. Estos responder¨¢n de distinta manera. Algunos llamar¨¢n a la polic¨ªa, otros escapar¨¢n corriendo, otros se esconder¨¢n en diversos puntos del mapa? Podemos pasar de ellos e ir a por el objetivo o disfrutar del placer de la tortura osezna.
La gracia del asunto est¨¢ en que ninguno de los eventos que tienen lugar durante la partida est¨¢ preprogramado, con lo que cada vez que juguemos a un nivel puede ser completamente diferente a nuestras anteriores experiencias. Si a esto le a?adimos que el n¨²mero de niveles alcanza la nada desde?able cifra de 28 localizaciones y le incluimos el siempre agradecido detalle de los modos cooperativos y competitivos que pronto ser¨¢n revelados, tendremos como resultado este Naughty Bear.
- Acci¨®n