El padre del terror psicol¨®gico

Un par de meses de retraso con respecto a otro mercado no suele ser un lapso temporal lo bastante amplio como para hacerse notar; curiosamente, en el caso de este nuevo Silent Hill, la espera se hizo m¨¢s larga de lo normal. Desde que tuvimos la oportunidad de disfrutarlo en los estudios de Climax, en Portsmouth, la ¨²ltima incursi¨®n de la franquicia de terror de Konami se asent¨® en lo m¨¢s profundo de nuestras mentes, esperando su oportunidad para salir de su aislamiento y demostrarnos todo su potencial. Las sensaciones que nos dej¨® en la primera toma de contacto eran intensas, un juego org¨¢nico que evolucionaba seg¨²n nuestras decisiones y nuestra forma de afrontar el juego, explotando nuestros mayores temores y anhelos. Por muy complejo que parec¨ªa el planteamiento, Shattered Memories cumple sus promesas y deja un excelente sabor de boca.

Silent Hill hace tiempo que se convirti¨® en una leyenda, hasta tal extremo que todas sus entregas general gran expectaci¨®n y se las mira con lupa. Despu¨¦s de cuatro cap¨ªtulos numerados, llegar¨ªan en los ¨²ltimos a?os Origins y Homecoming, adem¨¢s de otras expansiones del universo como las versiones para m¨®viles, el arcade, c¨®mics, la pel¨ªcula? Demasiada expansi¨®n como para que la carga argumental no se empiece a convertir en una losa demasiado pesada. Tal vez por eso mismo, en este cap¨ªtulo se ha optado por una reinvenci¨®n del primer cap¨ªtulo de la franquicia. Un regreso a las ra¨ªces que, m¨¢s all¨¢ de la base argumental, no se limita a repetir acontecimientos y estamos ante un episodio que ofrece sus propias reglas, su entorno particular, y una historia m¨¢s personal que nunca. El segundo Silent Hill para una consola Nintendo (tras Play Novel para GBA, que s¨®lo vio la luz en Jap¨®n), se convierte en un soplo de aire muy fresco para la franquicia.

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Dicho armaz¨®n b¨¢sico nos narra la historia de Harry Mason, un hombre que viaja en coche, camino a su hogar en Silent Hill, bajo una intensa nevada. Pierde el control del coche y sufre un aparatoso accidente que, pese a no ser muy grave, le deja inconsciente durante un rato. Al despertar, se percata de que su hija Cheryl no est¨¢ con ¨¦l, por lo que parte en su busca. La premisa esencial, como se puede ver, no difiere lo m¨¢s m¨ªnimo de la del juego original; pero a partir de este punto, la evoluci¨®n de los acontecimientos es completamente diferente, cargada de sorpresas y que, cuando creemos que ya lo hemos visto todo, consigue volver a asombrarnos con un nuevo giro inesperado. A pesar de que en art¨ªculos anteriores hemos comentado algunos casos completos de la capacidad de elecci¨®n, en este an¨¢lisis vamos a intentar evitar entrar en ellos para no dar a conocer demasiados detalles de lo que se podr¨¢ encontrar el jugador.

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Lo importante, repetimos, es que la forma de jugar de cada usuario ser¨¢ la que d¨¦ forma y sentido al propio argumento. Es decir, nos encontraremos distintos personajes, visitaremos localizaciones diferentes en determinados puntos, e incluso los enemigos evolucionar¨¢n de forma muy concreta. Gran parte de esto proviene de los tests psicol¨®gicos que el doctor K. nos hace durante algunos intermedios entre distintas fases de la historia, pero tambi¨¦n influye el ritmo de juego, el modo de afrontar las situaciones, las decisiones tomadas? Decir que hay algunos elementos que dependen de nimiedades tales que hasta pueden no considerarse importantes; de todo esto depender¨¢n los finales del juego: tres tipos de final principal, cuatro tipos de subfinales, m¨¢s un final OVNI.

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Los tres finales principales no son muy distintos entre s¨ª, siguiendo directrices bastante similares y manteniendo algunas sorpresas siempre igual. Es una pena que no se hubiese aprovechado para ofrecer una mayor variedad de situaciones finales (en este aspecto, Silent Hill 2 y Homecoming consegu¨ªan maravillas), pero tampoco es que la propia historia permitiese a?adir diferencias marcadas al final sin alterar la coherencia de todos los sucesos que vivimos durante la aventura. Eso s¨ª, los finales tienen matices particulares que se complementan entre ellos ofreci¨¦ndonos un cuadro muy completo de lo que acontece en la historia; menci¨®n especial al final OVNI, que se convierte en uno de los mejores de la franquicia y est¨¢ cargado de gui?os a los t¨ªtulos anteriores.

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Lo cierto es que la evoluci¨®n es un tanto lineal, y el juego est¨¢ dividido en subcap¨ªtulos en los que nos sit¨²an en un escenario bastante amplio por explorar. Pero dentro de esa linealidad, las alternativas son abundantes. Generalmente, tendremos varias ocasiones en las que habr¨¢ diferentes caminos por tomar, y dicha elecci¨®n ir¨¢ determinando el avance de los acontecimientos. Mientras buscamos un camino que nos permita seguir adelante, nos iremos topando con varios puzles que deberemos resolver; la mayor¨ªa son cosas sencillas, como superar peque?as pruebas con el mando de Wii: descorrer cadenas, abrir cosas, recoger objetos, encontrar contrase?as e introducirlas en los paneles de rigor, etc¨¦tera. Nada especialmente complejo, aunque alg¨²n puzle puede obligarnos a estrujarnos las neuronas; en cualquier caso, basta con una profunda observaci¨®n del entorno para resolver todos los acertijos que se nos presentan.

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Un compa?ero ideal para estudiar el entorno es el m¨®vil, un a?adido a la franquicia que da mucho juego y se antoja excelente. Con ¨¦l podremos comunicarnos con los personajes secundarios que vayamos conociendo, pudiendo marcar sus n¨²meros; tambi¨¦n ellos nos llamar¨¢n y nos mandar¨¢n mensajes, por lo que la comunicaci¨®n ser¨¢ casi constante. Tambi¨¦n nos servir¨¢ para ver el mapa de Silent Hill, salvar partida, o hacer fotograf¨ªas. Esta ¨²ltima opci¨®n es muy interesante, ya que habr¨¢ figuras espectrales que podremos fotografiar con nuestro m¨®vil y que nos dar¨¢n sus propios mensajes del pasado; ser¨¢n comunicaciones de ultratumba (mensajes de eco) que nos permitir¨¢n conocer qu¨¦ pas¨® en aquel lugar, o bien nos propondr¨¢n puzles con los que resolver sus pesares.

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Algunos de estos fantasmas ser¨¢n vitales para el avance, ya que si no llegamos al final de las pruebas propuestas no se nos abrir¨¢ el camino para seguir adelante; otros, tan s¨®lo son a?adidos al argumento. Pero todos ellos a?aden un pasado, un sentido y una profundidad a todo cuanto hagamos. Adem¨¢s, sus apariciones en ocasiones espont¨¢neas pueden provocar m¨¢s de un sobresalto, al estar perfectamente introducidos en el entorno y con scripts de aparici¨®n bien medidos y calculados. Los escenarios tambi¨¦n ocultar¨¢n recuerdos, objetos que se podr¨¢n recoger y coleccionar, que contar¨¢n con su peque?o momento de gloria al final del juego. Ser¨¢ durante este avance por los escenarios cuando nos encontremos con los personajes secundarios, cuya importancia ser¨¢ vital para el argumento; pero cuando menos nos lo esperemos, llegar¨¢ la oscuridad, de formas cada vez m¨¢s espectaculares.

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El hielo cerrar¨¢ algunos caminos y nos abrir¨¢ otros, conformando lo que, en general, no se puede denominar con otro t¨¦rmino que no sea el de laberinto ca¨®tico, que nos tendr¨¢ dando vueltas en busca de un camino a seguir, que no siempre ser¨¢ el a priori m¨¢s l¨®gico. Esto nos obligar¨¢ a dar muchas vueltas, algo que no agradeceremos porque estaremos constantemente bajo la amenaza de esas criaturas. Podremos ir silenciosamente, escondi¨¦ndonos en los armarios o debajo de las camas, y buscando el camino sin que nos vean; o, cuando nos localicen, tal vez sea mejor comenzar a correr por nuestra vida. Aunque ellos ser¨¢n realmente r¨¢pidos y nos cerrar¨¢n el paso, saliendo incluso de las puertas que queremos atravesar.

Importante destacar que esta parte del juego es radicalmente distinta a la de otros Silent Hill; anta?o, los personajes aprend¨ªan a utilizar las armas a su disposici¨®n, desde tuber¨ªas o trozos de madera hasta pistolas y peque?as armas de mayor potencia de fuego. Incluso, en Homecoming, ten¨ªamos a un veterano de guerra que luchaba con mayor habilidad y, para compensar su ventaja, los enemigos eran todav¨ªa m¨¢s duros que en entregas anteriores. Pero en Shattered Memories volvemos al estado de miedo primigenio, y Harry no podr¨¢ utilizar ning¨²n tipo de arma. Indefenso ante las criaturas que le acechan, la tensi¨®n se apodera f¨¢cilmente del jugador, acostumbrado a tener medios para contraatacar ante las amenazas que surgen a su paso; nuestra ¨²nica baza ser¨¢ encontrar las muy escasas bengalas que hay en el escenario, ya que el fuego los mantiene alejados.

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Las criaturas pueden atraparnos, y su mayor baza es la de amontonarse encima nuestra e impedirnos avanzar. Al agarrarse a nosotros ir¨¢n caus¨¢ndonos da?o, y Harry se resentir¨¢ al ir cojeando en vez de corriendo, por ejemplo. Cuando nos caigan encima, deberemos realizar los movimientos indicados en pantalla para librarnos de su acoso, ya que cuantos m¨¢s tengamos encima m¨¢s r¨¢pidamente acabar¨¢n con nosotros. Para vigilar a estas criaturas, podremos mirar hacia atr¨¢s mientras andamos y corremos, y los laberintos estar¨¢n llenos de caminos diversos, ya sean puertas, vallas para saltar, armarios y objetos que podremos tirar para entorpecer su avance, etc¨¦tera. Los caminos posibles estar¨¢n marcados por una franja azul brillante, lo cual facilita relativamente las cosas, pero no por ello dejaremos de estar bajo la presi¨®n de la situaci¨®n.

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Si ya la tensi¨®n es bastante elevada por el entorno y la indefensi¨®n que tenemos, el juego nos presenta enemigos personalizados. Al igual que el argumento y los personajes secundarios, las criaturas ir¨¢n evolucionando seg¨²n las decisiones que tomemos, adquiriendo formas imposibles que reflejan los elementos que nos obsesionan, desconciertan o causan pavor. Desgraciadamente, por restricciones del propio sistema de juego estos cambios son s¨®lo est¨¦ticos y visuales, ya que independientemente de c¨®mo cambien actuar¨¢n siempre igual. A¨²n a pesar de estas limitaciones, el deber enfrentarnos con las manos desnudas a nuestros peores temores no hace sino potenciar la intensidad del juego durante estas secuencias. Un cambio jugable demasiado grande con respecto a los c¨¢nones instaurados en la franquicia por entregas anteriores, pero que consigue dejarnos un excelente sabor de boca.

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Del mismo modo que la ciudad est¨¢ muy viva, los personajes est¨¢n perfectamente plasmados en pantalla, con animaciones fluidas y de calidad. Los sutiles cambios de matices seg¨²n c¨®mo juguemos se reflejan con sencillez y maestr¨ªa en la aventura principal, llegando a hacernos dudar de qu¨¦ es lo que se est¨¢ adaptando a nosotros y qu¨¦ es b¨¢sico del argumento. Los filtros granulados que se presentan consiguen un acabado perfecto dentro del gran cuadro de Shattered Memories, d¨¢ndole toques de pel¨ªcula o, por momentos, de grabaci¨®n de v¨ªdeo casero. Hecho a la medida de Wii, ni un solo detalle se ha dejado descuidado, teniendo en cuenta hasta las ¨²ltimas consecuencias el potencial que la m¨¢quina de Nintendo es capaz de mostrar en pantalla.

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Sobre el apartado sonoro, basta con decir un nombre que resume a la perfecci¨®n el esp¨ªritu de la franquicia: Akira Yamaoka. El compositor, que recientemente se ha desvinculado de Konami (lo cual es una mala noticia para los aficionados a Silent Hill), ha vuelto a dejarnos verdaderas joyas sonoras que agrandan su leyenda y la del pueblo maldito. Sus melod¨ªas son Silent Hill, desde los intensos cortes que escucharemos durante la aventura hasta los temas vocales que nos encontraremos en los diferentes finales o en momentos puntuales de la historia. 'Always on my Mind', 'When you're Gone', 'Acceptance' y, especialmente, 'Hell Frozen Rain' pasan a engrosar una excelente banda sonora. Los efectos de sonido tambi¨¦n son de gran calidad, y el altavoz del Wiimando se convierte en un aliado perfecto de los mismos. Tambi¨¦n el trabajo de doblaje cumple con creces su cometido, transmitiendo y dotando de garra a los personajes en todo momento.

No obstante, no todo es perfecto en Shattered Memories. A nivel jugable, el juego se controla a la perfecci¨®n: mover la linterna con el mando de Wii, al personaje con el Wiimando, correr, girarse, interactuar con el entorno, entreabrir puertas, tirar objetos para entorpecer a los enemigos? Todo funciona a la perfecci¨®n, el argumento es soberbio, y las diferentes historias seg¨²n la forma de jugar del usuario lo convierten en un t¨ªtulo muy atractivo. Pero tambi¨¦n muy, muy sencillo y demasiado corto: en torno a unas cinco o seis horas. Cierto es que mientras duran son inmejorables, una producci¨®n que cala hondo pero que podr¨ªa haber dado mucho m¨¢s de s¨ª. Ninguna entrega de la franquicia ha destacado por ser especialmente larga, pero el desarrollo no sol¨ªa ser tan lineal y directo, que es donde deja un cierto sabor agridulce Shattered Memories: una pel¨ªcula inolvidable y personalizada, pero que no aporta grandes retos y se acaba demasiado pronto.

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