The Sky Crawlers: Innocent Aces
- PlataformaWii8
- G¨¦neroSimulaci¨®n
- DesarrolladorProject Aces
- Lanzamiento26/02/2010
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s, Japon¨¦s
- EditorBandai Namco Entertainment
H¨¦roes de Trapo
Hace tiempo, mucho tiempo, las fuerzas invasoras decidieron ceder a cualquier intento de hacer la guerra. Los supervivientes tratan de vivir con normalidad, pero llegados a cierto punto, se aburren. La falta de noticias en la prensa condiciona la decisi¨®n del Gobierno nacional de abandonar todo apoyo a la milicia, manteniendo la flota a¨¦rea como entretenimiento para los que necesitan muertes, tragedia y drama. Comienza fuerte The Sky Crawlers. Pese a que el gui¨®n acaba por desvanecerse de la trama, la jugabilidad y la puesta en escena hacen de esta producci¨®n de Project Aces un simulador a¨¦reo m¨¢s que recomendable para los aficionados.
Pocos son los jugadores que sepan explicar el por qu¨¦ de la alarmante ausencia de simuladores a¨¦reos en la generaci¨®n actual. Se pueden barajar toda clase de excusas o justificaciones para la situaci¨®n que se vive en este sentido desde hace cinco o seis a?os, bien distinta de la que se disfrutaba en PlayStation y en su sucesora. No se sabe en qu¨¦ momento comenz¨® a cambiar el panorama. Lo que antes era garant¨ªa de ¨¦xito hoy es poco menos que un fracaso comercial sin precedentes. Namco Bandai lo ha reconocido en un par de ocasiones: ser¨ªa dif¨ªcil trabajar con una nueva franquicia que abarque este g¨¦nero sin el nombre de un estudio reputado tras de s¨ª, o sin licencias que se reconocen con facilidad entre los usuarios, tal es el caso de Ace Combat, que por cierto est¨¢ cerca de volver a entrar en escena gracias a la adaptaci¨®n que se destapaba hace pocas semanas en exclusiva para PSP.
Todo muy centralizado en las consolas de Sony, sin opciones de innovar o de sorprender al p¨²blico que nunca ha disfrutado de esta clase de simuladores en el pasado. Bien sea por este motivo en concreto o por la suma de todos los que se han expuesto anteriormente, lo cierto es que The Sky Crawlers es una peque?a pieza de coleccionistas para todo jugador que busque pasar un buen rato al frente de su consola, m¨¢s a¨²n si lo que se desea por encima de cualquier otro elemento es disfrutar de un ?juego de aviones' en el que prima la acci¨®n, el combate a muerte entre dos facciones que dif¨ªcilmente podr¨ªamos asociar con alguno de los conflictos a escala mundial que ha vivido nuestro planeta en el ¨²ltimo siglo. La sobremesa de Nintendo cuenta con la experiencia suficiente para mostrar la validez de una propuesta como la que pone sobre la mesa Project Aces; un calco de lo que Ace Combat ha ofrecido a lo largo de los a?os con el aval de un argumento firmado por Hiroshi Mori.
La escasa informaci¨®n (o las pocas ganas de informarse como es debido) ha llevado a la prensa especializada a insistir ciegamente en que este t¨ªtulo es una adaptaci¨®n de la pel¨ªcula de animaci¨®n japonesa que dirig¨ªa Mamoru Oshii en 2008, concepto que poco o nada tiene que ver con la realidad que vivimos al poner por primera vez el DVD en la consola. Namco Bandai, o m¨¢s concretamente Project Aces, ha volcado sus esfuerzos en adaptar uno de los cinco libros que componen la tetralog¨ªa de Mori, denominado con el mismo sobrenombre que la serie en cuesti¨®n. De los cinco es el primero en ver la luz a principios de 2002, aunque el autor ha querido recalcar en varias ocasiones que cada obra es independiente de las dem¨¢s en lo que a la trama se refiere. El argumento es el pilar b¨¢sico sobre el que se asienta el resto de la obra que hoy analizamos, despu¨¦s de esperar m¨¢s de un a?o para que se confirmase su aparici¨®n tanto en Estados Unidos como en Europa.
Sin embargo, lejos de basar el contenido del juego en la cl¨¢sica disputa entre dos facciones, la idea con la que juega Hiroshi Mori en su tetralog¨ªa encuentra sus ra¨ªces en la imperante necesidad de los medios especializados de contar con alg¨²n conflicto b¨¦lico que ocupe los titulares de peri¨®dicos e informativos televisivos. ?Qu¨¦ suceder¨ªa si un buen d¨ªa se acabasen las noticias? En Sky Crawlers se maneja una de las posibilidades: el Gobierno crea las pautas de un acuerdo al que se denomina ?Tratado de Lautern', el cual obliga a cesar la fabricaci¨®n de armas de guerra, con libre uso para emplear el material con el que se contaba hasta ese momento. El ej¨¦rcito pierde todo poder en la pol¨ªtica para convertirse en un espect¨¢culo circense que curiosamente cautiva la atenci¨®n de los ciudadanos de toda Europa, terreno en el que al parecer tiene lugar el conflicto b¨¦lico, por as¨ª llamarlo.
B¨¢sicamente lo que nos cuenta esta descripci¨®n es el uso de una subespecie de seres humanos cuya procedencia s¨®lo conocemos a media partida. Los Kildren son seres especiales, ni?os que se suben a un caza para hacer la guerra sin conocer los principios de la guerra, o si quiera el motivo ¨²ltimo de su combate. Sencillamente no existe tal cosa. Ellos son los encargados de hacer funcionar el circo en el que se ha convertido la guerra actual; no se arriesgan vidas, los pilotos de anta?o se retiran o mueren en las escaramuzas que se disputan en el cielo, y de una forma u otra acaba por imponerse el sentido com¨²n. ?Para qu¨¦ arriesgar vidas cuando otros pueden ofrecer el espect¨¢culo que tanto se desea? El jugador encarna a Lynx, un piloto que se une a un escuadr¨®n de combate liderado por el capit¨¢n Yamasaki. A ¨¦l le corresponde mostrar la forma de actuar en el campo de batalla, educar a los pilotos, de ayudarles a mantener la cordura pese a los extra?os acontecimientos que se suceden cuando comienza a desarrollarse la trama.
La l¨ªnea a seguir del argumento es a grandes rasgos la que Project Aces ha utilizado en los cap¨ªtulos recientes de Ace Combat. Antes de la mayor¨ªa de los combates presenciamos una escena animada donde los personajes muestran su forma de ser, sin incidir demasiado en su pasado o en los motivos que les llevan a convertirse en soldados. Despu¨¦s del anime de marras (de factura sobresaliente, como siempre con Production IG) toca presenciar una explicaci¨®n de la estrategia que debemos seguir en combate. Un plano muestra a los enemigos que nos vamos a encontrar, lo que posteriormente nos permite tener una idea de qu¨¦ clase de arsenal equipar en el caza para salir a combatir. La historia es interesante, aunque se toma su tiempo para entrar en materia. No debemos esperar nada a la altura de los libros o de la adaptaci¨®n anime, tampoco lo pretende.
La variedad de las misiones es uno de los puntos m¨¢s destacados del paquete que ofrece este Sky Crawlers. Es fundamental apreciar en su justa medida este hecho, ya que viene siendo la ¨²nica posibilidad jugable que nos ofrece el juego. No hay m¨¢s modos de juego que el que se hace eco del argumento, con posibilidad de disputar las misiones por separado en cualquiera de los tres niveles de dificultad que el jugador podr¨¢ seleccionar. As¨ª pues, desde el men¨² principal s¨®lo podremos acceder a las opciones de juego, desde donde encontramos distintas configuraciones para manejar nuestro caza, o al tutorial, divido en tres secciones: Volar con Gracia, Combate A¨¦reo y Por la Victoria. Puede que el lector se pregunte si realmente es necesario superar este primer punto para disfrutar del juego: lo cierto es que s¨ª. Por su puesta en escena, The Sky Crawlers es un simulador at¨ªpico, que basa todo su sistema de control en el sensor de movimientos que ofrece Wii.
El tutorial se esfuerza por hacernos comprender los patrones b¨¢sicos del juego en este sentido, todo lo que necesitamos saber para manejar el caza que estemos pilotando. Existen distintas configuraciones, como fue expuesto anteriormente, que el jugador podr¨¢ seleccionar seg¨²n sus preferencias, aunque siempre se ha de manejar nuestra nave mediante el binomio wiimote/nunchuk. Con el primero medimos la velocidad, mientras que el segundo regula la altitud y el arsenal que hayamos equipado en el avi¨®n. Todo lo que respecta al movimiento es lo viejo conocido: la inercia del aparato nos obliga a tener muy en cuenta la estabilidad del mismo al volar a bajas revoluciones, con todo lo que esto conlleva a la hora de realizar piruetas y otras filigranas. Para poner en pr¨¢ctica este apartado contamos con la ayuda de las ya mentadas CMT, determinadas maniobras que efectuamos con el nunchuk, y que generalmente nos ponen en situaci¨®n ventajosa en relaci¨®n al enemigo.
Las CMT establecen la verdadera chicha de los combates. Teniendo en cuenta que la trama se desarrolla a mediados del siglo XX es importante entender que no existe tal cosa como un fijador de blancos ni un HUD (salvo uno extremadamente peque?o en la parte inferior izquierda de la pantalla), ni ninguna otra innovaci¨®n que hayamos conocido en las entregas modernas de Ace Combat. The Sky Crawlers apuesta por un sistema que nos lleva a afrontar el combate a¨¦reo pr¨¢cticamente como si de un cara a cara contra el enemigo se tratase. Cuando el rival se acerca a nuestra posici¨®n o viceversa aparece un medidor en pantalla que podemos activar moviendo el stick anal¨®gico del nunchuk hacia cualquier direcci¨®n. Dependiendo de las exigencias de la situaci¨®n, nuestro caza realizar¨¢ de forma autom¨¢tica (pulsando el bot¨®n A en el wiimote) un acercamiento inmediato hacia la cola del enemigo.
En la mayor¨ªa de las ocasiones el movimiento sale con ¨¦xito, siendo extremadamente f¨¢cil eliminar las unidades enemigas en pocos minutos, dependiendo del caza que controlemos y de las piezas que hayamos equipado previamente al combate. Da igual el nivel de dificultad que hayamos elegido: la mayor¨ªa de las misiones se cumplen con relativa facilidad, haciendo un flaco favor a la duraci¨®n total del t¨ªtulo, que oscila entre las 6 y las 8 horas. Demasiada escasa o justo lo necesario, la decisi¨®n depende del jugador. Lo que no admite juicio alguno es la facilidad con la que superamos los retos a los que nos enfrenta el juego, que a la larga obliga al jugador a centrarse en obtener el mayor rango posible al terminar las misiones. Si somos un poco h¨¢biles a los mandos de la consola ser¨¢ cuesti¨®n de tiempo encarrilar varias ?S' (el mayor rango al que podemos aspirar).
Esto a su vez nos recompensa con numerosas piezas para nuestra nave, encontrando distintas ¨¢reas que debemos completar: motor, ala, arma, cabina, color y blindaje. Muy variado y sin duda dentro de las exigencias de cualquier jugador que desee pasar un rato personalizando a su antojo la m¨¢quina que va a utilizar. El n¨²mero de cazas es demasiado reducido, y entre la lista de elegidos encontramos un Sanka M-II, Senryu, Shougu, Suiga? Es posible terminar el juego empleando el primero de los cazas a los que tenemos acceso, salvo en las misiones en las que por fuerza mayor debemos manejar otro aeroplano. La forma de pilotar de cada nave cambia notablemente dependiendo de sus caracter¨ªsticas propias, un aspecto que se ha plasmado como pocas veces antes hab¨ªamos visto en un juego de estas caracter¨ªsticas. El control da otro paso al frente reafirmando su val¨ªa pese a los problemas que el jugador encontrar¨¢ para hacerse con su mecanismo.
Se podr¨ªa haber mejorado este aspecto, pero de ninguna manera se debe criticar el trabajo que Project Aces ha realizado en este sentido. Tanto a nivel de interfaz (simple y sencilla, como de costumbre) como a nivel de escenas animadas como en todo lo que se refiere a la puesta en escena del gui¨®n y de los personajes, The Sky Crawlers es el simulador a¨¦reo m¨¢s destacado que encontraremos en Wii en este sentido, incluso pese a contar con una competencia considerable. Podemos estar tranquilos en los que a la variedad de escenarios se refiere, ya que combatiremos sobre ciudades, parajes naturales, sobre el mar, de d¨ªa, de noche, a media tarde? Parece que Project Aces ha querido ofrecer una perspectiva diferente en cada una de las misiones que disputamos. No hay tirones ni ralentizaciones. Con todo, esperamos que en alguna posible continuaci¨®n se toque techo en este sentido: lo presente todav¨ªa tiene margen de mejora.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.