El peque?o saiyan Goku y sus amigos Krillin o Bulma reaparecen en Nintendo DS con la secuela de una de las sorpresas m¨¢s sonadas de 2008, Dragon Ball Origins, un cartucho firmado por Game Republic y que sorprend¨ªa por su solidez tanto t¨¦cnica como jugable. Dos a?os m¨¢s tarde, el mismo estudio nos ofrece un "m¨¢s y mejor", una segunda parte con todas las de la ley que, tras haber probado en su versi¨®n japonesa, nos ha dejado un gran sabor de boca. Os ofrecemos nuestras impresiones a continuaci¨®n.
En este punto tomamos el control de Goku y se nos indica ir hacia la derecha. Como en el anterior, el control es totalmente t¨¢ctil: basta con seleccionar una parte del mapeado para que Goku vaya hacia all¨ª. Esta fase act¨²a como un tutorial en el que iremos aprendiendo los movimientos b¨¢sicos, por ejemplo a sortear abismos pegando un salto, o a utilizar ramas situadas en paralelo para balancearnos en ellas y poder llegar a zonas alejadas. Todo se realiza, como se ha dicho, mediante la pulsaci¨®n de la zona inferior. El siguiente paso es aprender a empujar rocas: simplemente, acerc¨¢ndonos desde un lateral y avanzando hacia adelante. Y despu¨¦s empieza lo verdaderamente duro: pelear. Un lobo aparece de entre la maleza y tendremos que aprender a usar nuestras t¨¦cnicas de combate para derrotarle: haciendo un click sobre ¨¦l, Goku le propina varios golpes y acabar¨¢ derrot¨¢ndole. El sistema de control se resume a esto, variando el tipo de ataque seg¨²n el movimiento realizado; por ejemplo, si dejamos el stylus sobre el personaje, ¨¦ste comenzar¨¢ a cargar energ¨ªa. Tambi¨¦n podemos realizar t¨¦cnicas evasivas para escapar de los ataques de los fieros lobos, presionando la pantalla en el momento apropiado.
Por lo dem¨¢s, se mantiene lo que hizo grande a Dragon Ball Origins 2, encontr¨¢ndonos as¨ª con una secuela en el sentido m¨¢s tradicional de la palabra, un 'm¨¢s y mejor' que incluir¨¢ nuevos personajes, una duraci¨®n (a priori) m¨¢s elevada, el mismo desarrollo, es decir, libertad de acci¨®n por entornos, superaci¨®n de peque?os enigmas y un esquema tradicional, con un jefe final esper¨¢ndonos al t¨¦rmino de cada arco. La dificultad parece bastante ajustada, ni muy f¨¢cil ni muy complejo, si bien se nota una diferencia grand¨ªsima entre el modo historia (al menos en la parte que hemos jugado) y las misiones independientes, siendo los enemigos de ¨¦stas mucho m¨¢s inteligentes y utilizando mejor los recursos. Visualmente mantendr¨¢ el estilo cartoon en 3D de la entrega original, con rostros muy animados, gesticulizando continuamente y cercanos al estilo de Akira Toriyama. As¨ª que, con todo esto, no queda m¨¢s que seguir jugando y esperar a una versi¨®n en un idioma entendible para poder sacarle todo el jugo posible al cartucho. Dragon Ball Origins 2 llegar¨¢ a Espa?a este mismo verano.