The Sky Crawlers: Innocent Aces, Impresiones
Imaginemos por un instante un mundo sin guerra. Los medios de comunicaci¨®n, vac¨ªos de contenido. La vida, pac¨ªfica y solidaria, aburre a los transe¨²ntes que, acostumbrados a la acci¨®n, no soportan el hecho de vivir sin conflictos b¨¦licos de por medio. El gobierno de una naci¨®n indeterminada, en un periodo que jam¨¢s ha existido en la actualidad, decide enviar a sus escuadrones a¨¦reos a combatir por y para el entretenimiento de una sociedad tan p¨²trida como corro¨ªda desde sus adentros.
Imaginemos por un instante un mundo sin guerra. Los medios de comunicaci¨®n, vac¨ªos de contenido. La vida, pac¨ªfica y solidaria, aburre a los transe¨²ntes que, acostumbrados a la acci¨®n, no soportan el hecho de vivir sin conflictos b¨¦licos de por medio. El gobierno de una naci¨®n indeterminada, en un periodo que jam¨¢s ha existido en la actualidad, decide enviar a sus escuadrones a¨¦reos a combatir por y para el entretenimiento de una sociedad tan p¨²trida como corro¨ªda desde sus adentros.
El g¨¦nero de la aviaci¨®n no es hu¨¦rfano en Wii. Tal vez no ha sido tan proclive en grandes producciones como las de anta?o, en aquellos tiempos lejanos de PlayStation, con una lucha encarnizada entre diversas compa?¨ªas por mantener la hegemon¨ªa en este apartado. Namco, que ahora se regocija de su fusi¨®n con Bandai, cuenta con la suerte de tener bajo su falda un grupo de programadores de alto prestigio que han estado bajo la tutela de la compa?¨ªa japonesa desde tiempos inmemoriales. Normal que despu¨¦s de tanto tiempo, y como parece que se ha puesto de moda en la competencia, ese misterioso grupo dejase a un lado el anonimato para convertirse en lo que hoy conocemos por Project Aces. Los creadores de la franquicia Ace Combat algo han de saber sobre las sensaciones que transmite un avi¨®n de combate cuando el jugador lo controla a trav¨¦s de un pad anal¨®gico.
Pese a todo, su popularidad no ha evitado el haber ca¨ªdo relegado a un segundo plano en la generaci¨®n actual. Bien sea por la poca demanda que existe a nivel aficionados o por la necesidad imperiosa de tener que crear un motor gr¨¢fico ultra-realista en el que hay que volcar tiempo, esfuerzos y mucho dinero, Project Aces no ha gozado precisamente de su mejor ¨¦poca durante el lustro que termina este a?o. Las ¨²ltimas entregas de su serie por antonomasia han obtenido buenas cr¨ªticas de la prensa especializada y se han sabido manejar con soltura en las ventas. Puede que sea la falta de imaginaci¨®n o de querer innovar lo que ha frenado a los nuevos usuarios a la hora de probar las mieles que ofrece el g¨¦nero cuando se le conoce. Cuando deja de ser una mera an¨¦cdota del mercado para convertirse en un arcade a caballo entre la diversi¨®n y la concentraci¨®n absoluta que ha de tener cualquier piloto que busque manejar un caza.
Es por esto que a muchos sorprende la presencia de Project Aces en un t¨ªtulo de Wii que apenas es conocido o cuenta con algo de hype por estos lares. Nada m¨¢s lejos de la realidad, el problema al que se ha de enfrentar The Sky Crawlers: Innocent Aces atiende a la propia naturaleza del producto, al planteamiento t¨ªpicamente japon¨¦s que ofrece desde la primera pantalla hasta la ¨²ltima. Tampoco ha beneficiado a la compa?¨ªa que en tiempos en los que la mayor¨ªa de los t¨ªtulos apenas distancian el lanzamiento japon¨¦s del europeo unos meses, digamos medio a?o a lo sumo, por no encontrar un distribuidor el juego se haya hecho de rogar durante meses y meses. Sin saber de las posibilidades que exist¨ªan de que tarde o temprano alguien apostase por ¨¦l, esta nueva franquicia basada en una serie de libros del escritor Hiroshi Mori, que a su vez inspiraron la ¨²ltima obra del director de Ghost in the Shell (denominada simple y llanamente The Sky Crawlers), parec¨ªa estar destinada a convertirse en el en¨¦simo peque?o tesoro japon¨¦s que se pierde el p¨²blico occidental.
Sucede todo lo contrario: Project Aces cede el protagonismo a la sencillez controlada por medio de un peculiar sistema de control que se gu¨ªa por el sensor de movimientos. Nada de apretar una palanca para que el avi¨®n gira hacia un lado u otro, esa tarea ahora la desempe?amos por medio del nunchuk, mientras que para acerar y/o frenar debemos posicionar el wiimote de forma vertical ascendente o descendente seg¨²n el estilo de control que hayamos elegido en la pantalla inicial. En tanto el argumento viene impuesto por una obra literaria que consta de varios tomos, Namco Bandai se ha centrado en seguir el hilo del anime creado por Mamuro Oshii, que por cierto fue uno de los supervisores (junto al propio Hiroshi Mori) del resultado final del producto. Precisamente el hilo argumental del juego es uno de los puntos que m¨¢s inter¨¦s suscitan entre la comunidad de aficionados por su alto contenido pseudo-filos¨®fico, connotaciones morales sobre el uso de de la guerra o el comportamiento de los medios de comunicaci¨®n y del comportamiento de la ciudadan¨ªa en general.
El caso es que Sky Crawlers es un simulador de aviones de caza con reminiscencias a Ace Combat 3: Electrosphere. Hablamos de la versi¨®n japonesa que por motivos incomprensibles llegar¨ªa totalmente capada al mercado occidental gracias a una de las m¨²ltiples decisiones incomprensibles de Sony -por aquello de las diferencias culturales-. B¨¢sicamente sigue los pasos de sus antecesores para poner en escena un sistema de juego que incluye dos aspectos relativamente originales: por un lado el uso de un sistema de control ¨²nico en consolas de sobremesa, y por el otro la utilizaci¨®n de TMC para derribar a los enemigos que nos ataquen en el aire. Las TMC son t¨¢cticas de maniobra en combate en las que b¨¢sicamente acercamos nuestro avi¨®n por medio de una interesante floritura que s¨®lo podemos realizar tras estar en la cola del caza enemigo durante unos instantes.
Justo en el momento en el que nos pegamos a su cola aparece una barra en la parte inferior de la pantalla que va incrementando paulatinamente mientras nos mantenemos tras nuestra presa. Si somos capaces de mantener el ritmo y pulsamos un bot¨®n, la CPU pondr¨¢ nuestro avi¨®n justo detr¨¢s del enemigo para disparar a placer y quitarle de en medio. Un estilo muy vistoso que a los aficionados ac¨¦rrimos les facilitar¨¢ la vida enormemente a la hora de terminar las misiones en tiempo r¨¦cord, mientras que para los jugadores noveles se convertir¨¢ en su mayor aliado para derribar a todo aquel que se cruce en su camino. Para que nadie se sienta defraudado con el nivel de exigencia que exige el juego, Project Aces ha incorporado, adem¨¢s de varios niveles de dificultad (lo m¨ªnimo que se puede pedir en estos casos), distintos estilos de pilotaje.
Los que quieran un reto pueden controlar absolutamente todos los movimientos del avi¨®n sin necesidad de que un asistente les eche una mano. Tambi¨¦n perdemos gran parte de la ventaja que nos ofrecen las TMC, entre otros aspectos que analizaremos en profundidad en el an¨¢lisis del t¨ªtulo. No obstante, nadie deber¨ªa preocuparse ni por el nivel de exigencia, como dec¨ªamos anteriormente, ni tampoco por las consecuencias que un sistema de juego demasiado asequible pueda provocar: tenemos misiones para aburrir, con una cantidad considerable de retos que superar llevados a la pr¨¢ctica a trav¨¦s de distintas maniobras que debemos realizar una vez estemos en el aire. Impedir un desembarco, derribar a las unidades enemigas que ataquen en cualquier momento dado, etc¨¦tera. La variedad es tan grande en este sentido que dif¨ªcilmente nos aburriremos si nos consideramos amantes del g¨¦nero, m¨¢s a¨²n si tenemos en cuenta que hemos de utilizar vetustas tecnolog¨ªas.
Nadie entiende exactamente el motivo real por el que estos ni?os de car¨¢cter adultos han sido seleccionados para morir sin importar siquiera sus sentimientos o sus vidas. Nadie se explica el porqu¨¦ de los acontecimientos que se suceden en la actualidad. El espect¨¢culo que ofrecen las avionetas en el cielo parece ser la clave de esa especie de obsesi¨®n que siente el pueblo por los combates a¨¦reos. El tel¨®n de Sky Crawlers se abre precisamente a ojos de un piloto normal y corriente que comienza sus pr¨¢cticas en una unidad a¨¦rea con varios compa?eros que a ojos del jugador se convierten en los aut¨¦nticos protagonistas de la historia. Lynx, el piloto al que encarnamos, no habla ni se comunica normalmente con sus compa?eros. El estilo narrativo que emplea Project Aces en esta ocasi¨®n es el que estamos acostumbrados a ver en Ace Combat: un v¨ªdeo de introducci¨®n sucede a otro en el que se explican los conceptos que debemos conocer del combate. Despu¨¦s, entramos al hangar, desde donde configuramos nuestro avi¨®n para el combate.
Los combates a¨¦reos prosiguen hasta que un d¨ªa cualquiera, cinco Kildren aterrizan en nuestra unidad como ca¨ªdos del cielo. Nuestro protagonista, incluyendo a sus compa?eros de juerga, siente una terrible sorpresa cuando los pilotos bajan por primera vez del avi¨®n y comprueban que apenas superan el 1.60 de estatura en el mejor de los casos. De ah¨ª en adelante nuestro combate girar¨¢ en torno a un extra?o escuadr¨®n que reaparece una y otra vez tras ser derribado en el aire, despertando los peores augurios en los protagonistas. Los Kildren no crecen, pero s¨ª sienten y padecen como cualquier otro ser humano. Sobre esta cuesti¨®n versaba el gui¨®n que Chihiro Itō compuso para la pel¨ªcula de animaci¨®n, lo que nos lleva una vez m¨¢s a tener que citar los libros como referencia imprescindible para comprender todas las referencias que se toma tanto el anime como esta adaptaci¨®n en videojuego.
Como dec¨ªamos anteriormente, ya habr¨¢ tiempo de analizar en profundidad el argumento a mediados de febrero, cuando el t¨ªtulo tiene previsto llegar al mercado europeo despu¨¦s de que el lanzamiento norteamericano se produjese el pasado 12 de enero. Interesa por lo tanto conocer el resto de aspectos que incluir¨¢ el juego. Entre todas las posibilidades destaca la inclusi¨®n de logros en forma de medallas, que obtenemos al completar determinadas maniobras durante los combates, o la posibilidad de disputar misiones alternativas al gui¨®n central, en donde descubrimos una multitud de v¨ªdeos de animaci¨®n que de forma unificada buscan dar sentido a la trama. Este es uno de los aspectos que m¨¢s no ha llamado la atenci¨®n en el caso particular de Sky Crawlers: muchos usuarios se han quejado de la poca relaci¨®n que suelen presentar los acontecimientos que vivimos dentro del avi¨®n con los que muestran los videos encargados de narrar el argumento.
No sucede lo propio en este caso. La historia del juego, siendo como es uno de los puntos de mayor importancia del anime (por no decir el m¨¢s importante de todos), es lo que nos lleva a seguir combatiendo, intrigados siempre por los acontecimientos que tendr¨¢n lugar en la pr¨®xima misi¨®n que realicemos. Adem¨¢s va de menos a m¨¢s, otorgando tiempo al jugador de conocer el sistema de control antes de perderse en complejas tramas que desv¨ªen la atenci¨®n. Lo cierto es que el uso del wiimote/nunchuk como base del control supone todo un acierto que abre nuevas posibilidades a la hora de controlar r¨¢pidamente nuestro avi¨®n. Por un lado es m¨¢s intuitivo, lo que sumado al radar y a las TMC ya garantiza una interactuaci¨®n simple con la mec¨¢nica de juego; por el otro la curva de aprendizaje es suave, durante las primeras misiones podemos tomarnos todo el tiempo del mundo antes de buscar obtener el rango S eliminando no s¨®lo a los objetivos centrales (marcados en rojo, como de costumbre), sino tambi¨¦n a los apoyos que reciban y a las unidades de tierra.
The Sky Crawlers: Innocent Aces
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