Traici¨®n apocal¨ªptica

Joe Madureira no es un nombre reconocido por quienes viven ajenos al mundo del c¨®mic americano, pero lo cierto es que se ha convertido en un personaje importante en dicho sector, sobre todo entre los amantes de Marvel. Entre sus trabajos m¨¢s importantes nos podemos encontrar historias de Masacre (Deadpool), Uncanny X-Men, Battle Chasers, Excalibur y The Ultimates. Pero lejos de limitarse a trabajar sobre papel, Madureira dio un paso al que no todos se atreven: los videojuegos. Cuando en 2007 se anunci¨® Darksiders, desarrollado por Vigil Games, se descubri¨® que Madureira ser¨ªa el director creativo de dicha obra. Y lo cierto es que se nota su trabajo a lo largo de toda la producci¨®n, a¨²n a pesar de que el principal reclamo publicitario de este juego pasa pronto desapercibido, cuando el usuario se deja envolver por todas sus dem¨¢s virtudes.

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Lejos de querer desmerecer la excelente labor realizada por el afamado dibujante, lo que acontece es que Darksiders es un juego de mucha calidad, que pese a sus inicios algo relajados evoluciona de forma muy favorable y, antes de que se d¨¦ cuenta, el usuario est¨¢ atrapado por su sistema de juego sencillo, divertido y din¨¢mico. Es digno de elogio el hecho de que se haya conseguido un gran acabado general en un juego primerizo; y es que con Darksiders, Vigil Games se estrena por la puerta grande, y se convierte de golpe en un estudio a seguir muy de cerca en el futuro. Eso s¨ª, tambi¨¦n hay que reconocer que han optado por ir a lo seguro y reutilizar f¨®rmulas ya asentadas por otras franquicias; no hay nada en Darksiders que no hayamos visto antes, pero la mezcla funciona muy bien pese a todo. Una muy buena obra que ya lleva unos d¨ªas a la venta, pese a que no se le esperaba hasta el pr¨®ximo 5 de enero.

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Le imponen un Vigilante, una sombra que tendr¨¢ cierto control sobre Guerra, y juntos regresan a la Tierra. No obstante, han pasado la friolera de cien a?os, y ya no queda nada de la humanidad; tan s¨®lo zombies y criaturas infernales, que vagan por las calles de las ruinas de lo que anta?o era una civilizaci¨®n pr¨®spera. El objetivo de Guerra es claro: descubrir qui¨¦n fue el instigador del Apocalipsis, posiblemente el Destructor. Para ello no dudar¨¢ en relacionarse y confiar tanto en ¨¢ngeles como en demonios; la desaparici¨®n de los otros tres Jinetes del Apocalipsis tambi¨¦n estar¨¢ muy presente en las intenciones de nuestro protagonista, cuyo af¨¢n de buscar venganza le llevar¨¢ hasta los confines de lo que queda del mundo de los humanos, el terreno neutral en la guerra que se ha desatado entre cielo e infierno.

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As¨ª pues, Darksiders se desarrolla en un gran mundo, compuesto de diversas secciones a las que no tendremos acceso hasta llegado determinado punto. Podremos vagar por el entorno buscando objetos, o bien abrirnos camino hacia nuestro destino, mejorando nuestras habilidades y volviendo a otra zona que antes nos estaba vetada. Una din¨¢mica que recuerda mucho a grandes obras como Soul Reaver, y lo cierto es que al vagar por el mundo nos dar¨¢ la sensaci¨®n de que estamos ante un muy digno heredero del cl¨¢sico atemporal, que consigue transmitir las mismas sensaciones. A trav¨¦s de este gran mundo central llegaremos a las mazmorras propiamente dichas, donde deberemos encontrar los tesoros que se ocultan en su interior (generalmente siguiendo directrices argumentales que no vamos a desvelar).

El desarrollo de estas mazmorras recuerda mucho al de la franquicia The Legend of Zelda, y este es el esp¨ªritu que m¨¢s se transmite a lo largo del juego. Deberemos resolver puzles (los habr¨¢ de todo tipo, desde mover bloques hasta trucos de balanzas), encontrar llaves para abrir puertas, localizar el objeto especial de dicha mazmorra (que nos servir¨¢ para resolver algunos puzles y acabar con los enemigos especiales), acabar con grandes enemigos finales, etc¨¦tera. La din¨¢mica que se sigue recuerda, constantemente, a la obra de Nintendo; y lo cierto es que consigue emularla con gran habilidad, convirti¨¦ndose en la mejor opci¨®n para los usuarios de PS3 y 360 a la hora de disfrutar de un juego de aventuras de estas caracter¨ªsticas.

Obviamente, todo esto no ser¨ªa posible sin las habilidades de Guerra. Empecemos por el sistema de combate, que es propio de un hack'n'slash tipo God of War. Por defecto, Guerra tiene una espada, la Devoracaos, con la cual puede desatar combos devastadores con s¨®lo pulsar un bot¨®n. Se pueden realizar combos en tierra o bien en el aire, con distintos efectos seg¨²n si dejamos pulsado el bot¨®n o lo pulsamos varias veces; posteriormente, una vez est¨¦ lo bastante debilitado el enemigo, podremos pulsar el bot¨®n de agarre para realizar un demoledor ataque final (si el enemigo es muy d¨¦bil, lo podemos realizar sin necesidad de golpearle antes). Lo cierto es que no tiene una lista de combos muy profunda, y palidece mucho ante cualquier otro t¨ªtulo del subg¨¦nero en cuesti¨®n; pero tampoco necesita m¨¢s, ya que lo importante es combinar esos combates con la exploraci¨®n y la resoluci¨®n de puzles.

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Junto al ataque, Guerra puede tambi¨¦n saltar: normal, doble salto, o planear unos instantes gracias a unas alas. La agilidad ser¨¢ una de sus virtudes, que utilizar¨¢ tanto en los saltos como en un muy ¨²til movimiento de esquiva. Esta agilidad nos servir¨¢ para superar las secciones de plataformas: agarrarse a salientes, trepar por enredaderas, evitar barrancos y secciones ca¨ªdas, sujetarse a los bordes de las plataformas, correr por los salientes, recorrer cuerdas, etc¨¦tera. Lo m¨¢s probable es que estas secciones recuerden en algunos momentos a los Prince of Persia, y da gusto ver lo bien que responde Guerra a todas nuestras indicaciones con el mando. A medida que se complica el sistema de juego y se a?aden elementos, que vamos descubriendo poco a poco, se pone m¨¢s y m¨¢s de manifiesto que la f¨®rmula funciona y se consigue un muy buen acabado en conjunto.

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Guerra no utilizar¨¢ s¨®lo la Devoracaos, y tendr¨¢ dos armas secundarias para acompa?arla: una guada?a (con su nuevo plantel de combos y opciones de ataque) y el guantelete s¨ªsmico (con el que puede causar ondas de choque en el suelo, adem¨¢s de romper determinadas estructuras). Pero la verdadera ayuda ser¨¢n los objetos que encontraremos en las mazmorras, que no s¨®lo servir¨¢n para el entorno en el que se encuentran, sino que su uso se extender¨¢ a todos los ¨¢mbitos del juego a partir de ese momento. El primero de ellos es el Llamador de la Tierra, que nos servir¨¢ para llamar a grandes golems de la antig¨¹edad, o bien para causar una onda expansiva con la que alejar a los enemigos de nuestro alrededor. Posiblemente, sea el que menos utilicemos.

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La hoja cruzada es una especie de shuriken gigantesco que podremos lanzar y siempre vuelve a nuestra mano. Con ¨¦l podremos activar interruptores, transportar (por ejemplo, enfocamos primero una antorcha y luego una bomba, y encenderemos esta ¨²ltima con el fuego de la primera), o atacar a los enemigos. Tendremos tambi¨¦n a Misericordia, una pistola con la que causar da?o a distancia. La cadena abisal, un garfio con el que podremos balancearnos enganch¨¢ndolo en determinadas superficies, que podremos usar tambi¨¦n para quitar la protecci¨®n a ciertos enemigos, o para acercarnos r¨¢pidamente a nuestros rivales. Hacia el final conseguiremos la M¨¢scara de las sombras, con la cual podremos ver objetos y estructuras ocultos a simple vista.

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Pero m¨¢s peculiar es el objeto Viajero del vac¨ªo. Se trata de un cetro con el cual podremos crear portales de entrada y salida, al m¨¢s puro estilo Portal. Aunque s¨®lo se utilizar¨¢n en determinados lugares preparados para tal fin, lo cierto es que su uso es id¨¦ntico al de la obra de Valve, y funciona igual de bien. Fuera de las armas, Guerra tambi¨¦n conseguir¨¢ un caballo, Furia, que podr¨¢ llamar en las explanadas intermedias del mundo y que le ser¨¢ de gran ayuda en algunos enemigos finales; y en una fase del juego, Guerra montar¨¢ sobre un Grifo y el juego se convertir¨¢ en un Panzer Dragoon, con dos tipos de ataque (normal y teledirigido marcando el objetivo) para acabar con los numerosos enemigos que nos saldr¨¢n al paso. En los escenarios tampoco faltar¨¢n algunos artefactos que nos propiciar¨¢n habilidades extra, como la de ralentizar el tiempo durante unos breves instantes.

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Sin olvidarnos de las habilidades de ira, que podremos activar cuando la barra de energ¨ªa dedicada nos lo permita (son del tipo que salgan espadas del suelo), o la transformaci¨®n espiritual de Guerra en una criatura gigantesca e invencible. Cuando parece que Darksiders ya nos ha dado todo lo que pod¨ªa darnos, nos encontramos con la posibilidad de encontrar o adquirir (en la tienda podremos teletransportarnos a otros lugares ya visitados, comprar objetos de recuperaci¨®n de vida e ira, mejorar nuestras t¨¦cnicas con la espada, la guada?a y el guantelete?) hasta seis habilidades pasivas, mejoras de vida, mejoras de ira, botellas para transportar objetos de un solo uso, ocho mejoras para las armas, cuatro mejoras legendarias, fragmentos de armaduras m¨ªsticas, doce mejoras para las armas, e incluso un buen pu?ado de artefactos. Hay muchos objetos ocultos por todo el mundo, y encontrarlos nos obligar¨¢ a explorar hasta los rincones m¨¢s rec¨®nditos.

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Los escenarios son bastante firmes por lo general, pero destaca lo variado de todos ellos, desde el gris y nublado hasta las arenas des¨¦rticas, pasando por zonas plagadas de telara?as y ciudades arrasadas. Cada nueva secci¨®n tiene su propio esp¨ªritu, su propia tonalidad crom¨¢tica, y sus propias caracter¨ªsticas, logrando transmitir la sensaci¨®n de estar cargados de vitalidad. Los personajes est¨¢n animados con bastante acierto, aunque Guerra da la sensaci¨®n de estar flotando sobre los escenarios en algunas ocasiones. Tambi¨¦n hay algunos efectos que no est¨¢n del todo logrados, como pueden ser las nubes de veneno y algunas explosiones, no del todo logradas. Tampoco faltan algunas ralentizaciones algo molestas, aunque no afectan al desarrollo del juego. En general, visualmente es un t¨ªtulo satisfactorio, con un estilo propio que le sienta como un guante.

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Para el apartado sonoro se ha contado con una excelente banda sonora, capaz de recrear con acierto toda la intensidad de las situaciones narradas en la historia. ?pica, intensa y cargada de pasi¨®n, las pistas de audio que nos acompa?an durante la aventura son inmejorables para un t¨ªtulo de estas caracter¨ªsticas. Destacar tambi¨¦n el trabajo de doblaje, completamente en castellano, que por momentos logra hasta mejorar el original. No en vano, las voces m¨¢s o menos gen¨¦ricas del ingl¨¦s se han visto sustituidas por expertos actores de doblaje en nuestro idioma, que hacen un muy buen trabajo y dotan de energ¨ªa y vitalidad a todos los personajes del juego.

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Sin embargo, donde Darksiders consigue triunfar ante todo es en el apartado jugable. Como se ha visto ya cuando repasamos la din¨¢mica y sistema de juego, son muchas y muy variadas las mec¨¢nicas que nos podemos encontrar a lo largo de la aventura, pero lo cierto es que todas ellas funcionan a la perfecci¨®n, y la fusi¨®n de elementos no podr¨ªa ser mejor. En parte se puede deber a las evidentes fuentes de inspiraci¨®n, y que se han adaptado ideas que ya funcionaban en otros t¨ªtulos para conseguir hacerlas funcionar en un desarrollo propio. Por muchas ideas independientes que tenga, lo cierto es que el conjunto consigue transmitir una imagen propia que da sentido y dota de un esp¨ªritu a este Darksiders.

Destacar tambi¨¦n en este aspecto lo bien que responde el mando de control a todas nuestras indicaciones. Tanto da que estemos en pleno combate, que se trate de una secci¨®n de plataformas, resolviendo un puzle, o utilizando los portales; Guerra hace lo que le pedimos en todo momento, con una fluidez envidiable. De por s¨ª, la aventura dura en torno a las 15-20 horas, y una vez terminada no hay mucho m¨¢s por hacer, salvo explorar el mundo para intentar conseguir todos los secretos y objetos ocultos, as¨ª como los logros y trofeos.

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