RE Archives: Resident Evil Zero, Impresiones

Tiene Capcom la costumbre de aprovechar sus ¨¦xitos y fracasos hasta extremos indecibles, que muchas veces sobre pasan la l¨®gica humana. Si un producto obtiene buenos resultados en el mercado, en cuesti¨®n de meses se genera un runr¨²n en el mercado que se convierte en la cl¨¢sica versi¨®n multiplataforma. Lo vivimos en su d¨ªa con la famosa cuadrilla de t¨ªtulos exclusivos que la compa?¨ªa japonesa preparaba en GameCube y lo vivimos en la actualidad en Wii, con un goteo incansable de supuestas novedades que a la larga se descubren como ports aceptables, pero poco m¨¢s. Nintendo se ha sumado tambi¨¦n a esta iniciativa en forma de New Play Control, tendencia que, por cierto, inauguraba el remake del Resident Evil original en Jap¨®n con un notable impacto de ventas.

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Desde estas l¨ªneas se coment¨® las novedades que incluir¨ªa la aventura de Chris Redfield y Jill Valentine, obteniendo una ristra de comentarios que criticaban principalmente la falta total de novedades al uso. Se abr¨ªa en ese momento un nuevo debate: ?se justifica por s¨ª solo lanzar un videojuego con un 'nuevo' sistema de control, o es una estrategia comercial en la que ning¨²n jugador deber¨ªa incurrir? El problema b¨¢sico de Resident Evil Archives (sobrenombre con el que finalmente se daba a conocer en Occidente) es que YA es un remake, una versi¨®n muy mejorada de un cl¨¢sico que ya en su d¨ªa recib¨ªa los elogios de la prensa especializada. Capcom no supo introducir cambios, ni a nivel t¨¦cnico ni jugable.

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Sin embargo, si Capcom se hab¨ªa animado a lanzar el juego por estos lares (idea que a priori se hab¨ªa descartado tajantemente), tambi¨¦n cab¨ªa una remota posibilidad de que el remake de Resident Evil Zero no acabase convertido en la t¨ªpica edici¨®n a precio reducido que pasa sin pena ni gloria por las estanter¨ªas. Por mucho que pueda sorprender al p¨²blico, la decisi¨®n ha sido la de mantener exactamente la misma base jugable, id¨¦ntico apartado gr¨¢fico y cero a?adidos, am¨¦n de la posibilidad de compaginar los momentos de exploraci¨®n con las bondades del nunchuk y del wiimote. Lo cual quiere decir, en otras palabras, que se ha repetido la estrategia del pasado, con todo lo que ello conlleva.

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Al menos esta era la idea principal de Capcom cuando apareci¨® el juego en el a?o 2002, despu¨¦s de ser cancelado el proyecto original para Nintendo 64, como con tantas otras producciones de aquella ¨¦poca. Las bondades de Internet nos permiten conocer las im¨¢genes de la edici¨®n que en su d¨ªa estaba destinada a exprimir al m¨¢ximo la capacidad del motor gr¨¢fico original de la franquicia. La compa?¨ªa japonesa tom¨® la decisi¨®n correcta al cambiar el estilo de juego, al ofrecer a los jugadores un plantel distinto a la hora de ponerse en la piel de los dos protagonistas que estaban llamados a descubrir el t¨®rrido pasado de Umbrella y de Raccoon City. Hoy, casi ocho a?os despu¨¦s del lanzamiento original, tenemos ocasi¨®n de conocer esta historia en Wii.

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Es la historia de Rebecca Chambers, una miembro novata del equipo Bravo especializada en medicina, y de Billy Coen, un antiguo marine que por circunstancias del momento ha logrado escapar de un cami¨®n de la Policia Militar para internarse en el Ecliptic Express, el tren en el que tenemos ocasi¨®n de ver por primera vez a las desagradables sanguijuelas que sin motivo aparente invaden el tren de cabo a rabo. Cuando Rebecca entra por primera vez en el tren se encuentra ante una situaci¨®n totalmente kafkiana, sin posibilidad de abandonarlo, con una interminable cantidad de seres que han sido asesinados bajo extra?as circunstancias. De hecho, a juzgar por las apariencias, el causante de todo este alboroto ha sido el propio Billy Coen, que no tarda en aparecer en escena.

Pese a sus credenciales (23 personas asesinadas, un dif¨ªcil registro civil que le lleva directamente hacia su propia ejecuci¨®n), la primera impresi¨®n que Billy genera en Rebecca no podr¨ªa ser mejor. Hombre fornido donde los haya, impresionante es el tatuaje que cae desde su hombro derecho hasta los dedos de la mano, un garabato sin demasiado sentido que m¨¢s tarde encuentra su origen en alguna de las innumerables resacas de tiempos mozos. Billy no es, en resumidas cuentas, ese asesino nato que supuestamente deber¨ªa ser por los papeles oficiales del estado. Adem¨¢s, despu¨¦s de sorprender a Rebecca y de comentar la posibilidad de trabajar en equipo, el recluso deja entrever a nobleza caracter¨ªstica de los h¨¦roes que suelen protagonizar las historias de Resident Evil.

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La cooperaci¨®n entre sendos personajes se antoja fundamental para lograr avanzar en la historia. De hecho, es el pilar b¨¢sico sobre el que gira el argumento, la jugabilidad e incluso el motor gr¨¢fico, que en la mayor¨ªa de los casos se muestra en pantalla con bastante fluidez, sin ralentizaciones u otros problemas derivados, al margen de los longevos tiempos de carga que se toma la consola para alternar entre sendos personajes cuando la ocasi¨®n as¨ª lo requiere. Este Resident Evil Archives, como ya suced¨ªa con su antecesor, es uno de esos DVDs que est¨¢n constantemente exigiendo una carga considerable a la lente, un hecho que no tardamos mucho tiempo en comprender: las escenas generadas por ordenador, los CGi, irrumpen en la partida constantemente, mejorando la sensaci¨®n cinematogr¨¢fica general de la aventura.

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No existe material nuevo que pueda ser tenido en cuenta para esta edici¨®n. Nada que tenga que ver con el control sensorial, ni tampoco con un hipot¨¦tico segundo jugador controlando a Billy, una de las posibilidades que se comentaron cuando el remake estaba en elaboraci¨®n. Capcom ha preferido no incluir ning¨²n a?adido para no 'estropear las sensaciones originales' - ya en su d¨ªa se explic¨® que ser¨ªa muy dif¨ªcil incluir cualquier tipo de novedad en el hier¨¢tico sistema de un Resident Evil tradicional, todo lo contrario de lo que suced¨ªa con Resident Evil 4 o el propio Dead Rising, que con sus m¨¢s y sus menos tambi¨¦n supo ofrecer su mejor cara en la consola de Nintendo hace unos meses.

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Cooperar, como venimos diciendo a lo largo del art¨ªculo, es la faceta m¨¢s importante y que ha de afrontar el equipo de personajes de este Resident E vil Zero en primer lugar. Billy pide ayuda a Rebecca en los primeros compases de juego, un oferta que la m¨¦dico rechaza para evitar unir sus fuerzas con un criminal altamente peligroso. No obstante, a poco de comenzar su andadura por el Ecliptic, Rebecca entiende que no ser¨¢ capaz de sobrevivir por su cuenta, un hecho que termina de procesar al ser atacada por una manada de sanguijuelas que bien cerca est¨¢n de consumirle la vida. Billy la rescata justo en ese momento: de ah¨ª en adelante, ambos se convierten en compa?eros inseparables.

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La idea que maneja Zero desde el principio hasta el final, pese a su aparente complejidad, es bastante m¨¢s sencilla de lo que cabe esperar en un principio. Controlamos a Billy o a Rebecca, cambiando el personaje que hemos seleccionado pulsando un bot¨®n en cualquier momento de la partida. En ocasiones uno quedar¨¢ atrapado, vi¨¦ndose en la necesidad de procurar alg¨²n objeto o llave indispensable para escapar de lo que de otra manera se convertir¨ªa en su tumba, si bien las capacidades reales de la cooperaci¨®n no se descubren hasta que abandonamos el tren (que primero ha de ponerse en marcha hacia paradero desconocido), cuando sendos personajes se adentran en el n¨²cleo de Umbrella para conocer por fin el verdadero origen de la pesadilla que est¨¢n viviendo.

Resident Evil Zero supo compaginar en su d¨ªa dos aspectos igualmente importantes: innovar y aportar informaci¨®n suculenta para los aficionados ac¨¦rrimos a modo de pr¨®logo. Cualquiera que guste de un Resident Evil tradicional, con sus c¨¢maras intrincadas y su estilo personal, no deber¨ªa quitar el ojo de una aventura que en su d¨ªa se destapaba como una de las grandes sorpresas de la temporada pese a cambiar el registro de personajes principales (y, por ende, tambi¨¦n cierta parte de la gracia que se conoc¨ªa de la historia hasta ese momento), por permitir la cooperaci¨®n cuando ning¨²n otro RE se hab¨ªa atrevido a ello en el pasado pese a tener las herramientas necesarias para ello.  Como videojuego, por el valor que se ha volcado en su producci¨®n, hay poco que reprocharle.

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Todo lo bueno que tiene no oculta, sin embargo, el hecho de jugar con una versi¨®n desmejorada que no recibe absolutamente ninguna novedades salvo la posibilidad de jugar en pantalla ancha y de utilizar tres sistemas de juego en vez de uno, el tradicional para el que fue concebido originalmente. Si en un principio se pensaba que nunca llegar¨ªa a ver la luz fuera de Jap¨®n, los buenos resultados del Resident Evil Archives han servido como motivaci¨®n para la compa?¨ªa japonesa. Ahora queda saber qu¨¦ se har¨¢ en el futuro, la fecha exacta en la que ser¨¢ distribuido este Resident Evil 0, que como decimos es considerado por muchos aficionados uno de los exponentes m¨¢s importantes de la serie por su peculiar puesta en escena (y lograda ambientaci¨®n).

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Nada se le puede reprochar a nivel de producci¨®n, aunque echamos en falta novedades, un punto que ya ha pasado factura al juego en las rese?as que poco a poco van apareciendo en la prensa internacional. A falta de conocer la fecha exacta de lanzamiento (prevista para enero), es de prever que una vez m¨¢s aterrizar¨¢ en Espa?a a precio reducido como ya lo hizo su antecesor. Los jugadores que nunca han tenido oportunidad de hacerse con una copia del juego est¨¢n de enhorabuena, los que esperen algo nuevo pueden ir descartando desde ya ver en Resident Evil Zero un producto realmente innovador. En cualquier caso, parece que este es el deseo de Capcom.

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