Poca vida tras la resurrecci¨®n

Hace poco m¨¢s de tres a?os una de las franquicias del g¨¦nero de lucha m¨¢s importantes de la historia de los videojuegos realizaba su primera incursi¨®n en una todav¨ªa joven PSP. Bajo el nombre de Tekken: Dark Resurrection, Namco anunciaba su intento de lograr el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa: Un port total del ¨¦xito de Playstation 2 conservando toda la esencia original. Los ojos de todo el mundo se posaron de inmediato en tan ambiciosa conversi¨®n; no hab¨ªa pasado ni un a?o desde que la port¨¢til hab¨ªa demostrado a la comunidad de jugadores de lo que era capaz con Liberty City Stories. Finalmente, el resultado habl¨® por s¨ª solo. Tekken se hab¨ªa coronado como uno de los cl¨¢sicos imperecederos de la consola.

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Puede que a m¨¢s de uno le parezca extra?o comenzar el an¨¢lisis de un juego hablando de otro, pero conocer de antemano la importancia del suceso antes relatado es completamente vital para comprender en todos sus aspectos el relato que se expondr¨¢ a continuaci¨®n. Dark Resurrection marc¨® un antes y un despu¨¦s en la consola, lo cual supone un duro reto a batir para el presente, pero tambi¨¦n una gran base sobre la que trabajar. Antes de comenzar hay que recalcar el hecho de que, salvo en ejemplos excepcionales, la comparativa se realiza entre estos dos juegos, y no con su versi¨®n 'mayor', dado que son t¨ªtulos radicalmente diferentes.

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A estas alturas del texto ya os habr¨¦is percatado de la diferencia de puntuaci¨®n entre ambos. No hay que confundirse; a pesar de contar con menor puntuaci¨®n que su antecesor, nos encontramos con un juego bueno, con una calidad t¨¦cnica intachable, que simplemente es inferior al primero por culpa de las prisas y la falta de cuidado. Para aquellos que no disfrutaron de DR, Tekken 6 puede ser una opci¨®n muy recomendada que sacar¨¢ todo el partido a vuestra consola.

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La otra gran lacra del t¨ªtulo es ser un port directo de Tekken 6 para PS3 y Xbox 360. La versi¨®n mayor se dise?¨® como un juego eminentemente online, limitando las opciones individuales a una campa?a de buen ver, un modo historia y otro arcade separados, combates contra fantasmas y las cl¨¢sicas modalidades de pr¨¢ctica, supervivencia y contrarreloj. Un peque?o aliciente dando por hecho que el grueso del mismo estar¨ªa en el online. El gran problema es que esta f¨®rmula no cuaja en un sistema que no tiene opciones de internet y que dificulta m¨¢s a¨²n la tarea de disfrutar del multijugador. Para agravar m¨¢s la situaci¨®n el modo campa?a ha desaparecido por completo, siendo sustituido por el modo fiebre del oro, presente en la anterior entrega y del que luego hablaremos en profundidad. Este cambio no ha resultado demasiado provechoso para la port¨¢til de Sony, pasando de todo un beat'em up a una forma aburrida y repetitiva de hacer dinero r¨¢pido. Pero pasemos al an¨¢lisis en s¨ª para ver individualmente todos estos aspectos.

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Los escenarios mantienen el tipo, pero tienen mucho menos carisma que los de DR; salvo por dos o tres excepciones todos son f¨¢cilmente olvidables. El principal problema de los mismos frente a su antecesor es, una vez m¨¢s, la falta de mimo. Dark Resurrection era la gran apuesta de Namco en la consola, su beb¨¦, y fue cuidado hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle. En Tekken 6 se mejoran algunos aspectos de iluminaci¨®n, pero al final la cosa termina por perder encanto. Escenarios como la llanura nocturna o la iglesia de Devil Jin se han sustituido por algunos entornos muy pobres, aunque claro est¨¢, siempre hay excepciones. Hay que destacar que los mencionados elementos destructibles, al menos en esta versi¨®n, son poco m¨¢s que anecd¨®ticos y en raras ocasiones sueden ser vistos.

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Dejando al margen que cualquier elemento visible en el escenario visto a distancia media carece de profundidad (cosa en algunos casos este detalle tan curioso hasta le da encanto a la fase y todo), quiero recalcar tres localizaciones en particular. El primero de ellos es un alegre campo repleto de ovejas que se caen para atr¨¢s al m¨¢s m¨ªnimo roce balando lastimeramente al ritmo de un canto tirol¨¦s en versi¨®n techno. El segundo es una piscina de acero fundido, una idea cuanto menos estrafalaria. Por ¨²ltimo tenemos la Tomatina, o fiesta del tomate, que merece menci¨®n aparte en esta versi¨®n. La fiesta del tomate, pese a intentar adaptar de una forma un tanto humilde el conocido escenario del representante patrio de su hermana mayor, el resultado final es carism¨¢tico, y seguro que a m¨¢s de uno arranca una sonrisa. Esa mancha naranja en el suelo, esos mu?ecos de fondo en dos dimensiones, el atronador flamenco electr¨®nico? tienen esencia, encanto. No todo va a ser malo, aunque no deja de ser simp¨¢tico como los japoneses siguen bebiendo de t¨®picos para sacar al espa?ol de turno.

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Los modos de juegos disponibles son los pr¨¢cticamente los mismos que en su versi¨®n de sobremesa. Arcade e historia son dos modalidades separadas por ser una de ellas desbloqueable en la campa?a. El problema es que aqu¨ª vienen de base, ninguno de los dos est¨¢ oculto, lo que trae como consecuencia que el primero sea la versi¨®n larga y sin v¨ªdeos del segundo, siendo el ¨²nico aliciente para acabarlo una recompensa de 1 mill¨®n de monedas la primera vez que se termina y que no se repite nunca m¨¢s con ning¨²n otro jugador. El error de que existan estos dos modos es que el arcade tiene la misma duraci¨®n y configuraci¨®n del historia de DR, salvo por la indestructible Nancy, el gigantesco robot del bonus de Tekken 6, pero no tiene ni los videos ni ninguna secuencia de encuentro con el motor gr¨¢fico del juego. Conclusi¨®n: Dos aspectos de un mismo modo que no deber¨ªan estar separados.

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Las conversaciones entre los luchadores han desaparecido, tanto en arcade como en historia, y, con la excepci¨®n de la campa?a de Jin, aunque se enfrenten dos enemigos ac¨¦rrimos no se dir¨¢n absolutamente nada fuera de lo est¨¢ndar. Al margen de eso el primero tampoco tiene ning¨²n video extra ni nada para desbloquear y el bonus de dinero se recibe s¨®lo la primera vez, por lo que pierde totalmente su sentido. El modo historia es demasiado corto y en cuatro combates (en ocasiones menos) te enfrentar¨¢ a uno de los peores enemigos finales de la saga: Azazel.

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Azazel, una criatura de cristal de aspecto egipcio, ha demostrado que era cierto que se pod¨ªa crear un bicho m¨¢s dif¨ªcil de matar que Jimpachi Mishima, y eso que en PSP era considerablemente m¨¢s sencillo. El problema del demonio es que no s¨®lo est¨¢ descompensado, sino que adem¨¢s tiene rutinas de movimiento que hacen pensar que la m¨¢quina hace trampas. Por poner un ejemplo: Cuando Azazel besa la lona, ocasionalmente desaparece de golpe para caer sobre ti; no hay ning¨²n efecto ni nada, simplemente desaparece del suelo y aparece sobre ti haci¨¦ndote un golpe-combo pr¨¢cticamente imparable.

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Otras veces hace lo mismo, es decir desaparecer, en el momento en que le golpeas, y algunas veces sencillamente se queda quieto, aunque no merece la pena ilusionarse por eso, pues al siguiente round te habr¨¢ hecho un perfect antes casi de empezar el combate. Al ser tan grande, especialmente sus antebrazos, es dif¨ªcil calcular las distancias, y ajustar los golpes, mientras que ¨¦l esquivar¨¢, aun siendo una mole, cualquier impacto directo con solo desplazarse un paso a un lado. Es adem¨¢s el personaje con peores texturas del juego, aprovechando que es de cristal para obviar todos los detalles.

El modo fantasma es el arcade de la anterior edici¨®n. Te enfrentar¨¢s a ilimitados combates contra personajes fantasmas muy variados pero demasiado formales; adem¨¢s puedes elegir a uno de entre tres opciones al final de cada enfrentamiento. La mayor¨ªa de ellos apenas llevan complementos y se limitan a cambiar colores principales, aunque de vez en cuando puedas ver ideas realmente interesantes. Como dato curioso, este modo tiene una especie de bug que permite enfrentarte muy r¨¢pidamente los niveles m¨¢s altos del ranking. ?nicamente hay que seleccionar siempre al oponente m¨¢s duro y as¨ª, en unos 20 combates, un 8? Kyu puede enfrentarse a un Tekken Lord. En ¨²nico fallo es que en cuanto el enemigo supera por mucho tu posici¨®n en la clasificaci¨®n autom¨¢ticamente dejas de subir.

A la larga este modo de juego ser¨¢ el m¨¢s jugado, salvo que dispongas de un amigo que tambi¨¦n lo tenga. Es aqu¨ª donde volvemos a la falta de cuidado que se observa en el t¨ªtulo. El modo Dojo ha desaparecido, y era una buena alternativa al arcade. Te daba un objetivo cuando ya hab¨ªas completado la historia, aun bas¨¢ndose una y otra vez en lo mismo. Este modo te hac¨ªa luchar constantemente para ir superando determinados torneos con peque?as ligas y eventos individuales. El modo fantasma s¨®lo es una sucesi¨®n de combates, un detalle tonto que denota una gan falta de previsi¨®n y planteamiento individual.

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Los cuatro ¨²ltimos modos de juego son de sobra conocidos por cualquier seguidor de la saga. Supervivencia te enfrentar¨¢ con una secuencia de enemigos sin apenas recuperaci¨®n de la barra de vida y en contrarreloj habr¨¢ que superar un n¨²mero de fases lo m¨¢s r¨¢pidamente posible. Fiebre del oro se recupera en esta entrega, con recompensas m¨¢s suculentas y enemigos m¨¢s facilitos para hacer caja r¨¢pido y no reparar en la ausencia del modo campa?a. Por ¨²ltimo tenemos la pr¨¢ctica, id¨¦ntico al Dark Resurrection salvo por peque?os detalles como unas opciones menos intuitivas y la ausencia de marcadores en las listas de combos.

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Por otro lado tenemos el men¨² de personalizaci¨®n, donde podremos modificar a nuestro antojo a nuestros personajes a cambio de un m¨®dico desembolso. Lo cierto es que las opciones son en su mayor¨ªa muy buenas, incluso mejores que su antecesor. Si hubiera que poner alguna pega se?alar¨ªa que puede resultar molesto tener que tener el dinero suficiente para comprar un objeto para previsualizarlo, pero no deja de ser una minucia. El sistema de pelo es extra?o, de lejos los modelos se ven bien, pero a distancia media parecen dos piezas de puzle que no encajan. Lo bueno es que con esmero pueden salir cosas muy chulas y divertidas. Por ¨²ltimo resaltar que las opciones durante el combate pr¨¢cticamente han desaparecido, limitando mucho las mismas en su correspondiente men¨². Los rankings por personaje y categor¨ªa han desaparecido, sustituy¨¦ndose por una tabla gen¨¦rica un tanto tosca. Como a?adido, el juego incluye la opci¨®n de ser instalado en la tarjeta de memoria para reducir los tiempos de carga.

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