Rogue Warrior
- PlataformaPS35PC43605
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorZombie Studios
- Lanzamiento27/11/2009
- EditorBethesda Softworks
H¨¦roe ef¨ªmero
Un h¨¦roe de guerra real que se introduce en el mundo de los videojuegos con una aventura que promete mucho, pero no termina de explotar su potencial. Un juego ef¨ªmero cuya escasa duraci¨®n echa por tierra todas las aspiraciones que pudiese tener.
Rogue Warrior ha sido uno de esos juegos que se han visto forzados a atravesar un aut¨¦ntico martirio antes de llegar a salir a la venta. La obra de Bethesda empez¨® su andadura en el a?o 2006, cuando se anunci¨® que estaba en desarrollo de la mano de Zombie Studios. No obstante, parece que las cosas no eran del gusto de la afamada desarrolladora, y pronto le quitaron el proyecto al estudio para d¨¢rselo a Rebellion Developments. El cambio de estudio era significativo, dado que se dejaba atr¨¢s a Zombie, sin una cartera de t¨ªtulos especialmente llamativa, para poner el juego en manos de los creadores de Aliens vs Predator (Jaguar y PC) y Rogue Trooper (en todas sus versiones). No obstante, seg¨²n dicen, Rebellion ha optado por mantener muchos elementos de la visi¨®n de Zombie Studios, aunque modificando algunos aspectos para darle un nuevo enfoque a la aventura.
Desde la primera vez que vimos el juego hasta el d¨ªa de hoy, son varios los cambios introducidos, empezando por un cambio de ambientaci¨®n. Pero lo m¨¢s destacable del juego, sin lugar a dudas, es ese nombre que aparece justo encima del t¨ªtulo, Dick Marcinko. Aunque para nosotros este nombre no quiere decir mucho, lo cierto es que estamos ante un importante personaje real dentro del ej¨¦rcito de los Estados Unidos, Richard 'Dick' Marcinko, apodado 'Rogue Warrior'. Un hombre que particip¨® en varias guerras, comandos y c¨¦lulas, amasando condecoraciones all¨¢ por donde pasaba, y que tras pasar por la literatura e incluso la televisi¨®n, se adentra ahora en el mundo de los videojuegos por primera vez, como protagonista absoluto de este t¨ªtulo de acci¨®n para PC, PlayStation 3 y Xbox 360.
Marcinko deber¨¢ huir de la zona afectada por el conflicto, pero este ser¨¢ s¨®lo el inicio de sus problemas; tras regresar a Estados Unidos, recibir¨¢n una nueva misi¨®n: encontrar los misiles, ya que un grupo de terroristas se ha hecho con el armamento tras su desactivaci¨®n. Deber¨¢ infiltrarse en Rusia y adentrarse en la base terrorista para evitar que utilicen los misiles para fines peligrosos. En conjunto, el argumento no dista mucho de otras obras militares similares, pero con la particularidad de basarse en hechos y personajes reales (aunque sospechamos que con las inevitables licencias art¨ªsticas, por mucho que el protagonista haya colaborado con Rebellion durante el desarrollo). Curioso argumentalmente, pero tampoco nada que se salga de lo habitual.
Es decir, podremos disparar, apuntar, recargar el arma, lanzar granadas, correr y agacharnos. En ese aspecto, el juego podr¨ªa limitarse a avanzar sin m¨¢s, de principio a fin del nivel, acabando con cuanto enemigo salga a nuestro paso; pero lo cierto es que ser¨ªa arriesgado, ya que cuanto m¨ªnimo se antoja casi obligatorio el utilizar las coberturas, dado que la vida del personaje es bastante escasa y no necesita muchos impactos para fallecer (eso s¨ª, hay que reconocer que la salud se recupera bastante r¨¢pido). A veces, la muerte es tan inesperada que puede llegarnos tras haber acabado con el enemigo que nos mata, o en medio de realizar alguna acci¨®n; curiosamente, el personaje suelta una frase de maldici¨®n al morir, que casi parece una especie de burla.
Las peculiaridades comienzan con los tintes de infiltraci¨®n que nos ofrece Rogue Warrior. Decimos tintes porque no pasan de eso, en parte por la combinaci¨®n con la acci¨®n en primera persona. As¨ª pues, podremos agacharnos e ir despacio, acechando a los soldados enemigos para atacarles por la espalda y realizar una muerte silenciosa con el cuchillo, asfixi¨¢ndoles, tir¨¢ndoles por la ventana o golpe¨¢ndoles contra la pared (destacar positivamente la variedad de las mismas incluso dentro de cada tipo, que depender¨¢n de la situaci¨®n del enemigo y de la nuestra). En cierto modo, da la sensaci¨®n de que todos los niveles est¨¢n pensados para avanzar al principio acabando con los enemigos de forma sigilosa, dado que los primeros siempre est¨¢n de espaldas a nosotros en el camino a seguir.
Si nos ven, el peligro que corremos es que dan la alarma, y ya los dem¨¢s enemigos de la zona estar¨¢n alerta. Nunca abandonan ese estado y, lo m¨¢s habitual, se quedan ocultos en una cobertura esperando a que avancemos hasta su posici¨®n, aun cuando estemos a una considerable distancia de ellos. En lo que ser¨ªa la segunda parte del nivel, la infiltraci¨®n no servir¨¢ de mucho, ya que todos los enemigos nos atacar¨¢n y ah¨ª ser¨¢ cuesti¨®n de eliminarlos a todos para llegar al final del nivel. Sobre todo en los ¨²ltimos compases del juego, la cantidad de soldados ser¨¢ importante, y no dejar¨¢n de salir nuevos mediante scripts al llegar a determinados puntos o cumplir ciertos objetivos. Es en este punto donde la b¨²squeda de cobertura ser¨¢ vital.
Pulsando un gatillo, nos pegaremos a la primera pared, caja o superficie que tengamos cerca, cambiando la c¨¢mara a tercera persona y pudiendo ver el entorno. Es complicado controlar las armas al estar tras una cobertura; para apuntar, deberemos mover el anal¨®gico en la direcci¨®n en la que nos queremos asomar, con un efecto un tanto extra?o, aunque tambi¨¦n es cierto que podremos disparar a ciegas sin asomarnos y con el mismo resultado. Pese a todo, es vital el utilizar estas coberturas, o cuanto menos, deberemos acostumbrarnos a escondernos, aunque no sea haciendo uso del sistema propio, ya que de no hacerlo as¨ª seremos pasto de las balas enemigas.
No se puede negar que, pese a su sencillez de desarrollo y a la falta de perfecci¨®n de sus din¨¢micas de juego, Rogue Warrior es un t¨ªtulo entretenido, con una jugabilidad variada (podemos intentar infiltrarnos, aunque sea causa perdida en muchas ocasiones, o bien optar por usar las armas desde el principio) y un desarrollo bastante din¨¢mico. No destaca especialmente dentro del g¨¦nero, donde hay grandes que alcanzaron cotas mucho m¨¢s elevadas, pero sucumbe desgraciadamente bajo una losa tan importante como es su escas¨ªsima duraci¨®n: las ocho misiones se pueden completar en una duraci¨®n en torno a las dos horas, tres como mucho en caso de tener complicaciones a la hora de avanzar y fallecer muchas veces.
Las explosiones est¨¢n bien recreadas, pudiendo hacer estallar tambi¨¦n algunos veh¨ªculos que est¨¦n por el escenario, y algunos efectos de part¨ªculas son de calidad. Destaca el humo que puede inundar el escenario cuando rompemos alguna tuber¨ªa o extintor, as¨ª como la nieve. Eso s¨ª, hay algunos escenarios que no consiguen estar al mismo nivel de calidad que el resto, y algunas oficinas dan una inesperada sensaci¨®n de irrealidad en la que el mobiliario parece estar en otro plano de existencia con respecto al suelo y paredes. Lo que convence, sobre todo, es la fluidez de los cambios de imagen entre primera y tercera persona, sin que nos encontremos ante grandes problemas de c¨¢mara, algo que podr¨ªa haber acontecido con facilidad.
El apartado sonoro ofrece melod¨ªas t¨ªpicas de este tipo de producciones, bien cuidadas pero tambi¨¦n sencillas, sin grandes expresiones mel¨®dicas que vayan m¨¢s all¨¢ de lo esperable en un ambiente b¨¦lico como el que se nos narra. Los efectos de sonido est¨¢n bastante m¨¢s logrados, y consiguen meternos con bastante acierto en la acci¨®n; aunque la estrella es el trabajo de doblaje a nuestro idioma. No son muchas las l¨ªneas de di¨¢logo, en parte por la escasa duraci¨®n del juego, pero tambi¨¦n porque en gran medida se trata de una batalla en solitario de Marcinko, con algunas ¨®rdenes de su superior, contra un ej¨¦rcito de enemigos coreanos y rusos que no hablan otro idioma distinto al suyo natal. Aparte de las secuencias de v¨ªdeo, destacar la proliferaci¨®n constante de frases del protagonista durante el juego, aunque casi todas son maldiciones e insultos subidos de tono.
Respecto a la jugabilidad, el sistema de control responde bien a nuestras indicaciones, y es raro tener problemas a la hora de hacer lo que queremos. Podemos optar por la infiltraci¨®n (algo que nos ponen muy f¨¢cil en la primera mitad de cada nivel y casi imposible en la segunda), o bien ir directamente con el arma por delante; como es habitual, podremos recoger las armas de nuestros enemigos ca¨ªdos, aunque nunca llevaremos m¨¢s de dos a la vez (la pistola normal es tan in¨²til que no tardaremos en cambiarla a la primera oportunidad que tengamos). No obstante, el sistema est¨¢ mal equilibrado y no funciona del todo bien el sistema de cobertura, dej¨¢ndonos principalmente ante los enemigos con nuestro inestimable cuchillo, la mejor arma a nuestra disposici¨®n. Incomprensibles los a?adidos innecesarios, como las gafas de visi¨®n nocturna que carecen de utilidad.
Desgraciadamente, el juego es excesivamente corto; s¨®lo dos horas en su modo historia (aunque hay tres niveles de dificultad para repetir) son escasas, y sin embargo se antojan suficientes; hacemos tantas cosas y visitamos tantos sitios diferentes que es como una pel¨ªcula, pero a nivel jugable poco aporta. Existen los modos multijugador, pero s¨®lo nos ofrecen un cl¨¢sico Deathmatch individual o por equipos, por lo que se limitan a hacer uso de las armas de fuego e intentar llegar hasta el rival para utilizar el cuchillo, la muerte m¨¢s r¨¢pida y eficaz del juego; eso s¨ª, hay algunas habilidades extra, como el salto, que por mera ausencia durante el juego principal no es intuitivo utilizarlo. Desgraciadamente, son muy escasos los jugadores online, por lo que conseguir iniciar una partida (al menos en Xbox 360) es causa casi perdida.
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejar¨¢ huella. S¨®lo recomendable en caso de sequ¨ªa de este g¨¦nero de juegos.