The Saboteur, Impresiones
El pasado Winter Showcase de Electronic Arts mostr¨® algunos de los juegos m¨¢s esperados de la compa?¨ªa para fechas pr¨®ximas. Entre todos ellos uno destaca sobre el resto gracias a un proceso de desarrollo que va a rondar los cuatro a?os. Como es habitual, un t¨ªtulo que se dilata tanto en el tiempo hace crecer la expectaci¨®n. Por suerte, acompa?ados de Tom French, desarrollador jefe de The Saboteur, podremos conocer m¨¢s detalles de un juego sobre la II Guerra Mundial nada convencional.
El pasado Winter Showcase de Electronic Arts mostr¨® algunos de los juegos m¨¢s esperados de la compa?¨ªa para fechas pr¨®ximas. Entre todos ellos uno destaca sobre el resto gracias a un proceso de desarrollo que va a rondar los cuatro a?os. Como es habitual, un t¨ªtulo que se dilata tanto en el tiempo hace crecer la expectaci¨®n. Por suerte, acompa?ados de Tom French, desarrollador jefe de The Saboteur, podremos conocer m¨¢s detalles de un juego sobre la II Guerra Mundial nada convencional.
La II Guerra Mundial es sin duda uno de los temas m¨¢s recurrentes a la hora de crear videojuegos desde hace a?os. Esta sobreabundancia de t¨ªtulos con esa tem¨¢tica ha hecho que sean muchos los seguidores de videojuegos que los descarten casi sin probarlos, ya que demandan innovaci¨®n y no situaciones tan trilladas como hemos visto en tantos y tantos shooters y juegos de estrategia. The Saboteur es un t¨ªtulo que, pese a estar ambientado en la Gran Guerra, ofrece un acercamiento muy diferente, tanto, que cualquier usuario que descartase autom¨¢ticamente a la ¨²ltima y original propuesta de Pandemic -Mercenaries, El Se?or de los Anillos: La Conquista o Star Wars: Battlefront entre otros-, estar¨ªa cometiendo un grave error.
La historia nos sit¨²a en el Par¨ªs de los a?os 40. Con Francia ocupada por las tropas nazis un piloto de carreras irland¨¦s llamado Sean Devlin, se mueve por los m¨¢s ¨¢vidos deseos de venganza. Tras la dolorosa muerte de sus seres queridos, se ve obligado a cambiar de vida, clamando hacer pagar el justo precio a los Nazis, quienes si no, culpables de sus desgracias, con lo que se convierte en un saboteador. Tom French, desarrollador jefe del juego, nos afirmaba que el personaje de Sean Devlin est¨¢ inspirado en William Grover-Williams, un piloto irland¨¦s que vivi¨® esos tiempos dif¨ªciles. Como apoyo, Devlin contar¨¢ con la ayuda de la Resistencia francesa e inglesa en el objetivo de expulsar al r¨¦gimen de Hitler de la ciudad.
El juego es, en s¨ª mismo, un compendio de g¨¦neros. Por un lado, podemos apreciar la acci¨®n. Devlin deber¨¢ combatir contra aut¨¦nticas brigadas de soldados alemanes para salvar el pellejo en m¨¢s de una ocasi¨®n, pero no es precisamente el Jefe Maestro por lo que el combate directo no es la mejor idea. Por otro, disfrutamos de un shooter en tercera persona, con el que podremos utilizar todo tipo de armamento que vayamos consiguiendo en nuestro recorrido. Tambi¨¦n percibimos aspectos propios del sigilo, siendo necesario sobre todo a la hora de acabar con algunos vigilantes y en momentos de colocar artefactos explosivos en determinados emplazamientos estrat¨¦gicos. Y por ¨²ltimo, encontramos un sand-box al m¨¢s puro estilo GTA, aunque con una tem¨¢tica bien distinta.
En cuanto a la demostraci¨®n que French nos ofreci¨®, pudimos dar buena cuenta de varios niveles del juego. En primer lugar nos encontramos en zonas del Par¨ªs liberado. Como ya sab¨ªamos por avances anteriores del juego, este muestra dos tipos de ciudad diferente. Mientras que la zona liberada del r¨¦gimen alem¨¢n aparece en colores vivos, la que a¨²n permanece ocupada nos muestra una gama crom¨¢tica m¨¢s pr¨®xima al blanco y negro. Al hilo de esto, French nos confesaba 'en el apartado gr¨¢fico nos hemos inspirado mucho en la industria cinematogr¨¢fica, siendo referencias muy especiales Sin City e Indiana Jones'. De la primera surge la idea de las diferencias de color a lo largo de la ciudad, caracter¨ªstica especialmente observable desde los tejados de los edificios. Indiana Jones, sin embargo, sirvi¨® a Pandemic para ambientar determinados escenarios y personajes, entre ellos el de nuestro carism¨¢tico protagonista.
En una zona como el Par¨ªs liberado y con una moneda tan devaluada como el franco en esa ¨¦poca, el mercado negro tiene una vital importancia a la hora de conseguir ciertos objetos. Por ello, nuestro personaje debe conseguir en esta primera misi¨®n un cierto n¨²mero de botellas de vino y de licor para posteriormente intercambiarlas por todo tipo de armamento. As¨ª, tras recoger una cierta cantidad de mercanc¨ªas ilegales, Sean Devlin podr¨¢ intercambiarlas por armas hist¨®ricas como una metralleta Thompson o la cl¨¢sica carabina M1. Aparte de estas piezas, podremos conseguir todo tipo de rifles, pistolas o explosivos. Estos ¨²ltimos tienen una especial importancia en el juego ya que nos ser¨¢n de gran utilidad a la hora de sabotear ciertas localizaciones enemigas, por tanto procura que nunca te falte dinamita en The Saboteur.
Otro de los aspectos importantes de este juego son los veh¨ªculos. Tom French hizo especial hincapi¨¦ es ellos. 'En The Saboteur encontramos veh¨ªculos de todo tipo, desde tanques y veh¨ªculos blindados hasta coches deportivos, zeppelines, motos,?'. La importancia de los mismos radica sobretodo en la amplitud de las localizaciones. Al tratarse de un juego abierto, las distancias entre unos puntos y otros de las misiones son bastante grandes, por lo que deb¨ªan mostrar un amplio repertorio de veh¨ªculos de ¨¦poca que estuviera a la altura. Aparte del armamento, en el mercado negro que encontramos en la demo tambi¨¦n podemos conseguir algunas de estas reliquias.
Una vez conseguida la log¨ªstica necesaria, nuestra misi¨®n es destruir ciertas torretas y lugares espec¨ªficos de los nazis. Para ello, nuestro personaje deber¨¢ usar todas sus habilidades. El dinamismo de Devlin es uno de los puntos fuertes del juego, mostr¨¢ndose en ocasiones como un superh¨¦roe capaz de hacer cualquier cosa. Bien sea escalando cualquiera de las edificaciones del juego, sin excepci¨®n, ocult¨¢ndose para atacar a los vigilantes silenciosamente o haciendo uso de alguna de sus armas. Para esto ¨²ltimo, el juego cuenta con una opci¨®n mirilla, que nos ayuda a apuntar de una manera mucho m¨¢s precisa. Como es com¨²n en estos casos, recurrir al fuego cruzado entra?a sus riesgos. En el momento en que disparemos las alarmas del ej¨¦rcito alem¨¢n se disparar¨¢n y otros enemigos vendr¨¢n en nuestra busca. Este proceso que comienza con algunos soldados a pie y sigue con batallones en nuestra busca, llega en los ¨²ltimos niveles de la demostraci¨®n a que tengamos zeppelines y aviones de ataque a¨¦reo tras nosotros. Una vez alcanzamos el objetivo, deberemos hacer uso del armamento m¨¢s oportuno en cada ocasi¨®n, sobretodo explosivos. Con la ayuda del zippo, que normalmente utiliza Devlin para encender sus cigarros en cuanto tiempo un momento de descanso, prenderemos la mecha y el resto? ya se sabe.
Otro de los aspectos destacables de este juego es la ausencia de un medidor de energ¨ªa del personaje, algo com¨²n en la mayor¨ªa de los juegos. Por el contrario, The Saboteur nos muestra los da?os producidos a nuestro protagonista mediante manchas de sangre en la pantalla. Como es l¨®gico, cuanta m¨¢s sangre veamos mayor ser¨¢ el da?o y m¨¢s deprisa deberemos salir de all¨ª si queremos permanecer con vida. Si es m¨¢s usual en cuanto al uso de un peque?o mapa, que nos muestra la localizaci¨®n de los distintos lugares por los que deber¨¢ desempe?arse la misi¨®n. En cuanto a las localizaciones del juego hay que decir que son impresionantes. Mostrar lugares emblem¨¢ticos de Par¨ªs como los Campos El¨ªseos, la Torre Eiffel, Notre Dame,? como lo hace este juego es un gusto para los sentidos y sus propios creadores lo saben. Por ello, Tom French nos dijo que 'lo mejor del juego es la capacidad de escalar cada edificio que veamos y, una vez arriba, poder tener una visi¨®n global del Par¨ªs de los a?os 40'. Adem¨¢s de emblem¨¢ticas, gr¨¢ficamente son adecuadas y las texturas son sorprendentes por su realismo.
Si hablamos de la inteligencia artificial del t¨ªtulo, elemento indispensable de todo sand-box, destaca por su originalidad. Cada vigilante que encontramos en la demo, as¨ª como cada soldado, toma sus propias decisiones, dejando atr¨¢s los movimientos repetitivos que nuestros enemigos nos mostraban en otros juegos similares. Adem¨¢s podemos observar esas diferencias en los transe¨²ntes de cada barrio de la ciudad. Mientras que los barrios bajo ocupaci¨®n nazi nos muestran viandantes apenados, casi espectros, los que viven en los barrios liberados se muestran alegres y entusiasmados, incluso dispuestos a ayudarnos en nuestra particular lucha con el poder hitleriano.
En conclusi¨®n, nos encontramos con que la expectaci¨®n de este juego no es casual ni aleatoria, sino que tiene un fundamento que hemos podido ver en los minutos que pudimos disfrutarlo. Este juego, que ver¨¢ la luz el 8 de diciembre en Xbox 360, PlayStation 3 y PC, es un soplo de aire fresco y el ejemplo de que no todos los juegos de la II Guerra Mundial tienen porque ser iguales.
- Aventura
- Acci¨®n
Con la ocupaci¨®n nazi sobre Par¨ªs como tel¨®n de fondo, la nueva incursi¨®n de Pandemic en territorio dom¨¦stico nos situar¨¢ en la piel de un miembro de la resistencia gala en un t¨ªtulo que aunar¨¢ acci¨®n e infiltraci¨®n. Venga a tus seres queridos; da caza a tus enemigos en el Par¨ªs ocupado por los nazis. Pelea, escala y conduce por este mundo sin igual y acaba con las vidas de los que te han arrebatado todo lo que ten¨ªas.