Jugar o morir

Un lugar en el que pensar en el valor de la vida. Saber si realmente se quiere seguir respirando y actuar en consecuencia. El asesino Jigsaw quiere jugar a un juego. Y despu¨¦s de seis entregas cinematogr¨¢ficas, la ¨²ltima con pol¨¦mica incluida en nuestro pa¨ªs por estar catalogada como X y no permitirse su visionado en los cines habituales, se estren¨® hace poco. Y ahora llega a PC, Playstation 3 e Xbox 360 el videojuego de esta macabra saga. El objetivo es doble. Dar caza al asesino y, de paso, sobrevivir a sus trampas.

Saw ha tenido un desarrollo casi tan turbulento como las macabras pruebas que Jigsaw ha ido ideando a lo largo de las seis pel¨ªculas. El anuncio de la presencia de un videojuego sobre esta franquicia tuvo una buena acogida por diversos motivos. Ser¨ªa un paso m¨¢s en la evoluci¨®n de un g¨¦nero totalmente estancado y del que su principal valedor en los ¨²ltimos tiempos, Resident Evil, ha decidido desmarcarse. Adem¨¢s, el concepto de pel¨ªcula era, esta vez, perfectamente adaptable a una posible versi¨®n para la industria de los videojuegos. Y el nombre Saw, por qu¨¦ no, atrae lo suyo a primera vista.

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El proyecto inicial iba a cargo de Brash Entertainment. La compa?¨ªa, que en su haber no ten¨ªa ning¨²n videojuego destacado y s¨ª la explotaci¨®n de la pel¨ªcula de turno, como Space Chumps, cerro sus puertas la misma semana que hab¨ªa despedido a una cantidad importante de trabajadores. De esta manera se quedaron sin opciones de intentar relanzar su corta carrera con un nombre con tir¨®n y la posibilidad de trabajar en un proyecto con m¨¢s posibilidades de las ofrecidas hasta el momento en juegos como Alvin y las Ardillas. El videjuego de Saw qued¨® en el aire y se especul¨® con la posibilidad que no acabara viendo la luz.

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Los inicios de Saw son alentadores. Una peque?a prueba de precisi¨®n con los sticks y con la pulsaci¨®n correcta del bot¨®n que sale en pantalla nos servir¨¢ para salir de esta primera trampa que el asesino nos ha preparado. Y es en estos primeros compases donde veremos que realmente la franquicia se puede explotar, y de qu¨¦ manera, para hacer un videjuego adictivo, fiel a la pel¨ªcula y con muchas posibilidades. Nuestra siguiente misi¨®n ser¨¢ escapar de la habitaci¨®n en la que nos encontramos. Si el uso de peque?os minijuegos ser¨¢ una constante a la hora de dar con la clave para desbaratar las trampas de nuestro archienemigo, estar constantemente con los dos ojos pendientes de los elementos que encontraremos por el mapeado ser¨¢ clave para poder avanzar. El entorno tiene la respuesta.

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Y luego, ?qu¨¦? Saw es un juego de exploraci¨®n y puzzles, esos que poco a poco desaparecieron de una saga tan laureada como Resident Evil. Esos que daban profundidad jugable a otra franquicia de ¨¦xito como Silent Hill. Pero la naturaleza de los mismos es distinta en uno y otros productos. En Saw se premia la habilidad a la hora de entrar una serie de comandos, ya sea usando la precisi¨®n adecuada girando el stick, como en la primera trampa, o pulsando los botones concretos en el momento adecuado como si de Quick Time Events se tratara. Hay interacci¨®n con los retos que se colocan delante de nosotros. Algunos sencillos, otros m¨¢s elaborados. La primera vez que intentemos forzar una cerradura no entenderemos exactamente qu¨¦ diablos debemos hacer. Los problemas, como comentaremos m¨¢s adelante, vendr¨¢n cuando constantemente estemos forzando cerraduras con la misma mec¨¢nica, por citar un ejemplo.

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Pero los puzzles no acaban ah¨ª. Los m¨¢s interesantes son los que hacen un verdadero uso del escenario. En los que Jigsaw, m¨¢s que pulsar el gatillo de turno, nos pide que pensemos antes de actuar. En este sentido, las dos primeras horas de juego son de un nivel jugable notable, gracias a la variedad de puzzles, al ingenio al cual nos somete y a su curva de dificultad. No encontramos nada que sea totalmente azaroso o il¨®gico y la satisfacci¨®n cuando se da con la respuesta correcta, si puede ser sin una muerte previa, est¨¢ presente entre nosotros. Pero lo que parece interesante, primero por el reto que supone muchas veces jugar contra reloj, segundo por la variedad de situaciones y tambi¨¦n por la interacci¨®n con otros NPC que, de alguna manera, son a quienes debemos salvar, acaba en saco roto.

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Se acent¨²a demasiado el concepto de ensayo-error. Cuando se trata de buscar respuestas en poco tiempo, ya sea porque la bomba de turno acaba explotando o porque la cuchilla amenazante cu¨¢l espada de Damocles hace su particular escabechina, lo que es diversi¨®n puede acabar en frustraci¨®n al ir probando hasta dar con la tecla correcta. Aunque este no es el peor de los pecados, ya que el verdadero problema radica en la repetici¨®n constante de situaciones. Forzaremos cerraduras por doquier, desactivaremos puertas bomba constantemente y instalaremos fusibles cada dos por tres. Son casos de transici¨®n entre los grandes puzzles, pero que pecan de poco originales y variados cuando se ha avanzado en la partida. Y esto, sumado a como los grandes retos de Jigsaw se repiten tambi¨¦n y bajan en inter¨¦s y variedad, acaba condenando lo que las primeras dos horas parece una idea genial.

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La respuesta es tard¨ªa e imprecisa. Con dos botones podemos dar dos tipos de golpes. El personaje reaccionar¨¢ tarde y excesivamente lento para ser un gancho o un impacto con una barra de hierro. No hablamos de intentar lanzar una mesa encima del enemigo, precisamente. Existe un sistema de contraataques que e bastante especacular, ya que se ejecuta pulsando una combinaci¨®n de botones que se nos exige seg¨²n el enemigo y el arma que poseamos, aunque el riesgo de fallar en primera instancia y perder barra de vida es bastante elevado.

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Por suerte para nosotros, la IA de los enemigos no est¨¢ para demasiados trotes. Se lanzar¨¢n encima nuestro y, una vez nos tengan delante, empezar¨¢n a dar mamporros a diestro y siniestro. A una velocidad, eso s¨ª, similar a la que nosotros tenemos para ejecutar un movimiento. No hay estrategia a seguir m¨¢s all¨¢ que colar una buena contra o armar el objeto de turno para ser el primero en golpear y, por ende, el que pueda machacar al enemigo sin compasi¨®n. No son momentos habituales, ya que la exploraci¨®n y los puzzles tienen un peso bastante m¨¢s espec¨ªfico, pero si puede llegar a desesperar ver la poca precisi¨®n con la que responde el detective Tapp.

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T¨¦cnicamente Saw no es ninguna maravilla. Eso se traduce en efectos especiales un tanto flojos, en animaciones toscas y poco cre¨ªbles y unos modelados de personaje que no destacan por su brillantez. Cierto es que Jigsaw es una maravilla y parece el mismo que las pel¨ªculas cuando sale en la televisi¨®n. Y el detective Tapp tiene un acabado superior a otros enemigos m¨¢s secundarios. Pero en conjunto se nota poco trabajo detr¨¢s. Eso supone, por ejemplo, que no nos estremezcamos como deber¨ªamos cuando veamos una cabeza explotar o nos encontremos con alg¨²n cuerpo sin vida totalmente destrozado. La sensaci¨®n es que deber¨ªa impresionar pero que, simplemente, no cuela.

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En consonancia con el dise?o art¨ªstico, fiel a la franquicia, encontramos el apartado sonoro. Tanto las melod¨ªas que van apareciendo como la voz de Jigsaw que nos persigue constantemente es digna de menci¨®n. Se acent¨²an los momentos de acci¨®n, el frenetismo de ir a contra reloj o el suspense cuando estamos avanzando a oscuras. El trabajo sonoro va acorde con lo que se le presupone a un producto que lleve ?Saw' como nombre. Menci¨®n especial al doblaje de Jigsaw, que va a cargo del actor que tambi¨¦n le da voz en la pel¨ªcula. La inmersi¨®n gana muchos enteros gracias a sus constantes apariciones, con un tono y unas palabras similares a las que nos acostumbra el asesino en serie.

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