Call of Duty: Modern Warfare 2
- Plataforma3609.5PC8PS39.5
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorInfinity Ward
- Lanzamiento10/11/2009
- EditorActivision
Fuerzas especiales de ¨¦lite
Infinity Ward contin¨²a su subsaga ambientada en los conflictos b¨¦licos modernos dentro de Call of Duty con una secuela igualmente espectacular, impresionante, bien conjuntada y repleta de modos de juego, que presenta su candidatura a juego del a?o. La guerra contra el terror prosigue en nuevos frentes y Estados Unidos vuelve a comandar la ofensiva. La Taskforce 141 comienza el despliegue.
La industria del videojuego no deja de ofrecernos casos singulares de c¨®mo sus dos jueces, cr¨ªtica y p¨²blico, desentonan en cuanto a gozar de su favor se refiere. T¨ªtulos elogiados por la prensa especializada pasan desapercibidos por el p¨²blico y a la inversa, donde juegos dilapidados por los medios cosechan ¨¦xitos en forma de ventas r¨¦cord. A¨²n as¨ª existen contadas ocasiones en las que ambos frentes coinciden en perfecta comuni¨®n y sin la m¨¢s m¨ªnima fisura. Desde los ¨²ltimos a?os, la serie Call of Duty es un ejemplo en el que el benepl¨¢cito de la cr¨ªtica y el favor del p¨²blico, van de la mano. M¨¢s a¨²n cuando el COD lanzado est¨¢ desarrollado por Infinity Ward, fundadora de la serie, sin desmerecer el notable papel de Treyarch, responsable de World at War de la pasada campa?a y de varias adaptaciones a consola.
Desde el punto de inflexi¨®n que supuso el primer Modern Warfare abandonando los conflictos de la II Guerra Mundial, Call of Duty, se ha convertido en una saga fetiche a todos los niveles: un t¨ªtulo de masas, ansiado, seguido, esperado y jugado hasta la extenuaci¨®n semana a semana incluso meses despu¨¦s de su lanzamiento, de esos que todos los medios elogian, de los que consiguen los Metacritic m¨¢s altos, y que vende f¨¢cilmente m¨¢s de 15 millones de unidades. Fue por ello que el 11 de febrero, debut de su secuela directa, supusiera el inicio de una vibrante cuenta atr¨¢s que culmina finalmente hoy.
Pero no todo ha sido f¨¢cil tan para el v¨¢stago de IW. Este regreso triunfal ha estado rodeado de fuertes medidas de seguridad. Activision apenas ha mostrado el t¨ªtulo fuera de la prensa norteamericana, no ha realizado beta cerrada de su multijugador, y por temor a filtraciones, no ha enviado versiones review a las revistas especializadas, hasta hoy d¨ªa 10 de noviembre. Unas medidas que pese a su dureza, no han impedido que Modern Warfare 2 no acabase circulando por las redes piratas y provocando esas p¨¦rdidas que se intentaron evitar. Igualmente, la pol¨¦mica ha estado presente en su haber; cr¨ªticas por la controvertida decisi¨®n de eliminar los servidores dedicados en PC que llev¨® a 100.000 personas a un conato de boicot, censura en Australia por la brutalidad y crueldad de algunos de sus niveles y recelo de algunos de sus seguidores por la presunta duraci¨®n del modo campa?a. Una vez con el juego en las manos, las dudas se disipan. Modern Warfare 2 es un ganador. Uno de los tres mejores t¨ªtulos que este a?o los aficionados a los videojuegos tendremos ocasi¨®n de disfrutar.
Manejando inteligencia clave y cara a combatir su amenaza, y el general Shepherd, crea bajo su mando directo la Taskforce 141, una unidad de fuerzas especiales de ¨¦lite encargada de detenerlo, con operaciones letalmente quir¨²rgicas en el enemigo ante de que comiencen sus ataques. En sus filas, los mejores soldados del ej¨¦rcito de los EEUU: el protagonista principal, el sargento Gary Roach Sanderson, Soap MacTavish desde MW y ahora capit¨¢n del 22¡ã Regimiento del SAS brit¨¢nico, el indetectable y enigm¨¢tico Ghost o el Ranger Joseph Allen, m¨¢s el regreso estelar de un viejo conocido. Esto, por supuesto, es solo el principio. La campa?a de Modern Warfare 2 eleva la escala del conflicto a un nivel que no hab¨ªamos visto en la serie, con campos de batalla radicalmente diferentes y situaciones l¨ªmite, que ten¨ªamos como imposible que se retratasen, inesperados giros de gui¨®n, impactantes sorpresas y una atm¨®sfera tan inmersiva y cinematogr¨¢fica como ¨²nicamente Infinity Ward sabe retratar.
Por otro lado, la f¨ªsica y la detecci¨®n de part¨ªculas tambi¨¦n han sufrido revisiones. Dentro de la propuesta que realiza el juego, se ha hecho un gran trabajo con los objetos destructibles, enfocado a mejorar la experiencia que ofrece la cobertura. El motor calcula la resistencia de los objetos a los diferentes tipos de proyectiles y en consonancia ofrece unos par¨¢metros diferentes para cada uno: paredes, puertas, placas de metal, barriles, etc, muestran un comportamiento diferente y no resultar¨¢n seguros dependiendo de las armas con las que nos disparen. Esto ya se esboz¨® en Call of Duty 4, pero aqu¨ª se ha implementado con un gran resultado.
Su IA en cambio, si que resulta f¨¢cil de identificar como m¨¢s completa. Es algo que salta a la vista incluso en los niveles de dificultad recluta y normal. Se han incorporado nuevas rutinas de b¨²squeda selectiva, seg¨²n confirmaba IW, que les vuelve m¨¢s agresivos. Abren fuego sin pens¨¢rselo, nos vac¨ªan un cargador como nos descuidemos, se coordinan para disparar por turnos cuando nos tienen arrinconados, avanzan hacia nosotros cubriendo muy bien el terreno, intercambian posiciones, recogen armas del suelo si se quedan sin munici¨®n, devuelven un mayor n¨²mero de granadas, disparan a intervalos irregulares cuando est¨¢n a cubierto, incluso amagando, su punter¨ªa se ha vuelto m¨¢s certera y manejan muy bien el cuerpo a cuerpo. Desde luego, suponen un reto interesante.
Igualmente otros efectos previamente presentes como la iluminaci¨®n y sombras din¨¢micas, el HDR, niebla volum¨¦trica y los efectos climatol¨®gicos consiguen impresionar, especialmente estos ¨²ltimos, que tienen implicaci¨®n directa en la jugabilidad, requeriendo aplicar visi¨®n noctura o t¨¦rmica. Todo el juego se mueve a 60 frames por segundos, s¨®lidos e invariables, algo por lo que Infinity Ward ha decidido seguir apostando, a pesar de consumir una parte importante de recursos. Combinando todos estos ingredientes, Modern Warfare 2 consigue mostrar la mayor experiencia cinematogr¨¢fica que un shooter ha ofrecido. Es capaz de dejarnos con la boca abierta, de llevarse nuestro aliento y m¨¢s de una vez. Es digna de ser vivida, independientemente se compre el juego o no, aunque l¨®gicamente, una vez completada, la campa?a se torna ciertamente previsible. A¨²n as¨ª el primer recorrido es impagable.
La campa?a individual est¨¢ dividida en tres actos que supondr¨¢n un m¨ªnimo de entre 7 y 8 horas de juego en su nivel recluta y normal, y un par de horas m¨¢s en los modos dif¨ªcil y veterano, niveles recomendados por la mayor solvencia de la IA, aunque llevan consigo una serie picos de dificultad en forma de calamidades que hacen perder la paciencia al m¨¢s duro. Para evitar la frustraci¨®n excesiva, se ha a?adido una opci¨®n para reducir moment¨¢neamente el nivel de dificultad, y sacarnos de un punto en el que hemos quedado atascados. M¨¢s all¨¢ de revivir los sucesos recogidos en su campa?a, aparecen tambi¨¦n otros extras que alargan su duraci¨®n, como recoger documentos de inteligencia -45 en total-, que estar¨¢n repartidos por los escenarios.
En lo que respecta a armamento, el listado de armas disponibles es incre¨ªblemente amplio y fielmente porteado. Por ello no es de extra?ar que Modern Warfare disfrute de una gran popularidad entre militares profesionales aficionados a los videojuegos. El repertorio de MW2 incluye fusiles de asalto, sub ametralladoras, ametralladoras ligeras, escopetas, rifles de fracotirador, pistolas, granadas y otros explosivos, equipo adicional y a?adidos con los mejorar las armas. En total 35 armas principales, 9 secundarias y 10 m¨®dulos de ampliaci¨®n.
La decisi¨®n de incluir diferentes configuraciones de las armas ha dado una mayor variedad al repertorio. Aparecen diferentes visores, como el punto rojo, l¨¢ser, la mira reflex, ACOG e incluso la termal -equipada con un visor t¨¦rmico-, el sensor de latidos -ficticio pero que act¨²a como radar detectando a los enemigos- supresores o m¨®dulos de ampliaci¨®n que permiten a?adir un lanzagranadas al juego, en todas las combinaciones posibles. Podemos encontrar un Famas con mira ACOG y minutos despu¨¦s el mismo modelo con punto rojo, o un Dragunov con visor t¨¦rmico. Las posibilidades dependen de las preferencias del soldado que usaba ese arma.
Por ¨²ltimo resaltar el apoyo a¨¦reo que en esta ocasi¨®n corre a cargo de los misiles Predator, lanzados desde aviones ligeros no tripulados UAV y que en el juego se manejan por el jugador: cuando los Predator est¨¢n armados tendremos opci¨®n a ponernos a cubierto y, utilizando un ordenador port¨¢til, conectar con la c¨¢mara del UAV y escoger el punto a bombardear. Una vez lanzado, el misil puede guiarse manualmente. Un a?adido que resulta una aut¨¦ntica delicia, m¨¢s a¨²n si el misil impacta cerca de nosotros, desde posici¨®n segura, y podemos escuchar la tierra temblar y nubaredas de polvo. Los Predator tienen menos poder destructivo que un ataque a¨¦reo llevado a cabo por cazas, pero son m¨¢s selectivos. El esfuerzo de Infinity Ward por recrear fielmente todas las armas queda patente, as¨ª como el buen hacer de sus asesores militares.
Las misiones son de duraci¨®n variable, dependiendo de su complejidad y objetivos, que van siendo cada vez m¨¢s duros y complicados. Se ambientan en los mismos marcos que veremos en la campa?a y en el multijugador competitivo. Algunas ser¨¢n de asalto, otras de eliminaci¨®n, de defensa de posiciones o sigilo e infiltraci¨®n, unas contar¨¢n con veh¨ªculos, otras con apoyo a¨¦reo, con l¨ªmite de tiempo, tormentas de nieve o enemigos acorazados. Lo cierto es que el Special Ops es un buen a?adido que nos mantendr¨¢ ocupados durante varios d¨ªas, aunque tras completarlo, nos queda la sensaci¨®n de que este modo ha sido incluido como paliativo a la decisi¨®n de no a?adir un cooperativo tradicional en la campa?a, algo a lo que Infinity Ward parece tener una fobia inexplicable.
Se han incluido 16 mapas multijugador -Afghan, Derail, Estate, Favela, Highrise, Invasion, Karachi, Quarry, Rundown, Rust, Scrapyard, Skidrow, Sub Base, Terminal, Underpass y Wasteland- con diferentes tama?os para encajar dependiendo del n¨²mero de jugadores que participen y con ambientaciones que van desde el desierto, a las monta?as, estaciones de tren, callejones brasile?os, ciudades de oriente medio, bases de submarinos o aeropuertos. Actisivion planea publicar dos paquetes de contenido descargable que ampl¨ªen estos mapas, el primero en primavera, y como se anunci¨® en el E3, aparecer¨¢n antes en Xbox 360.
Los modos de juego se desbloquean a medida que avanzamos en la campa?a principal, y encontramos 8 principalesl; Free for All -todos contra todos, tonto el ¨²ltimo en disparar-, el Team Deathmatch que ha elevado la saga a esas cotas de popularidad por Internet, Search and Destroy, Sabotage -recoger una bomba y plantarla en la base del enemigo-, Domination -capturar y mantener posiciones- y Headquarters -muy parecida, salvo que el territorio a capturar es una base, lo que facilita su defensa-, el incombustible Catpure the Flag y Demolition, -b¨¢sicamente tumbar la base del enemigo a bombazos-, mientras que tambi¨¦n est¨¢ presente el Ground War que repite por tercera vez.
Por otro lado, como confirm¨® Infinity Ward el mes pasado, algunos de estas variantes pueden jugarse en una vista en tercera persona, que ofrece un acercamiento diferente, quiz¨¢s m¨¢s c¨®moda para aquellos que est¨¦n acostumbrados a t¨ªtulos de este corte, pero que limita la visi¨®n y no es igual de funcional que la c¨¢mara subjetiva. Es interesante probarla, aunque no parece que vaya a ser una de las caracter¨ªsticas estrella del t¨ªtulo. La vista en tercera persona puede activarse en Team Deathmatch y Team Deathmatch Hardcore. Y dicho esto ¨²ltimo, tambi¨¦n reaparecen tambi¨¦n las variantes Hardcore -con menos salud, interfaz limitado y fuego amigo- ¨²nicamente en TDM y Search and Destroy.
Podemos configurar las partidas para tener un n¨²mero fijo o infinitivo de vidas, retardo en el respawn, dotar a los jugadores de m¨¢s salud o que ¨¦sta se regenere m¨¢s despacio o deprisa tras sufrir da?os, o activar o desactivar la Killcam, esa vista que nos muestra c¨®mo hemos muerto y a manos de qui¨¦n. Igualmente es posible desactivar el fuego amigo, la vista en tercera persona, y las Perks o recompensas por Killstreaks -algo que le quitar¨ªa gran parte de su gracia al multiplayer-.
Respecto a las clases, mantenemos Grenadier -equipado con Famas y escopeta Spas 12-, First Recon -con el rifle de asalto UMP45 y su precisi¨®n quir¨²rgica, m¨¢s una Magnum-, Overwatch -con amatrelladora de plato L86 LSW y lanzacohetes AT4 HS-, el letal Scout Snpier -rifle telesc¨®pico Barret .50 con detector de latidos y balas perforadoras- y por ¨²ltimo Riot Control -con escudo antidisturbios y subfusil PP2000-. Se ha respetado como deb¨ªa la opci¨®n para crear nuestras propias clases, con las combinaciones de armas, a?adidos y pPrks que queramos, pero deberemos subir de nivel para ir desbloque¨¢ndolas. Por cierto, que MW2 soporta multijugador local a 4 mediante split screen. Por si queremos montar una partida en casa, aunque no soporta bots. Las facciones disponibles van desde los Rangers o Navy SEALs americanos a la Taskforce 141 protagonista del modo campa?a por parte de 'los buenos' y para 'los malos' los OpFor de oriente medio, la Militia de R¨ªo de Janeiro y los ultranacionalistas Spetsnaz. El multijugador de Modern Warfare 2 soporta en total 18 jugadores, en todas sus versiones.
En definitiva, tras haber estado probando el multijugador durante 12 horas en total -en las que se pierde la noci¨®n del tiempo- junto a compa?eros de la prensa internacional, es evidente que es de corte continu¨ªsta, pero su calidad se mantiene intacta. La f¨®rmula permanece invariable, a?adiendo nuevo contenido como Perks y Killstreaks en lugar destacado, revisiones de modos de juego, facciones y otras novedades -rese?ar tambi¨¦n la migraci¨®n del host, para asegurar que aunque el anfitri¨®n abandone la sesi¨®n, la partida contin¨²a reubicada en otro jugador-, pero la comunidad de usuarios -al menos en versi¨®n consola, sin pol¨¦micas por los servidores dedicados- puede estar tranquila: Modern Warfare 2 entrar¨¢ directamente al Top 1 de los t¨ªtulos m¨¢s jugados por Internet y all¨ª se quedar¨¢ largo y tendido.
El t¨ªtulo se encuentra totalmente traducido y doblado al espa?ol como es habitual en la serie. La traducci¨®n es correcta, sin errores que hayamos detectado y el doblaje a cargo del estudio madrile?o Synthesis, aunque exento de los pesos pesados que han aparecido en el original -Glenn Morshower, conocido como el agente Aaron Pierce de 24, la leyenda viva que es Bill Murray junto a nombres habituales del sector como Ken Lally (Wesker de RE) o Barry Pepper (Alex Mercer en Prototype)- mantiene su carga interpretativa y la calidad que Synthesis mostr¨® en el primer Modern Warfare.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.