Guybrush ... ?Culpable?

Mes a mes y desde el pasado Julio, la nueva aventura de GuyBrush Threepwood va cogiendo forma, demostrando una vez m¨¢s la gran capacidad que tiene el estudio TellTale Games a la hora de trabajar con aventuras gr¨¢ficas e incluso de revivirlas sobresalientemente como son los casos de Sam & Max y actualmente Monkey Island. Desgraciadamente para sus fans, Tales of Monkey Island est¨¢ llegando a su fin y aunque no hay confirmaci¨®n oficial de una segunda temporada, lo bien que han acompa?ado las ventas online del t¨ªtulo justifican por completo la continuidad de la serie. Aunque antes de ello, deber¨ªan llegar la tercera temporada de Sam & Max y el proyecto secreto que esperan presentar pronto.

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El t¨ªtulo de este cap¨ªtulo es quiz¨¢s el m¨¢s descriptivo de los cuatro lanzados hasta la fecha: "El juicio y ejecuci¨®n de GuyBrush Threepwood". Tras haber encontrado "La Esponja Grande", el ¨²nico objeto vud¨² capaz de curar la peste de Lechuck que afect¨® y tom¨® el control de todos los piratas en el cap¨ªtulo 1, Guybrush es llevado de vuelta a la isla de Flotsam contra su voluntad, al ser traicionado por Morgan LeFlay, la cazapiratas contratada por el exc¨¦ntrico cient¨ªfico Marquis de Singe. A nuestra llegada a la isla seremos llevados directamente al juzgado, pues hemos sido demandados por varios habitantes de la isla, con el resultado de estar sentenciados a pena de muerte por todos ellos.

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Nuestra misi¨®n ser¨¢ por tanto demostrar la falsedad de las distintas acusaciones con el ingenio y picard¨ªa que caracteriza al bueno de GuyBrush. Tras la recuperaci¨®n de Murray en el cap¨ªtulo anterior y que lamentablemente desaparece por completo en ¨¦ste, el equipo de TellTale ha querido traer de vuelta a otro de los personajes m¨¢s carism¨¢ticos y tambi¨¦n queridos de la serie, Stan. Tras sus variopintos trabajos anteriores, en esta ocasi¨®n Stan ser¨¢ el abogado defensor del pueblo de Flotsam, que compaginar¨¢ con su puesto de venta de merchandising. No faltar¨¢n por supuesto sus caracter¨ªsticos movimientos de brazos y su traje a cuadros, mientras suena la readaptaci¨®n musical del tema del personaje de la mano de Michael Land.

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En conjunto este cuarto episodio es el m¨¢s oscuro de cuantos hemos visto hasta el momento, no s¨®lo por que visitaremos la isla a la luz de la Luna, sino tambi¨¦n por las situaciones que viviremos que recuerdan en mayor medida al segundo juego de la serie, Lechuck's Revenge. La isla de Flotsam sigue intacta respecto a lo visto en el primer cap¨ªtulo, de hecho se reciclan la mayor¨ªa de las localizaciones e incluso personajes, pero tambi¨¦n se estrenan otros emplazamientos como el juzgado y el Club 41 que, aunque no le hace sombra al Scumm Bar, ser¨¢ una aut¨¦ntico y bien recreado bar pirata. Al reciclaje de piratas se suman otros nuevos, destacando Kathryn B. Krebbs, una joven pirata que nos demandar¨¢ por haberle provocado quemaduras y a la que se le podr¨ªa dar m¨¢s juego, y la guinda del pastel es el juez de Flotsam Island, que a su vez regentar¨¢ el Club 41 con una actitud bipolar, totalmente distinta seg¨²n el momento.

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Marquis de Singe, Morgan LeFlay e incluso la propia Elaine, tienen una fuerte presencia en esta cuarta aventura y con un papel muy propio dentro de la historia, que se desarrolla de una forma encomiable. Lechuck por su parte, en su forma humana, tendr¨¢ tambi¨¦n su aportaci¨®n y su importancia ser¨¢ tambi¨¦n relevante en el devenir de la historia. Los fans de la serie estar¨¢n contentos al saber que Earl Boen volver¨¢ a poner la voz en su versi¨®n original al famoso archienemigo de GuyBrush. La gran baja sin duda de este cuarto episodio es Murray, que cont¨® con un papel inolvidable e impecable en el tercer episodio de Tales of Monkey Island con la voz de Denny Dell.

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El tercer episodio sorprendi¨® de forma sobresaliente con los puzles que planteaba, y la magistral importancia de los di¨¢logos dentro de los mismos. En el sentido de las conversaciones, esta ¨²ltima entrega los abandona- no en su totalidad-, para regresar en mayor medida a los puzles basados en el uso de objetos. Nuestro inventario se llenar¨¢ nuevamente con variedad de objetos que tendremos que combinar sabiamente para utilizarlos en las distintas situaciones. Si bien la mayor¨ªa de los puzles son hasta cierto punto intuitivos, algunos salen de la l¨®gica y dar¨¢n alg¨²n que otro quebramiento de cabeza.

Por otra parte, aunque justificado por los puzles, este cuarto episodio es el m¨¢s largo hasta la fecha con una duraci¨®n media de m¨¢s de tres horas de juego. La historia de este cap¨ªtulo est¨¢ dividida en dos importantes arcos argumentales, la primera toda la trama del juicio y la segunda de igual duraci¨®n, pero cuyo argumento no revelaremos. Con la segunda parte de la historia, regresaremos a la jungla de la isla en la que se dar¨¢n cita nuevamente los puzles de exploraci¨®n por la misma.

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T¨¦cnicamente el juego est¨¢ a la altura de los anteriores, aunque se va notando el buen hacer de TellTale a la hora de dise?ar los nuevos personajes y dar vida a las nuevas localizaciones con un nivel de detalle sobresaliente. Por la parte a lo que la m¨²sica se refiere, Michael Land mantiene el nivel de su impresionante carrera musical y la pone de manifiesto en la banda sonora de Tales of Monkey Island.

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