James Cameron's Avatar: The Game

Microsoft estuvo presente en el Sal¨®n del Manga celebrado durante el fin de semana en Hospitalet del Llobregat (Barcelona). La compa?¨ªa puso a disposici¨®n de los visitantes tres grandes stands. Uno dedicado a Forza, con todo el equipamiento (volante y dem¨¢s), otro a Lips. Pero la gran novedad y la atracci¨®n principal estuvo en James Cameron's Avatar: the game. Una gran pantalla especial para la ocasi¨®n de entrar en contacto con las 3D y un par de consolas m¨¢s para probar el juego en su modo convencional.

Se trata un juego inspirado en la pel¨ªcula de turno. Pero a pesar de las connotaciones de esta peque?a etiqueta, hay algunas diferencias importantes. La primera es que est¨¢ detr¨¢s de un proyecto ambicioso de James Cameron. Una pel¨ªcula que el director tuvo apartada durante a?os hasta que ha visto que la tecnolog¨ªa jugaba a favor de lo que ten¨ªa en mente. Eso tampoco es garant¨ªa de ¨¦xito si vemos otros grandes nombres cin¨¦filos -viene a la cabeza Enter the Matrix, por ejemplo, pero s¨ª tiene relevancia si se tiene en cuenta que el paso a las 3D tan de moda ¨²ltimamente en los cines har¨¢ sus pinitos en el mundo de los videojuegos.

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Detr¨¢s del proyecto se encuentra Ubi Montreal, de resultados notables a lo largo de esta generaci¨®n. El g¨¦nero y la puesta en escena no es nueva. Avatar presenta un shooter en tercera persona en un gran mundo imaginario lleno de enemigos de todos los tama?os posibles. Se le a?aden veh¨ªculos para conducir y tambi¨¦n Mechas. Tal y como ya apuntamos en anteriores informaciones, bebe de ciertas similitudes con Lost Planet, sobre todo en lo que concepto de juego se refiere.

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Cogemos las gafas especiales, de aspecto normal con montura negra y cristales transparentes.  Es entonces cuando entendemos por qu¨¦ esa gran pantalla que ve¨ªamos a lo lejos mostraba una imagen distorsionada. Con las gafas entramos de lleno en Pandora. Lo primero que destaca es el hecho de notar que hay profundidad. Es una sensaci¨®n extra?a, sobre todo porque en algunos momentos parece que el personaje est¨¦ sobrepuesto al escenario y parece que haya una separaci¨®n entre el escenario y el protagonista.

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Lo cierto es que despu¨¦s de la descolocaci¨®n provocada por la primera toma de contacto, poco a poco la experiencia gana enteros. Cuando el personaje avanza, realmente hay la sensaci¨®n que se traspasa escenario, que dejamos atr¨¢s ¨¢rboles, r¨ªos y hierbas. El acecho del enemigo tambi¨¦n destaca por lo mismo cuando se dirige hacia nosotros. Se trata de notar que lo est¨¢s viviendo, y en este sentido la inmersi¨®n empieza a ser importante. M¨¢s si uno piensa hacia donde puede ir el sector con tecnolog¨ªa como esta y propuestas jugables como el control de Wii o el futuro Natal.

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Uno de los contratiempos en Avatar es el hecho de partir por la mitad el conjunto a nivel visual. Con la vista de toda la vida, el juego luce bastante bien. Cumple con un mundo vegetal muy vivo en colores y en formas. Bajo el efecto 3D de las gafas, hay algunos componentes del escenario, como matorrales o dem¨¢s, que al tener la sensaci¨®n de dejar de formar parte del conjunto, cuando se atraviesan, no tienen un resultado tan vistoso. Este y el caos que se puede ocasionar en alg¨²n momento con sobrepoblaci¨®n de elementos en el primer plano de la pantalla son los principales contratiempos a una apuesta, eso s¨ª, atractiva tal y como se vio con la cantidad de curiosos que rodeaban la zona Avatar en la sala de Microsoft.

Las pantallas que acepten este tipo de formato, se hace a partir de la entrada hdmi, saldr¨¢n antes de finales de a?o a la venta en Espa?a. En el Sal¨®n del Manga se prob¨® esta experiencia con una televisi¨®n especial que no est¨¢ a la venta en tiendas que seg¨²n los miembros que atend¨ªan a los usuarios en el stand, superaba los 10.000 euros. Aun as¨ª, lo previsto es que las nuevas televisiones para venta al p¨²blico tengan un precio superior al normal y que superen los 2.000 euros. El juego, eso s¨ª, se puede disfrutar sin el uso de las gafas 3D como cualquier otro.

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?Y c¨®mo juego? Avatar no tiene previsto revolucionar el g¨¦nero. Aunque, seguramente, s¨ª pueda aportar su granito de arena con una oferta de calidad. O eso intentar¨¢. T¨¦cnicamente se mantiene s¨®lido, a pesar de tener algunos detalles a pulir como algunas texturas de poco nivel, algunos defectos como el popping (aparici¨®n repentina de objetos) en zonas del escenario o la carga poligonal limitada en algunos enemigos. La sensaci¨®n  que se pudo probar en el stand es de estar en medio de un gran mundo. A pesar de esto,  s¨ª hab¨ªa, gracias a los caminos trazados en el mapa, una marcada linealidad en el desarrollo.

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En la presentaci¨®n tambi¨¦n hab¨ªa posibilidad de ponerse a manos de un Mecha para mascarar a los enemigos. El uso de este tipo de m¨¢quinas, m¨¢s pesadas y mucho m¨¢s potentes, ser¨¢ una constante en la aventura, que tambi¨¦n cuenta con algunos veh¨ªculos para tramos concretos de la historia. La compa?¨ªa ya explic¨® en su momento que tambi¨¦n ten¨ªan previsto un sistema de progreso del personaje para mejorar sus habilidades y armas a medida que se va avanzando en la aventura.

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Despu¨¦s de avanzar con sus potentes ca?ones a trav¨¦s de la selva nos adentramos en un descampado con un primer gran jefe. Se trataba de un rinoceronte de dimensiones enormes que nos envest¨ªa constantemente. Y sin el robot a mano, destrozado previamente durante la escena de v¨ªdeo.  Otra muestra, en definitiva, de la variedad de situaciones a la que intentar¨¢ someternos Avatar con un personaje enorme que al venir hacia nosotros, gafas puestas, impresionaba.

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