Machinarium
- PlataformaPC9PSVPS3IPD
- G¨¦neroAventura gr¨¢fica
- DesarrolladorAmanita Design
- Lanzamiento16/10/2009 (PC)08/09/2011 (IPD)16/10/2011 (PS3)01/05/2013 (PSV)
- TextoIngl¨¦s
- VocesIngl¨¦s
Mundo Robot
El peque?o mundo desarticulado de un robot toma forma cuando llega a un vertedero y, casi por arte de magia, recompone sus piezas a trancas y barrancas. Comienza su andadura por un mundo que reconoce, hostil ante su presencia, reminiscente de las obras de ciencia ficci¨®n m¨¢s importantes de la historia, con ese toque humor¨ªstico que tanto aprecia el estimado p¨²blico de PC (y Mac). Machinarium, un sencillo juego de flash sin muchas pretensiones, se destapa como una de las grandes sorpresas de esta temporada? por un m¨®dico precio.
Jakub Dvorsky. Lo m¨¢s probable es que, despu¨¦s de leer este nombre austriaco, la mayor¨ªa de los usuarios sin la experiencia o el conocimiento suficiente queden indiferentes ante ¨¦l. Pues bien, Machinarium es una de esas obras que marcan un antes y un despu¨¦s en la personalidad de los creadores independientes. Dvorsky cuenta con un curr¨ªculo poco dilatado cuya mayor obra recib¨ªa el nombre de Samorost, un puzle/aventura que en su d¨ªa recib¨ªa cr¨ªticas positivas por parte de la prensa especializada. Hay que poner de relieve su condici¨®n de juego ?web', flash, o como cada lector prefiera llamarlos. Uno de estos t¨ªtulos que se pod¨ªa descargar y disfrutar en una tarde, garantizando un nivel de calidad notable en cualquier caso.
Amanita Design es el estudio de Dvorsky. Con el paso de tiempo ha cobrado cierto estatus de culto entre los aficionados, conscientes de que las producciones de la compa?¨ªa han rozado en su mayor¨ªa notas sobresalientes. Puede que Samorost no fuese un t¨ªtulo destinado al gran p¨²blico, que por su estilo de juego no se prestase a ser publicitado hasta la saciedad como s¨ª sucede con otras obras que no le llegaban a la suela de los zapatos. Dvorsky, consciente de este hecho, quiso separarse de la industria durante unos meses para preparar el que ser¨ªa su siguiente proyecto. Como gran amante de la ciencia ficci¨®n que declara ser, este g¨¦nero se le antojaba apetecible. Y pese a los acercamientos que Microsoft tuvo con ¨¦l hace un tiempo, el creativo segu¨ªa empe?ado en editar en PC.
?Por qu¨¦ dejar a la comunidad de aficionados que le ha apoyado en la estacada? Ya se conoce que la l¨ªnea de trabajo de las grandes empresas tiene mucho que ver con ese dicho que dicta: 'por la boca muere el pez'. El soporte que se le da a los estudios de menor entidad muchas veces se realiza de cara a la galer¨ªa, pero a la hora de la verdad todo es mucho m¨¢s complicado de lo que parece: dinero, pegas de ¨²ltima hora, problemas de distribuci¨®n, espacio limitado... Un h¨¢ndicap que obviamente no se encuentra a la hora de desarrollar en PC, y mucho menos de cara a publicar una obra como contenido descargable desde la plataforma Steam, que parece ser el futuro de la industria en este sentido. F¨¢cil acceso, r¨¢pido boca a boca, la elecci¨®n, afirmaba en su d¨ªa el creador, no fue dif¨ªcil de tomar.
La obra de Pixar contaba (dentro de lo que cabe) con reflexiones filos¨®ficas que pon¨ªan en tela de juicio el porvenir de la raza humana. La obra de Amanita Design toma como referencia un mundo rob¨®tico en el que s¨®lo conocemos lo justo y necesario de lo que dicta la historia a medida que avanzamos. El tel¨®n de fondo se levanta en un vertedero (donde trabajan otros robots) en el que lanzan varios componentes de lo que, imaginamos, fue en su d¨ªa una potente m¨¢quina rob¨®tica. Primero perdemos la vista en los impresionantes artes conceptuales que rodean la escena, luego seguimos las animaciones que aparecen en escena sin perder un detalle, perfectamente hiladas entre s¨ª. Varios clicks son suficientes para bautizar a Josef, el h¨¦roe rob¨®tico de turno.
Como decimos, los primeros compases son bastante confusos. La instalaci¨®n del juego apenas se toma unos minutos, en un t¨ªtulo que pesa 500mb en total. La descarga tampoco nos har¨¢ perder mucho m¨¢s tiempo, por lo que r¨¢pidamente comenzamos a jugar con este juego de puzles donde la aventura gr¨¢fica toma el protagonismo de cuando en cuando. ?Qu¨¦ quiere decir exactamente esta afirmaci¨®n? Muy sencillo: Machinarium es un juego de puzles en el que debemos superar cada nueva pantalla que aparece ante nuestros ojos resolviendo el enigma que se propone. La primera pantalla, por poner un ejemplo, nos invita a unir las piezas del robot para poder abandonar el vertedero.
Una vez hecho esto, aparece otra pantalla donde nuestro amigo camina incansablemente por una enorme pradera des¨¦rtica hasta alcanzar una especie de fortaleza en el que se esconden misterios de toda ¨ªndole. Las memorias del Josef son las que dan coherencia a la historia, en fragmentos que paulatinamente aparecen en forma de boceto cuando el robot comienza a recordar algunas de sus vivencias pasadas. No obstante, los primeros compases de partida son un tanto confusos precisamente por este motivo. Tenemos la sensaci¨®n de que basta con superar las pantallas que van apareciendo de forma inconexa; el pr¨®logo comienza con fuerza visual, pero no tan argumental. Para eso debemos seguir avanzando hasta conocer a los personajes secundarios que nos acompa?an casi sin quererlo en nuestras andaduras.
Las memorias del h¨¦roe son ¨²tiles para conocer los motivos que nos han llevado a caer en el vertedero, o los malvados villanos que le separaron de su amor plat¨®nico tiempo atr¨¢s. La historia, en cualquier caso, el plato fuerte de la aventura, pero sin duda cumple su cometido aportan su peque?o granito de arena. Hay que tener en cuenta que, sin historia por simple que pueda parecer a primera vista, nunca podr¨ªamos disfrutar de los momentos humor¨ªsticos que vive el robot cada dos por tres, bien sea al caer de un poste de la luz o incluso al recordar las maldades que sus compa?eros de la infancia le hac¨ªan constantemente. Las pantallas que hemos de superar se entrelazan de este modo, no tanto por los escenarios (que recogen una gran variedad de estilos), sino por la presencia de personajes secundarios.
Traducido al castellano, esto quiere decir que pese a la escasa cantidad de opciones que manejamos en algunos escenarios, en m¨¢s de una ocasi¨®n los puzles lograr¨¢n sacarnos de quicio por su tremenda dificultad, suponiendo de esta forma un reto para los m¨¢s duchos en la materia. Josef puede encogerse o elevar su estatura desde el torso: para realizar este cambio de f¨ªsica es suficiente con un click del rat¨®n, exactamente igual que para ejecutar cualquier otro movimiento. Es imprescindible estar cerca del objeto en cuesti¨®n para poder poner en marcha nuestro plan, bien sea levantar un cono o evitar pegarnos fuego en un horno. Para aumentar la dificultad se incrementa la cantidad de acciones que tenemos que realizar con los objetos que tenemos a nuestra disposici¨®n, pero en ning¨²n caso pierden la imprescindible coherencia de la que debe presumir todo t¨ªtulo de este g¨¦nero.
Hay varios puntos que debemos elogiar de esta aventura. El primero, dejando al margen su nivel art¨ªstico, el hecho de poder acceder en todo momento a una pista conceptual sobre la idea principal que debemos cumplir en cada escenario. El segundo, la posibilidad de acceder in situ a una gu¨ªa elaborada a trav¨¦s de bocetos. Para poder introducirnos en ella primero hemos de superar un Shoot ?em up al estilo R-Type, solo que cien veces simplificado. Disparamos a peque?as ara?as con una llave que, al llegar al cerrojo del libro, nos permite echar un vistazo a la soluci¨®n de forma gr¨¢fica, no escrita. Esto nos garantiza el no quedar completamente atascados en caso de no saber qu¨¦ hacer, adem¨¢s del trabajo que conlleva la representaci¨®n completa del juego por medio de bocetos.
Por suerte los escenarios no son zonas aisladas entre s¨ª, pero como decimos debemos profundizar en el gui¨®n para conocer estos detalles en profundidad. La ambientaci¨®n del juego es otro de los puntos que se deben aplaudir sin lugar a equ¨ªvocos. Si Dvorsky ha sido el encargado de trabajar el sector destinado a las animaciones, Thomas Dvorak (otro austriaco), ha llevado la batuta de la banda sonora. Exactamente igual que sucede por tradici¨®n en el g¨¦nero de la ciencia ficci¨®n cuando se ha llevado con ¨¦xito a la gran pantalla, lejos de crear melod¨ªas emp¨¢ticas, r¨ªtmicas o bailables, aqu¨ª asistimos a una magistral composici¨®n de ritmos de fondo que encajan perfectamente con la sensaci¨®n de soledad que transmite el complejo en el que tiene lugar la aventura.
No existen di¨¢logos propiamente dichos, nadie habla, tan s¨®lo aparecen algunas l¨ªneas de texto en ingl¨¦s que, no obstante, pueden ser comprendidas por cualquier ni?o de edad media sin problema alguno. Las flechas direccionales son las que dictan qu¨¦ es lo que podemos hacer en todo momento, y siendo un juego tan gr¨¢fico, apenas supone un problema la ausencia de una traducci¨®n al castellano como hubi¨¦semos podido desear. La historia se relata a base de vi?etas, como venimos comentando, lo que hace viable que cualquier jugador pueda sentirse inmerso en la historia sin necesidad de grandes artima?as a nivel narrativo. Machinarium no puede presumir de ser especialmente innovador ni variado en este sentido: es muy lineal, aunque por suerte sabe explotar al m¨¢ximo sus virtudes mientras dura.
Tampoco se le puede pedir m¨¢s a un t¨ªtulo creado ¨ªntegramente en flash para permitir a los usuarios de otras plataformas ajenas a Windows poder disfrutar de la obra, por no hablar de aquellos jugador que ser¨ªan incapaces de reproducir el juego a falta de contar con un equipo lo suficientemente potente para mover los entornos. El propio Dvorsky afirmaba que para elaborar un engine tan bien recreado ha contado con la ayuda de la academia de las artes de Praga, lo que a su vez le ha servido para asegurar el inter¨¦s de su propio pa¨ªs (por primera vez, si cabe decirlo) en la obra que ha estado desarrollando durante tanto tiempo. Tanto por la forma de poner en escena este mundo como por el recurso narrativo de contar la historia a trav¨¦s de vi?etas animadas (situadas como un bocadillo en la parte superior de Josef) como por el comportamiento del robot protagonista, Machinarium se merece matr¨ªcula de honor en este sentido.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.