Grand Theft Auto: Chinatown Wars
- PlataformaPSP8.5
- G¨¦neroAventura, Acci¨®n
- DesarrolladorRockstar Leeds
- Lanzamiento23/10/2009
- EditorTake 2
Vive con honor, extorsiona sin compasi¨®n
La vida en una gran urbe estadounidense no suele ser f¨¢cil, sobre todo para un reci¨¦n llegado. Y si esa urbe es Liberty City, entonces los problemas est¨¢n asegurados. PSP recibe al fin su tercer GTA, el cual resulta ser una conversi¨®n mejorada del sobresaliente Chinatown Wars de DS.
Dos de las numeros¨ªsimas razones que existen para hacerse con una PlayStation Portable responden a los nombres de Grand Theft Auto: Liberty City Stories y Grand Theft Auto: Vice City Stories, juegos lanzados al mercado a finales de 2005 y 2006 respectivamente. Aunque ambos t¨ªtulos se encuentran tambi¨¦n en el cat¨¢logo de PlayStation 2, es sin duda su disponibilidad en PSP (consola para la que inicialmente fueron desarrollados) lo que los convierte en joyas indispensables para todo usuario que guste llevar su afici¨®n favorita a cualquier parte. Revisitar las ciudades que sirvieron de trasfondo a Grand Theft Auto III (2001) y Grand Theft Auto: Vice City (2002) para descubrir personajes, situaciones y misiones completamente nuevas, y encima poder hacerlo desde una port¨¢til sin que por ello se pierda un solo ¨¢pice de calidad, es una de las mejores experiencias que PSP nos puede brindar a¨²n a d¨ªa de hoy.
Tras el lanzamiento en la port¨¢til de Sony de Grand Theft Auto: Vice City Stories, todo el mundo esperaba que la trilog¨ªa se completara con el que deber¨ªa ser a todos los efectos un broche de oro indiscutible: GTA San Andreas Stories, juego basado en ese culmen para la saga en plataformas de 128 bits que fue el GTA: San Andreas lanzado en PS2, Xbox y PC. Sin embargo, SA Stories jam¨¢s lleg¨® a aparecer. Las razones quiz¨¢ habr¨ªa que buscarlas en la profunda crisis que PSP vivi¨® a lo largo de 2007 y buena parte de 2008, con las third partys abandonando la plataforma en tropel a causa de los estragos que la pirater¨ªa causaba en las ventas de software; mientras tanto, una Sony agobiada por la trayectoria inicial de su nueva PS3, la cual se resist¨ªa a despegar en ventas, tambi¨¦n acababa dej¨¢ndola de lado durante una larga temporada. Debido a ello, PSP dio la impresi¨®n durante bastantes meses de ser el cad¨¢ver de un joven fallecido prematuramente en espera de que el juez ordenara su levantamiento para ser definitivamente enterrado.
Visto lo visto, Rockstar acab¨® fijando su atenci¨®n en Nintendo DS, port¨¢til de salud indiscutible y consola m¨¢s vendida del mercado, decidiendo finalmente que su nuevo GTA para llevar a cualquier parte viera la luz en el sistema de doble pantalla de la gran N. Dicho y hecho, Rockstar Leeds (estudio responsable de la programaci¨®n de los dos Stories de PSP) se puso manos a la obra, cocinando durante dos a?os un monumental proyecto que pretend¨ªa exprimir el potencial de DS al 110 % para crear no solo un digno representante de la franquicia, sino tambi¨¦n un sobresaliente t¨ªtulo que se convirtiera por m¨¦ritos propios en uno de los 5 mejores juegos del cat¨¢logo de la port¨¢til. El resultado final llev¨® por nombre Grand Theft Auto: Chinatown Wars, vio la luz en marzo del presente a?o y cosech¨® uno de los mayores ¨¦xitos de cr¨ªtica (por no decir el mayor), tanto a nivel de p¨²blico como de prensa especializada, en lo que al cat¨¢logo de la port¨¢til de Nintendo se refer¨ªa.
MeriStation, en su correspondiente an¨¢lisis, puntu¨® a GTA: Chinatown Wars con todo un se?or 9.5 sobre 10, mientras en las afamadas webs de recopilaci¨®n de reviews Gamestats y Metacritic se pod¨ªan ver unas medias de, respectivamente, 94 y 93 sobre 100. Sin embargo, las ventas ni mucho menos reflejaron el mencionado ¨¦xito a nivel de cr¨ªtica. Chinatown Wars en DS ha alcanzado una cifra de s¨®lo 680.000 unidades vendidas a nivel global, todo un desastre si tenemos en cuenta que los Liberty & Vice City Stories de PSP pusieron en la calle 5.78 y 3.48 millones de unidades respectivamente, cantidad que a¨²n sigue creciendo gracias a la disponibilidad actual de ambos juegos tanto a precio reducido como por descarga a trav¨¦s de PlayStation Store. Las razones del fracaso del primer GTA lanzado en DS habr¨ªa que buscarlas nuevamente en el azote de la pirater¨ªa (GTA: Chinatown Wars estuvo disponible para su descarga ilegal incluso antes de que llegara a las estanter¨ªas de las tiendas), aunque quiz¨¢ el hecho de que nos encontremos ante un juego adulto publicado en una consola pose¨ªda masivamente por menores de edad (o al menos eso aseguran muchos) tambi¨¦n haya tenido algo que ver.
Rockstar se encontr¨® entre manos con todo un triple A que hab¨ªa costado dos duros a?os de intenso desarrollo, el cual contra todo pron¨®stico ni mucho menos hab¨ªa vendido lo suficiente para generar los beneficios que se esperaban de ¨¦l. La compa?¨ªa norteamericana decidi¨® entonces cobijarse de nuevo en PSP, cual hijo pr¨®digo b¨ªblico regresando arrepentido ante su padre tras darse cuenta de que a su lado alcanzar¨¢ un mayor bienestar. As¨ª, el tercer y largamente pospuesto GTA destinado a la port¨¢til de Sony ha visto al fin la luz, si bien se trata de un port de Chinatown Wars en lugar de una entrega completamente nueva. Es obvio que la intenci¨®n principal de Rockstar con este lanzamiento es obtener los beneficios que no pudo cosechar en DS (buena prueba de ello es que el juego ver¨¢ tambi¨¦n la luz en iPhone), aunque sin duda todo esto no debe importar lo m¨¢s m¨ªnimo al usuario final, el cual podr¨¢ disfrutar en su consola de todo un aut¨¦ntico juegazo.
De espadas, honor y tr¨¢fico de estupefacientes
Antes de centrarnos en la conversi¨®n en s¨ª para diseccionar sus virtudes y carencias, es conveniente repasar pormenorizadamente las caracter¨ªsticas del juego compartidas tanto por el original de DS como por esta conversi¨®n destinada a PSP (quien ya las conozca, puede si as¨ª lo desea pasar directamente a la p¨¢gina 3, p¨¢rrafo 4 del presente an¨¢lisis). Grand Theft Auto: Chinatown Wars toma como escenario la tercera y mejor encarnaci¨®n de Liberty City aparecida hasta ahora, aquella que debut¨® en esa obra maestra que es el GTA IV lanzado el a?o pasado en PS3, Xbox 360 y PC, y que tambi¨¦n hemos podido ver en los exclusivos The Lost and Damned y The Balad of Gay Tony de Xbox 360. Trasladar semejante urbe de los circuitos de una plataforma de alta definici¨®n a las entra?as de una consola port¨¢til no fue una tarea f¨¢cil, aunque el resultado final visto en DS sin duda se gan¨® a pulso una calificaci¨®n sobresaliente. Rockstar Leeds tuvo que dejar de lado en el proceso una buena porci¨®n de la Liberty City aparecida en GTAIV, en concreto la isla de Alderney, quedando finalmente 2/3 aproximados de la urbe original, equivalentes en tama?o a dos veces el mapeado de GTA: Liberty City Stories, lo que nos puede dar idea de las considerables dimensiones que abarca el ¨¢rea que recorreremos durante nuestra aventura.
Dicha aventura nos pondr¨¢ en la piel de un joven miembro de las triadas chinas llamado Huang Lee, el cual se ve obligado a viajar a Liberty City tras la muerte en extra?as circunstancias de su padre, quien tambi¨¦n hac¨ªa las veces de patriarca de la familia Lee. Tras la muerte del progenitor de Huang, el patriarcado recae ahora sobre los hombros de Wu 'Kenny' Lee, t¨ªo de nuestro protagonista e influyente capo de la 'sucursal' de la mafia china ubicada en Liberty City. Puesto que Hsin Jaoming, el Don de las triadas en la mencionada urbe neoyorquina, est¨¢ a punto de retirarse, Kenny reclama la presencia de su sobrino para que ¨¦ste le entregue la Yu Jian, una espada ancestral que supuestamente ha pertenecido al clan Lee durante generaciones. Kenny pretende regalar dicha reliquia a Jaoming para as¨ª ganarse su favor en la sucesi¨®n al trono de las triadas de Liberty City, lo que garantizar¨ªa una envidiable posici¨®n para la familia Lee.
Sin embargo, las cosas ni mucho menos salen como estaban planeadas. Nada m¨¢s poner los pies en el aeropuerto de Liberty City, Huang es asaltado por unos misteriosos criminales que, tras dispararle en la cabeza, arrojan al mar su cuerpo inerte y se apropian de la Yu Jian. Por fortuna, la herida de bala en la cabeza del joven miembro de las triadas resulta ser superficial, por lo que consigue salvar la vida en el ¨²ltimo momento. A partir de entonces, Huang se ver¨¢ inmerso en una peligrosa y mortal odisea ya que, lo quiera o no, tendr¨¢ que tomar parte en la guerra civil desencadenada entre las filas de las triadas de Liberty City, con cada capo tratando de apu?alar a sus cong¨¦neres por la espalda para as¨ª convertirse en el ¨²nico aspirante al trono tras la inminente retirada de Jaoming. Por si esto no fuera suficiente, las restantes mafias que operan en la urbe neoyorquina ni mucho menos se quedar¨¢n de brazos cruzados, ya que intentar¨¢n por todos los medios borrar del mapa a las triadas ahora que se encuentran en un estado claramente vulnerable.
Lo primero que llama la atenci¨®n nada m¨¢s fijar la vista en GTA: Chinatown Wars es que la perspectiva utilizada no es la frontal caracter¨ªstica de la franquicia desde aquella revolucionaria obra maestra que fue el GTA III lanzado en 2001, sino una cenital tomada desde el aire. Por lo tanto, el cl¨¢sico aficionado a la serie GTA que lleva sigui¨¦ndola desde sus or¨ªgenes no podr¨¢ evitar sentir una agradable sensaci¨®n de nostalgia, ya que la perspectiva y desarrollo de Chinatown Wars le recordar¨¢n tanto a las tres primeras entregas de la saga (los Grand Theft Auto 1, London y 2) como al notable GTA Advance que viera la luz all¨¢ por 2004. Eso s¨ª, a pesar de la perspectiva cenital, el apartado gr¨¢fico de Chinatown Wars ha sido construido en unas completas tres dimensiones, dotando de pol¨ªgonos excepcionalmente texturados a edificios, veh¨ªculos y mobiliario urbano mientras los personajes en s¨ª son plasmados mediante sprites bidimensionales inmejorablemente animados e insertados en pantalla (tanto que ser¨¢ dif¨ªcil distinguir su origen 2D respecto al resto de elementos gr¨¢ficos).
Eso s¨ª, las semejanzas entre Chinatown Wars y las primeras entregas de la saga comienzan y terminan con el enfoque utilizado a la hora de mostrar la acci¨®n, ya que en cuanto a mec¨¢nica, desarrollo y posibilidades nos encontramos ante un GTA que nada tiene que envidiar a los juegos m¨¢s recientes de la franquicia. Como es de esperar, el concepto sandbox ha sido implementado en Chinatown Wars hasta sus ¨²ltimas consecuencias, por lo que en todo momento podremos ir donde queramos, conducir cualquier veh¨ªculo que se nos ponga por delante (hasta 100 diferentes entre coches, motos, camiones, lanchas?) y participar a nuestro libre albedr¨ªo en unas misiones, tanto principales como secundarias, que sobrecogen por su ingente cantidad, desenfrenada diversi¨®n y notoria variedad, siendo muchas de ellas tremendamente originales (como participar en una carrera callejera con el ¨²nico objetivo de echar a los rivales de la pista para asegurarnos de que nuestro jefe se proclamar¨¢ vencedor).
Para que os hag¨¢is una idea, las misiones principales a superar sobrepasar¨¢n el medio centenar, siendo s¨®lo la punta del iceberg de todo lo que GTA: Chinatown Wars pone a nuestra disposici¨®n: trabajar como taxista, bombero, polic¨ªa, conductor de ambulancia o repartidor de fideos chinos a domicilio; superar los diversos saltos acrob¨¢ticos repartidos por la ciudad; participar en minijuegos tan desenfrenados como adictivos, entre los que se cuentan Mendigotr¨®n (parodia tremendamente absorbente y divertida del cl¨¢sico videojuego Robotron -Vid Kidz, 1982-), Circuito de Destrucci¨®n (que nos pondr¨¢ a los mandos de un tanque Rhino, veh¨ªculo cl¨¢sico de la franquicia GTA), Club de Tiro (dividido en diferentes categor¨ªas dependiendo del arma a empu?ar), Masacre (que supone el celebrado regreso a la saga de los cl¨¢sicos Kill Frenzys, presentes desde el primer GTA e inexplicablemente ausentes en las ¨²ltimas entregas de la franquicia), Interceptor (donde actuaremos de conductor en una ranchera equipada con ametralladora, siendo obviamente nuestro cometido destruir los veh¨ªculos enemigos), Carreras Contrarreloj (de todas las formas y tama?os que se nos ocurran)?
? y seguimos tras tomar aliento: actuar como traficantes de estupefacientes para hacernos con cuantiosos beneficios monetarios (mediante un elaborado minijuego de compra-venta con sus ofertas, demandas y estudios de mercado incluidos), probar suerte con los boletos Rasca y Gana (existen locales repartidos por Liberty City en los que adquirir dichas tarjetas, cuyos premios abarcan desde recuperaci¨®n de salud hasta la entrega en mano de pisos francos), trabajar de repartidor para entregar paquetes al tiempo que intentamos evitar a las bandas rivales, asaltar almacenes (o hacerse directamente con los camiones de reparto que recorren las calles de Liberty City regularmente), destruir las hasta 100 c¨¢maras de seguridad repartidas a lo largo y ancho del inmenso mapeado del juego, participar en los seis minijuegos multijugador tanto cooperativos como competitivos (por desgracia s¨®lo en red local), encontrar los raros y tremendamente escurridizos Leones de Fo?
Si a este m¨¢s que numeroso listado de posibilidades (ya presentes en la versi¨®n DS) a?adimos que Rockstar Leeds ha creado para la presente conversi¨®n destinada a PSP nuevas misiones tanto principales como secundarias, podemos afirmar con total rotundidad que tenemos juego para muchos, pero que muchos meses. Y todo esto en una ciudad recreada con el gusto y detalle que s¨®lo Rockstar sabe imprimir a sus productos, encontr¨¢ndose en dicho sentido a a?os luz de cualquier otro sandbox de la competencia.
De DS a PSP y juego porque me toca
Entrando ya de lleno en las novedades y diferencias entre este t¨ªtulo y su versi¨®n original aparecida meses atr¨¢s, hay que mencionar de inicio que GTA: Chinatown Wars cuenta en PSP con dos ilustres antecesores que no se encontraban en DS. Hablamos, como no, de los Liberty & Vice City Stories, t¨ªtulos que exprimieron al m¨¢ximo el potencial de la port¨¢til de Sony para ofrecernos dos grand¨ªsimas aventuras que no ten¨ªan nada que envidiar a las que por aquella ¨¦poca pod¨ªamos ver en plataformas de sobremesa. Comparar dichos juegos con el t¨ªtulo que nos ocupa es inevitable, y desde luego si observamos Chinatown Wars desde la mencionada perspectiva acabaremos llegando a la inevitable conclusi¨®n de que tanto Liberty como Vice City Stories lo superan claramente, algo por otro lado inevitable teniendo en cuenta que Chinatown Wars es un port de un t¨ªtulo inicialmente pensado y lanzado en DS, consola muy inferior a nivel t¨¦cnico respecto a PSP y que adem¨¢s cuenta con caracter¨ªsticas que no se encuentran en la port¨¢til de Sony, siendo la principal de ellas su pantalla t¨¢ctil.
Por lo tanto, muchos aficionados ver¨¢n este GTA: Chinatown Wars de PSP como un paso atr¨¢s respecto a entregas precedentes. Sin embargo, no ser¨ªa justo medir con dicho rasero al juego que nos ocupa. Chinatown Wars era un aut¨¦ntico juegazo en DS y lo sigue siendo en PSP, engalanado adem¨¢s con mejoras a?adidas que, si bien no son tantas como era de esperar, sin duda engrandecen a¨²n m¨¢s sus virtudes. Dichas mejoras son sobre todo perceptibles en el apartado visual. Partiendo del mayor alcance en cuanto a ¨¢rea visual permitido por el superior tama?o de la pantalla panor¨¢mica de PSP, Rockstar Leeds ha dotado a toda Liberty City de un nuevo recubrimiento de texturas a una definici¨®n muy superior a la presente en el Chinatown Wars original, brindando con ello una mayor espectacularidad al juego.
Para engrandecer a¨²n m¨¢s el resultado se han preparado nuevos efectos lum¨ªnicos, los cuales afectan en primera instancia al ciclo d¨ªa-noche. En DS era francamente dif¨ªcil distinguir entre d¨ªa, tarde, noche o madrugada, mientras en PSP (gracias a los nuevos efectos lum¨ªnicos) todo es mucho m¨¢s perceptible. Tambi¨¦n se han a?adido nuevas rutinas gr¨¢ficas durante el d¨ªa que emulan con gran acierto el sombreado en tiempo real caracter¨ªstico de las plataformas de sobremesa de la generaci¨®n actual, por lo que todo elemento de Liberty City que se levante sobre el suelo (farolas, sem¨¢foros, ¨¢rboles, edificios, v¨ªas de tren?) proyectar¨¢ sombra a un determinado ¨¢ngulo dependiendo de la hora del d¨ªa, la cual ser¨¢ claramente visible sobre la superficie de cualquier elemento que pase bajo ella.
Por desgracia, dichos efectos lum¨ªnicos brillan (y nunca mejor dicho) por su completa ausencia cuando la noche cae sobre Liberty City. Las luces de las farolas no proyectan luz sobre los elementos que pasan bajo ellas (todo rastro de sombras desaparece de las calles), mientras el halo de los faros de los coches tampoco se refleja en superficie alguna. ?nicamente las luces de las sirenas de los veh¨ªculos de emergencia (coches de polic¨ªa, camiones de bomberos y ambulancias) han sido dotadas de un visible y espectacular efecto lum¨ªnico que har¨¢ que se reflejen en cualquier elemento existente a su alrededor, desde las fachadas de los edificios hasta las carrocer¨ªas de los coches. Es una aut¨¦ntica l¨¢stima que el resto de focos de luz no se hayan tratado de igual manera, dado que esta Liberty City nocturna da la sensaci¨®n de ser demasiado oscura y gris por culpa de unas farolas en las calles y unos faros en los veh¨ªculos m¨¢s falsos que un billete de seis euros, pues no proyectan luminosidad m¨¢s all¨¢ de lo estipulado de antemano.
Pero que este peque?o lunar no nos lleve a enga?o; despu¨¦s de todo, el hardware de PSP no fue hecho para lidiar con sombras o efectos lum¨ªnicos en tiempo real, por lo que todo lo incluido en dicho sentido es de agradecer. El resultado general a nivel visual nos pone ante un juego notablemente mejorado respecto a lo visto en la versi¨®n original, algo que por otro lado era de esperar: m¨¢s color, m¨¢s detalle, m¨¢s definici¨®n, m¨¢s efectos visuales? Todo movi¨¦ndose con una suavidad envidiable, sin tirones o popping en ning¨²n momento independientemente de la velocidad a la que transcurra la acci¨®n o los elementos que se agolpen en pantalla, algo que por otro lado tambi¨¦n era de esperar dado que precisamente una de las ventajas de la perspectiva cenital respecto a la frontal es que la exigencia a nivel gr¨¢fico es mucho menor, por no mencionar que los personajes de Chinatown Wars est¨¢n construidos a golpe de pixel y sprite en lugar de pol¨ªgonos texturados, con el consabido ahorro de exigencia al engine que ello supone.
Y ya que hablamos de personajes, mencionar que uno de los cambios que eran de esperar por parte de Rockstar con esta nueva versi¨®n PSP no se ha llevado a cabo. En el Chinatown Wars de DS, las secuencias introductorias de cada misi¨®n (y tambi¨¦n las que se suceden durante las propias misiones) se nos mostraban mediante im¨¢genes est¨¢ticas al estilo c¨®mic en lugar de v¨ªdeos cinem¨¢ticos construidos con el propio motor gr¨¢fico del juego tal y como viene siendo habitual en la saga, algo que pod¨ªa ser comprensible teniendo en cuenta las limitaciones de la plataforma a la que hab¨ªa sido destinado el juego. Sin embargo, en PSP se han dejado tal y como estaban. Bien es verdad que dichas ilustraciones han sido redibujadas y aumentadas de resoluci¨®n, pero no deja de ser obvio que se pod¨ªan haber sustituido por secuencias cinem¨¢ticas, tomando para ello el propio engine que Rockstar Leeds ya utiliz¨® en GTA: Vice City Stories.
Sin embargo, donde se puede percibir claramente una mayor dejadez por parte de Rockstar es en el apartado sonoro. El Chinatown Wars original, nuevamente por limitaciones de la plataforma, carec¨ªa de voces para los personajes, mientras las emisoras de radio estaban formadas ¨²nicamente por unos cuantos cortes de m¨²sica sintetizada. PSP no adolece de dichas limitaciones, y sin embargo el apartado sonoro permanece pr¨¢cticamente igual. Siguen sin existir voces excepto por las frases aisladas que alg¨²n peat¨®n soltar¨¢ muy de vez en cuando, mientras las emisoras de radio, sobresaliente se?a de identidad de la franquicia desde aquel primer y lejano GTA de 1997, se mantienen huecas y carentes de calidad. Se han incluido nuevas emisoras, aunque la realidad es que no existen canciones licenciadas, ni locutores que animen la funci¨®n con sus absurdas charlas, ni esos descacharrantes anuncios ficticios que siempre nos han hecho soltar alguna que otra carcajada gracias a su ingenio y aguda s¨¢tira hacia la sociedad norteamericana de la actualidad.
En su lugar tenemos unos 100 minutos de m¨²sica del mismo corte que la ya escuchada en el Chinatown Wars original, machacona y carente de cualquier atisbo de personalidad; una banda sonora que nos empujar¨¢, por primera vez en la historia de un GTA lanzado en soporte digital, a reducir al m¨ªnimo el volumen de nuestra consola. No hay m¨¢s remedio que dar un fuerte tir¨®n de orejas a Rockstar, ya que aqu¨ª ha quedado claro que ni mucho menos pretend¨ªan mejorar el apartado auditivo del juego cuando contaban con todos los medios para hacerlo, provocando que a nivel de sonido este Chinatown Wars de PSP se encuentre infinitamente por debajo de lo escuchado en los Liberty & Vice City Stories lanzados en la misma consola.
En lo referente al apartado multijugador, tampoco hay nada nuevo bajo el sol. Nos encontramos con los mismos seis apartados ya presentes en la versi¨®n original: Carreras simples, carreras por temporadas, Stash Dash (hacernos con una furgoneta de contrabando y conducirla a nuestra guarida mientras tratamos de evitar el acoso del resto de jugadores), Liberty City Survivor (un Deathmatch de los de toda la vida), Gang Bang (Deathmatch por equipos), y Defender la Base (el m¨¢s divertido, ya que tendremos que trabajar con el resto de jugadores para defender nuestra base frente a un constante acoso enemigo). El apartado multijugador sigue sufriendo el mismo problema ya presente en la versi¨®n de DS, y es que s¨®lo se podr¨¢ jugar en red local. El modo online queda relegado a interactuar con el Rockstar Social Club o intercambiar mensajes y objetos con otros usuarios.
Ya por ¨²ltimo es obligatorio aclarar c¨®mo ha resuelto Rockstar Leeds la dif¨ªcil papeleta presentada a la hora de trasladar a PSP las numerosas interacciones con la pantalla t¨¢ctil presentes en el ChinatownWars de DS. De entrada, lo que en la consola de Nintendo era una PDA accesible en todo momento desde la pantalla inferior de la port¨¢til (lo que permit¨ªa por lo tanto navegar entre las diferentes funciones del juego a golpe de stylus) ha sido sustituido en PSP por un men¨² mucho m¨¢s cl¨¢sico, presente tras pulsar el bot¨®n Start. La estructura de dicho men¨² (inspirado en la versi¨®n original) recuerda ahora m¨¢s que nunca al Xross Media Bar que Sony ide¨® para el men¨² de inicio de PSX (no la PlayStation original, sino aquel extra?o h¨ªbrido con una PS2 y un DVD-R en su interior), el cual fue posteriormente trasladado a PSP y PS3. Obviamente, el acceso a cada apartado en esta versi¨®n PSP no es tan intuitivo y directo como en DS, pero todo queda ordenado de forma sencilla y accesible gracias a la estructura estilo XMB, por lo que no se pierde demasiado con el cambio.
Los numerosos minijuegos t¨¢ctiles existentes en la versi¨®n DS s¨ª que eran mucho m¨¢s dif¨ªciles de versionar a PSP. Cierto es que todos siguen estando ah¨ª (desde romper la luna de un coche para evitar ahogarnos en el caso de que hayamos ca¨ªdo al agua hasta fabricar c¨®cteles molotov en una gasolinera, pasando por usar un destornillador para arrancar un veh¨ªculo antes de que se active la alarma, dibujar tatuajes en la piel de los nuevos miembros de las triadas, registrar contenedores en busca de armamento?), aunque no resultan tan intuitivos y satisfactorios. PSP carece de pantalla t¨¢ctil, por lo que pasamos de blandir el stylus a usar los botones y el stick anal¨®gico de la consola. Poniendo unos cuantos ejemplos, si antes para romper la luna de un coche deb¨ªamos golpear con el stylus sobre dicho cristal, ahora s¨®lo deberemos pulsar los botones L y R; si para usar un destornillador a la hora de puentear un coche antes ten¨ªamos que deslizar el stylus para simular los giros dados en la cerradura, ahora nos limitaremos a usar el stick anal¨®gico; si para tatuar a los nuevos miembros de las triadas deb¨ªamos dibujar dicho tatuaje en pantalla con pulso firme, ahora pasaremos a pulsar los botones y efectuar los giros con el stick anal¨®gico que se nos vayan mostrando en pantalla?
Por lo tanto, dichos minijuegos salen perdiendo claramente en esta versi¨®n PSP con respecto a lo visto en el Chinatown Wars original, aunque bien es verdad que era algo inevitable al ser en un principio creados exclusivamente para la port¨¢til de Nintendo (nadie esperaba que un batacazo en ventas provocara conversiones para otros sistemas). Rockstar Leeds ten¨ªa ¨²nicamente dos opciones: sustituir las interacciones con la pantalla t¨¢ctil por una suerte de Quick Time Events o simplemente eliminarlos de la ecuaci¨®n. Eso s¨ª, estos QTE han quedado tremendamente facilones, por lo que un aumento de dificultad habr¨ªa dado m¨¢s inter¨¦s al asunto.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.