Saw, Impresiones

Uno de los contratiempos m¨¢s significativos en este asilo preparado para la muerte y la locura, es la falta de variedad. Los escenarios vistos y las habitaciones d¨®nde se lleva a cabo la acci¨®n son muy similares las unas con las otras, dando una sensaci¨®n de poco trabajo a la hora de montar los escenarios. Recuerdan a la pel¨ªcula. Pero el problema est¨¢ cuando una sala concreta acaba recordando a la sala que acab¨¢bamos de dejar atr¨¢s. El asilo tiene bastantes lugares que visitar y en los que intentar sobrevivir, y aunque tampoco ser¨ªa l¨®gico un edificio con habitaciones distintas, s¨ª que los decorados y la puesta en escena que en principio prepara el enemigo podr¨ªa tener detalles m¨¢s variados.

Lo cierto es que en movimiento tambi¨¦n hay algunos ?peros'. Ni las f¨ªsicas de los enemigos que nos van saliendo al paso ni algunas de las animaciones son todo lo reales que se podr¨ªa esperar. Los ataques de las personas que quieren acabar con nosotros ser¨¢n demasiado toscos, con parones en medio de la acci¨®n que carece de l¨®gica cuando uno de los dos acabar¨¢ muriendo. En parte, debido a una IA que no est¨¢ para demasiados alardes m¨¢s que el ir hacia delante. Los momentos de acci¨®n del protagonista tienen cierta brusquedad en su conjunto, debido a las animaciones a la hora de usar objetos o a la hora de colisionar con el mapeado o los NPC. Y es que esta alternancia entre situaciones bien resueltas y otras m¨¢s titubeantes es una constante en Saw. No s¨®lo a nivel gr¨¢fico.

Para los puristas de la saga que hayan podido y/o querido ver las pel¨ªculas en versi¨®n orignal, durante el Tokyo Game Show de este 2009 Konami anunci¨® que el actor principal encargado de dar voz al asesino en serie Jigsaw, Tobin Bell, es el encargado de repetir papel en el videojuego. El resultado es de agradecer, ya que la inmersi¨®n en el universo creado por James Wan crece gracias a ¨¦sta interpretaci¨®n. Teniendo en cuenta el papel de Konami respecto los doblajes, seguramente ser¨¢ la voz de Bell la que acompa?e la versi¨®n europea que est¨¢ prevista para finales de este 2009.

Se podr¨ªa dividir el desarrollo del juego en dos partes. En una de ellas, Jigsaw pone a disposici¨®n del juego los puzles y enigmas m¨¢s macabros que tiene entre manos. Es lo m¨¢s reconfortante de Saw, el videojuego. No s¨®lo por estar mejor llevado a cabo en conjunto, si no porque tener la presencia de Jigsaw constantemente encima, con sus dilemas morales, sus juegos,? la resoluci¨®n de los mismos -a base de rompecabezas, de Quick Time Events o de exploraci¨®n, y la tensi¨®n que consigue transmitir bebe de la esencia de las pel¨ªculas. Aunque en este caso, a qui¨¦n le toca arreglar las cosas es al jugador en persona en lugar de ser un mero espectador. El tiempo, como en las pel¨ªculas, corre en contra del protagonista. Y la voz de Bell ayuda a estresar m¨¢s si cabe. Quien habla es el verdadero Jigsaw, no un imitador.

Pero como no es oro todo lo que reluce, hay algunos retos que pecan de repetitivos. Desde el principio, dejando a un lado las peque?as confusiones y el excesivo castigo del ensayo-error, los puzles cumplen con su cometido. M¨¢s avanzada la historia, hacer una y otra vez algunas mec¨¢nicas ya solucionadas anteriormente puede llegar a frustrar y a acabar con una idea que en principio parec¨ªa acertada. A pesar de tener dentro de s¨ª un compendio de las mejos situaciones a las que el asesino nos podr¨ªa meter, sus macabras ideas se acaban pronto y caen en lo mismo co demasiada frecuencia en poco tiempo.

La otra parte en la que se convierte Saw es la de la pura acci¨®n. El asilo en el que Jigsaw nos tiene prisioneros no es un lugar solitario con su particular rata de laboratorio, nosotros, dentro suyo. Diversos ciudadanos est¨¢n repartidos por el edificio con una sola consigna: acabar con la vida del detective. No son asesinos en serie ni personas perturbadas. Son, simplemente, personajes a los que Jigsaw les ha asegurado que la llave de su libertad se encuentra en las tripas de David Tapp. Y ya se sabe que en esta saga, si se trata de ti o de m¨ª, la elecci¨®n acaba siempre hacia el mismo camino.

Los enemigos atacar¨¢n, con mayor o menor acierto, con todo tipo de armas arrojadizas. De la misma manera, el personaje principal podr¨¢ equiparse con cualquier objeto para acabar con sus posibles verdugos. Y en el momento ¨¢lgido aparecen algunos errores. Los controles no acaban de responder al instante, y su imprecisi¨®n hace que los combates sean tediosos. Intentaremos hacer alguna contra, pero como la respuesta del personaje no va acorde con nuestra orden en el mando, ser¨¢ una opci¨®n desechable. Por suerte, no parece que abunden demasiado ¨¦stas situaciones, aunque se podr¨ªan ahorrar como teloneros a los puzles de Jigsaw.

Los personajes secundarios que m¨¢s peso tendr¨¢n en el juego tambi¨¦n estar¨¢n presentes en los puzles, resaltando as¨ª el papel residual de los momentos de acci¨®n. No son an¨®nimos que quieren escapar. Son personas vinculadas de una manera u otra al protagonista. Un hecho que por lo visto hasta el momento, puede dar mucho juego tanto a la trama principal como a las decisiones morales que el macabro asesino en serie piensa proponer al detective y protagonista de este videojuego.

Cuando Konami se hizo cargo del proyecto de Saw, estaban convencidos de intentar crear una nueva saga aclamada dentro del g¨¦nero del survival horror. Un g¨¦nero en horas bajas, en el que ninguno de los grandes nombres ha dado la talla. Resident Evil 5 abandonando el camino del miedo en favor de la acci¨®n y Silent Hill repitiendo f¨®rmulas ya empleadas en tiempos pasados. La franquicia Saw tiene, por tem¨¢tica, todos los ingredientes necesarios para ofrecer una experiencia terror¨ªfica. A pesar de esto, y a falta de probar la versi¨®n definitiva, parece que la obra de Zombie Studios cuenta con bastante margen de mejora para ser no s¨®lo un producto apto para fans.