Left 4 Dead 2, Impresiones
Viajamos hasta San Francisco para volver a probar un poco m¨¢s de Left 4 Dead 2. Valve nos ense?a el modo Scavenge, adem¨¢s de hacer un repaso por las nuevas criaturas de la horda zombie, que arrasa el sur de Estados Unidos.
Viajamos hasta San Francisco para volver a probar un poco m¨¢s de Left 4 Dead 2. Valve nos ense?a el modo Scavenge, adem¨¢s de hacer un repaso por las nuevas criaturas de la nueva horda zombie, que arrasa el sur de Estados Unidos. Cuatro supervivientes y decenas de muertos vivientes, infectados y mutantes entre los que abrirse paso, a golpe de pistola, recortada, e incluso a hachazos.
El holocausto Zombie se extiende hacia el sur. Y s¨®lo unos pocos consiguen resistirse a ser consumidos por quiz¨¢ la marcha m¨¢s gore vista hasta ahora en nuestras pantallas. Unos pocos que basan su supervivencia en la potencia de fuego y, sobre todo, en la cooperaci¨®n y la camarader¨ªa mejor entendida. Esa es una de las novedades de esta segunda entrega de Left 4 Dead; la localizaci¨®n y los personajes que ahora vemos inmersos en esta divertida hecatombe can¨ªbal. Vuelven a ser cuatro los personajes, otra vez dotados de una marcada personalidad y de su particular forma de afrontar tan peculiares dificultades. A este respecto, si no fuese por el cambio de los escenarios, perfectamente podr¨ªamos haber podido mantenernos con el ya familiar cuarteto de la primera entrega, porque las posibilidades de estos nuevos personajes son exactamente las mismas que las de aquellos. Poca novedad a este respecto.
Lo que s¨ª mejora sustancialmente es su capacidad de hacer frente a las hordas zombie. L4D2 incorpora nuevas armas al arsenal existente aunque se mantengan las mismas normas de aprovechamiento, es decir, partiremos con unas armas b¨¢sicas e iremos consiguiendo otras mejores junto a los ahora m¨¢s numerosos dep¨®sitos de munici¨®n, que adem¨¢s ahora incorporan mejoras del tipo munici¨®n incendiaria, explosiva, etc.
La gran mejora en el apartado de las armas la encontraremos en el arma secundaria. En la primera entrega dispon¨ªamos de una pistola a la que a?ad¨ªamos una segunda si la encontr¨¢bamos a lo largo del escenario. Ahora, adem¨¢s de esta opci¨®n, a lo largo de la ciudad podremos recoger objetos, m¨¢s o menos id¨®neos, para defendernos de un ataque zombie. Desde algunos m¨¢s vanales como una guitarra el¨¦ctrica o una palanca, a otros mucho m¨¢s divertidos como una katana o una motosierra. Con este a?adido se salva una de las grandes carencias de L4D ?c¨®mo se puede concebir una pel¨ªcula de zombies sin una motosierra? Si bien el resto de los objetos se 'limitan' a decapitar a los zombies que se ponen a su alcance, el uso de la motosierra es mucho m¨¢s 'masivo'. El jugador que la porte se puede ubicar tras una puerta y sin mayor problema acabar¨¢ con una horda completa que sin sentido se abalance sobre su humeante amiga. No todo puede ser tan bonito ?La pega? El uso de la motosierra est¨¢ limitado y la perderemos tras unos pocos minutos de uso. Una l¨¢stima.
Como ya adivin¨¢bamos viendo la ampliaci¨®n "Crash Course", el interfaz de juego ha mejorado sensiblemente respecto a Left 4 Dead. Ahora tenemos m¨¢s informaci¨®n en pantalla y de gran utilidad, dado que sabemos d¨®nde y a qui¨¦n le est¨¢ ocurriendo algo, facilitando socorrer a los compa?eros de una forma m¨¢s r¨¢pida y efectiva.
Pero si las novedades en el lado de los supervivientes se limitan a poco m¨¢s que esto; un cambio de escenario, de personajes y de armas, las grandes aportaciones de esta secuela las encontraremos en el lado opuesto, el de los zombies. Quiz¨¢ sea el clima sure?o, pero los zombies han mutado aqu¨ª m¨¢s y 'mejor'. Adem¨¢s de las mutaciones ya conocidas, encontraremos tres tipos m¨¢s, con el consiguiente aumento de posibilidades a la hora de crear serios problemas a los supervivientes. Tan s¨®lo leyendo su nombres podremos prever qu¨¦ habilidad es la que ha motivado tal apelativo: Charger, Spitter y jockey.
Charger es una especie de mastodonte dirigido. Su mutaci¨®n le ha sobredimensionado una parte del cuerpo y ser¨¢ esta la que utilice para crearnos problemas. Su ataque se basa en una 'carga' que arrastrar¨¢ al superviviente con el hombro hasta que literalmente lo empotre contra el primer objeto que encuentre en su camino o, de no encontrarlo, se detendr¨¢ lo suficientemente lejos como para generar un serio problema a los compa?eros que tienen que efectuar el rescate. Una vez terminada la carga, el Charger se esforzar¨¢ en estamparnos una y otra vez contra el suelo, acabando con nuestra vida bastante r¨¢pido, si no recibimos ayuda de nuestros compa?eros. Visto desde el lado infectado, jugar con el Charger puede ser todo un arte porque, adem¨¢s de elegir el momento y el objetivo, hemos de prever hacia d¨®nde ir¨¢ nuestra carga y d¨®nde terminar¨¢ esta, buscando siempre el lado m¨¢s alejado del resto de supervivientes, siempre en l¨ªnea recta.
La segunda novedad tiene a¨²n un aspecto menos agradable. Las Spitters hacen eso mismo, escupir, con las ventajas que ofrece la mutaci¨®n zombie, claro est¨¢. Una Spitter puede lanzar una bola de verdoso ¨¢cido sulfurico capaz de contaminar una peque?a ¨¢rea durante los segundos que dure su efecto. Podr¨ªamos definirla como un francotirador zombie, porque tiene el menor tiempo de recarga y el mayor alcance. Es especialmente ¨²til para da?ar a supervivientes que vayan a socorrer a un compa?ero incapacitado, para sacarlos de una posici¨®n bien defendida o para impedir que avancen o permanezcan en cualquier lugar al alcance de sus salivazos. Al igual que el Boomer, cuando una Spitter 'muere', nos dejar¨¢ como recuerdo otro charco corrosivo.
La ¨²ltima incorporaci¨®n, con toda seguridad la m¨¢s divertida, es el Jockey. Se trata de un peque?o zombie saltar¨ªn cuyo ataque se basa en encaramarse a la cabeza del superviviente y mediante tirones, dirigir los pasos de ¨¦ste all¨¢ a donde quiera. No hace falta describir las posibilidades de un ataque as¨ª, permitiendo llevarse a cualquier superviviente a la zona m¨¢s favorable a nuestras deleznables intenciones. Como con el resto de infectados que ya conoc¨ªamos, el ataque secundario ser¨¢ un zarpazo, ¨²til cuando no hayamos recargado a¨²n el ataque principal o para ayudar en el desgaste de los supervivientes que hayan atrapado nuestros compa?eros no muertos. Basta ver el sobredimensionado brazo del nuevo Charger para adivinar que su zarpazo ser¨¢ el m¨¢s demoledor de los conocidos hasta ahora, muy similar al del Tanker.
En cuanto al resto de los zombies, zombies de 'atrezzo' las novedades las encontraremos en una mayor variedad de ellos, con vestimentas y deformaciones ligeramente m¨¢s complejas que en la anterior entrega. Destaca la utilizaci¨®n de zombies espec¨ªficos en cada escenario que juguemos, como los clowns y malabaristas que encontraremos en un parque de atracciones de pesadilla. M¨¢s destacable son los efectos de nuestras armas sobre ellos, subiendo un punto m¨¢s el nivel de gore con amputaciones, decapitaciones o derramamiento de intestinos (t¨ªpica frase esta esgrimida por aquellos que est¨¢n pidiendo la prohibici¨®n de este t¨ªtulo por su 'violencia gratuita' pero ?qu¨¦ es gratuito cuando una horda de zombies se muere por tu cerebro?).
Y la ¨²ltima gran novedad la encontraremos en el apartado multijugador que, por si alguien lo duda a¨²n, es el principal objetivo de esta serie. Adem¨¢s de los modos cooperativo, versus y supervivencia, esta segunda parte a?ade un nuevo modo de juego denominado Scavenge. Se trata de una combinaci¨®n entre el versus y el supervivencia con el aliciente de fijar unos objetivos que, por simples que parezcan, se convertir¨¢n en una aut¨¦ntica pesadilla para los supervivientes.
Por ejemplo, uno de ellos nos obligar¨¢ a buscar bidones de gasolina por un gran escenario y llevarlos a un generador en un tiempo concreto. Cada bid¨®n que consigamos verter en el generador nos sumar¨¢ tiempo extra para continuar con nuestra b¨²squeda. Por supuesto el equipo rival tratar¨¢ de frenarnos con las tretas zombie habituales. Una vez termina nuestro tiempo, ser¨¢ el otro equipo el que tenga su intentona en el mismo escenario. Cada partida tiene lugar en tres mangas y el equipo ganador ser¨¢ el que gane dos de ellas. En caso de empate, gana el equipo que ha recolectado los objetivos en un menor tiempo. Como todo lo referente a este juego, este modo de juego, explicado sobre el papel, pierde mucho inter¨¦s, algo que se gana con creces cuando lo intentamos por primera vez porque, seguramente, se trata del modo de juego m¨¢s adictivo de la serie.
Y ah¨ª terminan las novedades de Left 4 Dead 2. De estas l¨ªneas los detractores de esta secuela podr¨¢n extraer que es insuficiente para denominarlo una segunda entrega y que deber¨ªa haberse vendido como una ampliaci¨®n? mientras que el resto de aficionados no tendr¨¢n problema en cu¨¢l es la denominaci¨®n del juego si con ello ampl¨ªan las posibilidades de un juego y evitar as¨ª que se llegue al tedio. Y, por ¨²ltimo, los dise?adores de niveles amateur contar¨¢n con una nueva carga de posibilidades a la hora de plantearse sus creaciones. Esta serie podr¨¢ tener sus amantes y sus detractores pero, si hay una cosa clara es que se trata de un juego que hace las cosas diferentes y adem¨¢s las hace muy bien, con lo que es f¨¢cil apostar por el ¨¦xito de la nueva entrega dentro de una apocalipsis zombie que a¨²n promete mucho?