
Mario & Luigi: Viaje al centro de Bowser
- PlataformaDS9
- G¨¦neroRPG
- DesarrolladorAlphaDream
- Lanzamiento09/10/2009
- TextoEspa?ol
- EditorNintendo
Champi?¨®n dorado (XXL)
Mario y Luigi regresan a Nintendo DS con la tercera parte de la saga de RPGs que iniciaron con "Superstar Saga". Pero ahora las cosas hancambiado: no son los protagonistas. Atrapados en el cuerpo de Bowser, ser¨¢ ¨¦ste, el n¨¦mesis de Mario, el personaje principal de la aventura. Y con esta decisi¨®n encontramos uno de los mejores t¨ªtulos del sistema. Te lo descubrimos.
Mario es probablemente el ¨²nico personaje originario de otro g¨¦nero (plataformas, puzzle, acci¨®n, etc.) que ha sabido adaptarse en el complejo mundo de los RPGs. Si nos paramos a analizar el microcosmos creado por Shigeru Miyamoto hace casi 30 a?os, podemos encontrar varias ciudades, personajes poco perfilados, una seta bastante pesada emplaz¨¢ndonos de castillo en castillo, la t¨ªpica princesa secuestrada, una tortuga-dinosaurio gigante con muy malas pulgas y poco m¨¢s. Habr¨ªa que rascar, ir m¨¢s al fondo, para encontrar profundidad en el argumento que se ha ido tejiendo en todos estos a?os en la saga Mario Bros.


Pese a todo, Mario y compa?¨ªa sorprendieron a propios y extra?os cuando Squaresoft, que por aquel entonces triunfaba en Super Nintendo gracias a maravillas como Chrono Trigger o Final Fantasy IV/V/VI, decidi¨® recoger el testigo de la saga y traspasarlo al mundo del rol japon¨¦s. Pociones, combates por turnos, enemigos finales, mazmorras y muchos personajes no controlables. Ciudades, cajas de interrogaci¨®n, princesas en apuros, castillos, Bowser tratando de raptar a Peach, minijuegos, yoshis y champi?ones. Todos los elementos originarios del universo de Mario se daban cita como nunca se hab¨ªan visto conformando un todo asombroso, un t¨ªtulo fresco, profundo, rompedor que a¨²n a d¨ªa de hoy, sigue siendo uno de los mejores RPGs bidimensionales de todos los tiempos.

El secreto de su ¨¦xito resid¨ªa a una suma de factores, un equipo de trabajadores eficiente, enamorado de su trabajo, capaz de cuidar y mimar su obra hasta l¨ªmites obsesivos: la gente de Squaresoft recogi¨® lo sembrado por Miyamoto y le dio no vida, pero s¨ª alma. Profundidad, una tercera dimensi¨®n. Aquel juego, Super Mario RPG: Legend of the Seven Stars, nunca lleg¨® a Europa (si bien desde hace meses se encuentra en la Consola Virtual de Wii). Los fans ped¨ªan (ped¨ªamos) otro m¨¢s, otra aventura de Mario profunda, que explotase un universo que parec¨ªa simple, pero que era en realidad profundo, apasionante. Tard¨® en llegar, pero en 2000 apareci¨® en Nintendo 64 el excelente Paper Mario. Tres a?os m¨¢s tarde, se presentar¨ªa la revoluci¨®n en formato port¨¢til: Mario & Luigi Superstar Saga.

Desarrollado por AlphaDream, un estudio formado por -entre otros- varios extrabajadores de Squaresoft (de los que formaron parte Super Mario RPG, entre ellos el propio director del proyecto) que sac¨® todo el potencial de Game Boy Advance, la exprimi¨® para dar forma a uno de los mejores RPGs port¨¢tiles de la historia, una fant¨¢stica mezcla de rol y plataformas, en la tradici¨®n del t¨ªtulo de Super Nintendo, casi a modo de secuela/remake espiritual que dejaba sin aliento. Dos a?os m¨¢s tarde, en 2005 -con el par¨¦ntesis que supuso Paper Mario 2 para GameCube- lleg¨® su secuela a Nintendo DS: Mario & Luigi: Compa?eros en el tiempo. M¨¢s y mejor: el doble de personajes, viajes en el tiempo, una historia divertid¨ªsima y la calidad emblema de Nintendo. Nada fallaba.


Cuatro a?os ha tardado AlphaDream en proporcionarnos la tercera obra, la que cierra una trilog¨ªa maestra, de una calidad sin igual. Una que deja en evidencia a casi cualquier franquicia port¨¢til dentro del g¨¦nero (a la espera de ver si Golden Sun DS consigue arrebatarle este m¨¦rito), pues con Mario & Luigi: Viaje al centro de Bowser, lo que tenemos entre manos no es un simple 'm¨¢s de lo mismo', sino un t¨ªtulo que se graba con letras doradas en la historia de la consola, un producto tan cuidado y perfectamente dise?ado que casi da pena hablar de ¨¦l como 'un lanzamiento m¨¢s' en una semana en la que Nintendo DS recibe, el mismo d¨ªa (9 de octubre) dos juegazos de la talla de Scribblenauts y Kingdom Hearts 358/2 Days. Ninguno de los dos alcanza la calidad de la tercera obra de AlphaDream protagonizada por los Mario.


Mario la salva, acabando con Bowser. Derrotado, el n¨¦mesis del fontanero es reanimado por Kamek en una zona alejada del castillo y, por azar, acaba dando con un extra?o personaje que le ofrece un 'champi?¨®n de la suerte'. Bowser lo acepta fi¨¢ndose de la palabra del desconocido, que le asegura que as¨ª podr¨¢ derrotar a Mario? pero claro, hab¨ªa truco. Al ingerirlo, Bowser adquiere la habilidad de absorber elementos del escenario a modo de aspirador, volviendo al castillo para acabar con Mario y, sin poder evitarlo, trag¨¢ndoselo. Y con ¨¦l, a la princesa y Luigi, entre otros tantos personajes. ?Es el fin para los hermanos, dominar¨¢ Bowser el Reino Champi?¨®n? Para nada: la historia contin¨²a con Mario y Luigi dentro del cuerpo de Bowser, debiendo colaborar con ¨¦ste para poder salir de all¨ª, si bien los planes de Bowser pasan por recuperar lo que es suyo y, al tiempo, salvaguardar su castillo.


El gui¨®n del juego no deja de dar vueltas, presentando as¨ª una colaboraci¨®n forzada entre Mario, Luigi y Bowser, controlando a los tres personajes a lo largo de la aventura y dejando para el recuerdo momentos delirantes. La historia es excepcional, particularmente hilarante, todo un logro que hace que la de 'Compa?eros en el tiempo' s¨®lo sea un juego de ni?os. Las situaciones planteadas son al mismo tiempo de una brillantez inaudita, algo que evidentemente va m¨¢s all¨¢ de los simples cuadros de texto. Donde todo se explota y se lleva al infinito es en el apartado jugable?

Jugabilidad
Con la excusa argumental de tener a Mario y Luigi atrapados dentro del cuerpo de Bowser, la jugabilidad de la serie pasa de ser fant¨¢stica a ser sobresaliente y a la vez profunda. 'Compa?eros en el tiempo' aportaba (con respecto al anterior, Superstar Saga) los viajes en el tiempo y, con ello, el poder controlar a los hermanos en sus versiones beb¨¦. Ahora s¨®lo los tenemos en el presente, reducidos y dentro de las partes del cuerpo del dinosaurio con aspecto de tortuga. As¨ª, todo lo que vemos en pantalla son improvisada secciones de plataformas en las que avanzamos, evidentemente, a modo de RPG.

Habr¨ªa que aclarar que 'Viaje al centro de Bowser' no sacrifica los aspectos b¨¢sicos introducidos en las dos entregas previas de la serie, a pesar de los cambios jugables que aporta la premisa argumental. Seguimos estando ante una mezcla de avance con plataformas y jugabilidad de RPG: subimos de nivel, nos equipamos objetos, adquirimos habilidades, hablamos con personajes secundarios, combates por turnos, tenemos un gui¨®n definido, que avanza a dos bandas, etc¨¦tera. Los que no hayan jugado a sus antecesores encontrar¨¢n cosas 'raras' en esta tercera parte, principalmente las referidas a la mezcla de g¨¦neros: Una de las m¨¢s importantes es el control, adaptado al uso de los tres personajes principales.

As¨ª, mediante el bot¨®n A utilizamos a Mario para saltar o efectuar acciones como golpear con un martillo. La B se reserva para Luigi, mientras que X e Y pertenecen a Bowser, que es capaz de lanzar llamas (con Y) o golpear f¨ªsicamente (con X). Todas las acciones disponibles se realizan mediante este simple mapa de control, alternando entre armas o posibilidades con R (por ejemplo, entre martillo o salto). La cruceta obviamente nos da opci¨®n de mover a los personajes de un sitio a otro, qued¨¢ndose la t¨¢ctil para acciones m¨¢s espec¨ªficas. De hecho, incluso llegaremos a usar el micr¨®fono para determinadas acciones.



Volviendo al interior de Bowser, Mario y Luigi pueden realizar las acciones tradicionales. Deber¨¢n avanzar por el escenario presionando los botones A y B, alternando saltos, combates contra enemigos (que vemos en pantalla en tiempo real, como siempre) o interactuando con partes del interior del villano. En lo que respeta a la exploraci¨®n, la mayor sorpresa la supone el deber potenciar ciertos aspectos del cuerpo de Bowser en momentos concretos de la aventura. Por ejemplo, en una parte de la historia el personaje tratar¨¢ de arrastrar una isla hacia la orilla de una playa, tirando de una cuerda. Con Mario y Luigi, deberemos avanzar por el interior de su cuerpo para llevar al brazo y potenciar el m¨²sculo, d¨¢ndole impulsos para hacer aumentar su fuerza y que sea capaz de cumplir el objetivo.

Este ejemplo de interacci¨®n y/o colaboraci¨®n es habitual. El principio del juego nos pone a los mandos de Mario, que debe buscar a su hermano por el est¨®mago del reptil. Una vez que lo encontramos, toca seguir avanzando hasta que se advierte un extra?o saliente: golpe¨¢ndolo varias veces, Bowser -que estaba inconsciente- se despierta, pasando as¨ª a controlarle a ¨¦l, dejando a los Mario a la espera en la zona t¨¢ctil, siendo la pantalla superior donde observamos la aventura desde el punto de vista del villano reconvertido, contra su propia voluntad, en improvisado h¨¦roe. Para superar determinados puzzles deberemos alternar entre los diferentes personajes, habi¨¦ndose explotado especialmente esta caracter¨ªstica para conformar una aventura variad¨ªsima.

Por ejemplo, m¨¢s adelante Bowser se acercar¨¢ a una fuente a recuperar energ¨ªas bebiendo agua. Seremos advertidos de que una parte de su cuerpo ha cambiado y, cuando lleguemos all¨ª con Mario y Lugi, la encontraremos inundada: una fase acu¨¢tica. Si seguimos por esa zona, encontraremos varios potenciadores que debemos recoger para adquirir nuevas habilidades? pero claro: si Bowser deja de beber, el volumen de agua bajar¨¢, haciendo que no podamos llegar a zonas elevadas y que algunas plataformas bloqueen el paso. Mediante varios cambios de papeles, utilizando con l¨®gica a los personajes, tendremos que ir recogi¨¦ndolos todos, bebiendo y dejando de beber para alcanzar lo que estamos buscando. Como ya se ha dicho esto no es un a?adido caprichoso, sino que es el eje sobre el que gira casi toda la aventura.

Lo que se mantiene invariable, tanto para Bowser -en el exterior- como para los Mario -en el interior del reptil- es un desarrollo puramente aventurero: no hay fases en un sentido literal, todo es un enorme, gigantesco mapeado por el que vamos avanzando como en un Zelda o cualquier otro t¨ªtulo de esta ¨ªndole, de la misma forma que en los dem¨¢s t¨ªtulos de la saga. Sobra decir que los tres personajes se compenetran de maravilla: a la velocidad e inteligencia de los hermanos, se le une -en contraste- la brutalidad de Bowser, compensando as¨ª su falta de luces: ¨¦l ser¨¢ el encargado de avanzar por el mapeado real, de romper rocas o quemar ¨¢rboles para progresar, as¨ª como derrotar a jefes de final de nivel realmente duros. ?Se ha recuperado el sistema de combates tradicional? Afortunadamente, s¨ª. Nada ha cambiado para mal, sino que se han a?adido suficientes cosas como para que lo que antes era notable ahora no tenga igual.



Las batallas se mantienen por turnos tanto utilizando a Bowser como a los Mario. Lo que cambia es que, en el caso de controlar al reptil, ahora tenemos nuevas acciones que evidentemente no pod¨ªan usar los fontaneros. El cat¨¢logo de t¨¦cnicas se mantiene: atacar, usar objeto, habilidades, huir, etc¨¦tera, siendo el comando que a?ade Bowser el que permite absorber a sus enemigos: trag¨¢rselos presionando r¨¢pidamente el bot¨®n X, envi¨¢ndolos a su est¨®mago para que sean Mario y Luigi los que deban acabar con ellos o generarles cierto da?o antes de salir al exterior.

Todo se sigue realizando con un ¨²nico bot¨®n: con A, Mario ataca, esquiva los ataques de sus enemigos, huye, etc¨¦tera, siendo exactamente lo mismo para Luigi (con B) o Bowser, con los dos botones restantes. De esta forma se consigue que la simplicidad en el control se salde con m¨¢s opciones a nivel estrat¨¦gico, pudiendo contraatacar saltando sobre la cabeza de los enemigos cuando vengan a atacar, acercarnos a ellos y darles m¨¢s fuerte, etc¨¦tera. Las habilidades vuelven a ser imaginativas y ¨²nicas, actuando m¨¢s a modo de 'minijuegos' que como simples hechizos que generan da?o sobre los rivales. Esto es aplicable, de nuevo, a todos los personajes.
La primera t¨¦cnica que aprender¨¢n los Mario es coger un caparaz¨®n de tortuga y hacerlo rebotar sobre su enemigo, pas¨¢ndose la concha varias veces. Para realizar esta t¨¦cnica tenemos que ir pulsando A y B r¨ªtmicamente, funcionando m¨¢s como un minijuego, en lugar de suceder lo tradicional en el g¨¦nero: quedarnos mirando una secuencia animada y esperar al siguiente turno. Con Bowser pasa lo mismo: avanzando en la aventura, podr¨¢ utilizar a un ej¨¦rcito de goombas para lanzarlos contra su enemigo, lo que implica una pulsaci¨®n de varios botones.
Esta interacci¨®n se aplica tambi¨¦n a las acciones b¨¢sicas. Si justo antes de caer sobre el enemigo volvemos a presionar A o B, con Mario y Luigi respectivamente, podemos hacer da?o doble al hacer doble salto. Bowser puede cargar su pu?o y hacer m¨¢s da?o si volvemos a presionar X en el momento preciso, de la misma forma que los hermanos pueden cargar el martillo y hacer da?o extra. Hace un rato coment¨¢bamos que tanto la zona t¨¢ctil como el micr¨®fono han sido utilizados sabiamente: en los combates, se nota. En un combate determinado, Bowser podr¨¢ usar su llamarada de fuego y la potencia de la misma depender¨¢, ni m¨¢s ni menos? que de nuestro soplido hacia el micr¨®fono. Alpha Dream ha pensado en absolutamente todo.
'Viaje al centro de Bowser' es un RPG largo, duradero, profundo y al mismo tiempo perfecto para cualquier tipo de jugado. Unas veinte horas separan el inicio del final del juego, encontr¨¢ndonos una curva de dificultad perfecta, un mont¨®n de momentos memorables, puzzles bien llevados y ante todo una trama divertida, con gran sentido del humor. Todo en perfecto castellano, por supuesto.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.