Operation Flashpoint: Dragon Rising
- Plataforma360PS38.5PC8.5
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorCodemasters
- Lanzamiento09/10/2009
Guerra en estado puro
Si siempre has querido experimentar la sensaci¨®n de hallarte inmerso en una guerra moderna, pero no tienes tiempo para enrolarte en el ej¨¦rcito o bien tu madre no te deja... entra y aprende como puedes simular la experiencia con la segunda entrega de Operation Flashpoint, Dragon Rising.
Bienvenidos. Nuestra misi¨®n de hoy es simple: describir y evaluar el nuevo juego de acci¨®n desarrollado por Codemasters. El camino no ser¨¢ f¨¢cil, y solamente los mejores de los que os encontr¨¢is hoy aqu¨ª podr¨¦is lograr vuestro objetivo. Para salir airosos necesitar¨¦is hacer gala de toda vuestra habilidad y punter¨ªa, de toda vuestra astucia e ingenio, de todo vuestro carisma y liderazgo. Buena suerte a todos, y que Dios os bendiga.
Comencemos hablando sobre los responsables de Operation Flashpoint. Se trata de la compa?¨ªa Codemasters, conocidos por otros t¨ªtulos como el simulador de rally Collin McRae, la saga Overlord o Clive Barker's Jericho. La misma historia de Operation Flashpoint siempre ha ido estrechamente ligada a la vida m¨¢s reciente de la compa?¨ªa inglesa, y si bien fue desarrollado inicialmente por Bohemia Interactive, los rumbos de ambas compa?¨ªas se separaron debido a problemas relacionados con la propiedad intelectual de este juego.
Operation Flahpoint: Cold War fue considerado uno de los mejores simuladores de guerra existentes en el mercado, hasta el punto de que Bohemia Interactive ha continuado su propia saga, bajo el nombre alternativo de ArmA: Armed Assault. El pasado junio fue lanzado al mercado ARMA II, y Codemasters no ha querido esperar mucho m¨¢s para dar un golpe de efecto dentro del g¨¦nero, resucitando el t¨ªtulo que anta?o uniera a las dos compa?¨ªas. Los resultados de la competencia entre empresas suelen ser muy dispares, pero parece que en este caso benefician al usuario.
Una de las principales caracter¨ªsticas del t¨ªtulo es su amplio rango de operaci¨®n. La acci¨®n transcurre en una isla ficticia ubicada en el norte del Oc¨¦ano Pac¨ªfico, de nombre Skira, bajo soberan¨ªa rusa. Los informes indican que ha sido tomada por el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Popular, de forma que este pa¨ªs ha solicitado ayuda militar a los Estados Unidos. El cuerpo de marines ser¨¢ el encargado de tomar parte en este conflicto, y entre ellos se encuentran los mejores profesionales que se puede encontrar en el sector b¨¦lico. Sobra decir que nosotros seremos uno de ellos.
La sensaci¨®n de libertad en un juego es una posibilidad apreciada por muchos jugadores. No importa el g¨¦nero, ni tampoco la ambientaci¨®n? siempre que podamos guiar nuestros pasos donde queramos y cuando queramos. Los juegos de acci¨®n, y m¨¢s concretamente los b¨¦licos, suelen hacer uso de una falsa sensaci¨®n de modo ?sandbox', aunque finalmente aparecen las divisiones por fases, o viajes entre zonas que terminan limitando las diferentes posibilidades que tenemos en cada lugar que visitamos en el mismo juego. Ahora bien, en este t¨ªtulo, esto no es as¨ª.
Para ello, Codemasters ha implementado un sistema sencillo, que hereda directamente de su antecesor, Cold War. Durante el juego, las distintas ¨®rdenes pueden ser enviadas en tiempo real a todo un grupo o de forma individual, que se traduce en un mejor manejo de las tropas. Nuestros soldados nos har¨¢n caso dentro de la medida de lo posible, porque no podemos olvidar que son personas, y pueden sentir miedo o dolor seg¨²n las circunstancias. Esta es, a priori, la parte m¨¢s complicada del t¨ªtulo, porque no nos permite parar y pensar nuestro siguiente movimiento.
En segundo lugar, es posible marcar t¨¢cticas antes de comenzar los enfrentamientos, utilizando el mapa correspondiente a la zona en la que nos encontramos. Estas ¨®rdenes son m¨¢s generales, y simplemente nos permiten marcar una pauta a seguir si todo va seg¨²n lo previsto. En caso de encontrarnos con enemigos o cualquier otro elemento fuera de lo normal, tendremos que hacer uso del primer m¨¦todo. Las ¨®rdenes que podemos dar son las m¨¢s habituales en este tipo de juegos. Atacar, moverse, buscar cobertura, fuego de supresi¨®n, apoyo a¨¦reo? las combinaciones son m¨¢s que suficientes.
Para manejar el men¨² de ¨®rdenes se distribuyen las mismas en una interfaz radial, de forma que los controles de direcci¨®n nos permitir¨¢n realizar nuestras elecciones. En ocasiones, una de las opciones puede desencadenar en un nuevo submen¨², dejando a nuestra disposici¨®n una nueva serie de posibilidades. Tambi¨¦n hay casos en los que las opciones del men¨² dependen del contexto es decir, del objeto, elemento o ubicaci¨®n que estemos seleccionando en ese momento. Lo m¨¢s complicado sigue siendo mantener la cabeza fr¨ªa en tiempo real.
Por otro lado, si el ¨²nico aspecto que nos atrae de juego es la acci¨®n, podemos dejar todo lo relacionado con la t¨¢ctica a manos del propio juego. De esta manera perderemos el aspecto m¨¢s interesante de Operation Flashpoint, ya que el resto de elementos, correspondientes a la parte de acci¨®n, no se salen demasiado de la normalidad. Las opciones son las que podemos encontrar en cualquier otro ?shooter' de calidad, lo que no quita que Dragon Rising tambi¨¦n lo sea. Es la combinaci¨®n de estos dos aspectos, marcados por la intensidad de la batalla, lo que hace de este t¨ªtulo una opci¨®n casi ¨²nica.
A nuestra disposici¨®n, un arsenal de lo m¨¢s variado que engloba casi todo lo existente en armamento moderno. La cantidad de armas supera la media del g¨¦nero, con m¨¢s de 50 tipos diferentes de armamento de todo tipo. Otro aspecto importante es la posibilidad de ir modificando las mismas, usando todo tipo de complementos de distinta utilidad. Sin embargo, no encontraremos nada que vaya a darnos una ventaja infinita en el campo de batalla, ni que nos permitan recuperaciones milagrosas despu¨¦s de ser heridos gravemente.
Por supuesto, tambi¨¦n se ponen a nuestra disposici¨®n la utilizaci¨®n de veh¨ªculos de combate. Su manejo tambi¨¦n se realiza en primera persona, y podemos ser nosotros o alguno de nuestros compa?eros de escuadr¨®n quien maneje los mandos del transporte. De esta manera, podemos hacernos con el control de carros de combate, helic¨®pteros, coches? En cualquier momento podemos solicitar a nuestros soldados que monten o bajen del veh¨ªculo, siendo posible utilizarlo en nuestras t¨¢cticas militares. Por cierto, los enemigos tambi¨¦n los usar¨¢n si es posible.
De hecho, nuestros oponentes est¨¢n formados por un alto n¨²mero de paramilitares de origen Chino y Japon¨¦s, conocidos como Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Popular. Poseen armamento suficiente como para ser tomados en consideraci¨®n, y sus t¨¢cticas de combate no son todo lo burdas que uno podr¨ªa esperar de un cuerpo sin mando militar organizado. De hecho, la inteligencia artificial es uno de los aspectos m¨¢s logrados del t¨ªtulo, tanto en el caso de los enemigos como en la forma de actuar de nuestros soldados. No podemos dar nada por sentado, pues su manera de pensar no es previsible.
Nuestros compa?eros tendr¨¢n su propia opini¨®n de la situaci¨®n, y cada uno funciona como un ente ¨²nico. Pueden avisarnos cuando avisten algo extra?o, o informarnos de su estado actual. Se ver¨¢n sorprendidos por el enemigo igual que nosotros, las heridas causar¨¢n dolor y no les dejar¨¢n actuar con normalidad. Los oponentes buscar¨¢n nuestros puntos d¨¦biles, y har¨¢n uso de todas las posibilidades que ofrezca su armamento para ganar ventaja. Cada acci¨®n por nuestra parte puede suponer una respuesta diferente de mano de los enemigos.
Durante nuestros paseos por la isla veremos todo tipo de edificios, construcciones y vegetaci¨®n. Las plantas m¨¢s peque?as ondear¨¢n con el viento y se doblar¨¢n a nuestro paso. El entorno no permanece impasible a la destrucci¨®n provocada por bombardeos y armas de fuego pesadas. Los personajes est¨¢n caracterizados con todo detalle y la cantidad de animaciones les otorga una gran sensaci¨®n de realidad casi siempre, ya que en al menos un par de ocasiones nos encontraremos con algunos movimientos que no parecer¨¢n del todo naturales.
Las versiones de consola no alcanzan toda la calidad posible en un PC potente, pero se mantienen a muy buen nivel. De hecho, el ?framerate' sigue manteni¨¦ndose tan estable como en la versi¨®n para compatibles, una verdadera haza?a si tomamos en cuenta lo extenso de las dimensiones del entorno de juego. No todo son desventajas, pues el control mediante los mandos ha sido depurado y perfeccionado, de forma que los usuarios de consola tendr¨¢n siempre a mano todas las opciones de manera ligeramente m¨¢s accesible, como acceder al men¨² de ¨®rdenes desde el gatillo derecho.
El sonido es el broche perfecto para este juego de gran calidad. Las voces, perfectamente dobladas al castellano, nos permiten sumergirnos en una verdadera campa?a b¨¦lica. Podremos o¨ªr c¨®mo nuestros compa?eros nos avisan de la cercan¨ªa de los enemigos u objetivos, se quejar¨¢n y maldecir¨¢n su suerte si son heridos. Llegamos a tal punto en el que durante las pantallas de infiltraci¨®n el tono de voz cambiar¨¢ a una conversaci¨®n basada en susurros, siempre atentos y alerta para no ser descubiertos por las tropas del ej¨¦rcito enemigo.
El ambiente tambi¨¦n nos acompa?ar¨¢ en este sentido. Dejando a un lado todos los efectos de sonido, relacionados con el combate y los impactos de las armas de fuego, siempre estaremos rodeados por esa caracter¨ªstica banda sonora producida por la misma naturaleza que puebla el entorno de la isla. La sensaci¨®n sonora utilizada conjuntamente con un buen apartado gr¨¢fico, es capaz de aumentar considerablemente la impresi¨®n de realismo que ya implementa de por s¨ª el mismo desarrollo de Operation Flashpoint: Dragon Rising.
Para concluir, nos encontramos ante un juego que si bien hereda directamente una gran cantidad de opciones de su primera entrega, sabe rescatarlas e implementar los peque?os y suficientes cambios necesarios para no producir una aburrida segunda parte. M¨¢s que recomendable, para todos los amantes del g¨¦nero de acci¨®n, y para todos aquellos que hartos del exceso de imaginaci¨®n en otros t¨ªtulos del g¨¦nero, desean darse un buen ba?o de realismo inmersos en un conflicto casi tan real como la vida misma. La guerra no es ning¨²n juego, pero es imposible no disfrutarla cuando se dispone de juegos como este.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.