Profesor Layton y la Caja de Pandora
Igual, pero mejor
Cuando algo funciona, para qu¨¦ cambiarlo. Level Five ha dado con un fil¨®n de oro que a nivel mundial ha exprimido como pocos las posibilidades de Nintendo DS, dando forma a m¨¢s de 150 puzles que el jugador debe solventar sin perderse ni un detalle de la vistosa presentaci¨®n ¨¤ la anime de la que hace gala. La Caja de Pandora sigue en la l¨ªnea continuista de su antecesor con una nueva e interesante historia que, gracias a su nuevo argumento, logra paliar la falta de novedades en lo que respecta al sistema de juego.
Al igual que sucede con la mayor¨ªa de las producciones que obtienen ¨¦xito en el mercado tras aparecer en los tres continentes que rigen la situaci¨®n de la industria -Asia, Am¨¦rica y Europa-, las aventuras del profesor Layton han dejado de ser pasto para los aficionados ac¨¦rrimos de la port¨¢til de Nintendo para convertirse en uno de los t¨ªtulos m¨¢s vendidos del pasado a?o. La repercusi¨®n que ha que obtenido la franquicia ha sido tal que, adem¨¢s de la trilog¨ªa que originalmente estaba prevista, ya se ha puesto en marcha una serie de pel¨ªculas de animaci¨®n basadas en el gentleman brit¨¢nico y su inteligente aprendiz. Asimismo se ha confirmado la creaci¨®n de otros tres videojuegos basados en estos personajes, ya que en Jap¨®n hace tiempo que Layton cerraba su andadura con notables cr¨ªticas por parte de la prensa especializada.
Si al leer estas l¨ªneas el lector se pregunta qu¨¦ ha convertido la obra de Level Five en una de las obras m¨¢s populares de los ¨²ltimos a?os, basta con echar un vistazo r¨¢pido a las virtudes de las que hac¨ªa gala ?la Villa Misteriosa', que pese a no contar con el apoyo de las multitudes a su aparici¨®n por Occidente ha acabado por ser considerado uno de las producciones ic¨®nicas de la port¨¢til que mejor ejemplifican las bondades de la susodicha. La combinaci¨®n entre un argumento interesante, un aspecto gr¨¢fico que bebe de referencias anime y un sistema de juego asequible para todos los p¨²blicos fue suficiente para atraer al p¨²blico menos ducho en esto de los videojuegos gracias, entre otras cosas, al hecho de incluir puzles, acertijos y toda clase de retos mentales a lo largo y ancho de su mec¨¢nica.
Tanto es as¨ª que a la hora de describir Layton no existe mejor definici¨®n que la de ?aventura de puzles interactivos'. En vez de obligar al jugador a protagonizar batallas encarnizadas, juegos de cartas o cualquier otra parafernalia habitual en el sector, Level Five entend¨ªa que el punto m¨¢s interesante de una aventura es precisamente la capacidad de adicci¨®n de la misma. En vistas del ¨¦xito de la vertiente casual de la consola a manos de Brain Training y dem¨¢s, la compa?¨ªa japonesa opt¨® por elaborar una trama completamente nueva, con personajes que, curiosamente, estar¨ªan inspirados en el estereotipo de Sherlock Holmes y su inestimable compa?ero Watson, que a su vez representan las querencias de ese escritor magn¨¢nimo que en su d¨ªa fue poco menos que el creador de un g¨¦nero literario; Arthur. C. Doyle.
Un nuevo caso misterioso
Ha tardado m¨¢s de lo previsto, pero finalmente the Diabolical Box -la Caja de Pandora- aparec¨ªa en tierras norteamericanas a mediados del mes pasado, con una recepci¨®n muy considerable por parte de la prensa especializada, que una vez m¨¢s ha ca¨ªdo en elogios gracias al interesante argumento del que hace gala esta secuela. Pocas cosas han cambiado en comparaci¨®n a la aventura original que hace justamente un a?o aparec¨ªa en Espa?a; el sistema de juego es exactamente el mismo, el planteamiento que ofrece Level Five para decantar los acontecimientos, tambi¨¦n. No deber¨ªa sorprender a nadie encontrar un parecido abismal en el aspecto gr¨¢fico, que visualmente muestra un paisanaje mejor conseguido que el de su antecesor. Parte de culpa tiene, como no pod¨ªa ser de otra manera, el contexto en el que se desarrolla esta vez la acci¨®n.
Pasamos de Villa Curiosa al interior de un tren -durante el primer cap¨ªtulo-, el Molentary Express, donde los protagonistas comienzan su nueva aventura. El ferrocarril es el vivo ejemplo de la opulencia de la ¨¦poca, retratada esta vez en pleno centro londinense. Muestra un mundo repleto de riqueza, de personajes estramb¨®ticos cuya cordura mental ser¨ªa puesta en duda por m¨¢s de un matasanos. Layton es, no obstante, la definici¨®n por antonomasia de un gentleman brit¨¢nico, ducho en esto de mantener las apariencias all¨¢ por donde vaya, un hecho que hace bien en recordar a Luke cuando el joven aprendiz comienza a hacer el cabra en el compartimento reservado para sendos personajes. Los primeros minutos pasan con prisa, ¨¢gilmente, manteniendo al jugador con la mirada fija en la doble pantalla.
Cuenta la leyenda que, tras su apertura, la Caja de Pandora trajo consigo todas las desgracias con las que ha de cargar la humanidad en la actualidad, dejando como plato final el ¨²nico sentimiento que ayuda a superar estas penurias: la esperanza. El mito deber¨ªa ser conocido -o al menos hacer sonar alguna campana- entre los lectores que visitan este art¨ªculo, no en vano ha sido utilizado en una infinidad de pel¨ªculas, cuentos literarios e incluso en videojuegos que han visto en este artefacto un elemento recurrente que generalmente tambi¨¦n garantiza cierto aura de misticismo en el relato. Por lo que pudimos conocer en el primer cartucho, Layton no se caracteriza precisamente por ser ese cl¨¢sico detective que s¨®lo ha de enfrentarse ante retos de medio pelo, puestos en escena con la ¨²nica intenci¨®n de alargar la vida ¨²til del juego en cuesti¨®n.
M¨¢s bien sucede todo lo contrario. Level Five ha buscado la forma de incluir este mito, que por supuesto tambi¨¦n busca incidir en la mentalidad del jugador por las connotaciones que abarca el argumento, de forma que tenga coherencia con el devenir diario de dos protagonistas que ya est¨¢n acostumbrados a lidiar con asuntos que se escapan de la norma. Pero no s¨®lo esto, sino que adem¨¢s se ha buscado tambi¨¦n un estilo narrativo que siempre pretende sorprender al jugador que inesperados giros de gui¨®n, intrigas, enga?os y otras tantos recursos que unidos hacen un conjunto francamente admirable. Dicho en otras palabras: es dif¨ªcil que el t¨ªtulo aburra por su mec¨¢nica, muy cambiante a lo largo de las 10 horas que salvo mente excepcional llevar¨¢ al jugador finalizar la trama principal.
Como dec¨ªamos, la trama da comienza en el Molentary Express. Una vez dentro, los dos personajes interact¨²an entre s¨ª, hilando la conversaci¨®n que mantienen con un flashback retrospectivo en el que se desvela el motivo por el cual sendos personajes han acudido a este tren de lujo. No hace falta demasiado trabajo de investigaci¨®n para descubrir los tres pilares b¨¢sicos que han llevado a estos chicos a recaer aqu¨ª, si bien existe un elemento b¨¢sico que no se puede obviar: una carta. Andrew Schrader, mentor del profesor Layton, env¨ªa un mensaje a su pupilo para notificarle de su ¨²ltima investigaci¨®n, centrada en un artefacto denominado ?the Elysian Box', que viene a denostar matices divinos. El sin¨®nimo de la Caja de Pandora viene a representar la muerte a todo aquel que ose a abrir su contenido. Cuando Layton encuentra la carta decide ir presto hacia el lugar de residencia de Schrader.
Demasiado tarde
Como era de esperar, el profesor aparece tendido en el suelo con el cuarto totalmente desmantelado. Ha sido asesinado aunque a primera vista no se entiende c¨®mo ha podido suceder algo as¨ª teniendo en cuenta que a puerta de entrada estaba cerrada a cal y canto. La respuesta aparece a los pocos segundos de comenzar a investigar, no sin antes notar la presenciar de un desquiciado Inspector Chelmey que se convierte en uno de los personajes secundarios de importancia en esta ocasi¨®n. Junto con ¨¦l una oronda se?ora cuyo ¨²nico placer es la comida -adem¨¢s de tener un molesto tono de voz-, as¨ª como un pat¨¦tico personaje que apenas levanta dos palmos del suelo, tambi¨¦n muestra viva de opulencia desagradecida para con el resto de seres humanos. Todo aquel que hay jugado a la primera entrega se podr¨¢ hacer una idea de qu¨¦ clase de personajes encontraremos en esta ocasi¨®n.
El tren es, no obstante, s¨®lo el primer paso antes de comenzar a entender qu¨¦ relaci¨®n esconden estos personajes con la caja maligna. Llegados a cierto punto del trayecto -no sabemos a ciencia cierta hacia d¨®nde nos dirigimos, en tanto el billete de tren que encontramos en el despacho de Schrader no indica destino alguno- el ferrocarril tiene que detenerse para afrontar una serie de reparaciones. Dropstone es el pueblo que abre sus puertas a los dos h¨¦roes, una zona especialmente importante para comprender el devenir del argumento de este punto en adelante. La lista de personajes secundarios que componen la trama presenta a un joven muchacha que por motivos desconocidos parece perseguir a los detectives -Flora Reinhold-, al archienemigo de Layton -Don Paulo- o a Mr. Beluga, ese se?or odioso a quien critic¨¢bamos anteriormente por su car¨¢cter desp¨®tico que casualmente se presenta como el propietario del tren.
Hay m¨¢s localizaciones, m¨¢s zonas que explorar, pero el mecanismo es el mismo. En la parte inferior derecha de la pantalla encontramos un zapato que hemos de pulsar para poder movernos entre pantallas est¨¢ticas. El stylus sirve como enlace entre la mano y la pantalla de la consola para descubrir acertijos, que de ser resueltos sin m¨¢s problemas nos recompensar¨¢n con Picarats. Cada puzle consta de una o varias soluciones. Si no somos capaces de resolverlo bien podemos abandonarlo para volver con ¨¦l m¨¢s tarde o simplemente pagar con monedas para obtener a cambio pistas, que si bien muchas veces son indispensables para resolver el acertijo en cuesti¨®n, otras muchas ofrecen comentarios abstractos, poco concisos, cuya utilidad en inferior de la que se le debe exigir a esta faceta. Es una molestia poco importante que a lo largo de la aventura se acucia especialmente dada la complejidad de algunos puzles.
Los acertijos m¨¢s sencillos los suele resolver Luke, los complejos Layton. Cada personaje tiene una personalidad que se refleja fielmente en las l¨ªneas de texto que acompa?an al argumento, lo que unido a los v¨ªdeos animados y al doblaje que incluye el cartucho se traduce en una de las mejores puestas en escena que podemos recordar en esta consola. No todos los di¨¢logos son hablados, aunque s¨ª la mayor¨ªa. Al menos siempre podemos estar seguros de que Level Five no ha descuidado en absoluto el aspecto visual de la aventura. M¨¢s bien dir¨ªamos todo lo contrario; el trabajo realizado es superior al de su antecesor por contar con m¨¢s localizaciones donde explorar, m¨¢s personajes. Es un trabajo m¨¢s complejo que el original, con lo que cumple su cometido sin apenas despeinarse.
La banda sonora sigue la misma l¨ªnea de elogios por saber mantenerse siempre en su l¨ªnea, especialmente durante los v¨ªdeos animados. Nada de grandilocuencia, siempre humildad para representar cualquier escena. Lejos de cualquier pretensi¨®n que pueda ser criticada, esta secuela de Layton ofrece todav¨ªa m¨¢s facilidades para el jugador. No existe ninguna faceta que no est¨¦ correctamente explicada, el nivel de dificultad de los acertijos incrementa poco a poco sin forzar al jugador, siempre con ese inestimable punto de exigencia que hace de la aventura un verdadero hueso que roer en caso de que nos guste su ambientaci¨®n. Para mayor consuelo esta vez hay m¨¢s puzles que cambian entre la edici¨®n japonesa / norteamericana / europea, otro elemento que habla de la preocupaci¨®n de Nintendo a la hora de cambiar los puzles seg¨²n el p¨²blico al que vayan destinados.
Novedades
Habiendo explicado que la Caja de Pandora es, a grandes rasgos, una secuela que mantiene exactamente la misma l¨ªnea de trabajo que su antecesor, es imposible omitir un recorrido por las novedades que incluye el cartucho. M¨¢s all¨¢ del cambio obvio en el entramado gr¨¢fico por la llegada de las nuevas localizaciones, as¨ª como en la personalidad de los h¨¦roes -que ahora est¨¢ mucho m¨¢s trabajada, profundizando en sus miedos y preocupaciones-, las novedades propiamente dichas tienen que ver con los minijuegos que se incluyen dentro del malet¨ªn del profesor. Esta vez son tres los elementos que encontramos: un h¨¢mster que ha de perder peso en una plantilla cuadriculada, siendo necesario hacerle caminar todo lo posible situando determinados objetos a lo largo y ancho de su patio de recreo; ensamblar las piezas de una c¨¢mara fotogr¨¢fica; un viejo diario y la presencia del set de t¨¦.
Todas estas modalidades se centran en reunir piezas tras solventar determinados puzles para m¨¢s tarde obtener una recompensa, bien sea en forma de nuevos acertijos o de desbloquear la secci¨®n espec¨ªfica que nos permite descargar puzles semanales -como tambi¨¦n suced¨ªa con su antecesor-. En total son m¨¢s de 170 puzles los que encontramos en esta aventura, todos ellos variando seg¨²n tem¨¢ticas. En el malet¨ªn tambi¨¦n encontramos una recopilaci¨®n de puzles o los misterios que se despiertan a medida que avanzamos en la aventura. Del mismo modo es posible volver a disputar los puzles que quedan rezagados al no ser hallados por medio de una peque?a casa que aparece en uno de los vagones del tren a poco de comenzar la partida. Poco m¨¢s en lo que respecta a las novedades, que como ver¨¦is se limitan a seguir la l¨ªnea del anterior Professor's Layton.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.